HOFFMAN
La derrota de Gumbinnen había hecho temer a Prittwitz que la llegada de Samsonov podía suponer el envolvimiento de su VIII Ejército así que a pesar de la aparente pasividad de Rennenkampf dio orden de retirarse hasta el río Vístula abandonando la defensa de Prusia Oriental. Enterado el Jefe de Estado Mayor Moltke de las intenciones de Prittwitz llamó a éste a Berlín, destituyéndole y nombrando en su lugar al general Von Hindemburg, a quien sacó del retiro y dio el mando del VIII Ejército, poniendo como su segundo al general Erich Ludendorff. Éste, héroe del asedio de Lieja, fue recibido el 22 de agosto por el káiser y condecorado con la Pour le Merité, la máxima distinción del ejército alemán, y nombrado Jefe de Estado Mayor en el Este. Con un tren especial a su disposición abandonó el cuartel general de Coblenza a las 21 horas del mismo día. Dirigiéndose velozmente hacia Prusia Oriental el ferrocarril realizó una breve parada en Berlín. En el andén esperaba el general Von Hindemburg. Nunca antes se habían visto, pero inmediatamente comenzaron a intercambiar sus puntos de vista sobre qué les esperaba en Prusia Oriental y qué debía hacerse.
La retirada hacia el Vístula no había sido ejecutada cuando Hindemburg llegó al cuartel general de Marienburg el 23 de agosto e inmediatamente fue suspendida. El coronel Max Hoffman, jefe de operaciones del VIII Ejército, ya había tomado disposiciones para reorientar al VIII Ejército y lanzar una ofensiva contra el II Ejército de Samsonov que se aproximaba. Era la gran oportunidad del coronel. Su plan consistía en desplegar tropas de caballería en el Vístula frente a Rennenkampf para confundirle y frenar su avance. Mientras tanto Mackensen y Below se desplegarían sobre el ala derecha de Samsonov y Von Francois haría lo mismo sobre el ala izquierda en tanto un cuarto Cuerpo de Ejército frenaría el avance de Samsonov hacia el norte. Este plan de operaciones nunca habría sido aprobado por el timorato general Prittwitz, pero Hindemburg y Ludendorff eran de una pasta distinta.
Samsonov, con problemas de comunicaciones y suministros, ignoraba que Rennenkampf había frenado su avance desde el norte, y siguiendo las órdenes del general Yakov Yilinsky, comandante en jefe del Grupo del Frente Noroeste, prosiguió la ofensiva con sus doce divisiones y 150000 hombres, en la creencia que iba a vérselas con un VIII Ejército en plena retirada, idea que vio confirmada cuando el 22 de agosto venció sin problemas en las primeras escaramuzas a las tropas alemanas así que siguió avanzando, profundizando cada vez más en la trampa.
El avance de Samsonov
El 25 de agosto Ludendorff decidió no esperar más y ordenó a a Von Francois que atacase el ala izquierda rusa, pero Von Francois se negó al faltarle artillería de apoyo, artillería que estaría disponible el 27 de agosto. Ludendorff y Hoffman viajaron hasta el cuartel de Von Francois para repetirle la orden y finalmente éste se mostró dispuesto a obedecer. Mientras volvían Hoffman recibió dos mensajes sin codificar interceptados al enemigo. El primero señalaba la distancia existente entre los dos ejércitos rusos y la intención de Rennenkampf de suspender momentáneamente su avance, lo que suponía que el VIII Ejército no necesitaría preocuparse del I Ejército ruso al que sería imposible acudir en rescate de Samsonov. El segundo indicaba la ruta de la ofensiva de Samsonov. Aunque Ludendorff era escéptico sobre la autenticidad de los mensajes, Hindemburg, que estaba al tanto de la rivalidad existente entre Rennenkampf y Samsonov (que se remontaba a cuando los dos eran generales de caballería en Manchuria durante la guerra ruso-japonesa), alteró el plan de operaciones, y se permitió a Von Francois tener sus dos días para conseguir apoyo artillero.
El ataque de Von Francois
El 27 de agosto Von Francois atacó con gran éxito cerca de Usdau cortando las comunicaciones al centro del II Ejército ruso. La siguiente orden de Ludendorff de dirigirse hacia Lahna, al noroeste, también fue desoída por Von Francois, que se dirigió hacia Neidenburg, al este, para cortar la retirada a Samsonov.
Infantería alemana marchando
Entre tanto en Berlín Moltke estaba muy nervioso temiendo que Prusia Oriental cayese en manos rusas y decidió enviar como refuerzo a tres Cuerpos de Ejército desde el Frente occidental. Ludendorff le dijo que no eran necesarios y que con ello se comprometía el éxito del ataque a París tal y como se indicaba en el Plan Schlieffen. Moltke le ignoró y los tres Cuerpos de Ejército se dirigieron hacia Prusia Oriental.
Se culmina el cerco
El 28 de agosto Samsonov se percató de la amenaza que enfrentaban sus dispersas tropas. Con las comunicaciones cortadas y suministros escasos la tarde del 28 de agosto dio la orden de retirada, pero ya era tarde. Al alba de ese mismo día todo el Ejército alemán pasó al ataque. Francois llegó a Neidenburg al anochecer y prosiguió hacia Willenburg para cerrar la bolsa: el 29 el II Ejército estaba completamente rodeado. El pánico se apoderó de los hombres que intentaron atravesar los bosques con la intención de escapar del cerco.
Esa noche Samsonov se alejó unos instantes de sus oficiales del Estado Mayor, eligió un lugar solitario del bosque e incapaz de soportar la derrota se disparó un tiro en la sien. Allí sería su cadáver encontrado por los alemanes y enterrado.
A lo largo de tres días, desde el 29 al 31, los soldados rusos hicieron repetidos intentos de romper el cerco inútilmente perdiendo miles de vidas. El 31 de agosto los últimos soldados rusos se rindieron. Los alemanes hicieron 92000 prisioneros, unos 30000 muertos y capturaron 500 cañones, mientras que el VIII Ejército perdió entre 10000 y 15000 hombres.
Soldados rusos capturados
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