Me parece simplista decir que hay dos bloques. Dentro de la alianza anti-española diría que hay dos grupos diferenciados, con intereses incluso divergentes. Si se mantienen unidos al final probablemente tenga más que ver el que su primera alianza contra España ha provocado la unión de los rivales propios de cada grupo: España para el primero, y Francia-Otomano para el segundo. Pero vamos, hay márgen para una revolución diplomática.
En cuanto a Polonia, la verdad es que está en una posición delicada, porque el equilibrio inestable en el que se ha mantenido este tiempo no da para más. Rusia cada vez está más fuerte y Austria, como aliada de Rusia, no ayudará a Polonia, aunque mantenga buenas relaciones con ella. Por contra el Otomano ha hecho recientemente un compromiso en defensa de Polonia a la que le une el sentimiento antirruso, pero apoyar al Moro supone romper definitivamente con Austria, en el momento además en que Austria (bueno, ya el Imperio unificado) es más fuerte. Quizás, al igual que Francia, ha tardado demasiado en tener claro qué bando era el suyo. Ahora la decisión puede que se limite a si sobrevivir como un estado satélite o morir con las botas puestas.
Ese es su destino.