Jaume I nació en 1208 en la ciudad de Montpellier. Su infancia no fue fácil. En primer lugar hay que considerar las desavenencias entre sus padres, hasta el punto de que antes de que naciera, el rey había solicitado en vano el divorcio de su esposa, María de Montpellier.
El rey Pedro "el católico" realizó intentos para solucionar el problema de los cátaros. Uno de ellos fue prestar homenaje a Simón de Montfort por los señoríos de Carcasona y de Béziers. En este pacto de 1212, se acordó el matrimonio de la hija de Simón con el infante Jaume, siendo entregado el infante a Simón como garantía del pacto.
El rey Pedro murió en la batalla de Muret cuando su hijo tenía 5 años. Su madre también había muerto, no sin antes poner a su hijo bajo la protección del Papa Inocencio III, el instigador de la cruzada contra los cátaros.
La intervención del pontífice fue decisiva para conseguir que Simón de Montfort, entregara al niño a una delegación de nobles y eclesiásticos catalanes y aragoneses, que acudieron a Narbona a hacerse cargo del infante en 1214.
Llegado a sus dominios, Jaume recibió en Lleida el juramento de fidelidad de sus vasallos y fue trasladado al castillo de Montsó, bajo custodia de Guillem de Montredom, maestre de los templarios, mientras que el conde Sanç se hacía cargo de la regencia.
La ayuda del conde Sanç a los condes de Tolosa provocó la amenaza del Papa Honorio III de lanzar una cruzada contra la Corona de Aragón, y el conde Sanç se vio obligado a abandonar el poder. Jaume I que en 1216, había abandonado el castillo de Montsó, vivió unos años difíciles, sometido a las pugnas entre los señores feudales que aprovecharon la minoría de edad del rey para sus ambiciones.
Pese a tener solo trece años, se celebró su matrimonio con Leonor de Castilla, que mas tarde fue declarado nulo por razones de parentesco. El mismo Jaume I, en el "Llibre del Fets", recuerda que durante el primer año de su matrimonio "no podíem fer el que els homes han a fer am llur muller, car no havíem l'edat" (Traducción: No podíamos hacer lo que los hombres han de hacer con su mujer, porque no teníamos la edad).
Uno de los momentos más delicados fue el enfrentamiento con el noble aragonés Pero Ahonés, que se negó a acatar la tregua pactada por el monarca con los musulmanes y llegó a forcejear con el propio rey. Jaume I logró imponerse y Pero Ahonés obligado a huir, fue perseguido y muerto por los hombres del rey. Su muerte provocó una rebelión en Aragón, dirigida por el tío del rey, el infante Fernando.
El rey Pedro "el católico" realizó intentos para solucionar el problema de los cátaros. Uno de ellos fue prestar homenaje a Simón de Montfort por los señoríos de Carcasona y de Béziers. En este pacto de 1212, se acordó el matrimonio de la hija de Simón con el infante Jaume, siendo entregado el infante a Simón como garantía del pacto.
El rey Pedro murió en la batalla de Muret cuando su hijo tenía 5 años. Su madre también había muerto, no sin antes poner a su hijo bajo la protección del Papa Inocencio III, el instigador de la cruzada contra los cátaros.
La intervención del pontífice fue decisiva para conseguir que Simón de Montfort, entregara al niño a una delegación de nobles y eclesiásticos catalanes y aragoneses, que acudieron a Narbona a hacerse cargo del infante en 1214.
Llegado a sus dominios, Jaume recibió en Lleida el juramento de fidelidad de sus vasallos y fue trasladado al castillo de Montsó, bajo custodia de Guillem de Montredom, maestre de los templarios, mientras que el conde Sanç se hacía cargo de la regencia.
La ayuda del conde Sanç a los condes de Tolosa provocó la amenaza del Papa Honorio III de lanzar una cruzada contra la Corona de Aragón, y el conde Sanç se vio obligado a abandonar el poder. Jaume I que en 1216, había abandonado el castillo de Montsó, vivió unos años difíciles, sometido a las pugnas entre los señores feudales que aprovecharon la minoría de edad del rey para sus ambiciones.
Pese a tener solo trece años, se celebró su matrimonio con Leonor de Castilla, que mas tarde fue declarado nulo por razones de parentesco. El mismo Jaume I, en el "Llibre del Fets", recuerda que durante el primer año de su matrimonio "no podíem fer el que els homes han a fer am llur muller, car no havíem l'edat" (Traducción: No podíamos hacer lo que los hombres han de hacer con su mujer, porque no teníamos la edad).
Uno de los momentos más delicados fue el enfrentamiento con el noble aragonés Pero Ahonés, que se negó a acatar la tregua pactada por el monarca con los musulmanes y llegó a forcejear con el propio rey. Jaume I logró imponerse y Pero Ahonés obligado a huir, fue perseguido y muerto por los hombres del rey. Su muerte provocó una rebelión en Aragón, dirigida por el tío del rey, el infante Fernando.