Gracias por las aclaraciones,
mfigueras , pues nada, en principio entonces la partida durará hasta 1400 (tengo curiosidad por ver eso del desmadre del mapa político, a ver que cosas curiosas me ocurren). Y por supuesto para esa fecha no podré cumplir los objetivos que me propuse, asi que los cambio por los siguientes, que creo que también me costarán sangre, sudor y mucho BB:
Poseer todas las provincias de raza anglosajona, británica, gaélica, francesa, occitana y aquitana.
Poseer todas las islas conocidas por los cartógrafos de la Royal Army (me parece que ésto no podré cumplirlo pero lo intentaré o moriré en el intento).
Poseer al menos 4 Centros de Comercio.
Y por supuesto, que Ritchie haga un buen papel en las Cruzadas.
Y con ésto y un bizcocho ...
Henry II (El Imperio Plantagenet)
28 d octubre d 1154
Querido diario, por fin murió el viejo avaro, por fin en la Abadía de Westminster la Corona de Inglaterra ciñó la cabeza del más noble de los descendientes de Guillermo El Conquistador, es decir, Nos. Ni que decir tiene que no hemos renunciado a mi querido condado de Anjou, Convirtiéndonos así en uno de los monarcas más poderosos de la Cristiandad, solo inferior, o al menos eso creé el engreido Federico, al Emperador.
Como ya nos imaginábamos ésto no ha sido del agrado del advenedizo de París, con quién nuestras relaciones no pasan precisamente por su mejor momento. Muchos serán los envidiosos que quieran poner piedras en las ruedas del imparable carro de los Plantagenet, asi que necesitaremos un canciller de demostrada valía y fidelidad ¿A quién otorgaremos la gracia de tan encumbrado puesto?
5 d enero d 1155
Hoy es un gran día para Nos, y por tanto para Inglaterra, esta noche yaceremos en el lecho con la mujer más deseada de Europa, la bella Eleanor de Aquitania, la mujer más deseada de Europa, aquella que se permitió desdeñar el amor del Rey de Francia y que a continuación se entrego a nuestros poderosos brazos. Que delicia de mujer. Ni que decir tiene que en dote ha aportado su rico Ducado de Aquitania en vasallaje a la Corona de los Plantagenet.
De nada le sirvieron al Capeto además sus protestas por la supuesta ilegalidad de nuestro Imperio. La razón de las armas está de nuestra parte y ni siquiera su aliado, el Emperador, se ha atrevido a jugarselo todo en un envite contra nuestro Ejército, Ejército del que, por otra parte, hace unos días hemos asumido personalmente el mando. Nuestra espada guiará a Inglaterra a su destino.
Pero dejemos los arduos asuntos políticos para otra ocasión, una hermosa mujer calienta ya nuestro lecho ...
14 d enero d 1556
Maldito sea Louis VII, malditos sean todos los Capetos habidos y por haber, malditos.
Como si no tuvieramos suficientes preocupaciones con la creación de una poderosa alianza entre las naciones de Aragón, León, Navarra, Murcia y Provenza (a la que pertenecía incluso la Aquitania de mi amada antes de que pasase a ser nuestra vasalla y aliada). Poderosa y agresiva, pues mantiene simultáneas guerras contra la joven Castilla y, mucho más preocupante por la cercanía a nuestras fronteras de las aguerridas tropas aragonesas, con la rica y culta Tolosa.
¿No son éstas suficientes tribulaciones para un Rey? Pues la hiena que habita en una sucia isla sobre el pútrido Sena ha venido a aumentarlas exigiendo nuestra sumisión ¡¡¡ Mi sumisión como vasallo ¡¡¡. Ni que decir tiene que nos negamos en redondo e incluso meditabamos sobre la necesidad de llevar nuestros arqueros a París a demostrar al Capeto quién es el vasallo y quien el señor.
Pero el taimado traidor ya tenía tramado su plan y comprados a los traidores barones de nuestro condado de Anjou, quienes bajo la excusa de que si Nos no respetamos el derecho feudal, tampoco ellos habrán de hacerlo, se han levantado en armas contra su señor. Les costará la vida.
E incluso algunos nobles sajones, que nada tienen que ver con los asuntos de Francia se han rebelado también acusándonos de opresor normando. Normando, a Nos, que somos francés por los cuatro costados.
Afortunadamente, ya habíamos reforzado nuestro ejército y flota, pero sospechamos que durante bastante tiempo deberemos seguir haciéndolo, sacrificando nuestro progama de implantación del servicio de recaudación de impuestos.
De cualquier modo, a pesar de las intrigas de Louis VII hoy es un día grande para Inglaterra, ya que Conan, nuestro viejo compañero de armas y Duque de Bretaña, se ha unido a nuestro bando, el Capeto ya no tiene apoyo alguno en el Oeste de Francia.
Claro está que hoy mismo hemos mandado una embajada al Duque advirtiéndole que ya no puede considerarse nuestro igual y suplicándole cortesmente su pronto reconocimiento de Nos como su soberano. Sinceramente esperamos por el bien de nuestro viejo amigo que su respuesta sea la correcta ...
4 d septiembre d 1156
El día de hoy hemos tomado una decisión que probablemente cambiará la Historia. Debíamos decidir cual sería la capital de nuestro Imperio Anglofrancés. Personalmente Nos amamos profundamente el bello y cortés Condado de Anjou, mucho más que estás tierras ásperas y rebeldes de Inglaterra. Rebelde sin duda en grado sumo, pues la rebelión de los barones franceses fué aplastada en unas pocas semanas y Anjou completamente pacificado, mientras que los sajones siguen rebelándose sin parar. Tanto que tuvimos que organizar a toda prisa el paso del Canal por todas las tropas posibles que permanecían en Francia, hace ya algunos meses.
A pesar de la bravura de nuestros soldados, hemos sido derrotados una y otra vez por los sajones, debiendo batirnos vergonzantemente en retirada. Unicamente podemos seguir la estela de los rebeldes, liberando las ciudades que previamente ellos han tomado a sangre y acero.
A pesar de ello, hemos decidido conservar la capital del Imperio en Londres, por no tener sobre esta ciudad ningún derecho Louis VII (tampoco lo tiene, de hecho, sobre Angers o Tours, pero él creé que si) y sobre todo, por considerar que su posición isleña la hace, mediante una adecuada flota que tenemos en proyecto, practicamente inexpugnable a posibles invasiones de las potencias continentales. Dios sabe que lloraremos con dolor la lejanía de nuestro dulce Condado de Anjou, solo esperamos haber hecho lo correcto y lo mejor para la grandeza de Inglaterra.