La Cura para la Enfermedad Imperio Otomano Kaiserreich 1.7 AAR

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Royal 240

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Dec 24, 2015
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14 de Marzo de 1936 Estambul

La sublime puerta hacia oriente, la ciudad, que separa el mar negro del mediterráneo, la capital del enfermo.
Hace siglos que esta ciudad, fue una de las más grandiosas y fascinantes del imperio. Pero eso quedó en el pasado, un pasado que solo puede ser recordado por los más ancianos que han vivido en la ciudad. Aunque en realidad, todavía en su mercados se podía escuchar el bullicioso de las personas, como también conservaba el maravilloso paisaje con vista hacia el mar puro y cristalino.

Pero Ahmet Qemali, no estaba aquí para contemplar la belleza del lugar. Mientras caminaba por los pasillos del Palacio de Yildiz, que mostraban la opulencia y grandeza de los gobernantes del imperio. Hasta llegar a una habitación amplia, con dos arañas de plata colgando del techo,que estaba decorado en oro, mismo que se usó para pagar la construcción. Mehmed se acerco y tomo asiento en una de las muchas sillas que había en la habitación por mencionar algunos sillones. no sin antes, comprobar su apariencia frente un enorme espejo que estaba a en la pared izquierda.Llevando puesto, su fez como el resto de los habitantes del imperio a diferencia de su traje marrón oscuro. Siempre había que tener buena apariencia, en especial si se reunía con personas importantes.

De pronto, la puerta que estaba frente suyo. Fue abierta por dos Jenízaros, es increíble pensar que antaño estos hombres eran los más temidos del ejército otomano, y ahora su labor eran ser de guardias de palacio. Luego los dos hombres, se apartaron de la entrada tomando posiciones a ambos lados de la misma. Entrando por ella, un hombre mayor de 68 años, usando el mismo Fez que Mehmed a diferencia que llevaba puesto un uniforme de gran gala atravesado por una banda rojo liso. era el Sultan Abdul Mejid II. Ambos se saludaron y tomaron asiento.

"Le estaba esperando señor Ahmet" Dijo mientras tomaba asiento. "Se preguntara por que le habre llamado"

El joven ministro de interior negó con la cabeza.

"Usted sabrá, de la situación por la que está pasando el imperio" comenzó "Como también los enemigos, tanto internos como externos quieren destruirnos y repartirse nuestros territorios como aves de rapiña"

"¿Usted cree, que podemos resistir esta gran tormenta de arena?"

Un largo silencio se apoderó de la habitación. Ahmet intento pensar con cuidado las palabras que diría.

"Puedo ser honesto excelencia?"

"Creo que podremos sobrevivir" Comenzó "Pero a un gran coste y una larga lucha, puede que nuestras tropas combatan con valentía y heroísmo, pero eso, no servirá sino están bien preparadas, para lo que será una larga y gran guerra. Y en cuanto a nuestro enemigos internos, debemos intentar hacerles frente, sin derramar mucha sangre. Porque, mientras nos matamos entre nosotros, el resto aprovecharán ese momento para apuñalarnos por la espalda.No dudo de la capacidad de resistir de nuestro imperio pero si queremos ganar debemos estar listos"

Cuando Ahmet terminó. Vio como Abdul II estaba totalmente en silencio mirándolo con una expresión pero que después se convirtió, en una feliz con una sonrisa en su rostro.

"Sabe señor Ahmet, aprecio su opinión" respondió finalmente "Ha sido el unicó miembro de este gobierno, que ve esta dura realidad al igual que yo para ser sincero, sus palabras lo demostraron"

Los ojos de Ahmet se abrieron de par en par. jamás espero que el Sultán hablara de esa forma, cualquiera que hubiera hablado de esa forma como el. Era acusado de traidor y pasaría el resto de sus días en príson.

"Execlencia pudo preguntarle algo" recibiendo un asentimiento en forma de repuesta.

"¿Por que yo de todos los ministros fui invitado?"´

"Porque los demás ministros no se atreven a enfrentarse a la realidad, y solo dirán mentiras para ganarse mi favor, ya que lo unico les importa, es más su dinero y propiedades que el bienestar del imeperío" El hombre mayor se levantó de su asiento y comenzó a caminar hasta llegar a la venta del lugar.

Observando con toda atención la vida en la ciudad, pero sus ojos se enfocaron en un solo lugar, Santa Sofia. era unos de los edificios más antiguos. Para Abdul aquello simbolizaba perfectamente la situación. Desde tiempos inmemóriables, esta ciudad la conquistaron ellos, como también toda la región.No dejaría que algo que se construyó hace tantos siglos con sudor,sangre y hierro sea destruido por unos pocos más aún por ellos mismos.

Después de eso, volvió la vista al interior para encontrarse con la mirada de su invitado especial.

"Ahmet, quiero que envié un mensaje a todos los demás ministros" Hablo, mientras se dirigía de nuevo hacia su lugar. "Que en una semana nos reuniremos, para hablar sobre los tiempos que se avecinan"

Luego de una larga reunión ambos hombres se despidieron. Ahmet abandonó el lugar, convencido de que una gran tormenta se avecinaba en el horizonte. pero lo único que podía hacer era aguardar a la siguiente semana y junto al resto del gobierno, preparar al imperio y esperar la tempestad.

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Devlet-i Ebed-müddet

(El Estado Eterno)
 
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A ver como sigue esa reunion y si el Imperio consigue resurgir de sus cenizas