Comienza el relato de la batalla objeto de examen en ¿Que habriais hecho vosotros? . Se relatara el combate desde el punto de vista de la lecciones tacticas y la sugerencias de los foreros.
PRELIMINARES:
EL EJERCITO DEL NORTE DE VIRGINIA.
El ejercito del Norte de Virginia comandado por el general Robert. E. Lee es una de las unidades míticas de la historia militar. Peleo en las condiciones mas desfavorables contra ejércitos siempre superiores en numero y armamento durante cuatro años sin ser desbandado jamás.
Su sistema logístico fue siempre desordenado e ineficiente. Sus soldados luchaban medio desnudos, medio vestidos con una amalgama de prendas civiles y militares. Su calzado era pésimo. Sus fusiles y cañones provenían en su mayor parte de capturas al adversario lo que generaba falta de uniformidad en los tipos de munición. Por ultimo las carencias en el abastecimiento conducía a los soldados rebeldes a pasar hambre y a mendigar comida por las granjas por las que cruzaban.
Sin embargo eran soldados muy valerosos convencidos de que luchaban por una causa justa y de que su general, el general Lee era “el mejor de los hombres”.
Era por tanto un ejercito Feroz que se vestía, calzaba y armaba de los despojos de los cadáveres enemigos caídos en el campo de batalla.
El Comandante de este ejercito, Robert E. Lee es considerado el mejor de los generales nacido en los Estados Unidos de América y es, por meritos propios, uno de los grandes generales de todos los tiempos.
Excelente táctico, excelente estratega, magnifico defensor, maestro de la guerra de movimiento y conductor de hombres sin par. Sobre su liderazgo recae el que la Confederación pudiese plantar cara durante cuatro años a los poderosísimos Estados del Norte.
Casi todos los historiadores coinciden en que cuando el 31 de mayo de 1862 el general Johnston comandante del ejercito del Norte de Virginia fue herido de gravedad en la batalla de Seven Pines y el Presidente Davis decidió sustituirlo por el consejero militar de la Presidencia, el general Lee, la historia cambio. La derrota segura de la Confederacion para mediados del verano de 1862 se convirtió en tres años mas de lucha y que el Sur estuviera al menos dos veces en el filo de la victoria.
Para reconocer este gran merito debemos tener en cuenta la calidad de sus oponentes. En cualquier relato de las campañas de Lee se tiene que tener presente que no luchaba contra las naciones indias, ni contra tribus hotentotes o zulúes. Lee se enfrentaba a uno de los mejores ejércitos del siglo XIX (en ciertos aspectos el mejor). Los soldados del norte estaban mejor vestidos y equipados que los del sur, estaban excelentemente armados, bien entrenados, tenían una moral muy alta y no estaban peor mandados que el resto de los ejércitos de la época, mas bien al contrario, en realidad el generalazgo del norte era bastante bueno. Por eso y con pocas excepciones vencían casi siempre a los sureños. La confederación en el teatro del Mississippi y en el de la frontera de Tennesse y Kentucky contaba casi sus batallas por derrotas.
Contra ese ejercito luchaba Lee. Contra tropas objetivamente mejores que las suyas, con una superioridad en medios gigantesca, que le doblaban, al menos, en numero. Y por si fuera poco este enemigo disfrutaba de la ventaja de una superioridad naval de tal calibre que les permitía efectuar movimientos estratégicos embarcados cuando les venia en gana.
Estas eran las circustancias
PRELIMINARES:
EL EJERCITO DEL NORTE DE VIRGINIA.
El ejercito del Norte de Virginia comandado por el general Robert. E. Lee es una de las unidades míticas de la historia militar. Peleo en las condiciones mas desfavorables contra ejércitos siempre superiores en numero y armamento durante cuatro años sin ser desbandado jamás.
Su sistema logístico fue siempre desordenado e ineficiente. Sus soldados luchaban medio desnudos, medio vestidos con una amalgama de prendas civiles y militares. Su calzado era pésimo. Sus fusiles y cañones provenían en su mayor parte de capturas al adversario lo que generaba falta de uniformidad en los tipos de munición. Por ultimo las carencias en el abastecimiento conducía a los soldados rebeldes a pasar hambre y a mendigar comida por las granjas por las que cruzaban.
Sin embargo eran soldados muy valerosos convencidos de que luchaban por una causa justa y de que su general, el general Lee era “el mejor de los hombres”.
Era por tanto un ejercito Feroz que se vestía, calzaba y armaba de los despojos de los cadáveres enemigos caídos en el campo de batalla.
El Comandante de este ejercito, Robert E. Lee es considerado el mejor de los generales nacido en los Estados Unidos de América y es, por meritos propios, uno de los grandes generales de todos los tiempos.
Excelente táctico, excelente estratega, magnifico defensor, maestro de la guerra de movimiento y conductor de hombres sin par. Sobre su liderazgo recae el que la Confederación pudiese plantar cara durante cuatro años a los poderosísimos Estados del Norte.
Casi todos los historiadores coinciden en que cuando el 31 de mayo de 1862 el general Johnston comandante del ejercito del Norte de Virginia fue herido de gravedad en la batalla de Seven Pines y el Presidente Davis decidió sustituirlo por el consejero militar de la Presidencia, el general Lee, la historia cambio. La derrota segura de la Confederacion para mediados del verano de 1862 se convirtió en tres años mas de lucha y que el Sur estuviera al menos dos veces en el filo de la victoria.
Para reconocer este gran merito debemos tener en cuenta la calidad de sus oponentes. En cualquier relato de las campañas de Lee se tiene que tener presente que no luchaba contra las naciones indias, ni contra tribus hotentotes o zulúes. Lee se enfrentaba a uno de los mejores ejércitos del siglo XIX (en ciertos aspectos el mejor). Los soldados del norte estaban mejor vestidos y equipados que los del sur, estaban excelentemente armados, bien entrenados, tenían una moral muy alta y no estaban peor mandados que el resto de los ejércitos de la época, mas bien al contrario, en realidad el generalazgo del norte era bastante bueno. Por eso y con pocas excepciones vencían casi siempre a los sureños. La confederación en el teatro del Mississippi y en el de la frontera de Tennesse y Kentucky contaba casi sus batallas por derrotas.
Contra ese ejercito luchaba Lee. Contra tropas objetivamente mejores que las suyas, con una superioridad en medios gigantesca, que le doblaban, al menos, en numero. Y por si fuera poco este enemigo disfrutaba de la ventaja de una superioridad naval de tal calibre que les permitía efectuar movimientos estratégicos embarcados cuando les venia en gana.
Estas eran las circustancias
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