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Kurt_Steiner

Katalaanse Burger en Terroriste
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Feb 12, 2005
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ADVERTENCIA PARA EL AMABLE LECTOR.

Como nos conocemos y nos sabemos las debilidades de cada uno, un consejo. Digamos que la Guerra de Sucesión es polémico por diversos motivos razones. Asi pues, vamos a tomarnos las cosas con calma y nadie va a picar a nadie. Si alguien tiene una discrepancia, me envía un PM y en paz, y rectifico si es de recibo. Como alguien empiece una pelea en este hilo por el motivo que sea, freno en seco el postear la historia, y, pese a que merece la pena y da para mucho, borro lo que postee. Y no seré yo el que salga perdiendo, como os podeis imaginar.

Otra cosa: como soy como soy y no entiendo de política :D , voy a reducirme a las operaciones militares propiamente dichas, sin entrar en dimes o diretes de quien debía reinar o quien era más guapo que quien. Todos tenemos nuestras opiniones, pero no es este el hilo para ellas, asi pues, si alguien quiere discutir de ese tema, ya sabe, aquí TAMPOCO.

Asi pues... advertidos estamos. Que por qué comienzo así? Porque nos conocemos. Lo dicho: dudas y sugerencias, PM. Al primer conato de flame, el hilo se va al limbo. Alguna duda?

Pues abrocharos los cinturones.

La práctica totalidad de este hilo es fruto de la traducción del excelente -para mí- libro de Santiago Albertí L'Onze de Setembre, Barcelona, Ed Alberti, 1964. Tiene un porrón de años pero me encanta. Ya sabeis, pues, de donde viene todo.
 
LAS OPERACIONES MILITARES

1. La Guerra General
El 15 de mayo de 1702 se produjo la tan esperada declaración deguerra por parte de los aliados. El conflicto se extendería por diversos escenarios, involucrando más o menos activamente a los pequeños estados alemanes. Baviera y Colonia se ponían del lado franco-hispano (1); Brandenburgo, Hannover, Baden y Hesse se unirían a los aliados.

El duque de Marlborough, el famoso Manbrú de la canción, lideró el ejércit oanglo-holandes en territorio flamenco, donde se enfrentó con poderosas fuerzas francesas, al mando del duque de Borgoña, hermano de Felipe V. No hubo, sin embargo, grandes batallas en este frente, pero si una lenta guerra de asedio. La más importatne fue el de Lieja, conquistada por Marlborough a finales de octubre, cuando estaba a punto de acabar la campaña por la llegada del mal tiempo.

En el frente alsaciano, el principe de Baden cruzó el Rhin y consiguió exitos inciales antes de que los mariscales Catinat y Villars agrupasen los efectivos franceses. Desde Baviera, el poderoso elector francófilo comenzó un brillante avance hacia el oste, Danubio arriba y cruzando Suabia, con intención de unirse con los franceses en la Selva Negra y asegurar así las comunicaciones con las Dos Coronas. El de Baden, contrariado, destacó algunas columanes para detener al bávaro, gracias a la dificultad del terreno. Fracasado el enlace, los franceses, que había tenido tiempo para reorganizarse, contraatacaron. Villars curzó el Rhin y consiguió un importante triunfo en la batalla de Friedlingen, el 13 de octubre. La llegada de refuerzos imperiales en gran número y la solidez de la extensa zona atrincherada de Stolhoffen-Karlsruhe, gran bastión sobre el Rhin que sería muy importante en el futuro, ayudaron a Baden a encajar la derrota.

En Italia, el ejército franco-español, apoyado por Saboya, se había convertido en una fuerza imponente, que chocó contra los imperiales en Luzzara el 15 de agosto. El resultado fue incierto, si bien los imperiales, en desventaja numérica, se retiraron, poco a poco y en buen orden, para formar una línea de resistencia entre el Po y el Mincio, donde invernaron.

Una flota anglo-holandesa se presentó en julio ante Cadiz y bombardeó y saqueó la costa, pero no estableció una cabeza de puente. Sin opisición, se pasearon por la zona y al regreso atacaron con buen éxito a la flota española anclada en Vigo.

(1) Duda: si mal no recuerdo, el candidato preferido por Carlos II y la mayoría era Jose Fernando de Baviera, pues prometía que así España, frente al binomio Francia-Imperio, quedaría en una posición neutral. Y, sin embargo, Baviera se une a los franceses en la guerra. Pues poco neutral veo yo esto, la verdad. Corto que es uno, sospecho.

2. Operaciones militares en 1703

Este año, 1703, la guerra adquiere una nueva dimensión. Portugal, temeroso de España, se había cobijado bajo la protección inglesa, y esto culmina en la unión de Portugal a la Gran Alianza el 16 de mayo. Fuerzas británicas y holandesas son enviadas al país, para ayudar al escaso ejército portugés a defender sus fronteras, y los españoles se preparan para la lucha inevitable, que estallará el año siguiente.

Las operaciones belicas en los frentes europeos adquieren gran mobilidad. En el norte el frente permance casi tranquila, sin cambios espectaculares. Marlborough, sin efectivos suficientes para una acción potente, sigue practicando una guerra de desgaste que le es favorable. En el Mosa, los franceses, ligeramente superiores en efectivos a los imperiales, mantienen una discreta iniciativa.

Las operaciones de gran alcance se dan al sur. Villars, con 32000 hombres en el Rhin, intentaba alcanzar el enlace con Baviera, que había mobilizado 52000 soldados, pero su posición avanzada al lado de Austria era muy peligrosa. Villars cruza el Rhin y derrota a Baden en Offenburg, capturando mucha artillería y reduciendolo a situarsea la defensiva. Baden tiene que replegarse a Stolhofen y dejar el camino abierto a Villars, que, a principios de mayo, conecta con los bávaros. Sumando 60.000 efectivos, Villars propone marchar sobre Viena, pero el elector no está tan convencido. Aceptó el plan, pero exigió antes que se les uniera Vendome con el grueso de las fuerzas de Italia, excesivas para ese frente. Aunque la propuesta fue admitida, Vendome no pudo satisfacer los deseos del elector. La marcha sobre Viena tuvo que ser suspendida, y las operaciones se dedicaron a consolidar lo ganado.

En Italia, los imperiales que mandaba Starhemberg estaban en una posición precaria, frente a tropas superiores. Afortunadamente, el Po se desbordó y dejó a Vendome condenado a la inactividad. Entonces llegó la solicitud de Villars i del elector de Baviera. Vendome se puso en movimiento hacia el norte con el grueso de su ejército. Entonces, el duque Victor Amadeo II de Saboya, forzado hasta entonces a colaborar con Francia, aprovechando la ausencia de Vendome, se pasó al lado de la Gran Alianza. Vendome tuvo que regresar a marchas forzadas para defender el Milanesado y hacer frente al nuevo enemigo. Starhemberg, por su parte, sin perder tiempo, se refugió en Saboya para sostener al duque en su temeraria actitud.
 
Dale caña Kurt. A ver si yo me animo un dia de estos ha hacer algo asi, a ver despues de examenes :wacko: A ver que tal esta, me imagino que bien :rolleyes:
 
Sin embargo Carlos II al morir deja como heredero a Felipe de Anjou en lugar de Jose Ferando (parece ser que el cura le comio el tarro mientras "agonizaba" en su lecho de muerte "otros dicen que este tio empezó a agonizar en el mismo momento de su nacimiento :D ")

No obstante s dificil meterse en la piel de Carlos II ya que parece un monarca muy debil moralmente y algo manipulable. Si es cierto que en vida su heredero favorito era Jose Fernando, (a lo mejor gracias a la influencia de su mujer Mariana de Neoburgo, que en muchas ocasiones se rumeró que era ella la que verdaderamente manejaba a este monarca)
 
Mapitas, algún mapita para empezar a situarnos no estaría mal...
y curraterlo con escrinchots, biografias de los protas... etc... ;)
 
The Red ModE said:
Sin embargo Carlos II al morir deja como heredero a Felipe de Anjou en lugar de Jose Ferando (parece ser que el cura le comio el tarro mientras "agonizaba" en su lecho de muerte "otros dicen que este tio empezó a agonizar en el mismo momento de su nacimiento :D ")

No realmente. José Fernando de Baviera, el que quería fuera su heredero, murió un año antes que Carlos II, por eso tuvo que cambiar de heredero, y eligió a Felipe de Anjou.
 
silas said:
Mapitas, algún mapita para empezar a situarnos no estaría mal...
y curraterlo con escrinchots, biografias de los protas... etc... ;)

Mapas, alguno tengo, horteras, hechos by me... Escrinchots... pues no se como, pero improvisaré... biografías... coñe, pues no estaría mal... veré que puedo hacer, porque eso no estaba incluído en la obra original... Ya veremos... quizás busque hacer pequeños esbozos de algunos personajes fundamentales. Me gusta la idea...
 
3. Operaciones militares en 1704

En 1704 Carlos, archiduque de Austria, salta a la palestra polìtica, visitando Holanda y Gran Bretaña, para sostener el ánimo de sus aliados. De ahí, viaja a Lisboa, a donde llega el 7 de marzo, donde es recibido con gran afecto. Un puñado de exiliados españoles se le unen. El más importante de ellos era Juan Tomás Enríquez de Cabrera, Almirante de Castilla, uno de los pocos castellanos que lucharon contra los Borbones.

Pero la situación en Portugal no era tranquililzadora, pues habían grupos neutralistas e incluso borbónicos que se oponían a la guerra. El generalísimo de los ejércitos, el duque de Cadaval, era de los menos decididos a combatir, y la iglesia veia con horror la ayuda de los protestantes, materializada en los 8000 ingleses al mando de Schomberg y 4000 holandeses a las ordenes de Fegel. No tardaremos en ver que estos dos generales eran mediocres.

Felipe V, al enterarse de la visita de su rival, montó en cólera, llego su furia a tal punto que ordenó una medida puerial: que se reformaran las copias del testamento de Carlos II para que borraran cualquier mención de los derechos del archiduque austríaco.

Finalmente, el 30 de abril declara la guerra a Portugal, y, con grandes efectivos a la frontera y abundantes tropas francesas, se prepara para atacar. James Fitz-James, duque de Berwick, comanda los ejércitos. Para la invasión Berwick lanza una ofensiva de tres puntas: El centro y principal, por la derecha del Tajo, bajo su mando directo y con la presencia del monarca; la del norte, al mando del general Ronquillo, debía ejecutar una maniobra de distracción por la zona de Ciudad Rodrigo. La del sur, al mando del príncipe de Tserclaes-Tilly, flamenco al servicio de España, avanzaría en dirección noroeste y debía conectar con Berwick dentro de Portugal.

El avance inicial no tuvo demasiadas resistencias en su camino. Las fuerzas británicas evitaban el combate y el holandés Fagel fue sorprendido y perdió 500 prisioneros. Los portugeses, por su parte, no podían enredarse en una batalla abierta por la escasez de efectivos.

Mientras ocurría lo narrado, el príncipe de Darmstadt llega el 27 de mayo con una flota considerable frente a Barcelona, confiando en que la ciudad abrazaría la causa de Carlos III con su mera presencia. Pecava de exceso de optimismo. El virrey Velasco, por su parte, tenía en Barcelona una fuerte guarnición, mientras que Darmstadt, aparte de 60 desertores españoles reclutados en Portugal, no contaba con más que 1600 marinos que le prestó el almirante Rooke, tras mucho rogar el príncipe.

Tras una entrevista con algunos agentes secretos de los austracistas de la ciudad condal, Darmstdat desembarcó con fuerza tan exigua cerca del río Besòs y exigió que se rindiera Barcelona, pero Velasco, aunque alarmado por la actitud de los barceloneses, contaba con fuerzas superiores y enmuralladas, y no le hizo caso. Como medida de precaución, Velasco hizo encerrar a gran numero de austrófilos, como Jaume Carreras, mientras que otros, como Antoni de Peguera i Aimeric, huían e intentaban abrir una puerta de la muralla para que entraran los ingleses. Considerada demasiado temeraria esta opción, y por creer que la insurrección catalana requería, como paso previo, una posición reconocida en el bando aliado, la operación no salió adelante. Cuando Darmstdat se convecnió que Velasco no se rendiría sin lucha, se reembarcó.

En Portugal, Berwick se movía a su antojo. El 8 de junio tomaba Portalegre y enlazaba con Tserclaes. Entonces, una decisión inesperada del marques de las Minas, gobernador de Beira, salvó la situación. Habia concentrado fuerzas en Almeida y, desde esta plaza y esquivando a Ronquillo, avanzó gallardamente hacia el sur, entró en la Beira Baja y atacó de flanco los centro de provisiones franco-españoles, que tuvieron que retirarse para prevenir el ataque, con lo que se paralizó la ofensiva. La llegada de 6000 soldados al mando del marqués de Villadarias consiguió la toma de Castello da Vide. Pero la gran ocasión había pasado, y el calor aconsejaba un descanso. En este momento, Schomberg fue reemplazado por el duque de Galway.

La situación aliada mejoraría con la toma de Gibraltar por parte de la flota que regersaba de Barcelona. Poco guarnecida, la plaza cayó facilmente el 4 de agosto. La cercania con Portugal permitió la rápida llegada de refuerzos, que consolidaron las defensas. Este hecho causó gran impresión en los españoles, y Villadarias retiró numerosas fuerzas de Portugal para recuperar la plaza, estableciendo un asedio en toda regla, pero a finales de año la situación seguía igual.

Falto de efectivos, Berwick tuvo que ponerse a la defensiva. El Archiduque, entonces, concentró fuerzas al oeste de Ciudad Rodrigo, y cruzó la frontera cerca de Fuentes de Oñoro, pero su avance fue contenido enseguida.

Mientras, la suerte sonría a los aliados en los otros frentes. Decididos a acabar con el elector de Baviera, Malborough dejó el frente de flandes inactivo y pasó a Alemania, donde se unió con el príncipe de Baden y el príncipe Eugenio de Saboya, generalísimo imperial. Los tres atacaron a los bávaros y les rechazaron del sur del Danubio. La persecución llegó hasta Augsburgo, donde el elector fue intimado a dejar la guerra, a lo que se negó y, reuniendo sus fuerzas, se retiró hacia el noreste, siendo atrapado en Hochstedt, donde perdió 30.000 hombres en una desastrosa batalla. Con los castigados restos de su ejército se retiró abandonó su país y se retiró primero hacia el sur, y luego al oeste, para reunirse con los franceses, siendo sometido a una persecución tenaz. Villars retiró a la margen izquierda del Rhin sus tropas y las del elector y los aliados les persiguieron, penetrando en el Palatinado y asediando Landau, que cayó tras una dura resistencia. La caída del año traía como balance favorable para los aliados a Baviera vencida, aunque el elector y parte de los suyos estuvieran refugiados en Francia.

En Italia, la iniciativa era francesa. Luix XIV había guarnecido especialmente este frente, donde Vendome contaba con 62000 hombres frente a los 30.000 del duque de Savoya y 8000 imperiales en el bajo Po. El Milanesado fue reconquistado y gran parte del Piamonte permaneció en manos francesas.
 
Trencavel said:
No realmente. José Fernando de Baviera, el que quería fuera su heredero, murió un año antes que Carlos II, por eso tuvo que cambiar de heredero, y eligió a Felipe de Anjou.


ES VERDAD!!, he confundido al Archiduque Carlos de Austria (el cual creo que debería ser la elección a seguir tras José Fernando) y de verdad creo que leí en su momento, que hasta el lecho de su muerte no cambió a favor de Felipe y gracias a laintervención del curita.
 
Vale, lo he avisado. Para hablar de las cuestiones sucesores, a otro hilo, por favor.
 
3. Operaciones militares en 1705

En Cataluña, las tensiones entre el monarca y las instituciones se intensificaron por la mútua confianza existente. En este marco se desarrollan las negociaciones catalanas con la Gran Bretaña que finalizarían en el pacto de Génova, firmado el 7 de marzo de 1705, por el que la corona británica se comprometía a desembarcar tropas en el Principado, además de proporcionar armas y municiones para armar a las fuerzas catalanas que se esperaban formar. Irónicamente, el artículo 6º afirma la garantía que la Gran Bretaña da y que la compremete a defender los privilegios e instituciones catalans hasta en el caso, curioso, que los aliados pierdan la guerra o se dieran otros acontecimientos adversos.

Por ello, con estos precendentes, zarpa de Lisboa una poderosa flota el 28 de julio de 1705, con considerables efectivos -entre ellos 8.000 soldados- anglo-holandeses y cuyo mando general recae en charles Mordaunt, conde de Monmouth y de Peterborough. Con la flota viajaba el Archiduque, jefe honorario de la expedición, embarcado en la nave capitana, el Raneleagh, y viajaba con él el prícnipe de Darmstadt, destinado nuevamente a ser virrey de Cataluña.

La flot aliada llegó frente a Barcelona el 22 de agosto, que estaba guarnecida por 7000 soldados españoles. En este momento, tanto Carlos como Darmstadt tuvieron que vencer las resistencias de no pocos generales, que no creían que pudieran rendir la plaza antes de la llegada de refuerzos españoles. Pese a todo, el 24 comenzó el desembarco. Tan pronto llegaron las noticias a Vic -que ya llevaban unas semanas insurrecta- salieron desde la región numerosas partidas de voluntarios locales para unirse a las fuerzas aliadas.

Hasta el 13 de septiembre se mantuvo la situación calmada en Barcelona. Para entonces, 24.000 voluntarios catalanes se habían presentado para servir en las filas aliadas y Carlos, entusiasmado, consiguió que se lanzara un ataque contra el castillo de Montjuich el 14 de septiembre. Inicialmente las posiciones exteriores cayeron con facilidad, pero por un error Darmstadt, que dirigía el asalto, se vio rodeado de enemigos, que le hicieron 200 prisioneros. En la refriega, Darmstadt resultó herido mortalmente y sólo la intervención de Peterborough salvó la situación. Suspendido el ataque, Darmstadt fallecía a las pocas horas, con lo que parecía que la opción de continuar el ataque se desvanecía al morir su máximo valedor.

En esta delicada situación fue cuando los voluntarios catalanes llegados de Vic solventaron el problema. La misma tarde del 14 Bach de Roda y sus compañeros asalntaron y tomaron el fuerte de San Ramon y la muralla que unía el castillo con Barcelona, con lo que la fortaleza quedó aislada. Esto animó a que se desembarcaran cañones y morteros con los que batir la fortaleza, que se rindió el día 17. Comenzó entonces a bombardearse la muralla de la ciudad y Velasco, temiendo que los locales se rebeleran, optó por capitular el 2 de octubre -Lleida ya lo había hecho el 22-, entrando los aliados el 9 en la ciudad.
 
James Fitz-James, primer Duque de Berwick (21 de agosto de 1670 - 12 de junio de 1734) fue un militar francés, hijo bastardo de Jacobo II de Inglaterra y VII de Escocia y de Arabella Churchill, hermana del duque de Marlborough.

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Fitz-James nació en Moulins (Francia) antes del acceso de su padre al trono, y fue criado como católico y educado por los jesuitas. Entró al servicio de Carlos, duque de Lorena y estuvo presente en el sitio de Buda. Recibió el título de duque de Berwick de manos de su padre en 1687, así como los de par de Inglaterra, barón de Bosworth y conde de Tinmouth. Después volvió a Hungría y participó en la batalla de Mohacs.

Retorno posteriormente a Inglaterra y fue nombrado gobernador de Portsmouth. El rey Jacobo nombró a Fitz-James Caballero de la Liga, pero debido a la invasión de Guillermo de Orange, la imposición efectiva del título nunca tuvo lugar. El año siguiente, Jacobo fue derrocado y Berwick se exilió con él, tomando parte activa en la campaña irlandesa , incluyendo la batalla del Boyne. Después del exilio final de su padre, Berwick sirvió en el ejército francés, participando en Steinkirk y Landen. En la última batalla, Berwick fue tomado prisionero, pero intercambiado con el duque de Ormonde.

Como soldado, Berwick fue altamente estimado por su valor, su capacidad e integridad. Como resultado de su distinguido servicio en la Guerra de Sucesión española, se nacionalizó francés y fue nombrado mariscal de Francia después de su acertada expedición contra Niza en 1706. El 25 de abril de 1707, Berwick logró un gran y decisiva victoria en Almansa contra el archiduque Carlos (dándose la paradoja de que un inglés al frente de un ejército mayoritariamente francés derrotó al marqués de Ruvigny, un francés al frente de un ejército inglés). Después de Almansa, Berwick recibió los títulos de duque de Fitz-James y par de Francia de manos de Luis XIV, y duque de Liria y Jérica y lugarteniente de Aragón de las de Felipe V. El último acontecimiento importante en el que participó el duque de Berwick durante la Guerra de Sucesión española fue la toma de Barcelona, el 11 de septiembre de 1714 .

No mucho después de ello, Berwick fue designado gobernador militar de la provincia francesa de Guyena, donde hizo amistad con Montesquieu. En 1718 se encontró bajo la necesidad de entrar una vez más en España con un ejército; y esta contra Felipe V. Muchos años de paz siguieron a esta campaña, y Berwick no fue llamado otra vez para servir en campo hasta 1733. Ese año fue eligido para conducir el ejército del Rin en la Guerra de Sucesión de Polonia, pero resultó muerto por una bola de cañón en el sitio de Philippsburg, el 12 de junio de 1734 (nota del escriba, con mala baba y peor espíritu: con veinte años de atraso, que diría aquel :D )

Se casó dos veces y tuvo 11 hijos. Entre sus descendientes figuran los duque de Fitzjames (franceses) y los duques de Liria (españoles), que posteriormente entroncarían con la Casa de Alba.

http://es.wikipedia.org/wiki/James_Fitz-James
 
Last edited:
Kurt_Steiner said:
James Fitz-James, primer Duque de Berwick (21 de agosto de 1670 - 12 de junio de 1734) fue un militar francés, hijo bastardo de Jacobo II de Inglaterra y VII de Escocia y de Arabella Churchill, hermana del duque de Marlborough.

250px-James_FitzJames_1st_Duke_of_Berwick.jpg



En 1695 se casó dos veces y tuvo 11 hijos. Entre sus descendientes figuran los duque de Fitzjames (franceses) y los duques de Liria (españoles), que posteriormente entroncarían con la Casa de Alba.

http://es.wikipedia.org/wiki/James_Fitz-James

Como que en 1695 se caso dos veces? Donde, en Las Vegas? :rofl:
 
Kurt_Steiner said:
Vale, lo he avisado. Para hablar de las cuestiones sucesores, a otro hilo, por favor.
A mi no me ha quedado claro el aviso. ¿De qué se puede hablar en este hilo? O es solo para leer.
 
Primer post. De las operaciones militares o los sucesos posteriores a la declaración de hostilidades. Para cuestiones sucesorias, otro hilo, por favor, para no mezclar temas y evitar gilipiques.

Perri87 said:
Como que en 1695 se caso dos veces? Donde, en Las Vegas? :rofl:

Warra. :D
 
Kurt_Steiner said:
Primer post. De las operaciones militares o los sucesos posteriores a la declaración de hostilidades. Para cuestiones sucesorias, otro hilo, por favor, para no mezclar temas y evitar gilipiques.



Warra. :D


A vale, que te habias equivocado :rolleyes: Podia ser ,oye, que en esa epoca la gente moria de un resfriado y aquello de casarse con una señorita bien emparentada tenia su importancia :rofl:
 
Georg von Hessen-Darmstadt, conocido también como Jorge de Darmstadt, el Príncipe de Hesse, el Príncipe de Darmstadt o el Príncipe de Hesse-Darmstadt fue un príncipe alemán, nacido en 1669 y muerto en 1705 en Barcelona, hijo del landgrave de Hesse-Darmstadt.

Georg-Hessen-Darmstadt.jpg


Fue nombrado virrey de Cataluña poco antes de la muerte de Carlos II, en 1695. Como tal, siendo Generalfeldwachtmeister (cargo intermedio entre coronel y general de brigada) primero y luego Feldmarshal-Leutnant (general de brigada), sufrió los ataques franceses sobre Cataluña durante la Guerra de los Nueve Años, que culminaron con la toma de Barcelona en 1697. Dardmstadt, partidario de resistir, vio como el Conde de Coraza, seguiendo las instrucciones que le llagaban desde de Madrid, rinde la plaza. Durante este conflicto entabla conocimiento con futuros líderes de la resistencia catalana a Felipe V: Josep Moragues i Mas, Francesc Macià i Ambert (Bac de Roda), Jaume Puig de Perafita i Ramon Sala.

Recuperada Barcelona tras la paz de Rijswijk, es nombrado en 1698 Virrey e investido con la grandeza de España y el Toisón de Oro. Felipe V le destituyó al acceder al trono. Puesto al servicio del Archiduque Carlos con el rango de General der Kavallerie (general de caballeria) desempeñó un importante papel en la guerra de Sucesión española al frente de las tropas austracistas, siendo Vicario del Reino de Aragón (nombrado en este cargo en 1701).

Dirigió, junto con el almirante británico Rooke el ataque a Gibraltar (4 de agosto de 1704), siendo nombrado gobernador de la plaza. Poco después dirigió un ataque a Ceuta, el cual fue rechazado por su gobernador, el marqués de Girondella. Entre septiembre de 1704 y abril de 1705 defendió la plaza ante el asedio franco-español. El Archiduque Carlos, en su trayecto desde Lisboa hacia los territorios de la Corona de Aragón, hace escala en Gibraltar el 2 de agosto de 1705. El príncipe de Hesse, ahora Feldmarschall (Mariscal de Campo), se unió a su flota con dos regimientos.

Murió durante el 14 de septiembre de 1705 durante el sitio de Barcelona (en el asalto al castillo de Montjuich, una bala le destrozó una arteria del muslo y murió a consecuencia de la hemorragia), el cual finalizó con la entrada del Archiduque Carlos en la ciudad y su proclamación como Carlos III.

http://es.wikipedia.org/wiki/Príncipe_de_Hesse
http://www.11setembre1714.org/Biografies/Hessen-Darmstadt-Georg-frame.html
 
Operaciones militares en 1706

Gracias a las grandes reservas de Francia, 1706 no empezó tan mal como lo hubiera sido en otro caso. Aprovechaqndo la relativa calma del año anterior, Luix XIV había aprovechado para activar preparativos y concentrar efectivos en los diversos frentes, lo cual permitió que, en España, Felipe V contara con ejército nutrido por la generosa aportación castellana y la eficacia de los técnicos franceses. Pese a todo, pese a sus ambiciosos planes, no todo saldría como estaba previsto.

Operaciones fuera de la península ibérica.

En mayo comenzó la ofensiva francesa en Flandes, concluída por el mariscal Villeroi. Después de unos días de avance contínuo, llegó a Ramillies, donde Marlborough, haciendo uso de su genio y resolución, le destrozó con fuerzas sensiblemente inferiores. El desastre fue tal que el frente francés se derrumbó y Marlborough ocupó Amberes y Bruselas facilmente. Sólo la llegada de refuerzos salvó la situación. Villeroi fue destituido y le reemplazó el prestigioso Vendome. Por su parte, Villars lanzó una moderada ofensiva en Alsacia, consiguiendo anular la penetración enemiga en el Rhin.

En Italia, Turín fue asediado para dar un golpe mortal al duque de Saboya. La Feuillade, nuevo jefe francés, era poco apto y excesivamente orgulloso, y cayó victima del genio estratégico del príncipio Eugenio de Saboya, generalísimo austríaco, que levantó el asedio y puso en fuga al francés, que perdió todo el Milanesado. El frente de Italia, que era el que mejores auspícios tenía para Francia, quedaba invertido de este modo.

Operaciones en la península ibérica.

Felipe V, tras dejar al conde de Torres cubriendo el frente valenciano, atacó personalmente Barcelona, considerado como el corazón de la rebelión. Reuniendo 10.000 soldados sacados del frente de Portugal, se puso en marcha. Al entrar en Aragón fue recibido con hostilidad, enconotrando una fiera posición en los aragoneses, que, sin embargo, carecían de los medios para oponer una resistencia organizada. Los franceses curzaron el país y se establecieron cerca de la frontera catalana, donde se les unía a principios de marzo el mismo Felipe y otro ejército, al mando de Asfeld. Simultáneamente penetraba el duque de Nosilles desde el Rosellón y una flota, al mando del duque de Tolosa, se disponía a intevenir.

En tal situación el archiduque Carlos se negó a abandonar Catalunya, pese al avance felipista. Caida Figueras en manos de Noailles, este atacó Girona, que resistió el embate, por lo que Noailles pasó de largo. Felipe, por su parte, obsesionado con capturar a su rival, se puso en marcha hacia la ciudad condal, llegando antes incluso de que se pudiera organizar la resistencia de la ciudad, que se nutrió de refuerzos heterogéneos llegados de todas partes, tanto catalanes como anglo-holandeses.

Primer asedio de Barcelona

El 2 de abril llegaron las vanguardias felipistas frente a Barcelona, llegando el grueso al día siguiente, junto a las tropas de Noailles. En total, 25000 soldados. El mismo día 3 se lanza un asalto masivo contra Montjuich con 12000 soldados. Los combates, encarnizados y a la bayoneta calada, contaron con la participación de la milicia de la Coronela y de no pocos barceloneses, finalizando con la retirada felipista y el triunfo espectacular de los defensores, que sólo sirvió para exarcebar los ánimos de Felipe V.

Los días 7 y 8 se reanudaron los asaltos en masa contra Montjuich, fracasando nuevamente. Por ello, se suspendieron estos ataques, siendo reemplazados por ataques sucesivos contra los reductos exteriores con buena preparación artillera mientras la flota francesa cerraba el acceso al puerto, a la par que bombardeaba la ciudad.

Cuando la situación parecía más angustiosa tras la caída de Montjuich el 25 de abril, una flota británica rompió el bloqueo naval el 7 de mayo, desembarcando una fuerza auxiliar de 6000 soldados. Ante esto, Felipe optó por la retirada, al carecer de apoyo naval. Como los caminos de retirada por Aragón estaban cortados, se optó por seguir el camino de Francia, que Noailles mantenía bajo control. En la retirada se quedaron detrás 190 cañones y 27 morteros, que, junto a las 6000 bajas sufridas, eran el pobre balance de la expedición.

Ofensiva aliada en España

La concentración de tropas en Catalunya estuvo a punto de causar el desastre de la causa felipista, pues la línea de Portugal quedó desguarnecida, lo que permitió que los aliados cruzaran la frontera y tomaran Badajoz a fianles de marzo. Berwick, escaso de eefectivos, sólo podía dedicarse a ganar tiempo y a esperar la llegada de refuerzos. En esto contó con una valiosa ayuda: la indecisión y lentitud de Galway, que en lugar de avanzar directamente, se perdió en marchas y detenciones que sirvieron para dar el tiempo que tanto necesitaba la causa borbónica.

Para cuando Galway se puso en camino ya era tarde. Tomó Salamanca el 6 de junio, pero para entonces el ejército borbónico fracasado en Barcelona ya estaba concentrandose en Burgos. Berwick, por su parte, se retiraba lentamente, ganando tiempo. Entonces Galway cometió el siguiente error: tomó Madrid y allí se quedó inmóvil. Por su parte, Carlos llegaba a Zaragoza, y, con lentitud, avanzó hacia Madrid para enlazar con Galway, el cual salió hacia Guadalajara para esperar al archiduque, después de lo cual acabarían con Berwick.

Tantos retrasos permitieron que los borbónicos reunieron 30.000 hombres dispuesto para el combate, con plena superioridad de medios. Aprovechando el movimiento aliado, entraron en Madrid sin encontrar apenas resistencia. En tal situación, con Berwick a punto de cortar las comunicaciones aliadas parecía que la situacións e había invertido. Pese a todo, Galway y Carlos consiguieron retirarse hacia Portugal, esquivando como pudieron a Berwick, hasta que, hostilizados en su retirada e incapaces de perder a su perseguidor, optaron por retirarse hacia el Levante, dejando una guarnición en Cuenca que fue arrasada por los franco-españoles, que luego tomarían Cartagena y Elche.

Asi finalizaba el año, con una victoria inapelable de los borbonicos y la desilusión austracista, que había creído rozar un gran triunfo.
 
Operaciones militares en 1707

Situación militar en la Península

Tras la fallida invasión, la situación militar aliada en España no era nada positiva. Pese a contar con 45.000 hombres teóricamente, en la práctica la cuestión era menos alagüeña, pues las fuerzas aliadas sufrían de defectos de base que les ponían siempre en inferioridad frente a las borbónicas. El mayor problema era la falta de mandos adecuados, problema que sólo se solucionaría cuando ya era demasiado tarde. A esto cabe añadir que los contigentes de las diversas naciones estaban enfrentados. Por ejemplo, cabe citar a los británicos, con su perenne tendencia a actuar en solitario y la indisciplina y falta de moral del cuerpo portugés -cosa lógica, pues actuaban ahora muy lejos de sus fronteras-. Finalmente, el atraso en las pagas tampoco contribuía a mejorar el ambiente.

Sobre este asunto basta decir que el aspecto finaciero de la guerra fue lo peor de todo, pues, a lo ya citada, cabe añadir que la desidia y la ineptitud de las finanzas aliadas fueron la causante de que no se aprovechara el potencial humano de la corona de Aragón, cuyas fuerzas regulares fueron siempre muy escasas. En este punto añadiré unicamente, para no perderme en cuestiones que nos separarían del tema principal y que nos llevarían a otros derroteros que no nos interesan, es irónico contemplar como las instituciones de cada componente de la Corona hicieron más esfuerzos, en proporción, que el mismo Archiduque. Y también resulta incomprensible que, cuando por fín los aliados se pusieron de acuerdo para organizar un ejército regular con los naturales de la Corona, este proyecto fuera anulado por el temor de que pudiera despertar la antipatía de Castilla hacia el archiduque. Como veremos más adelante, este hecho sería determinante para los hechos de 1714.

Así pues, salvo aceptar las unidades que tan cuidadosamente había creado los aragoneses -un regimiento y un batallón organizados por Zaragoza y Teruel, respectivamente- y disolverlos entre las unidades aliadas, amen de destinar al olvida la idea de un ejército regular catalán propuesto por Antoni de Peguera, nada salió de todo esto. La falta de tropa profesional condenaría para siempre a la causa austracista. Por su parte el ejército borbónico ofrecía un completo contraste: frente a la ineficacia aliada, las fuerzas borbónicas eran un cúmulo de eficacia y destreza, gracias al interés de Luis XIV. Dotados de una competente oficialidad -ocupados por franceses los cargos superiores-, disfrutaba además de la animosa presencia de las tropas de Felipe V, deseosas de defender su país. Además de las ventajas de constitución y organización caben añadir la superioridad numérica, con casi 80.000 hombres en las filas borbónicas.
 
Es curioso como los austríacos, que sobre el papel debieran haber estado tan interesados como los franceses, hicieron tan poquito en la guerra, esperando que se la ganaran los ingleses, portugueses y saboyanos. Al final los ingleses se cansaron y los enviaron a tomar polculo, firmando Utrecht sin ni siquiera hablarlo con ellos. Creo que para Austria (no para Carlos, claro) solo era una cuestión de a ver cuanto pillamos en Italia y Centroeuropa.