Tras la desintegración del califato de Córdoba, el linaje de los Omeyas se diluye lentamente en la población de Al-Andalus.
A finales del siglo XVI, el morisco granadino Fernando de Córdoba y Válor, descendiente de los Omeyas, será elegido rey de los moriscos durante la llamada guerra de las Alpujarras, cambiando su nombre cristiano por el árabe Muhammad Ibn Umayya, que pasará a las crónicas como Abén Humeya. Muerto este por traición, le sucedió su primo Abén Aboo quien fue derrotado por D. Juan de Austria (...) Es muy probable que algunos Omeyas de la línea de Muhammad ibn Umayya existan aún en España bajo apellidos castellanizados como Omeya, Benjumea o Alomía.
Algunos genealogistas y arabistas piensan que el apellido castellano Benjumea y sus variantes (Benhumea, Benjumea, Benhumeda, Benumeya, Alomía, etc.) procede del árabe Ibn Umayya y por tanto sus portadores podrían ser descendientes de los Omeyas (...)