Historia de Dos Imperios.
Volumen Primero: Unidos pero distintos - El Reino Unido y Prusia (1700-1825) - Europa Universalis 2
Introducción: Emplazando Prusia en el mapa (1ª Parte)
Federico V del Palatinado (1596-1632)
Federico V del Palatinado no tuvo demasiada suerte en la parte final de sus días. Derrotado por las fuerzas católicas y desposeido de sus tierras, se pudría en su exilio holandés desde 1622. Estaba casi olvidado por la historia, dolorido en su más profunda humanidad por las patadas que ahí le habían propinado los orgullosos tercios españoles. En esas Gustavo Adolfo de Suecia vino a salvarle de sí mismo y de su supina incompetencia. El rey sueco había intervenido en 1630 en la Guerra de los Treinta Años que estaba devastando Europa, dispuesto a salvar la fe protestante del poder católico que, simbolizado por el Emperador del Sacro Imperio y puntillado por las picas de los tercios. En sus idas y venidas por el Imperio, batalla arriba, batalla abajo, se encontró con la desagradable necesidad de tener que empujar a su cuñado, Georg Wilhelm von Hohenllozern, duque de Prusia y margrave de Brandenburgo, a una alianza con la causa protestante. Lo cierto es que el duque de Prusia había intentado por todos los medios mantenerse al margen de la guerra con un cierto grado de éxito hasta que el León del Norte llamó a su puerta y le dijo que era tiempo de ir a la guerra.
Gustavo Adolfo II de Suecia (1594–1632)
Gustavo Adolfo no se engañaba sobre el ardor bélico de su incompetente cuñado y quiso atarlo bien corto. Para ello convenció a Federico V para que se casara a su hija Sofía, que tenía dos tiernos añitos, con el heredero de Georg Wilhelm, el principe Friederich Wilhelm, de doce años de edad. Y para evitar líos, el rey sueco empaquetó a la infantil princesa para la corte de Brandenburgo y se fue a la guerra (1).
A la larga lo único que permaneció en pie de esta alianza fue la boda. Federico murió, arruinado y amargado, en su exilio, Gustavo Adolfo murió heroica e inútilmente en la batalla de Lützen, dejando a su hija Cristina, menor de edad, como heredera de un reino en crisis y regresión política.
Y en Prusia quedó Sofía y su prometido Friederich Wilhelm, olvidados de la historia...
... hasta que esta vino a llamar a su puerta.
Friedrich Wilhelm (1620 – 1688)
Sofía del Palatinado (1630 – 1714)
Casados desde 1646, Friederich Wilhelm y Sofía habían tenido una pléyade de hijos, pues Der Große Kurfürst, tras tantos años de espera por su prometida, tenía "los huevos llenos de amor" (2). Así quedó el libro de familia de los dos duques de Prusia:
Wilhelm Heinrich (1648–1649)
Karl (1655–1674)
Friederich (1657–1713)
Amalia (1656–1664)
Georg Ludwig (1660–1722)
Heinrich (1664–1664)
Ludwig (1666–1687)
Phillip Wilhelm (1669–1711)
Maria Amalia (1670–1739)
Christian Heinrich (1671–1703)
Karl Philip (1673–1695)
Ernest Augustus 1674–1728)
Christian Ludwig (1677–1734)
El furor amatorio del Gran Elector recordaba los legendarios tiempos de cierto miembro de la estirpe Hohenstaufen (3). En principio todo parecía indicar que se le iba a recordar por eso, junto a su reorganización de Prusia, sus hábiles dotes políticas y reformistas y dejando a Prusia camino de dejar de ser un ducado para convertirse en reino.
Entonces llegó el fatídico año de 1714. En realidad todo había comenzado a complicarse mucho antes, en 1700, cuando el trono de España colgaba de un hilo. Como diría un historiador ya olvidado (4): "todo fue culpa de un perro gordo, cabrón y amante de las pizzas".
(1) En nuestro OTL se casó con el heredero de Hannover y... etc etc etc.
(2) Karl von Bauten, "Historia de los braguetazos de la casa de Prusia", editorial Deinemutteriseinekartoffeln, 2009.
(3) Federico el Glande, genialmente descrito por el maestro Obe en su historia eterna sobre dicha familia.
(4) Witt von Güitmann, antepasado del gran entrenador jurgolista que dio dieciseis copas de Europa al FC Barcelona en el periodo 1990-2020.
Volumen Primero: Unidos pero distintos - El Reino Unido y Prusia (1700-1825) - Europa Universalis 2
Introducción: Emplazando Prusia en el mapa (1ª Parte)
Federico V del Palatinado (1596-1632)
Federico V del Palatinado no tuvo demasiada suerte en la parte final de sus días. Derrotado por las fuerzas católicas y desposeido de sus tierras, se pudría en su exilio holandés desde 1622. Estaba casi olvidado por la historia, dolorido en su más profunda humanidad por las patadas que ahí le habían propinado los orgullosos tercios españoles. En esas Gustavo Adolfo de Suecia vino a salvarle de sí mismo y de su supina incompetencia. El rey sueco había intervenido en 1630 en la Guerra de los Treinta Años que estaba devastando Europa, dispuesto a salvar la fe protestante del poder católico que, simbolizado por el Emperador del Sacro Imperio y puntillado por las picas de los tercios. En sus idas y venidas por el Imperio, batalla arriba, batalla abajo, se encontró con la desagradable necesidad de tener que empujar a su cuñado, Georg Wilhelm von Hohenllozern, duque de Prusia y margrave de Brandenburgo, a una alianza con la causa protestante. Lo cierto es que el duque de Prusia había intentado por todos los medios mantenerse al margen de la guerra con un cierto grado de éxito hasta que el León del Norte llamó a su puerta y le dijo que era tiempo de ir a la guerra.
Gustavo Adolfo II de Suecia (1594–1632)
A la larga lo único que permaneció en pie de esta alianza fue la boda. Federico murió, arruinado y amargado, en su exilio, Gustavo Adolfo murió heroica e inútilmente en la batalla de Lützen, dejando a su hija Cristina, menor de edad, como heredera de un reino en crisis y regresión política.
Y en Prusia quedó Sofía y su prometido Friederich Wilhelm, olvidados de la historia...
... hasta que esta vino a llamar a su puerta.
Friedrich Wilhelm (1620 – 1688)
Sofía del Palatinado (1630 – 1714)
Casados desde 1646, Friederich Wilhelm y Sofía habían tenido una pléyade de hijos, pues Der Große Kurfürst, tras tantos años de espera por su prometida, tenía "los huevos llenos de amor" (2). Así quedó el libro de familia de los dos duques de Prusia:
Wilhelm Heinrich (1648–1649)
Karl (1655–1674)
Friederich (1657–1713)
Amalia (1656–1664)
Georg Ludwig (1660–1722)
Heinrich (1664–1664)
Ludwig (1666–1687)
Phillip Wilhelm (1669–1711)
Maria Amalia (1670–1739)
Christian Heinrich (1671–1703)
Karl Philip (1673–1695)
Ernest Augustus 1674–1728)
Christian Ludwig (1677–1734)
El furor amatorio del Gran Elector recordaba los legendarios tiempos de cierto miembro de la estirpe Hohenstaufen (3). En principio todo parecía indicar que se le iba a recordar por eso, junto a su reorganización de Prusia, sus hábiles dotes políticas y reformistas y dejando a Prusia camino de dejar de ser un ducado para convertirse en reino.
Entonces llegó el fatídico año de 1714. En realidad todo había comenzado a complicarse mucho antes, en 1700, cuando el trono de España colgaba de un hilo. Como diría un historiador ya olvidado (4): "todo fue culpa de un perro gordo, cabrón y amante de las pizzas".
(1) En nuestro OTL se casó con el heredero de Hannover y... etc etc etc.
(2) Karl von Bauten, "Historia de los braguetazos de la casa de Prusia", editorial Deinemutteriseinekartoffeln, 2009.
(3) Federico el Glande, genialmente descrito por el maestro Obe en su historia eterna sobre dicha familia.
(4) Witt von Güitmann, antepasado del gran entrenador jurgolista que dio dieciseis copas de Europa al FC Barcelona en el periodo 1990-2020.