José María Pemán y Pemartín (1897 – 1981)
Procedía de una familia reaccionaria de la buena sociedad de Cádiz. Estudió el bachillerato en el colegio del Oratorio de San Felipe Neri de Cádiz. Entró en contacto con los jesuitas a través de la Congregación mariana conocida como Los Luises en la que aprendió alguna de las líneas maestras del activismo que desarrollaría en el futuro. Hizo el servicio militar en Cádiz en el cuartel de artillería de La Bomba. A Sevilla irá a estudiar Derecho, carrera necesaria para todo joven con aspiraciones, doctorándose en Madrid. Durante dos años trabajó como penalista pero, como auténtico humanista y ciudadano libre, su habitus social le permitió decidir por sí mismo qué hacer, cómo y cuándo, sin obedecer más que a las leyes civiles. Protegido de la necesidad, dispuso del tiempo suficiente para cultivar amistades, leer, escribir, meditar o curiosear en la cosa pública.
La formación literaria de Pemán fue de un riguroso clasicismo español y grecolatino. Hacia 1920 entra en contacto con el modernismo tardío gaditano y, más tarde, con la poesía de Gabriel y Galán (1870-1905) y la poesía castellana. Su primer poema conocido es el Nocturno a Margarita, escrito a los 14 años y en el que cándidamente se cita a sí mismo. Su inicio literario fueron las justas poéticas belle époque (juegos florales). Obtuvo el primer premio en su ciudad natal, cantando en su centenario al beato fray Diego José de Cádiz. En los Juegos Florales de Sanlúcar de Barrameda (agosto de 1922) en los que fue mantenedor el patriarca del periodismo José Ortega Munilla, obtuvo la «flor natural» con una composición titulada El Viático, que se hizo muy famosa y con lo que comenzaría su carrera de escritor. Por estos méritos, a los 23 años fue elegido académico de número de la Real Academia Hispano Americana de Cádiz,15 en la que leyó un discurso de ingreso sobre La poesía hispano-americana. Escribió obras de tema costumbrista andaluz. Desde muy joven adquirió la gentil costumbre de enviar ejemplares dedicados de sus libros recién publicados a personalidades que podían ayudarlo. De esta manera conoció a Ángel Herrera Oria, que le permitió escribir en El Debate. Heredó una "finca de recreo" con viñedo en Jerez de la Frontera adonde se retiraba a escribir. A los 27 años contrajo matrimonio con María del Carmen Domecq Rivero Núñez de Villavicencio y González, de familia prócer jerezana.
En tanto que intelectual católico-neoescolástico Pemán amaba la «buena sociedad antigua», simbolizada por el ideal de la «buena Iglesia antigua» y el «buen rey antiguo». De la Monarquía admiraba la substancialidad elitista de la nobleza española y, en particular, envidiaba su «poder social sobre el tiempo»; es decir, el poseer y dominar todo lo «antiguo», las cosas presentes que pertenecen al pasado. No se consideraba a sí mismo un político pero, prestó un apoyo ideológico importante a la Dictadura de Primo de Rivera (1923-1929). Pemán creía que la Unión Patriótica (UP) era una fachada democrática necesaria para que la dictadura monárquica no se convirtiera en despotismo. Fue nombrado secretario de la Asamblea Nacional Consultiva primorriverista por el dictador jerezano (y pariente) y, un poco antes, en julio de 1927, presidente en Cádiz de UP con lo que se convirtió en uno de los principales poderes fácticos de la región.
Desde su cargo Pemán fue uno de los máximos responsables de que el viejo cacicazgo persistiese. En este sentido, tras ser obligado a dimitir de presidente de UP de Cádiz el cacique gaditano Luciano Bueno Sáenz, Pemán ocupó su puesto y recomendó a Ramón de Carranza y Fernández de la Reguera para su designación como alcalde (no electo) de Cádiz en 1927. Hacia el final de la Dictadura era ya un personaje público consolidado que aparecía con mucha frecuencia en la prensa nacional. La devoción de Pemán por la Monarquía se acrecentó aún más cuando fue nombrado Gentilhombre de cámara con ejercicio a propuesta de la Real Academia Hispano Americana de Cádiz. Con el advenimiento de la Segunda República dicho cargo fue suprimido. Había en aquel momento 520 Gentileshombres de Cámara con ejercicio en activo. Por la misma época fue armado caballero y tomó el hábito de la Orden de Montesa en la iglesia de la Concepción Real de Calatrava.
En su declive parece que el dictador Primo de Rivera le había ofrecido los cargos políticos de director general de lo Contencioso, de Bellas Artes y el Ministerio de Instrucción Pública. Ofertas estas en las que intuitivamente Pemán se mostró elusivo. A la caída de Primo de Rivera Pemán se mostró enormemente inquieto por su futuro político. No se sabía hasta qué punto se pedirían responsabilidades a los colaboracionistas del antiguo régimen.Presidente del Ateneo Gaditano desde 1927, en 1930 Pemán había sido rechazado como reacción antiprimorriverista. Desde el periódico local gaditano La Información había defendido su paradigma ideológico antiliberal y antiigualitario, construído sobre el tetralema «Familia, Patria, Religión y Monarquía». Pemán debió adaptarse a su nuevo entorno sin perder su esencia.
Posteriormente empezó a cultivar el periodismo político a mayor escala, escribiendo primero en El Debate y luego en el Abc de Madrid. En 1932 se incorpora al partido derechista gaditano Acción Ciudadana (AC). Emerge en la escena política esta vez como un combativo mitinero antirrepublicano, monárquico y ultraconservador. Como buen ex-primorriverista insistía en su carácter apolítico ya que, proclamándose inhabilitado para ejercer cargos públicos, acudía a las agrupaciones de la derecha sólo cuando lo llamaban.
Por aquellos días su espíritu se encontraba inmerso en lo que Polanyi llamaba «una situación fascista» donde realmente no había manera de saber si un discurso político, una obra de teatro, un sermón, un desfile, una metafísica, una corriente artística, un poema o el programa de un partido eran fascistas o no. En agosto de 1931 fue elegido Presidente del Ateneo de Cádiz el también alcalde Enrique Álvarez López (de Izquierda Republicana), quien en junio de 1932 hubo de abandonar la alcaldía, la dirección del Instituto de Segunda Enseñanza "Columela" y la presidencia del Ateneo al trasladarse por concurso-oposición al Instituto "Cervantes" de Madrid. En julio de 1932 Pemán opta por segunda vez a la presidencia del Ateneo Gaditano ganándola en segunda votación por 32 votos contra 31. Al poco tiempo invitó a su amigo Eugeni D'Ors a que impartiese un ciclo de conferencias en Cádiz. Colaboró en la revista reaccionaria Acción Española, fundada por la aristocracia bajo la advocación de la Cruz de Santiago y auténtico vivero de ideólogos activos y conceptivos. La revista se definiría como "partidaria del mando único, de la tradición, de la autoridad, de la organización corporativa y enemiga del parlamentarismo demo-liberal ".
En enero de 1933 funda con otros Renovación Española, un partido político integrista defensor de la restauración de Alfonso XIII (del que sería líder José Calvo Sotelo), con apoyos importantes entre la aristocracia y el caciquismo rural. Este partido tuvo un desairado maniobrar político en el seno de la derecha y terminó en un apoyo económico a Falange Española (pacto del Escorial, agosto de 1933 y 1934). La opinión que merecía a Pemán la democracia parlamentaria liberal era muy ligera. Sin embargo se interesó por el escaño parlamentario democrático presentándose a diputado por Badajoz (1931) y por Cádiz (1933), obteniendo escaño (e inmunidad) en la segunda oportunidad como monárquico independiente. Tras el fracaso de La Sanjurjada estuvo algunos días alojado en Gibraltar.
Con respecto al mundo femenino, Pemán fundó y dirigió la revista especializada Ellas (semanario de las mujeres españolas) que apareció el 29 de mayo de 1932. Criticada como "católica, fascista y antisemita", la revista fue lanzada para captar el voto del nuevo estamento electoral (femenino), considerado poco maduro. La mayor parte de sus redactores doctrinarios, que procedían de Acción Española (Honorio Maura Gamazo, Armando Palacio Valdés, Blanca de los Ríos, Conde de Vallellano, Víctor Pradera, Marqués de Lozoya, Pedro Sáinz Rodríguez, Joaquín Arrarás, Luis Araujo-Costa entre otros), adolecían de una evidente misoginia estructural.
Pemán decía a voces a sus lectoras lo que musitaba a sus lectores. En el editorial del 12 de marzo de 1933 Pemán concluye pidiendo a la mujer ayuda para la implantación en España del fascismo (italiano) porque en él encontrará su asiento el feminismo [...] "No elegiréis los gobiernos con vuestros votos, pero predestinaréis con vuestra simpatía a los jefes nacionales". La revista tuvo poco impacto con escasa publicidad. Regalaba a sus nuevos subscriptores un ejemplar del "Divino Impaciente". Duró hasta mayo de 1936. Adquirió mucho renombre la página de cocina a cargo de Teodoro Bardají. El 8 de diciembre de 1934 Pemán firma su adhesión al manifiesto del Bloque Nacional. A finales de 1935 aparecieron sus famosas «Cartas a un escéptico en materia de formas de gobierno» en las que reprueba tanto a la monarquía liberal y parlamentaria como al accidentalismo que propugnaba la CEDA. Las circunstancias habían llevado a Pemán durante la República al neotradicionalismo radical: rechazaba la concepción liberal de la monarquía por otra inspirada en una supuesta tradición nacional paternalista-medieval-orgánica, fundamento de un estado pretendidamente nuevo, católico y corporativo.
Tras la muerte violenta de Calvo Sotelo escribió: "España tiene desde ayer un mártir [...]. De esto no hay nada que decir. ¡Hay mucho que hacer !. ¡Y por Dios y por Santiago que se hará! " Sobrevenido poco después el golpe militar de julio de 1936 Pemán, que se encontraba en el campo, se puso desde un primer momento a las órdenes del comandante insurrecto marqués de Casa Arizón, en Jerez de la Frontera. Desde el inicio de la Guerra Civil española Pemán fue consecuente con sus ideas y se comprometió apasionadamente con los golpistas, como tantos otros autores reconocidos (Unamuno, Marquina, Benavente, Azorín, Baroja, Manuel Machado, Gerardo Diego, Pérez de Ayala, etc.). Los intelectuales tenían una forma especial de luchar: usando sus silencios, sus adhesiones y su prestigio en la propaganda persuasiva se dirigían a la mente y al corazón de la gente, manipulando sus emociones e ideologizando sus conciencias. Como propagandista, se cree que el numen brillante de Pemán inspiró las dos joyas semánticas del bando sublevado: Cruzada y Movimiento Nacional. Desde un principio Pemán adquirió el sobrenombre de «Poeta alférez, que siente, canta y vive la nueva Epopeya Nacional».
Existen pocas evidencias historiográficas sobre los pasos de Pemán en aquellos brutales días de represión "en caliente". Se sabe que el mismo 24 de julio de 1936, emulando al general-locutor Gonzalo Queipo de Llano, desde las ondas de Radio Jerez arengó: «La idea de turno o juego político, ha sido sustituida para siempre, por la idea de exterminio y expulsión, única salida válida frente a un enemigo que está haciendo de España un destrozo como jamás en la historia nos lo causó ninguna nación extranjera ». Apologeta católico del orden y del caudillaje, Pemán se definiría como un falangista «mitad poeta, mitad monje». Convertido en ideólogo de la nueva situación, estaba convencido de que la guerra era «el choque de dos entusiasmos». Se haría acreedor a la victoria el que mejor canalizara el de su bando. Se convirtió enseguida en el bardo de lo que se vino en llamar el Alzamiento Nacional y en el fomentador de entusiasmos de la zona sublevada a través de su encendido verbo (“príncipe de la elocuencia castellana” que causaba admiración por el “galope desbocado de su bélico potro verbal”), su poesía de guerra o su prosa soberbia. Pemán empezó a pulular en actos de exaltación religiosa y patriótica con arengas y discursos, recorriendo aquí y allá las zonas reconquistadas por los sublevados; debido a la precariedad logística se desplazó en ocasiones por su cuenta en el "Rolls" de su pariente el sportman jerezano José Domecq de la Riva, apodado "Pepe Pantera", que lo acompañaba gustoso como chófer.
Pemán y los poetas de su bando querían "movilizar" para las armas también a la Poesía mediante un lenguaje español del alma o supranaturalista: una mezcla confusa de abstracciones metafísicas (del Ser Absoluto, del Espíritu, de Fe, de Valores Eternos, de Nuevo Renacimiento, etc.), de sinécdoques, de viejos mitologemas y de elaboraciones semánticas (tradicionalidad, destino divinal, cielo teológico etc.) incrustadas en una matriz épica violenta vagamente excitante.
Con categoría de ministro, fue nombrado por Franco presidente de la Comisión de Cultura y Enseñanza de la Junta Técnica del Estado (1–10–1936/29–1–1938). Él y sus ayudantes -Vegas Latapie y Suñer Ordónez- sumieron su papel de inquisidores y adoptaron con toda fidelidad los principios antiintelectualistas del integrismo católico, en contra de los principios republicanos, laicos y modernos, representados por la Institución Libre de Enseñanza. Pemán desempeñó un papel destacado en la definición y eliminación de lo que consideraron la «Anti-España». Se empezó por la depuración del personal funcionarial docente. Pemán pretendió una depuración punitiva y preventiva y lo consiguió. No sólo decapitó al Magisterio al eliminar a sus miembros más valiosos, sino que su lugar fue ocupado por miles de voluntarios oficiosos arribistas, excombatientes, mutilados de guerra, excautivos y otros redimidos adictos al régimen.
Aunque Pemán se autoexculpara 17 años más tarde,la actuación de este equipo (monárquicos del grupo de Acción Española) fue sumamente eficaz: entre 15.000 y 16.000 sancionados, de los que 6.000 maestros fueron separados definitivamente de la enseñanza, 3.000 fueron suspendidos de empleo y sueldo y alrededor de 6.000 perdieron su plaza al ser trasladados forzosamente de su localidad. Se puede estimar que, aproximadamente, un tercio de los catedráticos de Universidad fueron represaliados. Pemán fue también responsable, durante cuatro meses, de la Oficina de Prensa y Propaganda. Los libros en general fueron clasificados como buenos o malos y éstos expurgados. La enseñanza de la Historia como vía de transmisión de valores fue uno de los pilares de la escuela del franquismo, y precisamente, motivo de exilio de muchos maestros. Aunque tuvo el pudor de no optar a ninguna cátedra universitaria, en 1942 Pemán fue presidente del tribunal de oposiciones a catedráticos de Instituto de Historia de España e incluso había hecho sus pinitos como historiador con un texto oficial para las escuelas públicas de la nación.
La Historia oficial más conocida es la monumental "Historia de la Cruzada Española", obra canónica de la propaganda franquista sobre la Guerra Civil en la que participaron Joaquín Arrarás, José María Pemán y la dirección artística del dibujante y pintor carlista Carlos Sáenz de Tejada. Disuelto por Franco el partido Renovación Española, fue substituído por un provisional "Grupo Acción Española". Su presidente, Pemán, dio su conformidad con los términos del Decreto de Unificación y se integró en FET de las JONS. Así importantes contingentes monárquicos alfonsinos y otros de la CEDA, que no habían tenido milicias (paramilitares) y que habían quedado dispersos por la guerra, ingresaron colectivamente en el nuevo conglomerado por invitación expresa de Franco (tuvieron, por tanto, la misma condición de “militantes” que los de la Comunión Tradicionalista y Falange). Pemán quedó integrado oficialmente en el Régimen nacional-sindicalista a un nivel superior. En octubre de 1937 Franco creó el Consejo Nacional de FET y de las JONS. La lista de los cincuenta consejeros comienza por Pilar Primo de Rivera, Tomás Domínguez Arévalo, el general Queipo de Llano y José María Pemán.
Nunca luchó en los frentes. Nombrado Alférez Provisional Honorífico, lo que más gustó a Pemán durante esta época fue el turismo de guerra de pompa y circunstancia: recorrer los frentes y pronunciar discursos, visitar a los generales en sus puestos de mando, pasearse con uniforme militar o de Falange por las ciudades de la retaguardia, deleitar dando conferencias o alternar en los hospitales con heridos y enfermeras En mayo de 1938 viajó a Roma junto a Millán Astray. A su vuelta, ahíto de emoción, en el mismo barco escribió un artículo titulado "Esto os traigo de la Fuente misma...".
En 1938 publicó en Zaragoza su monumental Poema de la Bestia y el Ángel. La redacción de este largo poema, lleno de alegorías, le llevó un año entero. En la introducción el autor se compara así mismo con Cellini y Goethe. El Poema de la Bestia y el Ángel llegó a ser considerado como el paradigma épico de la Nueva España y de la Cruzada. Esta obra desacreditó a Pemán particularmente por su antisemitismo gratuito. Pemán colaboró también con los departamentos de propaganda de Falange en cuantas ocasiones fue requerida su pluma.
Aunque no destacó como orador parlamentario, Pemán pronunció centenares de brillantes discursos políticos, académicos, panegíricos y de circunstancias. Como ejemplo de los excesos de entusiasmo suscitados por su oratoria se cita el incidente del 12 de octubre de 1936 cuando se conmemoraba en el paraninfo de la Universidad de Salamanca el Día de la Raza. Pemán asistió expresamente invitado por el Rector Miguel de Unamuno, cuyo Claustro un mes antes había suscrito urbi et orbe un ardoroso "Mensaje a las Academias y Universidades del mundo acerca de la Guerra Civil española" donde se justificaba el alzamiento y se condenaba a la República, solicitando solidaridad y apoyo internacionales. Pero Unamuno hubo de darse cuenta de su error. Comenzó a hablar el Decano José María Ramos Loscertales seguido del dominico Vicente Beltrán de Heredia, catedrático que sería de Ciencia (sic) Escolástica, y fue seguido por Pemán, que leyó un texto de exaltación de la juventud española, con pronunciamientos en torno a su tesis favorita de los españoles como pueblo de Dios y la impactante apelación a «España y siempre España y nada más que España». Le siguió el profesor Francisco Maldonado de Guevara en el mismo estilo. Ambos desarrollaron sus vibrantes «oraciones universitarias de Hispanidad» en las que, como reconoció Pemán, existió un exceso de vehemencia. Fue a continuación cuando inopinadamente Unamuno se levantó y pronunció sus célebres airadas palabras donde al «Venceréis pero no convenceréis, venceréis porque tenéis la fuerza pero no convenceréis porque os falta la razón» del rector de la Universidad replicó el tuerto y manco general Millán Astray, por entonces a punto de hacerse cargo de la propaganda de Franco, con un «¡Mueran los intelectuales!». Según la versión posterior de Pemán, Millán realmente dijo «¡Mueran los falsos intelectuales traidores, señores!».
Hugh Thomas cita que al final de otro discurso en Sevilla Pemán llamó a Gonzalo Queipo de Llano «la segunda Giralda». En su afán propagandístico comprometió el carisma del pusilánime músico gaditano Manuel de Falla, quien se avino a adaptar el "Canto de los Almogávares", de Los Pirineos de Felipe Pedrell, a su "Poema de la Guerra" como un Himno Marcial (para voz, piano y tambor) dedicado al ejército de Franco. Terminada la contienda, Pemán compuso un "Soneto a José Antonio".
En 1943 José María Pemán decidió donar una nueva imagen de la Virgen a la Hermandad del Nazareno de Santa María de Cádiz que había quedado destruída en 1936. Pemán, muy vinculado a la Cofradía (de la que fue su Prioste desde 1931 a 1981), encargó al también gaditano escultor Juan Luis Vassallo la hechura de la nueva Dolorosa, que se conserva hasta nuestros días. Su afición al carnaval gaditano, la forja de tópicos como el de Lola la Piconera, su mito de gloria de las letras y su apego a las tradiciones de Cádiz le convirtieron en un héroe local al que se destinaría un enterramiento especial.
Queriendo consolidar su carrera literaria, el 6 de marzo de 1936 se postuló, en candidatura única, a miembro de número de la Academia de la Lengua, que le aceptó el 26 de marzo. Se trataba de cubrir la vacante dejada por Emilio Cotarelo dos meses antes. La guerra paró su ingreso. Pero siendo Pemán ministro (presidente de la Comisión de Educación y Cultura), Franco se propuso controlar desde Salamanca la cultura oficial, de cara al exterior, agrupando a los escasos académicos residentes en la zona franquista. Surgió de la fantasía de Eugeni D’Ors la idea de crear un organismo en el que, reunidas todas las Academias, se pudieran realizar sesiones más o menos espectaculares. Por decreto de Franco de 1 de enero de 1938 se funda el Instituto de España.142 En su virtud los académicos dispersos debían reingresar prestando un extraño juramento preceptivo. El director legítimo de la Real Academia de la Lengua había sido Menéndez Pidal. Aunque éste no había sido perseguido por el régimen, en el artículo 9º del decreto Franco designa a Pemán su director accidental aun sin ser miembro numerario. Un año después, en diciembre de 1939 leyó Pemán su discurso de admisión y tomó posesión del sillón "i". En la sesión de 6 de enero de 1940 tomó posesión en propiedad de su cargo de director.
El monarquismo alfonsino (componente del conglomerado franquista) al que pertenecía Pemán, iba tomando distancias del excesivo protagonismo falangista. El 13 de julio de 1940, en la última de una serie de conferencias sobre José Calvo Sotelo, en un acto solemne celebrado con asistencia de Ramón Serrano Suñer147 en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, Pemán pronunció un intencionado discurso. Explicó a su manera que el auténtico artífice del Nuevo Estado español había sido José Calvo Sotelo y que José Antonio Primo de Rivera habría aportado meramente los gestos, los símbolos y la retórica. Suscitó una reacción airada entre los dirigentes del Régimen y la indignación de Miguel Primo de Rivera, hermano de José Antonio, que dirigió una carta muy injuriosa al director de la RAE acusándolo de "desafección al Régimen". Inopinadamente, Pemán le contestó retándole a duelo. Los padrinos serían Camilo Alonso Vega y Ricardo Rada por Pemán y Manuel Mora-Figueroa y Manuel Halcón por Miguel Primo. Los padrinos no podrían solicitar la presencia de un sacerdote, dado que todas las iglesias condenaban el duelo con firmeza. Ante el escándalo que suponía para el Régimen, todo se arregló y no hubo nada. Pero José Ibáñez Martín, a la sazón Ministro de Educación Nacional, por Orden publicada en el BOE de 24 de julio de 1940 cesaba a José María Pemán del cargo de director de RAE, nombrando en su lugar al andaluz Francisco Rodríguez Marín. También su nombre desapareció del nuevo Consejo Nacional de FET y dejó de escribir en ABC durante dos años. Pemán sufrió un shock. Tras este baldón, Pemán comprendió y para siempre subordinó sus ambiciones políticas a las literarias.
En 1941 recorre Argentina, Chile, Perú etc. pronunciando conferencias sobre espiritualidad histórica hispanoamericana (una sola fe en una sola lengua). A la muerte de Rodríguez Marín Pemán es nombrado de nuevo director de la Real Academia aunque en diciembre de 1947 debe renunciar a la reelección para que le fuera devuelto en justicia el cargo a Ramón Menéndez Pidal (desplazado por Pemán en 1939 como director legítimo que había sido durante la República) y que había regresado de su breve exilio. Como director de nuevo de la Academia durante algunos años de la posguerra Pemán fue Procurador en Cortes (BOE nº 54, de 23.02.1945, página 1526) y estuvo obligado a presidir y hablar en numerosos actos oficiales de propaganda del Régimen, esta vez con una oratoria matizada de "encaje de bolillos" o "de orfebrería fina".
Volvió el matrimonio Pemán al turismo de Hispanidad en 1948, donde fue elegido miembro de la Academia Argentina de Letras. Su periplo en Buenos Aires se inició con un ciclo de 6 conferencias pronunciadas en el Teatro Cómico sobre "Panorama de España y el Mundo". Aprovechó para estrenar allí tres de sus obras de teatro con la actriz Lola Membrives y Antonio Martelo tituladas "La Casa", "El Río se entró en Sevilla" y "Toda la Verdad". En un tercer viaje por Centroamérica fue agasajado por Trujillo y Perú le concedió la Gran Cruz de la Orden del Sol. Elegido miembro de la Real Academia de Jurisprudencia en la década de los 60, no presentó su discurso de ingreso en la corporación dentro del plazo reglamentario y sus correspondientes prórrogas, por lo que la Academia declaró vacante su plaza.
Terminada la 2ª Guerra Mundial con la derrota de los fascismos, los moralistas ya no predicaron el heroísmo sino la sabiduría.158 La antinomia fascista/antifascista fue rápidamente substituída por la antinomia comunismo/anticomunismo. Transmutado en "liberal educado", en sus propias palabras,159 en esta etapa de su vida Pemán, que ya se iba convirtiendo en Gloria Nacional de las Letras, se comprometió obsesivamente, en sus actos y en sus escritos, en la sucesión de Franco por una monarquía sustentada en el pretendiente «natural» al trono de España, exilado en Estoril (Portugal), don Juan de Borbón Battenberg. conde de Barcelona. Como Procurador en Cortes que era, en junio de 1943 Pemán no se había adherido, al parecer, al grupo de 27 procuradores que presentó al Jefe del Estado una petición formal conocida como el Manifiesto de los Veintisiete en favor de una rápida restauración monárquica. Hay alguna opinión en contra aunque desde luego no fue represaliado como otros. Si bien algunos monárquicos se exiliaron Pemán, Juan Ignacio Luca de Tena, Alfredo Escobar Ramírez y otros formaron una corriente monárquica contemporizadora. Consistía en estar a bien con el Movimiento y con Estoril hasta que el general Franco declinase. Les gustaba aquel régimen católico, sin partidos y sin revolucionarios, pero todo aquello tenía que estar regido por el rey don Juan III, a lo que Franco se oponía sistemáticamente.
Presidió el consejo privado del conde de Barcelona (formado por cortesanos virtuales) entre 1960 y 1964. Se consultaban, emitían comunicados y manifiestos y todos los años se reunían a almorzar en Villa Giralda. Pemán tuvo que dimitir, al parecer porque sufrió un ataque cerebral en un viaje a Ceuta en agosto de 1964.163 Siguió militando a título honorífico manteniendo además una buena relación con el régimen de Franco.
Seguiría dedicando sus esfuerzos a la causa monárquica procurando, mediante un prudente colaboracionismo con el régimen franquista, el acercamiento a modelos políticos occidentales. La causa juanista fracasó en julio de 1969 al ser designado por Franco el príncipe Juan Carlos como sucesor a titulo de rey. El Consejo privado y el Secretariado político fueron disueltos. No obtuvo título nobiliario ni de Franco ni de la dinastía, los que sirvió con lealtad. Pero dos meses antes de su muerte Juan Carlos I le impuso el collar de la Orden del Toisón de Oro, en cierto modo equivalente a un título nobiliario, si bien no transmisible.
La Universidad de Sevilla lo nombró en 1974 doctor honoris causa de la Facultad de Filosofía en Cádiz (cursos de verano). Sus últimos años los pasó muy quebrantado por una enfermedad neurodegenerativa que limitó grandemente su actividad. Pemán nunca dejó escrito alguno (a pesar de lo mucho que escribió sobre su religión privada) que lo adscribiera al Opus Dei en sus últimos años, como parecen postular con afán algunos de sus asociados. A veces usaba en sus autógrafos el membrete de Montesa.
Murió cristianamente en su casa de Cádiz con un crucifijo entre las manos. Enterrado inicialmente junto a su esposa en el cementerio de Cádiz, en la actualidad sus restos reposan en la cripta de la Catedral de Cádiz en una tumba reservada para él desde muchos años antes.
Aunque con una obra previa exitosa entre la gente bien, una vez terminada la Guerra Civil supo instalarse económicamente en las Letras del Régimen con una producción literaria extensa: siete tomos de las obras completas, 93 comedias y obras teatrales, 28 novelas y cuentos, 43 capítulos de El Séneca, cientos y cientos de artículos periodísticos publicados en los principales periódicos y revistas, así como numerosas conferencias, charlas e intervenciones, no sólo en España sino en la América de habla española. No hay evidencias de colaboraciones radiofónicas.
Su obra inundó librerías, teatros y cines sin problemas de mercado. Junto a Bohórquez, Écija y otros socios se implicó en el negocio editorial, primero en Cádiz y luego en Madrid. La Editorial Escelicer (Establecimientos Cerón y Librería Cervantes S.L. 1938) publicó la mayor parte de su obra. Cultivó todos los géneros literarios con su estilo inclasificable equidistante entre el clasicismo, el neopopularismo y el modernismo en un momento histórico en que su perfil político de escritor y su relevancia pública ejercieron por sistema como criterios de evaluación artística.
El elogio inmotivado o la exaltación hueca fueron recursos comunes de la crítica literaria a Pemán. En 1957 se le concede el premio March de Literatura; en 1959 se le nombra presidente de la Comisión Interprofesional de Autores; y en 1970 gana el premio Blasco Ibáñez de novela. Obtuvo el premio Espinosa Cortina, la máxima recompensa española para obras teatrales y el premio Mariano de Cavia, el máximo galardón para artículos periodísticos. El régimen de Franco lo cultivó "como una orquídea".
Publica su Elegía de la tradición de España (1931), colabora en Acción Española. Su libro Las flores del bien (1946), está considerado como la cumbre de su poesía no épica. No olvidó tampoco la poesía deportiva. Como estrenista cultivó las comedias de tesis ("La Casa" 1946, "Callados como muertos" 1952), las comedias de costumbres y el drama histórico-religioso en verso ("El divino impaciente", "Diario íntimo de la tía Angélica", "Cuando las Cortes de Cádiz", "La Santa Virreina", "Por la Virgen Capitana", "Metternich", "La hidalga limosnera, "Almoneda", "Vendimia" y "Cisneros"), la temática andaluza (Noche de levante en calma) y la comedia costumbrista ( La viudita naviera, Julieta y Romeo, y El viento sobre la tierra). Su estreno más irreverente fue el de la farsa castiza Los tres etcéteras de don Simón (1958). Realizó adaptaciones de obras clásicas (Antígona y Edipo). Como narrador mostró su ingenio en novelas y cuentos. También publicó ensayos y biografías.
Durante la guerra tuvo una pequeña colaboración con Manuel de Falla en su "Himno Marcial (para voz, piano y tambor)". En los subvencionados Festivales de España, cuando colaboró con el escenógrafo Jose Tamayo, Pemán se aficionó de verdad a las representaciones de gran estilo. En junio de 1954 estrenó en Sagunto "La destrucción de Sagunto", en verso blanco con música de Joaquín Rodrigo. El mismo año en Mérida representó el "Edipo" y en 1955 el "Julio César" ambos con Richard Klatovsky, músico austríaco con el que congeniaría muy pronto. En una promoción de imagen de la Dirección General de Información estrena en abril de 1956 en Graz (Austria), con importante aparato orquestal y coral, un oratorio escenificado en colaboración con Klatovsky, titulado "Cristoph Columbus".189 190 191 En los Festivales de España de Mérida (1959) representó "La Orestiada" con música de Cristóbal Halffter. Con Joaquín Rodrigo, la "Numancia" de Cervantes (1961). Esta imparable línea musicológica estalló en Pamplona con la espectacular evocación religiosa "Luz y sonido de Javier" con música de Halffter.
José María Pemán fue un importante letrista de himnos: Himno de Cádiz, Himno de la CEDA y de su apéndice la JAP (con música de Grieg), Himno Nacional (Marcha Real), del Movimiento Nacional, de la Armada Española (1940), de las Fuerzas Aéreas (1967), del Congreso Eucarístico Internacional (1952), himno a la Coronación de la patrona de Jerez de la Frontera que un día escribiera Pemán con música de Joaquín Rodrigo, etc.
Su programa de mayor éxito para la televisión en España fue El Séneca, una serie en la que el personaje creado por Pemán e interpretado por Antonio Martelo, derrochaba sentido común, gramática y buen humor aunque para algunos realizaba una crítica inútil (que no consigue nada ni impide nada).