Capitulo XXXIX: La Espada de la Justicia
El rey recibía a diario informes de las atrocidades cometidas contra nuestro pueblo en Francia, linchamientos, ejecuciones sumarias, robos y destrucción de propiedades, violaciones y demás vejaciones, luego de varios días de estos reportes, decidió que había que hacer algo para salvar a nuestros ciudadanos, el día 30 de enero convoco al estado mayor y dio ordenes para que se preparara una expedición punitiva contra los republicanos franceses que desembarcaría en el sur francés, y vengaría las ofensas contra el pueblo polaco.
El almirante Gorka, los generales Cybulski, Czatanowsky y Kasmienicki fueron comisionados por el rey Wladyslaw para comandar las operaciones navales y terrestres respectivamente, el plan del rey consistía en golpear a los franceses tanto en el territorio continental como en sus colonias del norte de África, cuando Wladyslaw planteo esta idea, los generales se mostraron en contra de dicho enfoque, el almirante Gorka, veterano de la guerra contra los Nama y los rusos dijo con voz calmada y firme
- majestad, lo que usted propone, no puede hacerse, la flota francesa es muy superior numéricamente a la nuestra, actualmente solo disponemos de 2 escuadras de batalla modernas, 2 de Man of War y 2 flotillas de transporte (1) la flota francesa nos supera 2 a 1 en navíos de guerra, una flota de guerra de unos 30 navíos esta anclada en Marsella (2), esa flota puede no solo enfrentarse a nosotros sino que puede vencernos, y sin el apoyo naval, cualquier operación terrestre no puede llevarse a cabo – dijo firmemente el impetuoso almirante
- además señor – dijo Kasmienicki – las tropas francesas que estaban en el frente italiano, están volviendo a Francia, por lo tanto un desembarco en la zona del sur de Francia es muy riesgosa y no se si a largo plazo nos beneficiaria
El rey me había mandado llamar ya que quería hablar con Eugenia, y como yo era su amiga pensó que a través de mi le sería mas fácil el contacto, por lo tanto yo estaba en su despacho cuando convoco la reunión y pude escuchar toda la conversación en detalle, la cosa parecía bastante complicada, lo que decía Kasmienicki era cierto, los derrotados ejércitos franceses en Italia estaban regresando a Francia, se estimaba que en un par de semanas ya estarían en territorio francés, si se iba a hacer una ofensiva tendría que ser rápida y contundente para que las fuerzas francesas no pudieran reaccionar efectivamente.
- lo que si podría hacerse señor, sería utilizar el norte de Cataluña como base de operaciones y lanzar desde allí la ofensiva, de esa forma tendríamos una buena base y, en caso de que las cosas salieran mal, un lugar seguro donde replegarnos – dijo conciliador, Cybulski
- los catalanes están teniendo problemas con sus vecinos españoles, partidas de tropas españolas hacen raids en la frontera catalana, a pesar de las fuerzas expedicionarias que enviamos el mes pasado, la situación esta lejos de estar controlada (3) no podemos aplicar mas presión al gobierno catalán, podrían volverse en nuestra contra – dijo el rey poniéndose de pie, y agregó – tiene que ser una invasión anfibia, les agradezco sus profundos razonamientos señores, me han sido muy enriquecedores, pero creo que están olvidando lo mas importante, esta no es una guerra de agresión o motivada por deseos imperialistas, no, es una invasión para vengar a nuestro pueblo que esta siendo brutalmente atacado por los perros republicanos franceses, día a día me llegan informes de mujeres polacas violadas y golpeadas por la chusma republicana, de niños muertos a bayonetazos por soldados republicanos, ¡esto no puede ser tolerado señores, ese es nuestro pueblo que sufre y nos necesita! Ustedes sirvieron con mi padre cuando el reconstruyo el reino y lo hizo fructificar, vieron la lucha a vida o muerte que libramos contra los austriacos, prusianos y rusos, ¿dudó mi padre cuando nuestro pueblo sufría? ¡No! El empuño la espada, la espada de la justicia eterna y noble y liberto a nuestro pueblo de las cadenas que lo oprimían, teniendo ese ejemplo, ¿Cómo puedo yo, ahora ignorar el sufrimiento de mi pueblo, solo por que el enemigo es numéricamente superior?, ¿acaso no éramos superados por los vastos y casi interminables ejércitos rusos en la guerra del 55? Y sin embargo gracias al heroísmo y fortaleza de nuestro pueblo, además del brillante liderazgo de generales como Korycky, Firlej y mi propio padre, entre tantos otros nos guiaron a la victoria total sobre nuestros enemigos y nos dio la posibilidad de libertar a los pueblos oprimidos, ¿no éramos superados cuando, en las Guerras de Unificación, nos enfrentamos a los ejércitos austriaco y prusiano, considerado este ultimo el mejor de Europa? Nuevamente la valía de nuestro pueblo nos llevo a la victoria y a la libertad – dijo con firmeza y con los ojos fulgurantes, llenos de felices y valerosos recuerdos de guerras y victorias pasadas nuestro buen Wladyslaw
Los comandantes que atentos y emocionados lo escuchaban, no pudieron reprimir unas lagrimas de emoción al recordar todo lo que habíamos pasado para llegar a donde estábamos ahora, todo el sacrificio y esfuerzo, ellos mismo lo habían visto en batalla, no importara lo difíciles que fueran las misiones, los nuestros siempre se lanzaban al ataque, un fuego, el fuego del amor patrio les quemaba el corazón y les daba fuerzas para siempre volver al ataque, ellos mismos tenían ese fervor, si, había que luchar por nuestro pueblo, había que defenderlo… hasta vencer o morir, la Espada de la Justicia volvería a brillar al sol y bajo su poderoso golpe, los orgullosos que se rehúsan a inclinarse, serán puestos de rodillas.
Yo misma no puede contener la emoción y poniéndome de pie, dije
- ¡mi señor, dénos la orden y toda Polonia se levantara en armas, creemos en usted y lo queremos, prestos están los ejércitos, listos los hombres, solo esperamos la orden para desatar la tormenta!
- habla con coraje y valor señora, como buena hija de Polonia – dijo Kasmienicki – puede que no haya nacido aquí, pero ha hecho tanto por nuestro pueblo y por nuestro bienestar que todo nuestro pueblo y los aquí presentes, la consideramos una de los nuestros, su coraje y valor ha inspirado a nuestro pueblo – y mirando al rey dijo – mi señor, la operación se hará, como bien ha usted expuesto, no importa la superioridad numérica enemiga, venceremos, ¿Cuándo quiere que ataquemos?
- me alegro que piensen así caballeros, no esperaba menos de ustedes, en cuanto a la operación, todo tiene que estar listo para el 14 de febrero, las tropas tienen que estar en posición en las colonias y la fuerza de invasión tiene que estar en el Golfo de Lyón lista para atacar, el 15 declararemos la guerra e inmediatamente después de la declaración de guerra, desembarcaremos en Francia, ese día será el día decisivo que decidirá el resultado de la campaña (4)
Luego de este emocionante dialogo, la reunión giró en torno a los temas logísticos y tácticos de la operación, luego de un momento, me retire de la habitación y fui a casa, donde encontré una carta que mi amado Jan me había mandado desde el Caucaso, abrí febrilmente el sobre, ansiosa de tener novedades de mi amor, al hacerlo, me encontré 5 paginas escritas con la apretada y delicada caligrafía de mi esposo, en su misiva me escribía:
Amor mío:
Mientras te escribo esta líneas estoy en camino a casa, cuando estés leyendo esto, solo faltaran unas horas para que llegue a casa, te extraño mucho, me haces mucha falta amor mío, estabas en mi mente y mi corazón siempre, cuando me hallaba en las colonias.
A propósito de eso, hemos logrado grandes progresos en el Caucaso, tanto material como espiritual, la población nos quiere mucho y nos respeta, por nuestro justo gobierno y por todo lo que hemos hecho por ellos (la construcción de escuelas, hospitales y demás cosas que no solo han mejorado su calidad de vida, sino que también les han dado esperanza y felicidad), es muy hermoso ver la alegría en sus ojos, seguramente tu lo recuerdas, mi cielo, tu estuviste aquí, además a nivel económico esta región tiene mucho potencial, el Conde Kapsuchuk (5) dice que en Kabil hay fuertes indicios de que hay petróleo, lo cual, si es cierto sería una gran adquisición para nuestra industria y nuestro desarrollo industrial (…) también me he enterado de la expedición que se esta preparando contra Francia, me preocupa que esa guerra se extienda a mas naciones, las consecuencias pueden ser muy graves, el mando del ejercito ha hecho volver a nuestro batallón y nos reincorporaran al 1er Ejercito, se dice que seremos la Punta de Lanza (6) de la invasión, no se si será cierto, pero si estoy seguro de que esta guerra será muy dura, a pesar de que el ejercito francés ha sufrido una aplastante derrota a manos de los prusianos, y el gran caos que hay entre monárquicos y republicanos, que divide inclusive a las fuerzas armadas, Francia todavía es un enemigo formidable, aunque tengo fe en nuestro liderazgo y en la firmeza de nuestro pueblo.
¿Cómo esta nuestro Albert? En tu última carta, me contaste que le estaban saliendo los primeros dientecitos, lo extraño mucho, no veo la hora para abrazarlo y mimarlo (…) espero verte pronto amor mío, ansío tu cariño y ver esos profundos y delicados ojos tuyos, mi cielo, solo vivo para mi patria y para ti, la dueña de mi corazón y mis sueños (…)
Al terminar de leer la carta de Jan, quede extasiada de amor, sus palabras siempre me llegan al corazón, guarde apresuradamente la carta y corrí a arreglarme y a ordenar un poco la casa. Mi amor volvía a casa.
Mientras viajaba en el tren, camino a Varsovia – si, soy yo nuevamente narrando – comencé a sentir una desazón muy grande, todo este asunto de la campaña contra Francia, se me antojaba justo, si, ya que había que vengar a nuestro pueblo, pero también pensaba en lo que tendríamos que enfrentarnos, no solo durante la guerra, sino en la Ocupación y Pacificación del territorio, ya de por si monárquicos y republicanos se enfrentaban en las provincias y las colonias, además de eso en provincias como Avignon y Brest bandas de ladrones se organizaron y ocuparon la mayor parte de esas provincias, el ejercito francés estaba intentando recapturar esas regiones, pero aun no lo lograba. Todo era muy complicado (7).
Un día después llegue a casa, mi maría me recibió amorosa como siempre y el pequeño Albert estaba muy contento de verme, hasta estaba mas grande desde la última vez que lo vi, me sentía muy feliz de estar en casa otra vez., pero la tranquilidad no duraría mucho, dos días después, mi amigo el coronel Lichniezko vino a verme y me dio mis nuevas órdenes, tenía que reportarme al cuartel general, el 1er y 2do Ejércitos se movilizarían para la Invasión.
El 12 de febrero de 1871 nos embarcaron en la 1era Flotilla de Transporte y partimos con rumbo a el Golfo de Lyón, en el muelle de embarque, María y Albert me despidieron fervorosamente y con gran amor, mi María estaba radiante, mas bella que nunca con su negro cabello al viento, sus claros ojos profundos y dulces que me miraban con amor y una cierta tristeza, al momento en que nuestras miradas se cruzaron, no pude evitar sentir un dolor en el corazón, cualquier cosa que la hiciera sufrir o que le hiciera derramar una lagrima, era y es para mi imperdonable, me jure que cuando volviera, pasaría una temporada larga en casa, para, en parte compensarla, y hacerla feliz, aparte momentáneamente estos pensamientos de mi mente y me puse a arengar a mis hombres.
- bien muchachos, aquí estamos otra vez, en camino a la batalla, esta vez no serán reyezuelos caucasianos, o africanos, esta vez nos batiremos con un formidable enemigo, el Ejercito Francés
- o lo que queda de el – me interrumpió risueño el cabo Klimochek, un chaval de unos 24 años, pero que había estado en tantas batallas en las colonias que era un veterano y no le tenía miedo a nada – esos perros probaran el buen acero polaco – agrego con firmeza y con seriedad en la mirada
Un coro de aprobación se escucho en toda la cubierta de nuestro navío, eran muchachos muy entusiastas y con experiencia de combate además, me sentía muy orgulloso de ellos, pero el orgullo no tenía que alejarme de la verdad, continué – que probaran nuestro acero, de eso no tengo dudas muchachos, pero tampoco va a ser un paseo por el parque – agregue – el enemigo es fuerte aun y opondrá una férrea resistencia, no se confíen, estén alertas y nunca crean que una situación es segura hasta que verdaderamente lo es, esperen resistencia tanto por parte del ejercito regular, como por parte de milicianos y civiles, tengan esto en mente y todo saldrá bien
- no se preocupe señor – dijo el teniente Novachevsky, mi segundo al mando – la victoria será nuestra, porque nuestra causa es justa y lo bueno y noble siempre triunfa – dijo con fe mirando nuestra bandera que flameaba orgullosa en el mástil de nuestro navío
- Vivat Kroll, Vivat Polska!!!! – dijo con fuerza y alzando su fusil Klimochek, tenía los ojos llenos de lagrimas, toda la tripulación y nuestras tropas se unieron al grito de victoria, fusiles al viento, al cual se le sumo luego, una fervorosa y pasional interpretación de nuestro glorioso himno nacional, yo mismo no pude evitar derramar unas lagrimas de felicidad y orgullo
El 15 de Febrero a las 7 de la mañana, el Ministerio de Asuntos Exteriores le entrego la formal declaración de guerra a su homónimo francés, los franceses no podían creer lo que había sucedido, sus peores pesadillas se habían hecho realidad, nuevamente Francia estaba en guerra, una guerra que no podía ganar.
A la 8 de la mañana la flota de batalla del almirante Gorka se enfrento con una pequeña y bastante vapuleada flotilla francesa, perteneciente a la escuadra que había librado fuertes combates con la marina italiana durante la guerra contra Prusia; la batalla fue rápida, las obsoletas naves francesas no eran rivales para nuestros Monitores e Ironclads (7), luego de un breve intercambio de disparos, las naves francesas fueron hundidas, días después una segunda flota francesa, se lanzo al ataque, pero corrió igual suerte que la anterior, las poco blindadas y armadas embarcaciones de transporte enemigas fueron blanco fácil del fuego certero y mortal de nuestros navíos. La marina francesa había sido vencida
Una vez asegurado el Golfo, se procedió a bombardear las fortificaciones costeras enemigas, una vez reducidas a escombros dichas fortificaciones, nuestras tropas desembarcaron en la costa y se prepararon para avanzar tierra adentro, mientras tanto en las colonias del norte de África, el General Cybulski avanzaba desde nuestra provincia de Seguía el Hamar con el 10mo Ejército, de unos 120.000 hombres hacía las indefensas colonias francesas, mas precisamente hacía la provincia de Draa, en Marruecos.
Mientras nuestras fuerzas se hallaban enfrascadas en la toma de los pequeños y pobremente defendidos fuertes fronterizos franceses en Draa, pomposamente llamados por los periódicos y los mandos franceses “La Muralla De África” (8), en realidad no eran mas que míseras casuchas de paja y madera con unos agujeros para que sus ocupantes (mayormente nativos reclutados a la fuerza) dispararan como sabían o podían. No eran rivales para el Ejercito Polaco
Los cañones rugían en África, y en Francia también, nuestras tropas desembarcaron sin problemas y avanzaron hacía Montpellier, donde no encontraron una resistencia organizada, solo puñados de civiles y fanáticos republicanos que ebrios de vino y arrogancia intentaban oponerse a nuestras tropas, solo para ser repelidos una y otra vez, 2 días después el grueso de los resistentes enemigos estaba muerto o había huido cobardemente, abandonando a sus heridos y saqueando la ciudad, la cual se hallaba devastada por el cañoneo incesante de nuestra artillería y los incendios provocados por el enemigo en su huida, el espectáculo de la devastación era asqueante, el hedor de los cadáveres putrefactos, hinchados de podredumbre, moscas, basura y el penetrante, olor a quemado proveniente de los incendios, que hacía arder los ojos era intolerable.
Para peor, el agua potable escaseaba y el único hospital de la ciudad había sido destruido por los rebeldes, así que no había manera de atender a los heridos tanto nuestros como prisioneros enemigos, habría que montar puestos provisorios hasta que llegaran los hospitales móviles, una gran invención que desarrollamos en nuestra guerra contra Rusia, dichos hospitales móviles, consistían en 2 ambulancias (podían estar tiradas por caballos o luego de un proceso de adaptación, por motores de locomotora modificados) que transportaban a los heridos rápidamente fuera del campo de batalla hasta la retaguardia, donde eran tratados en el “móvil hospitalario” como se le llamo en los diarios, el cual consistía en 3 vagones de tren, que estaban divididos en 3 sectores, el 1ero era la Sala de Examinación, donde los doctores revisaban a los heridos y dividían los casos por nivel de gravedad, los heridos leves, solían ser atendidos en esta misma sala, los mas graves eran derivados al segundo sector, la Sala de Tratamiento y Operaciones, donde se hallaban cirujanos y médicos encargados de amputaciones, extracciones de bala, metralla y demás, este compartimiento era el mas importante del convoy, ya que aquí se almacenaban gran parte de los suministros médicos del hospital, luego para proteger estos convoyes de ataques enemigos, se construyeron troneras y se instalaron ametralladoras pesadas para poder defenderse mejor de dichos ataques, el ultimo sector era la Sala de Convalecencia y Reposo, donde los heridos tratados, podían recuperarse hasta ser enviados al reino para mejor tratamiento o su traslado a un hospital en territorio nuestro o amigo.
El equipo de trabajo que operaba estos hospitales móviles era de 5 médicos generales, 4 cirujanos, 5 enfermeras, 2 chóferes para las ambulancias y un pelotón de 10 soldados encargados de la custodia y defensa del convoy.
Estos hospitales móviles vieron acción en casi todos los lugares donde tropas polacas se batieron en batalla, muchos de los médicos y personal que en ellos sirvió fue condecorado con la Virtuti Militari y demás importantes condecoraciones, además de ser respetados en todo el mundo por su profesionalismo, temple y heroísmo en las peores condiciones, ahora, nuevamente dichos “Ángeles de Acero” como los apodaron cariñosamente nuestros soldados, tendrían que marchar nuevamente a la batalla
Luego de que los últimos incendios fueran apagados y los cadáveres retirados de las calles, nuestras tropas inspeccionaron la cárcel y los edificios públicos que aun se mantenían en pie, en busca de documentos oficiales y demás cosas, el SIP había sido claro en este punto “ningún papel o documento enemigo es inútil hasta que nosotros así lo creamos, traed todo lo que encontréis”. Bien si eso querían, se lo daríamos.
Mi batallón fue enviado a inspeccionar los edificios públicos y en eso estábamos, cuando el cabo Klimochek, vino corriendo hacía mi, que en ese momento estaba leyendo unos reportes de situación escritos por el alcalde de la ciudad y que se dejo olvidados, cuando huyo de la ciudad.
- ¡Jan ven, ven pronto!, mira lo que encontramos - dijo Klimochek rápidamente
- ¿Qué sucede? – dije sorprendido
- hemos encontrado a un tío que dice es el hijo del Emperador, los republicanos lo han molido a golpes – dijo Klimochek a grito pelado, por la emoción y lo sorprendente del hallazgo
- bien, vamos a verlo – dije yo y pusimos rumbo hasta la cárcel intrigado y sorprendido, me parecía raro que los republicanos lo dejaran vivo si era quien decía que era, sería cuestión de ver
En la celda, mal oliente y sucia, de la igualmente ruinosa cárcel se hallaba un muchacho de mediana estatura, y contextura delgada, visiblemente maltrecho con múltiples moretones y cortes y demás lastimaduras, era cierto, era el príncipe, recordaba su rostro, lo había visto en un retrato que Eugenia le había enviado a maría, estaba tan débil que apenas podía tenerse en pie, reuniendo lo que le quedaba de fuerza dijo:
- saludos y muchas gracias por liberarme, soy Napoleón, el Príncipe Imperial, por favor denme un poco de agua, desde que me capturaron casi no he comido ni bebido – dijo entristecido y abatido el príncipe
Le tendí mi cantimplora, la tomo con avidez y bebió su contenido rápidamente, una vez repuesto, continuo:
- muchas gracias, por lo que veo, son polacos, ¿han venido a combatir a los republicanos?
- hemos venido a vengar las atrocidades cometidas contra nuestro pueblo, su alteza – dije yo poniendo las cosas en claro al maltrecho príncipe
- nada de “alteza”, no puedo tratar tan distante a aquellos que me han salvado la vida – dijo con una sonrisa el agradecido príncipe – llámenme Napoleón o Eugenio como gusten
- bien, venga con nosotros, lo llevaremos con nuestros doctores, su alteza, digo napoleón – dije yo excusándome – es la costumbre
- no te preocupes… - dijo el príncipe intentando recordar mi nombre – Jan, ¿no es cierto?
- si, así es, Jan Deverolsky, capitán de infantería
- lo tendré en mente amigo, dios lo guarde y proteja a usted y los suyos
- gracias, no hagamos esperar al medico – dije yo ayudándolo a caminar
Una vez en el puesto sanitario el príncipe fue atendido por nuestros médicos, que le vendaron las heridas y le entablillaron la pierna izquierda que había sido rota a culatazos por los guardias de la prisión. Finalmente el joven príncipe estaba en buenas manos, su madre se pondría muy contenta, sin duda
mientras tanto, en el Caucaso lo que rugían eran los picos y palas de nuestros ingenieros buscando el tan esquivo y valioso petróleo que Grigori había jurado y perjurado que había en esas regiones y que hasta el momento no habíamos encontrado, pero el bueno de Grigori no se había equivocado, el 18 de marzo de 1871 hallamos en Kabil, en la que había sido una provincia de Akhal Tekke, un enorme yacimiento de petróleo, la importancia de este hallazgo fue recibida con gran algarabía en el reino, las posibilidades económicas eran inmensas
En el frente africano, las cosas marchaban muy bien, Draa cayo ante nuestras fuerzas el 4 de abril y ese mismo día, en virtud de nuestra alianza, tropas británicas procedieron a invadir Fez, los franceses estaban aturdidos por la velocidad y ferocidad de nuestros ataques y no pudieron enviar refuerzos ni montar una defensa ordenada, la única resistencia que nuestras fuerzas enfrentaron fueron los mal montados y peor ejecutados ataques de las milicias nativas y alguna que otra unidad francesa que se hallara rezagada
Desde nuestra base en Montpellier el 1er y 2do ejércitos se movilizaron a Carcassone y Avignon donde encontraron una tenaz pero inútil resistencia por parte de las tropas galas, para el 10 de abril tanto Carcassone como Avignon cayeron en nuestras manos (9) después de feroces combates callejeros contra milicianos y civiles que, viéndose abandonados por el ejercito regular, deciden defenderse solos y montan diversas barricadas y demás obstáculos improvisados, los cuales son rápidamente destruidos por nuestras tropas y se procede a derrotar a estos milicianos, que a pesar de carecer de disciplina, tenían un gran coraje, lucharon como verdaderos leones.
El 13 de abril, una fuerza francesa de 20.000 hombres se enfrento a nuestras tropas en Avignon, en un vano intento para evitar que la ciudad cayera ante nuestras fuerzas pero fueron rápidamente vencidas dichas unidades enemigas.
En vista de nuestra alianza, el Reino de Italia le declaro la guerra a Francia y se movilizo para combatir a las tropas enemigas que se hallaban en la frontera, al norte de Grenoble, a las cuales derroto aplastantemente.
Nuestro avance continúo hacia el norte por varios días hasta que, en nuestro intento por conquistar Rodez, nos enfrentamos a 2 divisiones francesas, unos 20.000 hombres que fueron repelidos días después, entre los muertos enemigos, encontramos documentos que atestiguaban la movilización masiva de tropas hacía nuestra zona (10) las cosas se pondrían muy complicadas para nosotros si el enemigo conseguía montar una ofensiva coordinada, sencillamente no podríamos mantener nuestras posiciones y tendríamos que retirarnos, en vista de estos descubrimientos, se pidió la opinión del ministerio de guerra, el cual en términos claros, concisos y bastante duros, sin razón, nos dijo:
“es el deseo de Su Majestad que las fuerzas polacas en Francia consoliden y fortifiquen sus posiciones lo mejor posible y desgasten lo mas posible a las fuerzas enemigas hasta que se firme la paz con el gobierno galo o se ordene una nueva ofensiva, en caso de que el enemigo sea lo suficientemente tonto para rechazar nuestros generosos términos de paz.
Cualquier oficial o soldado que a cumplir estas órdenes se negara, sería culpable de Insubordinación y Traición a la Patria, se le castigara con pena de muerte y baja deshonrosa.
Vivat Kroll”
La mención a la pena de muerte y insubordinación fueron mal recibidas por todos nosotros, no hubo en toda la campaña un solo soldado o oficial que se negara a obedecer una orden o dudara de la justicia de nuestras acciones, sinceramente alguien en el ministerio se estaba buscando una paliza y aquí había mas de 40.000 tíos listos para dársela.
Sea como sea, la campaña continuo, el 7 de mayo Rodez cayo en nuestras manos y los restos de las fuerzas enemigas huyeron de la ciudad; en el frente africano también había noticias, Marrakech y Agadir habían sido tomadas por nuestras tropas, mientras Fez fue capturada por las tropas británicas, las cuales se aprestaban a tomar Rabat.
El resto de mayo fue monótono y si novedades de importancia solo nos ocupábamos de restaurar el orden en las regiones ocupadas y de repeler algún que otro ataque enemigo de pequeñas proporciones, las charlas de paz iban muy bien, levantamientos en Paris y en Bretaña, además de motines en el ejercito forzaron al gobierno republicano a firmar una paz devastadora para ellos, tendrían que ceder todas las provincias francesas que se hallaban en nuestro poder, también las regiones coloniales, desmovilizar a parte de su ejercito y pagar una enorme indemnización de guerra como pago por todos los crímenes y demás atrocidades que tuvo que sufrir nuestro pueblo.
El débil gobierno francés no tuvo otra opción que aceptar nuestra propuesta, la cual fue firmada el 28 de mayo de 1871. La guerra había terminado
Notas de la Partida:
(1) el aspecto naval de la guerra no ha sido mi prioridad en esta partida, el combate terrestre fue mi prioridad y donde he descollado, aunque en el futuro tendre que crear nuevas flotas, por si acaso alguien se pasa de listo
(2) y había otra mas o menos del mismo tamaño en Toulon, pero ni se movieron durante la guerra, la IA gabacha se comio los mocos, segun parece
(3) en realidad no pasaba nada por esos lados, pero quise ponerlo para darle vidilla a la cosa, y para recordarme que he sido un pardillo al no haber lanzado la invasion desde catalunya, me habria ahorrado mas molestias y me habria ayudado en el desarrollo de la historia, pero bueno ya esta
(4) estuve viendo The Longest Day, version original en blanco y negro antes de escribir el capitulo, no me pude resistir a incluir un guiño a la pelicula
(5) nuestro amigo del principio de la historia, ese que nos ayudo a tomar Varsovia ¿recuerdan?
(6) propaganda encubierta a otro gran foro
(7) de hecho casi toda bretaña estuvo en manos rebeldes, pero luego los gabachos fueron recuperando dichas provincias, para luego perderlas otra vez por nuevas rebeliones, pero esa ya es otra historia, en Avignon y demas provincias, la revueltas eran esporadicas pero con bastante fuerza (7.000 o 8.000 hombres cada vez)
(8) los alemanes tienen La Muralla del Atlantico, ¿por que no iba Gabacholandia a tener su "Muralla de..." aunque solo sea un misero monton de casuchas una al lado de la otra?:rofl:
(9) en la screenshot pueden notar que la provincia no había caido todavia, pero el porcentaje de control iba por 95% por esas fechas y fue detenido por las tropas enemigas que me atacaron, asi que podemos decir que las provincias ya eran mias
(10) eso me pasa por pardillo, tendría que haber llevado mas tropas, no contaba con que se movilizaran tan rapido, cuando la guerra inicio estaban en el norte, en la frontera con Alemania y eso me llevo a confiarme y destinar pocas fuerzas, pense que iba a ser una paseo por el parque, cuando quise darme cuenta tenía a todo el ejercito frances encima, asi que para evitar que me zurraran de mala manera, firme una paz bastante buena para mi
(11) para los que se preguntaban que se me había perdido en el Caucaso, cuando la lie de cojones ahi, esto era lo que se me había perdido, millones y millones de barriles de crudo, que me van a llenar los bolsillos de pasta