Y si... Españoles en Vietnam: la última guerra de Franco.

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Kurt_Steiner

Katalaanse Burger en Terroriste
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Feb 12, 2005
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Repasando la historia del destacamento médico del ejército español destinado en Vietnam entre 1p66 y 1971, se me ha ocurrido esta historia alternativa.

1. El comienzo


Cuando Lyndon Baines Johnson comenzó su búsqueda de aliados tras el incidente del Golfo de Tonkín, uno de los más improbables y, a la vez, más posible, fue Francisco Franco,que llevaba dirigiendo los destinos de España por "la Gracia de Dios" y su ingenio en los últimos veinte nueve años.

Conocido por su odio hacia cualquier cosa que oliera a comunista, Franco contestó con su calma habitual a la primera petición de la Casa Blanca, señalando a los problemas de combatir a una guerrilla. Pese a su reluctancia a tomar parte, cuando Johnson presionó al dictador español pidiéndole el envío de un contingente militar, Franco, que había resistido los "encantos" de Hitler en Hendaya, cedió (1). Tal vez fue por la influencia de su ministro del Ejército, el general Muñoz Grandes, conocido por sus simpatías por-norteamericanas, pudo jugar un papel en persuadir a Franco, que no era, de todos modos, conocido por su proclividad a las influencias extrañas (salvo de los de su señora y las de su hjia). Por el motivo que fuera, al unirse a Johnson, Franco selló su destino.

Muñoz Grandes tenía mucho contacto con militares norteamericanos y había participados en las negociaciones con Washington que habían llevado a los acuerdos firmados por Franco e Eisenhower. Consideraba que la participación de España en la guerra era una manera de estrechar lazos con EEUU, pero Franco era más cauto ala hora de apoyar a Washington de lo que había sido con Hitler. Por eso decidió enviar sólo un equipo médico, que fue destinado al hospital de Truong Cong Dinh, en el distrito de Go Gong, a unos 45 kilómetros de la capital survietnamita, Saigon (2).

A finales de agosto de 1965 (3), cuando el primer equipo médico llegó a Go Cong, en la zona del IV Cuerpo Táctico (IV CT), hacía pocos días que había terminado la operación Starlite, la primera acción a gran escala de las fuerzas norteamericanas en Vietnam. Les siguió, en octubre, un destacamente de ingenieros formado por veinticinco militares españoles destinado a My Tho, la capital de la provincia de Dinh Toung, donde se ocuparon de tareas de reconstrucción de puentes y edificios. Las primeras tropas de contacto llegarían más tarde, el 11 de diciembre, justo seis días después del comienzo de la operación Tiger Hound, destinada a cortar el flujo de suministros a través de la ruta Ho Chi Minh Trail.

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Aquí podemos ver al general Agustín Muñoz Grandes y al general Matthew Ridgway durante la visita
del primero a Washinton en 1954. Había sido invitado por el entonces presidente Eisenhower para
ser agasajado por su intervención en la firma del tratado de cooperación militar entre España y
Estados Unidos. Según cuenta en su diario el entonces agregado militar español en Washington,
Carlos Iniesta Cano, Muñoz Grandes acudió a la Casa Blanca con su uniforme de Teniente General
engalanado con sus condecoraciones, entre las que destacaba la Cruz de Caballero con Hojas de Roble,
lo que causó toda una sorpresa en Eisenhower y en todos los asistentes.

(1) He aquí el punto de divergencia de la historia
(2) Desde 1966 a 1971 casi cien españoles trabajarían en el hospital de Go Gong, bajo estricto secreto, llegando a tal punto que el primer libró escrito sobre ellos en España no se publicó hasta 2006. De todos modos, en la colección de fasciculos NAM Crónica De La Guerra De Vietnam 1965-1975 editada por Planeta en 1988, hay una pequeña referencia al envío de esta misión médica.​
(3) De hecho, llegaron en septiembre de 1966, pero he adelantado un poco las fechas, añadido unos ingenieros y todo lo que vendrá después.
 
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2. Vente a Vietnam, Pepe!

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En Madrid brotaeron los debates sobre qué tropas enviar a Vietnam. Algunos señalaron a los endurecidos vetranos de la Legión. Sin embargo, a pesar de los lazos legionarios de Franco (después de todo, en sus filas ganó fama y gloria), Washington no estaba demasiado seguro de que fuera apropiado. Johnson y su gabiente eran demasiado consciente del controvertido papel de la Legión en momentos claves de la historia española, en especial la más reciente, que había cubierto de infamia al cuerpo por sus atrocidades. Una cosa era estar "aliado" con un régimen dictatorial, y otra muy distinta tener de tu lado a una unidad (teóricamente) llena de criminales y liderado por fascistas.

Al fnal fue el ejército regular el que se ocupó de proporcionar los soldados. Aún antes de decidirse sobre la ideoneidad de la Legión, los primeros soldados españoles ya estaban de camino hacia Vietnam. Eran los integrantes de una batería delñ Regimiento de Artillería de Campaña nº 64, que llego a Vietnam el 11 de diciembre de 1965. Otras dos baterìas llegaron poco despuès, y la fuerza estaba lista par despliegue a comienzos de enero de 1966. En total, cuatrocientos hombres y doce obuses de 105 mm. Inicialmente, esta fuerza artillera estuvo asignada a la 1a División de Infanteria de los EEUU, asignada a proteger los accesos a Saigòn. .

El 15 de enero llegaron los elementos del primer batallón, perteneciente al Regimiento de Infantería Almansa nº 18, que desembarcó en Pleikú, siendo asignado tambén a la 1a División de Infanteria, con la que se familiarizaría con las peculiares formas de la guerra en Vietnam. Mientras, en Madrid proseguía el debate sobre el papel de la Legión a la par que Washington presionaba para que se enviara cualquier fuerza menos esa.

Entonces, el 17 de enero de 1966, un bombardero B-52G que transportaba cuatro bombas de hidrógeno Mk28 colisionó con un avión de reabastecimiento KC-135 durante un repostaje a 9,450 m de altura sobre la costa de Almería.
 
3. La bomba
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La recuperación de las bombas perdidas se convirtió en una pesadilla para Franco. Por unos días, un rincón de España estuvo a punto de convertirse en un desierto infernal por cortesía de la USAF. Pero esto no era todo.

Tan pronto como se supo lo ocurro en Madrid, Muñoz Grandes envió al coronel Guillermo Velarde Pinacho, de la Junta de Energía Nuclear, a investigar lo sucedido en Palomares. Los hallazgos de Velarde han permanecido secretos hasta el día de hoy (1). Fuera por lo dicho por Velarde o no, los planes franquistas para desarrollar una bomba atómica, el denominado Proyecto Islero, fueron abandonados.

Apenas transcurrido un mes de los sucedido, la prensa comenzó a informar del suceso y el incidente de Palomares apareció en la portada del New York Times y del Washington Post el 20 de enero. Los enviados a informar sobre el accidente se encontraron con los enfadados habitantes de la zona, que organizar algunas pequeñas protestas. Entonces, el 4 de febrero, una organización comunista clandestina organizó una protesta delante de la embajada de EEUU en Madrid a la que asistieron 600 personas.. AL Duquesa de Medina Sidonia, Luisa Isabel Álvarez de Toledo, Grande de España y conocida como la Duquesa Roja, fue condenada a 13 mese de cárcel por liderar la protesta.

Oficialmente, las consecuencias del incidente aparecieron cuatro días después cuando, tras a firmar que "el incidente de Palomares demuestra los peligros creados por el uso de la OTAN del aeropuerto de Gibraltar", el gobierno español prohibió que aviones de EEUU y la OTAN volaran sobre territorio español con bombas atómicas a bordo.

Pero eso no fue todo. Franco estaba furioso.


(1) En su libro La historia secreta de las bombas de Palomares (publicado en 2016), Ramón Moreno Izquierdo, escribió que todo lo descubierto e informado por Velarde ha desaparecid ode lso archivos españoles. Que sorpresa, no me lo hubiera esperado jamás.
 
4. Españoles en 'Nam

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Franco había ardido de ira al ver las "manifestaciones comunistas" causadas por le incidente de Palomares. En su España, tras 27 "años de paz", no había comunistas. Pero, por el momento ,eso iba a tener que quedar en segundo término. La "cuestión vietnamita" tenía prioridad. El papel español no debía destacar demasiado (un batallón de infantería, una batería de artillería y elementos logísticos de apoyo, nada más), tal y como había pensado originalmente. Pero el incidente cambió su punto de vista. Justo entonces, cuando Madrid y Washington negociaban la llegada de pilotos y elementos de apoyo y su incorporación a la USAF en Vietnam,. Franco presionó y logró que los pilotos españoles pilotaran aviones con insignias de la USAF, no españolas,. El problema era la demanda franquista de que apoyaran primariamente a la "Fuerza Operativa Española en Vietnam (o FOEV), aunque Washington hubiera preferido enviarlas a donde fuera necesario. En ese aspecto, las negociaciones estaban estancadas.

Sin embargo Franco, además, estaba decidido a aumentar la participación española en Vietnam. Ningún comunista iba a desafiarle, ni en casa ni fuera. Por eso, en mayo de 1966, la tropas de tierra españolas aumentaron a dos batallones, llegando un tercero a comienzos de 1967, y se aumentó el componente aéreo, que incluyó tres escuadrones, uno de transportes Caribou (1), otro con helicópteros UH-1 Iroquois (2) y un tercero operando bombarderos ligeros Canberra (3). BDestinados en al base de Tan Son Nhut, cerca de Saigón, los Canberras realizarían numerosas misiones de apoyo tantopara las tropas españolas como aliadas, mientras que los helicópteros y aviones de transporte realizaban misiones de apoyo logístico para la FOEV y movían las tropas de un rincón a otro del campo de batalla.

Estando así las cosas, las tropas españolas recibieron su bautismo de fuerza en las plantaciones de caucho de Xa Cam My, a 68 kms al este Saigón. Originalmente una operación de búsqueda y destrucción por parte de tropas norteamericanas para destruir un batallón de élite del Vietcong, el D800, la compañía C, 1 Batallón de Infantería, FPEV, cayó en una embocada. Cuando los españoles luchaban por sus vidas, otra compañía, de la 1a División de Infantería de los EEUU, cayó en otra emboscada, sufriendo un 80% de bajas. Comparativamente, los españoles tuvieron mejor suerte. Mientras la C luchaba y quedaba clavada al terreno, la compañía B partió en socorro de sus compañeros, pero pronto quedó atascada luchando en las plantaciones. Tras cuatro horas de lucha, ambas unidades se reunieron, con grandes bajas y escasas de munición. En total, sólo 300 hombres de ambas compañías estaban en condiciones de seguir la lucha, pero, por suerte, Victor Charlie se había retirado.

(1) Históricamente: el Ejército del Aire adquirió en 1967 treinta de Haviland DHC-4 (denominados aquí T.9) en varios lotes. Fueron destinados al Ala 37, primero basada en Albacete y posteriormente en Villanubla, y al Ala 35 de Getafe. Estuvieron en servicio hasta su sustitución por los CASA CN-235.
(2) Históricamente: Los primeros UH-1 llegaron a España el 29 de julio de 1966. A día de hoy, helicopteros UH-1H (HU-10) aún siguen operativos con las FAMET.
(3) El Martin B-57 Canberra era una copia mejorada del también bombardero británico English Electric Canberra,
 
5. Guerra fluvial
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La misión española fue asignada a la provincia de Tiền Giang, en Vietnam del Sur, con capital en Mỹ Tho. Por su proximidad a Saigón, Mỹ Tho era la tradicional entrada al Delta del Mekong, y Washington tenía sus dudas respecto ad ejar a los españoles a cargo de tan sensible zona debido a su total inexperiencia. Además, la ciudad era base para diversas unidades de patrullas fluviales de la U.S. Navy’s River Patrol Force. Además, se estaba construyendo en la capital de la provincia una gran base fluvial porque My Tho estaba en el cruce de la Ruta 4, la única buena carretera que cruzaba el delta y el río Mỹ Tho, que permitía a la marina llevar a cabo la operación Game Warden para cortar el flujo de suministros enemigos por el Delta. Asimismo, estaba cerca de la provincia de Kien Hoa , donde, supuestamente, había nacido el Vietcong y, además, era un punto fuerte de la guerra. Varios ataques con morteros y cohetes sobre la base naval demostraban lo cierto de estos temores.

Mỹ Tho era también la base de las unidades navales norteamericanas que formaban parte del Grupo de Asalto Fluvial de la marina sudvietnamita. Así, los soldados españoles debían pacificar y asegurar la zona, aunque tuvieran poco que ver con al base naval. En junio de 1966 un sección de diez patrulleros de la División Fluvial 53 comenzaron sus patrullas desde la base de My Tho, que aún estaba en un estado básico, con la munición y repuestos almacenadas en tiendas. Hasta marzo de 1967, la base no estuvo completamente operativa.

Mientras, en al zona de Tiền Giang, los españoles comenzaron a aplicar sus tácticas, en parte procedente de las lecciones aprendidas en Marruecos y en el Sahara más los consejos recibidos de los norteamericanos. Sin embargo, los mandos españoles estaba decididos a "luchar su propia guerra táctica", tan independientemente de los EEUU como fuera posible. El resultado fue la Operación Martillo, que buscaba destruir los cuarteles del VC que se ocultaban en el subsuelo de la zona bajo responsabilidad española. Teóricamente, era una operación conjunta hispanoamericana que incluía a la 2a Brigada de la 9a División de Infantería de EUU y los dos batallones españoles.

Con la situación bélica alcanzando un punto crítico con la ofensiva del Vietcong de la estación húmeda en junio de 1965, el general William Westmoreland, que estuvo al mando de las fuerzas de EEUU en Vietnam desde 1964 a 1968, solicitó más refuerzos para apoyar al ARVN. Pese a esto, el tercer batallón español no llegaría a su destino hasta comienzos de 1967. Incorporadas a las fuerzas estadounidenses, las tropas españolas serían empleadas principalmente en operaciones de búsqueda y destrucción usando las fuerzas aeromóviles para insertar infantería ligera y unidades de artillería , mientras que los norteamericanos proporcionarían apoyo aéreo, evacuación de bajas y se ocuparían de la logística.
 
6. Primera sangre

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El delta del Mekong hab'ia sido el objetivo de las tropas norteamericanas durante la operación Marauder (enero de 1966), lanzada por la 173a Brigada Aerotransportada. Desde entones nadie se hab´`ia adentrado en la zona. Para esta ocasión, el comandante de la Fuerza Operativa Española en Vietnam (FOEV) emplazó su puesto de mando y una base de fuego de apoyo cerca de la base aéra de Bao Trai airfield, en la privi8ncia de Hau Nghia, 35 millas al oeste de Saigón, y entoncse los dos batallones de la FOEV fueron helitransportados a dos LZ (landing zone) el 16 y el 17 de junio. Una LZ estaba al oeste del río Co Dong y la otra al oeste. De ahí partiriía la operación de búqueda y destrucción. la operación Martillo.

El 1er Batallón de la FOEV aterrizó en su LZ (llamada Jamón) sin encontrar resistencia, pero tan pronto los soldados españoles iniciaron su avance, la compañía B se encontró, cerca del río, con una línea de bunkers defendida por entre 50 y 60 vietcongs. De inmediato el enemigo fue castigado por la arillería y los ataques aéreos, pero aún así el enemigo resistió durante uan hora y luego desapareció. Los inundados arrozales y las plantaciones de azúcar resultaron ser un gran obstáculo para los perseguidroes españoles.

A la mañana siguiente, 17 de junio, el 2o batallón fue helitransportado a la LZ Vino, desde donde enlazaría con el otro batallón. Antes, la zona fue "ablandada" por ataaques aéreos, helicópteros cañoneros artillería. Como los cañoneros recibieron denso fuego enemigo y apreciaron movimiento de tropas en la zona, se desplazó al noroeste, y el desembarco de la primera oleada de soldados españoles se realizó sin problema alguno. La segunda fue recibida con fuego esporádico y, poco a poco, la resistencia fue creciendo. Pronto todo el batallón se encontró bajo fuego enemigo procedente de numerosos bunkers situados a unos cien o trescientos metros de la LZ. Habían encontrado al 267 Batallón del VC.

A las 1030, una compañía del 2/503/173 fue helitransportada a la LZ Vino. Entonces, a las 11:30 los soldados españoles y americanos comenzaron el ataque hacia el sudoeste, avanzando lentamente hasta que, al cabo de una hora de sangrientos combates, la compañía A del 1er Batallón español logró romper la línea de los bunkers tomando uno y penetrando en las defensas del VC, que comenzó a retirarse en varias direcciones por las marismas, dejando detrás 64 cadáveres y gran cantidad de equipo. Los soldados aliados, al avanzar, descubrieron una intrincada red de túneles abandonados.

Durante los días siguientes las patrullas, del tamaño de un pelotón, registraron la zona sin encontrar al enemigo. El 6 de junio, patrullas del 1er Batallón encontaron el cuartel abandonaron el 267 Batallón en las cercanías def Ap Xuan Khanh. La zona estaba densamente minada, por lo que se trasladaron ingenieros, equipos de demolición y ratas de tunel para ocuparse de ello. Tras una cuidadosa busqueda, se capturaron seis automáticos y gran cantidad de municiones, así como un importante archivo con la lista de miembros del partido comunista local.

El 8 de junio de 1966, la Operación Martillo llegó a si fin. Se contaron 100 cadáveres enemigos y el 267 Batallón del VC quedó feura de combate durante un buen tiempo. Asimismo, el grueso de las tropas del Vietcong había comenzado a replegarse hacia el sur, según los informes de inteligencia. Las bajas españoles sumaron 8 muertos y 45 heridos.
 
7. Acostumbrarse a `Nam.

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Acostumbrarse a luchar en la selva fue una de las tareas más complicadas para los soldados españoles. La experiencia similar más cercana habia sido luchar en las Filipinas, y de eso hacía mucho tiempo. Para el español medio de los años 60 la jungla vietnamta podía ser un peligroso enemigo, incluso para los que estaban acostumbrados a vivir en el campo y su dura existencia. Después de todo, la meseta española no era un lugar donde pudieras encontrarte 133 clases diferentes de serpientes. Incluso a los que se habían batido el cobre cazando lobos Vietnam era algo fuera de lo común. Una patrulla en la jungla era una experiencia tan horrible para el soldado español como el norteamericano.

Luego estaba la complicada situación política vietnamita. A la lucha contra el enemigo comunista se sumaban los problemas del gobierno de Saigón con los budistas, que, tras la crisis de 1963 que había llevado al golpe de estado que puso fin al gobierno de Diem y el asesinato del presidente, entraba en una nueva fase con la rivalidad existente entre el primer ministro survietnamita, el mariscal del aire Nguyễn Cao Kỳ, y el general Nguyễn Chánh Thi. Este último era conocido por su participación en numerosos golpes de estado en los años 60 y había tenido un peso considerable en las junta militares que habían regido el país desde 1964 a 1966. Además, Thi era budista.

Según algunos, Thi quería deponer a Kỳ, al que consideraba como el mayor enemigo de la estabilidad de la junta. Thi era un conspirador nato con, según Ky, "tendencias izquierdistas". Cuando la revista Time publicó un artículo en febrero de 1966 en el que se decía que Thi era más dinámico que Kỳ, al que podía reemplazar en cualquier momento. Huelga decir que el primer ministro se tomó muy mal el artículo y decidió eliminar a su rival, que era el comadnante del I Cuerpo, que se ocupada de la defensa de las cinco provincias del norte de país. Además, tenía la lealtad de sus soldados y el apoyo de sus budistas. Esto, sumado a las diferencias regionales, daban a Thi una poderosa base social y dificultaba que nadie maniobrara contra él. Además, Thi era uno de los miembros más influyentes de los diez componentes de la junta.

Los informes apuntaban a que Thi empezaba a insubodinarse. Incluso el general Westmoreland informó ao Washington que Thi se había negado en una ocasión a informar Kỳ cuando le fue solicitado. Por todo ello, el primer ministro veía a su rival como una gran amenaza para s uautoridad. Preocupado por su lectura negativa de la prensa americana y temiendo que reflejaran la posición oficial de Washington y estuvieran apoyando un golpe de estado, Ky actuó contra Thi y, con el apoyo de 8 de los generales que formaban la junta, le destituyó de sus cargos en la junta y como comandante de cuerpo el 10 de marzo de 1966. Kỳ acusó a Thi de ser demasiado izquierdista, de regir el I Cuerpo como un señor feudal y de tener una amante sospechosa de ser comunista.

Nada de esto persuadió al monje activista Thích Trí Quang, que aprovechó el momento para repetir las demandas budistas de un gobierno civil, lo que llevó a inmediatas protestas públicas contra el gobierno. Las operaciones militares contra el Vietcong se frenaron en seco y Ky permitió que Thi asumiera de nuevo el mando del I Cuerpo antes de partir a los EEUU, pero fue demasiado tarde. Los budistas se unieron a los estudiantes y a los partidarios de Thi en el ejército y exigieron una gobierno civil y elecciones. Las huelgas detuvieron la actividad civil en la zona y las operaciones militares se paralizaron. Los disturbios se extendieron hasta Saigon y otras ciudades del sur, A comienzos de abril, el prmier ministro declaró que Da Nang, la captial del I Cuerpo, había caído bajo control comunista, y lanzó al ejército contra los reveldes. Para la segunda mitad de mayo los rebeldes estaban siendo derrotados de manera gradual, pese a las objecciones americanas que tales acciones debilitaban el esfuerzo militar contra el Vietcong y causaban demasiados daños colaterales. Sin embargo, cuando las fuerzas de Kỳ recuperaron Da Nang y Huế tras duros combates callejeros, la influencia política budista en la política del país llegó a su final y Washington se puso de lado Ky de manera abierta y clara, apoyando con su aviación al as fuerzas elaltes. Al final del levantamiento, Trích Tri Quang fue arrestado y confinado en su casa mientras que Thi partió a EEUU. (1)

Mientras todo esto pasaba en el norte, los soldados españoles estaba ocupados con la operación Martillo y no se enteraron de demasiado, salvo alguoms rumores, rumroes que, por supuesto, no llegaron a España más que de manera muy sesgada a través de la escasa prensa internacional que llegaba por medios "alternativos" al del régimen franquista.

(1) Salvo por mover de manera clara a los EEUU a apoyar a Ky, todo lo aquí explicado sucedió históricamente. Aún me sorprende que Vietnam del Sur no hubiera sido ocupado por los comunistas entre 1961-1965.
 
8. La batalla de la base de combate Annual

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En Madrid se escuchaban voces en las alturas reclamando el envío de la Legión o de los Regulares hasta que Franco puso final a tales murmuraciones. Washington no veía con buenos ojos que se enviaran tropas com oesas a Vietnam, pues podían traer a la mente el pasado colonial francés de Indochina. Por el momento, sólo se enviarían tropas del ejército regular. También se consideró el enviar o no reclutas. Después de todo, Australia lo estaba haciendo tras aplicarse el National Service Scheme en 1964.

Los reclutas ya habían participado en la guerar del Ifni, pero, por el momento, no urgía la necesidad de conseguir más hombres. Lo que sí se hizo fue enviar un pequeño destacamento naval para que se suamra a la 7a Flota en el Golfo de Tonlín. Estaría formada por el viejo crucero pesado Canarias y cautro destructores, uno de ellos el más moderno de la flota, el Oquendo (D-41) (1), que entró en servicio en 1963. La breve estancia de los barcos españoles en aguas Vietnamitas (estaban de regreso en España a finales de 1967) resultaría ser una de las partes más tranquilas de toda la participación española en Vietnam.

Mientras, las tropas españolas estaban dedicadas a pacificar la zona asignada y asegurarla. En ello se encontraba la compañía C del 1er Batallón cuando fue emboscada por el Vietcong. La compañía se había hecho "famosa" recientemente cuando, al acampar de noche, encendieron fuego y cantaron alegremente. Al ser amonestados por eso, pues podían haber alertado al enemigo, la respuesta de los perplejos soldados españoles fue:

"Si nos hubieran disparado, hubieran revelado su posición y nosotros habríamos llamado a la artillería. Si nos hubieran atacado, los hubieramos hecho pedazos".

Las patrullas españolas provocaron que el VC enviara a su regimiento 527 a la zona, reformado por un batallón del VC local. Aunque los norteamericanos habían identificado un transmisor de radio del cuartel del regimiento, su presencia en la zona fue una sorpresa toatl para todos, pues las patruillas españolas no lo descubrieron ha sta que fue demasiado tarde. Así, en la noche del 24 de julio, el enemigo abrió fuego con morteros, cañones sin retrocesa y artillería contra el Puesto Annual, una base avanzada defendida por la Compañía C, hacia las 2:45. Duró diez minutos y machacó las trincheras y bunkers, causando 15 heridos, muriendo más tarde unod e ellos. El fuego de contabatería calló a algunas piezas enemigas y, al poco, el fuego enemigo cesó. Los españoles permanecieron alerta, pero no pasó nada.

A las 04:01, tras un breve ataque de morteros, al sonido de las corneteas, una masiva ola humana se lanzó contra el Puesto Annual. La artillería propia abrió fuego, epro el combate era a corta distancia. La compañía se vio forzada a retirarse al reducto central, que había sido fortificado a conciencia. Atrincehrado en la atestada posición, pidieron más apoyo artiller, consiguiendo disponer de las 24 piezas del Regimiento de Artillería de Campaña nº 64. Pese a ello, el Vietcong continuó atacando.

Se envió a la compañía A en APC M113, para asegurar la base y evacuar a los heridos, pero, antes de que pudiera llegar, el Vietcong se retiró al aproximarse el amanecer y, con ello, la desagradable visita de la USAF.

Tras la batalla, los mandos españoles reclamaron 124 bajas enemigas por 8 muertos y 24 heridos propios.

Ahora los soldados españoles querían vengarse.



(1) Famoso por su malos motores "Rateau-Bretagne", que, además de franceses, eran una mierda (¿estoy siendo redundante?), el Oquendo tuvo una carrera bastante corta y llena de problemas, que causaron su retirada en esta arealdiad alternativa de la misión vietnamita.
 
10. Tras la batalla.

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Durante los dos días siguientes las tropas españolas y las del ARVN lanzaron varias operaciones de búsqueda y destrucciòn en la zona que resultaron decepcionantes al no encontrar tropas enemigas. Aparentemente, el Vietcong desapareció en el aire. Unas pocas escaramuzas que apenas dejaron una docena de cadáveres enemigos fueron el único resultado palpable, lo que causó considerable insatisfacción entre los mandos españoles. Era obvio que los comunistas habían preparado una ruta de escape y no se habían molestado en montar una resistencia futil.

Más tarde se puso en duda la precaución usada en perseguir al enemigo, pero lo cierto es que las unidades enemigas, como el Regimiento 274, todavía estaban en la zona, según los informes. Esto, obviamente, forzó que los comandantes españoles fueran cautos. También es cierto que las tropas españolas carecían de los medios para lanzar una operación de semejante envergadura, por lo que la oportunidad de destruir al todavía vulnerable Vietcong desapareció.

Anunciada como una victoria contra la adversidad, la prensa occidental cubrió ampliamente la batalla y los titulares españoles exaltaron el valor patrio. Los comandantes españoles fueron felicitados por Madrid, Saigón e incluso por Washington. Por su parte, pese a sus bajas, el Vietcong afirmaba haber derrotado a los españoles y Hanoi afirmaba que "han muerto 700 españoles, se ha aniquilado a un batallón y se han destruido 21 tanques" (1).

La Compañía C recibió una Citación Presidencial por el presidente Johnson el 21 de marzo de 1967. Franco, por su parte, lanzó un diluvio de medallas sobre la tropa: 17 fueron condecorados con la Medalla del Ejército (Army Medal) y otro la Cruz de Guerra. El comandante de la compañía, el capitán Teodoro Cuetos, recibiría posteriormente la Medalla Militar y varias medallas survietnamientas fueron entregadas a 25 soldados españoles. En 2009, el gobierno español presidido por el socialistat Josep Borrell, condecoró a otros diez oficiales y soldados con la Medalla del Ejército.

(1) No se emplearon carros de combate en la batalla, sólo transportes acorazados de personal.
 
Espero que no estés sugiriendo que por escribir esta ucronía me he vuelto franquista de repente... ay, que me entra la tos de tanto reìr. No, imagino que no.
 
Espero que no estés sugiriendo que por escribir esta ucronía me he vuelto franquista de repente... ay, que me entra la tos de tanto reìr. No, imagino que no.
Paco Steiner no suena mal
 
Lo de Kurro Steiner en Villalobos tenía su razón...