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Ciutadans: La federación europea (2013-2018)



La victoria de Ciutadans llevaba meses viéndose como algo probable, pero no por ello fue menos sorprendente cuando finalmente ocurrió; el sistema de partidos aragonés se había mantenido más o menos inmutable desde la postguerra, con socialistas y liberales-conservadores turnándose en el poder durante los últimos 60 años. La irrupción de una tercera fuerza sólo había sido posible al grave desgaste que los dos partidos tradicionales había sufrido durante los años de crisis y a su incapacidad para proporcionar soluciones; desde un principio, su líder Rivera se había presentado como el hombre del cambio, alejado de las soluciones de ultraizquierdas que el otro movimiento surgido de la crisis, las CUP, proponían. De hecho, no había sido hasta prácticamente la precampaña electoral que el ideario de su partido se había acabado de definir, haciendo una apuesta marcada por el liberalismo, marcando distancias con LiD al no tener facción conservadora ni aparentes casos de corrupción.

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Rivera, presidente de Aragón
Desde un principio, la gestión de Rivera estuvo marcada por la necesidad de encarar los dos mayores problemas con los que Aragón se enfrentaba: la recuperación económica y la crisis de refugiados en el Norte de África. En el terreno económico, se aprobaron varias leyes encaminadas a favorecer la creación de empresas y movilidad laboral. Y aunque tales esfuerzos fueron parcialmente exitosos, con los valores de crecimiento recuperando sus valores pre-crisis ya en 2016, fracasaron en encontrar solución tanto a la crisis de deuda en la que el país llevaba años sumida como a la creciente desigualdad.

La solución a la cuestión de los centenares de miles de refugiados que habían llegado a Argelia y Túnez desde que empezara la guerra civil en la Unión Africana se presentaba aún más complicada.
Ya durante el mandato anterior se habían tomado medidas para establecer campamentos donde acomodarlos, pero éstos no habían tardado en verse desbordados ante la incesante llegada de personas. A principios de 2014, se tenían contabilizados un millón, cifra que se duplicó en apenas un año.

Desafortunadamente, no parecía que la guerra fuera a terminar en un futuro próximo; de hecho, la solución pacífica no hacía sino verse más lejos cada día. Aunque extremadamente heterogéneo desde un principio, el bando rebelde había contenido las fricciones entre sus miembros gracias al desprecio común a Gadafi, pero con el estancamiento de la guerra, las brechas habían empezado a aparecer. Especialmente, la tensión con la rama de al-Qaeda en Egipto (que, aunque rechazada por el resto de las facciones rebeldes, había estado de facto colaborando con ellas y recibiendo equipo estadounidense) había llegado a un punto crítico después que los islamistas conquistaran todo Egipto. El establecimiento en la región (dividida entre un delta del Nilo de mayoría chií y un alto Egipto de mayoría católica), de un cruel gobierno basado en la ley islámica y el inicio de persecuciones contra los cristianos de la zona a principios de 2014 llevaría finalmente a la rotura total. No mucho después, incluso la propia al-Qaeda condenó a los métodos extremos del grupo, que se renombró como “Estado Islámico de Egipto”.

Rota toda asociación con los rebeldes, los islamistas abandonaron temporalmente el objetivo de marchar hacia el oeste cristiano africano, y en vez de ello pusieron sus ojos en la vecina Arabia, de población musulmana y enormemente debilitada por la lucha contra una insurgencia que no había cesado pese a la retirada estadounidense. Tras tantear el terreno en una serie de pequeñas ofensivas durante primavera del 2014, los islamistas finalmente lanzaron una invasión general en mayo, poniendo a la fuga a las fuerzas árabes y conquistando Transjordania en cuestión de días. Pero lo peor estaba por llegar. Continuando hacia el norte, el ya renombrado ISES capturó Damasco a principios de junio, junto con multitud de suministros y material militar. Victorioso, su líder Abu Bakr al-Baghdadi se trasladó a la ciudad, donde a finales de mes se proclamó califa de un nuevo “Estado Islámico” y llamó a todos los musulmanes del mundo a unirse a él. Asimismo, anunció que el canal de Suez, controlado ahora por su grupo, quedaba cerrado a no musulmanes.

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Guerra civil africana y Estado Islámico a principios de 2015. Rojo: gobierno; verde: rebeldes; negro: Estado Islámico.
La rapidez con la que se había sucedido los acontecimientos causó un shock mundial. El anuncio de la clausura de Suez causó enormes pérdidas en las bolsas mundiales, mientras que el rápido derrumbe de Arabia dejó en evidencia las desastrosas consecuencias de la intervención estadounidense en la zona durante la década anterior. A su vez, el hecho de que gran parte del armamento usado por los yihadistas hubiera sido proporcionado por los Estados Unidos provocó gravísimas críticas contra la estrategia de Clinton en la zona. Por su parte, China pudo congratularse de haber apoyado a Gadafi, y acusó a los estadounidenses de negligencia en su apoyo a los “terroristas” que comprendían el bando rebelde.

La magnitud del desastre forzó a Clinton a replantearse su posición en la región. La reacción inmediata fue ordenar una operación para retomar Suez, que se lanzó apenas dos semanas de la proclama de al-Baghdadi y que fue un éxito rotundo, reestableciéndose el tránsito marítimo. Sin embargo, los estadounidenses se negaron a ir más allá. Invadir Egipto y el Levante para echar al ISES sólo podía llevar a una repetición de la guerra de Arabia que tantos problemas había traído; los árabes y africanos tendrían que liberarse por sí solos.
A la vez, sabiendo que el único bando de la guerra civil africana que hacía frontera con el Daesh era Gadafi y que entre los rebeldes se encontraban muchos grupos radicales de dudosa lealtad a los ideales democráticos, se decidió fulminar la ayuda a la rebelión, y en vez de ello, se decidió dedicar tales recursos a ayudar a Arabia a reconstruir sus fuerzas armadas, a la vez que se proporcionaba soporte aéreo a lo que quedaba de su ejército.

El resultado de todo ello fue un incremento de la confianza en la victoria del régimen de Gadafi, a la vez que aumentó la desesperación de la oposición. Y con el norte de África siendo el principal bastión rebelde, se empezó a producir el alud de refugiados mencionado anteriormente, causando enormes incrementos de tensión en la zona.
Políticamente hablando, la situación finalmente estalló en 2015, cuando elementos rebeldes intentaron usar territorio Aragonés para flanquear a las fuerzas gubernamentales en el litigio que mantenían por la región de Oran, resultando en varios enfrentamientos que se saldaron con la muerte de media decena de solados aragoneses.

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La situación en el Norte de África empezó a hacerse insostenible.
La volatilidad de la situación en el norte de África llevó a España y Aragón a solicitar ayuda del resto de la UE. Con la cifra de llegados acercándose a los tres millones, empezaba a ser imposible no sólo ya mantener a tal cantidad de población, sino establecer un mínimo control sobre ella. A finales de 2015 pues, se aprobó una política común europea de redistribución de refugiados, basada en indicadores como población y poder económico, y poco después, los campos de refugiados del Norte de África se empezaron a vaciar.
El apoyo bizantino a la redistribución, motivado por la propia crisis de refugiados que se estaba viviendo en Siria, había resultado clave para que se apoyara la propuesta, pero ello no había evitado que varios países, especialmente los del Norte, mostraran abiertamente su disconformidad con la medida.

En buena parte, la desconfianza norteña ante la medida venía dada por la posibilidad que los llegados se acabaran convirtiendo en inmigrantes ilegales, pero también por el clima de paranoia que se había apropiado de Europa durante este último año ante los inmigrantes. Probablemente inspirado por los éxitos apabullantes del estado islámico, a partir de 2015 se produjo un resurgimiento del terrorismo islámico a lo largo del continente y no tuvo que pasar mucho tiempo para que algún empezaran a señalar a infiltrados entre los recién llegados como los perpetradores (que la mayor parte de refugiados provinieran de regiones católicas poco importó).

El primer caso grave se daría a principios del año en París, donde una serie de hombres armados asaltaron las oficinas de una revista satírica que había publicado caricaturas de Mahoma años atrás. Pero ello no sería nada comparado con los sucesos que se dieron en noviembre en la misma ciudad, cuando varios terroristas atacaron con fusiles de asalto una sala de conciertos de la capital francesa, causando más de un centenar de víctimas. Aragón mismo también caería víctima del islamismo radical durante el año siguiente, cuando un yihadista usó un camión en Niza para arrollar a los transeúntes del paseo marítimo, con catastróficas consecuencias. Dos años después, la escena se repetiría en la capital, aunque afortunadamente, a mucha menor escala.

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La furgoneta con la que se perpetró el atentado de Barcelona en 2017.
Para entonces, los cuerpos policiales europeos ya habían mejorado enormemente en su lucha antiterrorista, y nuevos ataques se estaban haciendo más y más raros. Adicionalmente, la serie de derrotas que el ISES empezó a sufrir por esas fechas (durante ese año, renovadas fuerzas africanas y árabes reconquistaron Egipto y Siria) también contribuyó a reducir su prestigio y potenciales seguidores en Europa dispuestos a cometer actos terroristas en su nombre.
Pese al enorme retroceso del ISES, la guerra civil en África no dio signos de estar cerca a terminar, y la llegada de refugiados continuó durante el resto de la legislatura

Dejando de lado la de los refugiados, la otra gran crisis que sufrió Europa fue la decisión británica de abandonar la unión en 2016. Una combinación de los efectos de la crisis (que fueron atribuidos a la decisión tomada dos décadas antes de adoptar el Euro como moneda), crecimiento de la inmigración de países del este, insatisfacción ante las cuotas de refugiados y oportunismo político de culpar a los europeos continentales, acabó llevando al primer ministro británico David Cameron a hacer un referéndum para la permanencia en la unión, que ante todo pronóstico (incluido el suyo) acabó ganando. El proceso para salir de la unión empezó poco después.
Contrariamente a lo esperado por algunos, la salida de los británicos ayudó a cohesionar al resto de miembros, pues, buscando obtener el acuerdo más favorable posible (y libres de la influencia tóxica que en ocasiones los británicos habían tenido en reuniones comunitarias), cerraron filas ante un “rival” común.

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Cameron presentando su dimisión tras saberse los resultados.
Pero si el brexit fue un revuelo electoral, no fue nada comparado con el que se produjo en Estados Unidos. La inefectividad de Clinton para paliar los efectos que había tenido la crisis en la clase media, el relativo declive del país frente a una cada vez más fuerte China, el desastroso resultado de su política en el Norte de África, la demonización de la gestión de la presidenta por ciertos sectores, y la manipulación de la propaganda en redes sociales, resultó en la derrota de la presidenta en las elecciones de 2016 frente al magnate televisivo Donal Trump, que había prometido hacer “América grande de nuevo”.

La retórica de Trump, populista y xenófoba, vino acompañada de ideas proteccionistas y egoístas, así como de la necesidad de deshacer toda la obra de su predecesora. El resultado sería un verdadero terremoto político en la diplomacia internacional; calificando los tratados de libre comercio como “los peores acuerdos en la historia de los acuerdos”, el nuevo presidente se movió para sacar a los EEUU del NAFTA (que permitía libre comercio entre los EEUU, Quebec, Terranova, los Estados Confederados, y México), del acuerdo transpacífico que estaba a punto de ser firmado, y notablemente, de los acuerdos del clima de París. Estos últimos habían sido uno de los grandes proyectos de Clinton, siendo un segundo intento de lograr un pacto contra el calentamiento global tras el fracaso de Gore. El éxito de la nueva empresa había sido mucho mayor, logrando que se adhirieran a él todos los países del mundo y requiriendo unos mayores compromisos. Pero para Trump, negacionista climático, lo importante era que había sido obra de su predecesora, y decidió abandonarlo unilateralmente. Otros de sus movimientos diplomáticos incluyeron el inicio de guerras comerciales contra Europa y China.
En conjunto, las acciones de Trump tuvieron el efecto contrario al que él buscaba; en vez de potenciar la economía americana, la frenaron; en vez de hacer los Estados Unidos el líder indiscutible del mundo de nuevo, aceleraron el declive de su influencia.

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Trump durante la reunión del G7 del 2018, enfrentado a la primera ministra escandinava Angela Merkel.
De igual modo que el brexit, la presencia de un elemento hostil en un país que se había visto hasta hacía poco como aliado propició a Europa a juntar filas, y durante 2017 y 2018 se avanzó en potenciar el desarrollo de la política común. La elección del europeísta Emmanuel Macron como presidente francés en 2016 fue uno de los mayores revulsivos al respecto, especialmente dada la rápida sintonía que obtuvo con Rivera. Con ambos deseando acelerar a pasos agigantados la unificación europea y siendo Aragón y Francia la 2ª y 3era economías de la unión, tales ideas pasaron a poder ser implementadas con mucha más facilidad. A principios de 2017 se creó por primera vez un presupuesto común, y en septiembre del mismo se estableció un pequeño ejército que estaría bajo control de Roma. Pero tales cambios se quedaban cortos para ambos líderes. El último objetivo de ambos era realizar una reforma política total que confiriera a la UE un verdadero gobierno, con un sistema político parlamentario no muy distinto del de la mayoría de miembros de la unión. Pero esa era la línea que Bizancio, el mayor poder de la unión, no estaba dispuesto a atravesar, pues implicaría perder la soberanía nacional. Para un país que se jactaba de 2770 años de continuidad histórica, ello era intolerable, y todo intento de negociación fue en vano; la UE no se iba a convertir en una federación propiamente dicha.

Pero la negativa romana de transformar la UE en unos Estados Unidos de Europa no iba a detener a Rivera y Macron, que respondieron abrazando la máxima expresión de la idea de la Europa a distintas velocidades. A principios de 2018, pocas semanas después del fracaso de las negociaciones para la reorganización de la UE, ambos anunciaron en una conferencia conjunta que ellos iban a abrir el camino, y que aquellos que los quisieran seguirles lo hicieran, y quienes no, no. Tras haber consultado con los otros partidos de sus respectivos países y haber recibido su apoyo, anunciaron la propuesta de la creación de una federación entre ambos países, con el objetivo de servir de núcleo para una nueva Federación Europea, en la que podrían unirse todos los miembros de la UE que quisieran. Dentro de la UE, la federación pasaría a existir como un miembro más, sustituyendo a sus constituyentes. La propuesta fue aplaudida por buena parte de los estados de Europa Occidental, y para mitad de año, España, Gascuña, Alemania, Gales-Irlanda y Güeldres habían ya manifestado su interés en unirse.
Previamente, pero, tendría que aprobarse la propuesta en los parlamentos y por referéndum; en Aragón, los trámites parlamentarios se realizaron durante la primera mitad de 2018, a la vez que se fijaba el referéndum para coincidir con las elecciones planeadas de junio de 2018. Tras votarse favorablemente en el parlamento a principios de junio las modificaciones necesarias a la carta magna, el centro de atención pasó a los comicios, en los que la oposición, aunque en favor de la propuesta de federación europea, atacaron a Ribera en cuanto al tipo de estado que se quería que fuese. Finalmente, el líder de ciutadans ganó tanto los comicios como el referéndum.

Los últimos meses de Aragón como estado independiente transcurrieron en medio de reformas para adecuarse al nuevo estado. Tras confirmarse la inclusión de Aragón, Francia, España, Gascuña, Alemania, Gales-Irlanda y Güeldres como estados fundadores, se decidió designar Bruselas como capital en parte por su lejanía a la capital de la UE (Roma). Los nuevos partidos políticos se constituyeron en base a los existentes en la UE, pero sin estar basados en federaciones locales. El 1 de enero de 2019 fue marcado como fecha para la constitución del nuevo estado, que sería llamado “Federación Europea”. Se decidió constituir una presidencia comuna temporal formada por miembros de todos los estados miembros mientras no se realizaban elecciones constituyentes, aunque había ya cierto consenso en ciertos puntos clave, como el tipo de estado (sistema parlamentario federal, con los estados constituyentes basados en los antiguos estados soberanos). Y aunque los detalles requerían varios años más, esa fecha fue de facto cuando el estado que se había creado en 1821, con la aprobación de la última constitución; o en 1773, con la constitución del estado liberal; o en 1000, con la creación del reino de Aragón; o en 872, cuando Guifré se había hecho con el condado de Barcelona; o incluso en 865, cuando Guifré había sido nombrado conde de Rosselló y Cerdanya, dejó de existir como ente independiente.

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Estados fundacionales de la Federación Europea.

 
Last edited:
Este capítulo cubre casi exactamente el mismo periodo de tiempo que he tardado en escribir todo el AAR, 5 años (este va de 2014 a 2019, el AAR lo empezé a mediados de 2013 hasta ahora). Siendo 91 capítulos, creo que así se puede ver en perspectiva la cantidad de años y años que cubre esto.

No sé si eventualmente lo voy a seguir porque si lo hiciera en el Stellaris me gustaría hacer los años de por medio (aunque bastante menos profundamente de lo que he hecho los años desde la guerra mundial hasta ahora). No sé si tengo ganas de hacerlo o no, pero dejandolo aquí puedo dejar la historia de Barcelona/Aragón acabada y si más adelante me dan ganas de hacer más ya lo haré.

Que este último trozo haya tardado tante se debe a varios factores, que tuviera menos tiempo, bastante menos ganas, el querer esperarme a acercarnos en la vida real al final del capítulo en el universo del AAR (y al menos eso me ha servido para tener la foto de Trump en el G7, que es una maravilla). No sé si se ha hecho larga la espera o qué pero definitivamente lo iba a acabar eventualmente. También que este capítulo ha sido quizás el que me ha costado más de escribir de los 91, quizás porque al ser todo tan reciente he querido incluir mucho y luego no acababa de poder cuadrarlo todo, pero en fin. En conjunto pero, me lo he pasado muy bien haciendo este resumen del siglo XX en el universo alternativo porque ha necesitado que me releyera muchas cosas del real para acordarme de los detalles. También creo ha sido interesante ver como toda la narrativa ha ido fluyendo sin demasiados "momentos" de cambio bestia pero que si luego se compara el mundo de este capítulo con las cosas de los capítulos de los 40s y 50s puede ser raro pensar que es el mismo mundo. Un poco como la vida real, vamos.

En todo caso al menos por la parte aragonesa, eso es todo amigos.
 
Este capítulo cubre casi exactamente el mismo periodo de tiempo que he tardado en escribir todo el AAR, 5 años (este va de 2014 a 2019, el AAR lo empezé a mediados de 2013 hasta ahora). Siendo 91 capítulos, creo que así se puede ver en perspectiva la cantidad de años y años que cubre esto.

No sé si eventualmente lo voy a seguir porque si lo hiciera en el Stellaris me gustaría hacer los años de por medio (aunque bastante menos profundamente de lo que he hecho los años desde la guerra mundial hasta ahora). No sé si tengo ganas de hacerlo o no, pero dejandolo aquí puedo dejar la historia de Barcelona/Aragón acabada y si más adelante me dan ganas de hacer más ya lo haré.

Que este último trozo haya tardado tante se debe a varios factores, que tuviera menos tiempo, bastante menos ganas, el querer esperarme a acercarnos en la vida real al final del capítulo en el universo del AAR (y al menos eso me ha servido para tener la foto de Trump en el G7, que es una maravilla). No sé si se ha hecho larga la espera o qué pero definitivamente lo iba a acabar eventualmente. También que este capítulo ha sido quizás el que me ha costado más de escribir de los 91, quizás porque al ser todo tan reciente he querido incluir mucho y luego no acababa de poder cuadrarlo todo, pero en fin. En conjunto pero, me lo he pasado muy bien haciendo este resumen del siglo XX en el universo alternativo porque ha necesitado que me releyera muchas cosas del real para acordarme de los detalles. También creo ha sido interesante ver como toda la narrativa ha ido fluyendo sin demasiados "momentos" de cambio bestia pero que si luego se compara el mundo de este capítulo con las cosas de los capítulos de los 40s y 50s puede ser raro pensar que es el mismo mundo. Un poco como la vida real, vamos.

En todo caso al menos por la parte aragonesa, eso es todo amigos.

Impresionante AAR; mi favorito de todos los tiempos sin duda. No voy a mentir, me gustaría ver el AAR continuar a pesar de que el final de la era de Aragón haya llegado. Aunque realmente bien podría ser un AAR totalmente distinto, Stellaris da mucho juego, porque rellenar dosciento años de bakcground es para pegarse un tiro.

En fin, ha sido un placer leer todo el AAR. :D
 
Buen final, desde la fundación hasta su desaparición. Muy bueno, habrá que releerlo todo otra vez.

En cuanto a Stellaris aquí tendrás a un lector. :D
 
Precioso AAR, creo que de lo mejor que he leído en este foro. Quizás ahora que sale el Imperator te animes a hacer uno de Roma a Stellaris ( es coña, sería una matada). Mi enhorabuena
 
Gracias a todo el mundo por leer :)

Una breve perspectiva de la partida, dividida en las 16 partes que he usado para el índice:

1: De Barcelona a Aragón (865-1031): La casa de Barcelona llega al poder en la marca hispánica desde su base en sus Pirineos tras derrocar a Bernat de Gòtia. A lo largo de los 100 años siguientes, el condado crece en poder, capturando a los musulmanes lo que sería el corazón del futuro país. Este aumento de poder junto con la poca atención de París llevaría finalmente a Folc a fundar su propio reino en el año 1000.

2: La crisis de los cien años (1031-1149) [CRISIS]: El matrimonio con la duquesa de Cerdeña y posterior conflicto con la isla acaba llevando al trono a Maior la cruel, una tirana que alinea a toda la nobleza de manera que, cuando sus bisnieta de un año acabó en el trono 5 años después de su muerte (dado dos cortísimos reinados), el país implosiona, sucediéndose 50 años de guerras civiles, que entre otras cosas, lleva a la pérdida de varias provincias. La era de crisis culmina con el derrocamiento de la casa de Barcelona en favor de reyes italianos en 1137. La expulsión de estos últimos en 1149 termina el periodo.

3. Expansión durante la plena Edad Media (1149-1264) [EDAD DORADA]: La primera edad dorada del país, el reino se expande para incluir Occitania y partes de Italia, aunque los primeros signos de debilitamiento ya empezan a aparecer a finales del periodo en forma del meteórico ascenso de la familia Sájrida. Las semillas de la tradicional alianza con Bizancio se plantan con un matrimonio en 1252.

4. La era mongola (1264-1416) [CRISIS]: La llegada de los mongoles cambia totalmente el mapa de Europa, pues arrasan todo a su paso, plantándose en las puertas de Paris. Pero nuestra debacle no llega desde allí, sino con la desastrosa batalla de Tournel en 1291, que permitire a Francia destruir el reino y convertirse en la mayor potencia militar de europa occidental durante los siguientes 400 años. Afortunadamente, el rey francés muere apenas 1 mes después de su victoria, permitiéndonos recuperar los territorios centrales del país, pero sin todo lo ganado durante los siglos anteriores. 100 años de recuperación siguieron, en los que nos enfrentamos repetidamente a Asturias, conquistando la costa del sol y Huesca. La alianza con Bizancio se solidifica al poner la casa de Barcelona en el trono imperial. Alrededor de 1400, nos unimos a una cruzada por Borgoña, que finalmente logra derrotar a los mongoles, confiriéndonos Borgoña.

5. Las dos Europas (1416-1545): Era marcada por el colapso del poder mongol y el restablecimiento de reinos nativos en el norte de Europa, aunque ya no cristianos. La casa de Barcelona se extinge en 1445, siendo sustituida por la bizantina de Neapolis. Se inicia la expansión naval, con la conquista de varios territorios norteafricanos a la vez que se logra incorporar Cerdeña mediante matrimonios. En 1525, se financia la expedición para rodear África, y se plantan las semillas del futuro imperio colonial.

6. Las grandes guerras europeas (1545-1661) [CRISIS]: La reforma lleva a un siglo de grandes guerras europeas, a las que nos vemos arrastrados una y otra vez para frenar el ascenso del poder de Francia. Pese a las enormes dificultades durante éstas, es aquí cuando se creó Gascuña como estado satélite, se conquista Provenza, y se establece la ruta comercial con la India.

7: El absolutismo aragonés (1661-1745): Las guerras europeas continuan durante un tiempo, aunque a menor intensidad, y finalmente con nosotros en control. En cierto momento llego a tener casi todo el país ocupado, pero tan sólo se pierde Provenza, que luego se recupera. Se pierde la alianza con Bizancio, pero luego también se recupera. Lo más notable a largo plazo de estos años es la enorme expansión colonial en Asia y Oceanía.

8: La revolución liberal (1745-1818): Por un lado, esta es una época de enorme crecimiento del poder Aragonés. El imperio asiático sigue en crecimiento, y por fin somos capaces de vencer a Francia en solitario, "recuperándose" occitania, lo que deja nuestras fronteras en Europa fijadas de forma definitiva. Para principios del siglo XIX, ya ganamos a nuestros rivales tradicionales sin despeinarnos. Por otro lado, es una época de crisis política, con la caída de la monarquía, primero tan sólo absoluta, pero luego en general, con el paso por el despotismo burocrático.

9: La consolidación de la república (1818-1840) [EDAD DORADA]: Tras el trasbalse de los años anteriores, Aragón se establece y consolida como república federal, y potencia dominante de Europa Occidental.

10. La era de las dos lligues (1840-1890) [EDAD DORADA]: La segunda gran edad dorada del país. Durante 50 años, los conservadores dirigen el país. Se inicia, muy a poco a poco, la industrialización, seguimos haciendo crecer el imperio colonial, y derrotamos a Francia contundentemente otro par de veces, haciéndonos hegemónicos también en la India, gracias en parte a nuestra alianza con Orissa. Por desgracia, la lentitud de los cambios sociales y de la industralización, lleva al país a entrar en una seria decadencia en los 1880s, culminando finalmente en la revolución de 1888, que, aunque vencida, deja desacreditado al partido gobernante.

11. La Bella Època (1890-1917): Socialistas y liberales sustituyen a los conservadores en el poder. La industrialización despega a lo grande, se realizan numerosas reformas políticas y sociales, y tras involucrarnos en la Gran Guerra de África, nos hacemos con Uganda, que desde entonces proveerá a nuestra industria téxtil.

12. Las grandes tensiones internacionales (1917-1939): El ascenso del fascismo en Europa, especialmente en Francia, lleva a enormes conflictos. Aunque no participamos en la Guerra Mundial que deja a Italia en guerra civil, sí que lo hacemos en la contienda anterior, en la que con la ayuda bizantina triumfamos. Sin embargo, la caída de Italia en el caos y subsiguiente anexión por parte bizantina nos priva de nuestro mayor aliado, que para colmo, cae en el fascismo y se alia con Francia.

13. La Segunda Guerra Mundial (1939-1942) [EDAD DORADA]: Durante la mayor guerra de la historia, Aragón alcanza las mayores quotas de poder de su historia. Tras derrotar a Francia primero, y Bizancio después casi en solitario, nos convertimos temporalmente en la mayor potencia mundial. Sin embargo, la vertiente asiática de la guerra pronostica lo difícil que va a resultar el seguir aferrándonos a nuestro imperio colonial centenario.

14. La Guerra Fría (1942-1978): Durante un par de décadas, nos aferramos a nuestro imperio pese a la oposición estadounidense, desarrollando la bomba atómica y manteniendo la escalada militar. Sin embargo, a la vez se empieza un proceso para reorganizar nuestros estados coloniales más antiguos en territorios independientes que más o menos seguiran bajo nuestra influencia. Simultáneamente, empieza la integración europea como modo de mantener nuestra influencia sobre el continente. Después de que la crisis Irlandesa esté a punto de desembocar en una guerra termonuclear global, abandonamos el enfrentamiento y aplicamos el modelo de la mancomunidad aragonesa a todo nuestro imperio, que gana su independencia.

15. El Pujolismo (1978-2000): La llegada de Pujol al poder marca toda una era. Especialmente, la guerra con Chile por Tierra del fuego sirve como recordatorio que pese a la pérdida de casi todo nuestro imperio seguimos teniendo dientes. Asimismo, durante estos años se forma la Unión Europea. La salida a la luz de la corrupción de Pujol acaba con su carrera política.

16. El Siglo XXI (2000-2018): Si de algo sirve la guerra de Arabia, es para ver que nuestro país va progresivamente perdiendo influencia a pasos agigantados, lo que pone de relevancia la necesidad de aprofundizar en la integración Europea. Tras superar con más o menos éxito la recesión de 2008, ello finalmente se materializa en 2018 con la formación de la federación europea.
 
Last edited:
A mi me ha encantado. De verdad te lo digo. Ya lo dije una vez, me encantaria que esto siguiera en el Stellaris. En caso de que asi fuera, no puedo aguantarme las ganas de ver como desarrollas el contexto entre este momento y el 2200 :D:D
 
Grande Dustzito!