Interludio Tres: El Imperi0 Kustodi0 debe caer…
- …porque son seres realmente despreciables, si es que realmente pueden considerarse seres como tal. Aberraciones pseudocibernéticas malvadas. Perturbados, fanáticos devotos del sufrimiento, propio y, sobre todo, ajeno. ¡Están profundamente enfermos!. Su imperio, ese régimen ultraespecista, representa una absoluta ofensa a la paz, a la estabilidad y al progreso socio-tecnológico de toda la galaxia. Y ya se extiende durante demasiado tiempo. Mientras haya una sola especie, un solo individuo o entidad colectiva, bajo el dominio de tal engendro político-teocrático, ningún ser vivo racional debería sentirse feliz o realizado. Ninguno de nosotros, especialmente, como máximos responsables de la Alianza más fuerte entre los imperios modernos.”
- ¡Son unos asesinos despiadados, torturadores devotos, xenófobos intransigentes y esclavistas sin escrúpulos!. Y lo que es peor, si cabe, una amenaza directa a nuestros propios intereses…cada vez más grande. El imperio Kustodi0 debe desaparecer para siempre, eso no es negociable, Nuvoll. Tenemos que hacerlos “kaer”. ¡Y tiene que ser cuanto antes!
Ichika Sasaki se había dejado llevar una vez más por su pasional carácter. Su mayor virtud y su peor defecto, como decían quienes mejor la conocían. La máxima representante de la democracia moral polymauthópica se había acabado levantando de su flotante ergoasiento, elevando la voz varios tonos por encima de lo que resultaría cortés y educado en una reunión de tal importancia. Al percatarse de su comportamiento, en parte por las gráficas de temperatura, humedad y ondas beta emitidas por el djomar que le transmitían sus verdes ciberojos y, en parte, por el elocuente mensaje que le había enviado la Mente directamente a través de sus implantes cerebrales: “¡La estás cagando ahora, Ichi! Reconduce la conversación”.
La polyhumana decidió entonces relajarse, inoculándose a sí misma una buena dosis de “Buen Rollo, pero Mente Despejada”, una droga endógena autogenerada por su propio cerebro genéticamente modificado, y que era de sus favoritas desde que se había sometido a su reciente cambio de sexo voluntario. Este era un procedimiento relativamente habitual y común en la vida de un humano polymauthopa, tanto en la capital Mirati como en cualquiera de sus otras dos colonias, ya que gozaban de una total libertad en su polyutópica sociedad, que incluía también, por supuesto, la elección de género.
Pero el sistema endocrino de Ichika aún estaba trastornado por el fuerte tratamiento de hormonanobots- a los que se había tenido que someter para recuperar el sexo femenino, que era con el que realmente había nacido. Tras experimentar la vida como un hombre llamado Gurgeh El-Bonko durante un par de décadas, había decidido que el resto de su vida prefería volver a ser mujer. Parecía ser que algunos rivales políticos más conservadores y la Virtuoprensa no se habían tomado demasiado bien que se sometiese al procedimiento unos días antes de la reunión. Lo habían calificado de “temerario”. No solo por los efectos en ella, sino porque no sabían en realidad cual sería la opinión de los djomar al respecto.
Tras respirar profundamente, la humana se arregló un poco su ceñido vestido, fabricado con un neotegumento ultraflexible que se le ajustaba al cuerpo cual guante de látex a un cirujano de la antigüedad, ayudando a resaltar sus ya de por sí voluptuosas curvas, y que estaba adornado con múltiples holoentópticos de diferentes y cambiantes motivos, en este momento unicornios y querubines, imágenes virtuales que “bailaban” a su alrededor entre una lluvia de luces multicolor. Después, transmitió una orden a las robot-ciérnagas de diseño sidimati, que inmediatamente empezaron a proyectar una proyección tridimensional que envolvió toda la sala de reuniones con una malla virtual de esferas, líneas y colores que representaban fielmente el estado geopolítico del norte de la galaxia-anillo.
Se trataba, más concretamente, de un mapa de la zona de la galaxia conocida como Páramo Traxis, territorio en disputa desde hacía más de una década entre los miembros de la Alianza Norte y los Kustodi0s, tras la “desaparición” de la Crisálida Orucchia, que había controlado todo aquel territorio previamente a su caída y desaparición. Toda la zona aparecía ahora con el color púrpura del Imperi0 Kustodi0, que había vencido a los djomar en una sucia guerra fría, mediante el empleo de, en primer lugar, una sarta indiscriminada de puestos avanzados fronterizos.
Y, después, colonizando directamente los planetas existentes en la zona, aprovechando las nuevas características de habitabilidad de sus subespecies, conocidas como Oscurecid0s, generados por el extraño evento que habían sufrido hacía unos años en su sistema capital, el Oj0 de Di0s.
El famoso encuentro con “su querido N0-Di0s” que había acabado destruyendo la estrella del Oj0 y convertido en mundos-tumba todos los planetas del sistema. Ichika y los suyos estaban seguros de que se trataba de algún tipo de ser alienígena de otra dimensión, con misteriosas y lóbregas intenciones.
Por el contrario, en su ciego fanatismo, los Kustodi0s se habían dejado modificar genéticamente por la entidad y permitido que redujese su paradisiaca capital a cenizas. Ichika confiaba que las dos subespecies de Kustodi0s creadas acabasen aniquilándose mutuamente, ya que a media población le repugnaba la otra mitad.
- Bien, Duvoll, entiendo vuestras reservas. Sé que los djomar sois una especie precavida. Y también que conocéis la marcada ética pacifista que nos caracteriza a nosotros, los polymauthopas, ¿verdad?. Pero esto es una situación excepcional. No lo negaréis. –Ichika marcó claramente el plural de dicha frase, puesto que sabía que todos los Grandes Filos djomaro estaban siguiendo esta conversación en tiempo real, conectados mentalmente a su líder. Luego continuó hablando, modulando el tono de su voz de forma que sonase más animada.- Creo que debemos actuar lo antes posible. ¡Observad el mapa galáctico! – Ichika volvió a respirar profundamente, apartándose hacia atrás su larga melena, cuyo color variaba según el estado de ánimo de la humana y que ahora refulgía entre los tonos naranja Preocupación y rojo Pasión – El enemigo está ya a las puertas. ¡Y no se detendrá ahí!.
- No negaremos el enorme poder que están desarrollando los Kustodi0s, Primera Ministra Sasaki. – respondió con tranquilidad el líder moluscoide, que llevaba toda la reunión “dando largas” a la humana y se mostraba cada más a la defensiva. – Simplemente, no consideramos que un conflicto armado sea la única solución para esta situación…ni el más recomendable para nuestra propia seguridad. Estamos analizando otro tipo de intervenciones a partir de la información que nos ha facilitado el espía.
-¡Oh vamos, Duvoll, no me vengas con esas! Si hasta habéis renovado ese infame acuerdo tecnológico que tenéis con ellos, a pesar de todo…¡Les estáis pagando cada mes por hacerlos aún más poderosos!- replicó Ichika.
- Le recuerdo, Primera Ministra, que los djomaros no tenemos por qué justificar nuestras decisiones diplomáticas con nuestros aliados. Ni siquiera constituimos una verdadera federación. – replicó un ofendido, aunque tranquilo Duvoll – Pero deberías saber que, el interesante acuerdo, nos permite favorecernos también de los importantes conocimientos Kustodi0s, especialmente en temas militares.
- La flota kustodia atracada en el mundo-anillo cuenta ya con varios acorazados en su haber. Alguno de ellos provisto de hangares con cazas y bombarderos de combate. Se trata del nuevo modelo desarrollado, conocido como “El Tanque”, y que aumentará la capacidad defensiva de los Kustodi0s en combate, mientras terminan de investigar las nuevas baterías anti-aéreas. – continuó Duvoll, más motivado ahora que la conversación parecía dirigirse hacia temas científicos.
- Y también han terminado de desarrollar los cañones de plasma, potentes armas energéticas que… -estaba empezando a explicar Duvoll.
- …que servirán para hacer más daño y sufrimiento a sus enemigos, es decir, a nosotros, Duvoll – interrumpió Ichika, algo más tranquila, tumbada en su asiento mirando hacia el techo del habitáculo fingiendo aburrimiento, mientras mariposas y petirrojos holosimulados la envolvían en un baile sinfín.- Y te recuerdo que no contamos ya con el espía. Kazfiel ha sido descubierto por agentes del Patriarca-Profeta Anael...y, bueno, por desgracia fue rápidamente eliminado. Las malas noticias al respecto no terminan ahí. Su sustituto, ese Arkángel psíquico que se hace llamar Luzbel, parece tener una mente verdaderamente prodigiosa.
- Pero, como no, todo su potencial intelectual será empleado en desarrollar poder belicista. Por ejemplo, verdaderos ejércitos psiónicos profesionales, cuyo único objetivo es asesinar más rápida y eficientemente.– prosiguió Ichika, mientras la Mente le sugería que imprimiese de nuevo un poco más de carácter a su intervención. – O para reprimir a mis esclavizados compatriotas humanos, Duvoll. Cuando la investigación científica solo está encaminada a la maldad, no tiene valor alguno.
- Para el Directorado djomar, el valor de la ciencia está más allá de sus fines ulteriores, Presidenta Sasaki. – replicó Duvoll, que no se había movido de su asiento en toda la reunión, que ya se extendía durante horas – Supongo que en eso no estaremos de acuerdo jamás. Pero reconozco que los Kustodi0s nos han ganado la partida en el Páramo Traxis. Y, aunque se trate de un comportamiento infantil e inmaduro, consideramos un insulto que los Kustodi0s hayan puesto a una de las nuevas colonias “Traidor Djomar”, insultando a nuestra noble especie de tal vil manera. Es inaceptable.
- ¡¿En serio?!¿Os parece más importante ese estúpido gesto que el ilegal bloqueo al que han sometido a nuestros “camaradas” los sidimati, Duvoll? – respondió Ichika, mientras recibía diferentes informaciones de la Mente.
Nuestros aliados de la Democracia Foliar ni siquiera han podido asistir a esta reunión debido al cierre de fronteras. – continuó Ichika, que ahora miraba directamente a Duvoll, que parecía algo más tenso - Vosotros mismos tenéis un acuerdo de inmigración que no se va a poder cumplir, así que podemos ir olvidándonos de la próxima remesa de valiosos robots sidimati. Los últimos diseños se acercan cada vez más a una verdadera inteligencia artificial –La humana dio un giro de 360º en un extraño rizo con su ergoasiento, lo que la acercó unos metros más al djomar- Aunque doy por supuesto que habréis revisado el memorandum EIKDC-2333 que nos enviaron antes del bloqueo, os recuerdo ahora que en él los sidimati concuerdan con nosotros en que la mejor opción sería una actuación militar directa contra el régimen Kustodi0. Una guerra justa, por mucho que esa palabra genere aftas y llagas en mi boca al pronunciarla.
- Y lo mismo opinan nuestros nuevos aliados draconianos, con los que también rivalizan los ángeles oscuros. Solo faltáis vosotros los djomar…- continuó la mujer.
- …porque son seres realmente despreciables, si es que realmente pueden considerarse seres como tal. Aberraciones pseudocibernéticas malvadas. Perturbados, fanáticos devotos del sufrimiento, propio y, sobre todo, ajeno. ¡Están profundamente enfermos!. Su imperio, ese régimen ultraespecista, representa una absoluta ofensa a la paz, a la estabilidad y al progreso socio-tecnológico de toda la galaxia. Y ya se extiende durante demasiado tiempo. Mientras haya una sola especie, un solo individuo o entidad colectiva, bajo el dominio de tal engendro político-teocrático, ningún ser vivo racional debería sentirse feliz o realizado. Ninguno de nosotros, especialmente, como máximos responsables de la Alianza más fuerte entre los imperios modernos.”
- ¡Son unos asesinos despiadados, torturadores devotos, xenófobos intransigentes y esclavistas sin escrúpulos!. Y lo que es peor, si cabe, una amenaza directa a nuestros propios intereses…cada vez más grande. El imperio Kustodi0 debe desaparecer para siempre, eso no es negociable, Nuvoll. Tenemos que hacerlos “kaer”. ¡Y tiene que ser cuanto antes!
Ichika Sasaki se había dejado llevar una vez más por su pasional carácter. Su mayor virtud y su peor defecto, como decían quienes mejor la conocían. La máxima representante de la democracia moral polymauthópica se había acabado levantando de su flotante ergoasiento, elevando la voz varios tonos por encima de lo que resultaría cortés y educado en una reunión de tal importancia. Al percatarse de su comportamiento, en parte por las gráficas de temperatura, humedad y ondas beta emitidas por el djomar que le transmitían sus verdes ciberojos y, en parte, por el elocuente mensaje que le había enviado la Mente directamente a través de sus implantes cerebrales: “¡La estás cagando ahora, Ichi! Reconduce la conversación”.
La polyhumana decidió entonces relajarse, inoculándose a sí misma una buena dosis de “Buen Rollo, pero Mente Despejada”, una droga endógena autogenerada por su propio cerebro genéticamente modificado, y que era de sus favoritas desde que se había sometido a su reciente cambio de sexo voluntario. Este era un procedimiento relativamente habitual y común en la vida de un humano polymauthopa, tanto en la capital Mirati como en cualquiera de sus otras dos colonias, ya que gozaban de una total libertad en su polyutópica sociedad, que incluía también, por supuesto, la elección de género.
Pero el sistema endocrino de Ichika aún estaba trastornado por el fuerte tratamiento de hormonanobots- a los que se había tenido que someter para recuperar el sexo femenino, que era con el que realmente había nacido. Tras experimentar la vida como un hombre llamado Gurgeh El-Bonko durante un par de décadas, había decidido que el resto de su vida prefería volver a ser mujer. Parecía ser que algunos rivales políticos más conservadores y la Virtuoprensa no se habían tomado demasiado bien que se sometiese al procedimiento unos días antes de la reunión. Lo habían calificado de “temerario”. No solo por los efectos en ella, sino porque no sabían en realidad cual sería la opinión de los djomar al respecto.
Tras respirar profundamente, la humana se arregló un poco su ceñido vestido, fabricado con un neotegumento ultraflexible que se le ajustaba al cuerpo cual guante de látex a un cirujano de la antigüedad, ayudando a resaltar sus ya de por sí voluptuosas curvas, y que estaba adornado con múltiples holoentópticos de diferentes y cambiantes motivos, en este momento unicornios y querubines, imágenes virtuales que “bailaban” a su alrededor entre una lluvia de luces multicolor. Después, transmitió una orden a las robot-ciérnagas de diseño sidimati, que inmediatamente empezaron a proyectar una proyección tridimensional que envolvió toda la sala de reuniones con una malla virtual de esferas, líneas y colores que representaban fielmente el estado geopolítico del norte de la galaxia-anillo.
Se trataba, más concretamente, de un mapa de la zona de la galaxia conocida como Páramo Traxis, territorio en disputa desde hacía más de una década entre los miembros de la Alianza Norte y los Kustodi0s, tras la “desaparición” de la Crisálida Orucchia, que había controlado todo aquel territorio previamente a su caída y desaparición. Toda la zona aparecía ahora con el color púrpura del Imperi0 Kustodi0, que había vencido a los djomar en una sucia guerra fría, mediante el empleo de, en primer lugar, una sarta indiscriminada de puestos avanzados fronterizos.
Y, después, colonizando directamente los planetas existentes en la zona, aprovechando las nuevas características de habitabilidad de sus subespecies, conocidas como Oscurecid0s, generados por el extraño evento que habían sufrido hacía unos años en su sistema capital, el Oj0 de Di0s.
El famoso encuentro con “su querido N0-Di0s” que había acabado destruyendo la estrella del Oj0 y convertido en mundos-tumba todos los planetas del sistema. Ichika y los suyos estaban seguros de que se trataba de algún tipo de ser alienígena de otra dimensión, con misteriosas y lóbregas intenciones.
Por el contrario, en su ciego fanatismo, los Kustodi0s se habían dejado modificar genéticamente por la entidad y permitido que redujese su paradisiaca capital a cenizas. Ichika confiaba que las dos subespecies de Kustodi0s creadas acabasen aniquilándose mutuamente, ya que a media población le repugnaba la otra mitad.
- Bien, Duvoll, entiendo vuestras reservas. Sé que los djomar sois una especie precavida. Y también que conocéis la marcada ética pacifista que nos caracteriza a nosotros, los polymauthopas, ¿verdad?. Pero esto es una situación excepcional. No lo negaréis. –Ichika marcó claramente el plural de dicha frase, puesto que sabía que todos los Grandes Filos djomaro estaban siguiendo esta conversación en tiempo real, conectados mentalmente a su líder. Luego continuó hablando, modulando el tono de su voz de forma que sonase más animada.- Creo que debemos actuar lo antes posible. ¡Observad el mapa galáctico! – Ichika volvió a respirar profundamente, apartándose hacia atrás su larga melena, cuyo color variaba según el estado de ánimo de la humana y que ahora refulgía entre los tonos naranja Preocupación y rojo Pasión – El enemigo está ya a las puertas. ¡Y no se detendrá ahí!.
- No negaremos el enorme poder que están desarrollando los Kustodi0s, Primera Ministra Sasaki. – respondió con tranquilidad el líder moluscoide, que llevaba toda la reunión “dando largas” a la humana y se mostraba cada más a la defensiva. – Simplemente, no consideramos que un conflicto armado sea la única solución para esta situación…ni el más recomendable para nuestra propia seguridad. Estamos analizando otro tipo de intervenciones a partir de la información que nos ha facilitado el espía.
-¡Oh vamos, Duvoll, no me vengas con esas! Si hasta habéis renovado ese infame acuerdo tecnológico que tenéis con ellos, a pesar de todo…¡Les estáis pagando cada mes por hacerlos aún más poderosos!- replicó Ichika.
- Le recuerdo, Primera Ministra, que los djomaros no tenemos por qué justificar nuestras decisiones diplomáticas con nuestros aliados. Ni siquiera constituimos una verdadera federación. – replicó un ofendido, aunque tranquilo Duvoll – Pero deberías saber que, el interesante acuerdo, nos permite favorecernos también de los importantes conocimientos Kustodi0s, especialmente en temas militares.
- La flota kustodia atracada en el mundo-anillo cuenta ya con varios acorazados en su haber. Alguno de ellos provisto de hangares con cazas y bombarderos de combate. Se trata del nuevo modelo desarrollado, conocido como “El Tanque”, y que aumentará la capacidad defensiva de los Kustodi0s en combate, mientras terminan de investigar las nuevas baterías anti-aéreas. – continuó Duvoll, más motivado ahora que la conversación parecía dirigirse hacia temas científicos.
- Y también han terminado de desarrollar los cañones de plasma, potentes armas energéticas que… -estaba empezando a explicar Duvoll.
- …que servirán para hacer más daño y sufrimiento a sus enemigos, es decir, a nosotros, Duvoll – interrumpió Ichika, algo más tranquila, tumbada en su asiento mirando hacia el techo del habitáculo fingiendo aburrimiento, mientras mariposas y petirrojos holosimulados la envolvían en un baile sinfín.- Y te recuerdo que no contamos ya con el espía. Kazfiel ha sido descubierto por agentes del Patriarca-Profeta Anael...y, bueno, por desgracia fue rápidamente eliminado. Las malas noticias al respecto no terminan ahí. Su sustituto, ese Arkángel psíquico que se hace llamar Luzbel, parece tener una mente verdaderamente prodigiosa.
- Pero, como no, todo su potencial intelectual será empleado en desarrollar poder belicista. Por ejemplo, verdaderos ejércitos psiónicos profesionales, cuyo único objetivo es asesinar más rápida y eficientemente.– prosiguió Ichika, mientras la Mente le sugería que imprimiese de nuevo un poco más de carácter a su intervención. – O para reprimir a mis esclavizados compatriotas humanos, Duvoll. Cuando la investigación científica solo está encaminada a la maldad, no tiene valor alguno.
- Para el Directorado djomar, el valor de la ciencia está más allá de sus fines ulteriores, Presidenta Sasaki. – replicó Duvoll, que no se había movido de su asiento en toda la reunión, que ya se extendía durante horas – Supongo que en eso no estaremos de acuerdo jamás. Pero reconozco que los Kustodi0s nos han ganado la partida en el Páramo Traxis. Y, aunque se trate de un comportamiento infantil e inmaduro, consideramos un insulto que los Kustodi0s hayan puesto a una de las nuevas colonias “Traidor Djomar”, insultando a nuestra noble especie de tal vil manera. Es inaceptable.
- ¡¿En serio?!¿Os parece más importante ese estúpido gesto que el ilegal bloqueo al que han sometido a nuestros “camaradas” los sidimati, Duvoll? – respondió Ichika, mientras recibía diferentes informaciones de la Mente.
Nuestros aliados de la Democracia Foliar ni siquiera han podido asistir a esta reunión debido al cierre de fronteras. – continuó Ichika, que ahora miraba directamente a Duvoll, que parecía algo más tenso - Vosotros mismos tenéis un acuerdo de inmigración que no se va a poder cumplir, así que podemos ir olvidándonos de la próxima remesa de valiosos robots sidimati. Los últimos diseños se acercan cada vez más a una verdadera inteligencia artificial –La humana dio un giro de 360º en un extraño rizo con su ergoasiento, lo que la acercó unos metros más al djomar- Aunque doy por supuesto que habréis revisado el memorandum EIKDC-2333 que nos enviaron antes del bloqueo, os recuerdo ahora que en él los sidimati concuerdan con nosotros en que la mejor opción sería una actuación militar directa contra el régimen Kustodi0. Una guerra justa, por mucho que esa palabra genere aftas y llagas en mi boca al pronunciarla.
- Y lo mismo opinan nuestros nuevos aliados draconianos, con los que también rivalizan los ángeles oscuros. Solo faltáis vosotros los djomar…- continuó la mujer.