LA ÚLTIMA PARTIDA"vencer o morir" HOI 1(1.06spa) CORE 0.91

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Japones: "Abandonamos todo el imperio para centrarnos en defender Japón"

UK: "¿Hueles eso? ¿Lo hueles muchacho? Es napalm. Nada en el mundo huele así. ¡Qué delicia oler napalm por la mañana! Una vez bombardeamos Filipinas durante 12 dias y cuando todo acabó, desembarqué. No encontramos un solo cadáver de esos japoneses de mierda. ¡Qué pestazo a gasolina quemada! Pero aquella isla olía a… victoria"


Probablemente no fue así pero con la timeline algo desordenada que se puede leer la impresión que da es esa :D

Pues si, veo que has captado bien el espíritu que impregna nuestras partidas. Lo cierto es que solo nos falta comprar el aromatizante a napaln para completar el ambiente. ;)
 
Bueno, por parte de los Big Red Blob la cosa está clara. Ahora que ya tenemos el nuevo modelo de cazas dejaremos que nuestros soldados se tumben a la bartola donde quieran (desde Gibraltar hasta Seoul tienen donde elegir), seguiremos desarrollando el quitamanchas Nuclear Power y mientras empezaremos a sacar Tupolev de los grandes para ir dejando planita la isla mientras dura la espera.

Reto: elevación máxima en las islas de Japón, 25 metros :cool:
 
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Al fin, había costado dos asaltos conseguir doblegar las tropas filipinas. Las fuerzas británicas llegadas de otras zonas ya domeñadas engrosaban una fuerza de choque considerable, Japón se quedaba sola.

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Los últimos desembarcos no habían sido afortunados, la marina japonesa siempre reforzaba a los defensores con una rapidez increíble. El servicio de inteligencia no llegaba a comprender como podían saber con tan poca antelación plantarse en la batalla y dando al traste con las ofensivas. Para comprenderlo mejor, se diseñó un desembarco señuelo. Los movimientos americanos siguieron las pautas habituales, pero en lugar de llevar la flota, se dirigió hacia las aleutianas y fueron los bombarderos navales quienes llegaron al encuentro de la flota de transportes, descubriendo la táctica nipona.

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Se reunió con el Creador, aquella mañana su mano dejaba acariciarse con el calor y dulzor de su mujer. Tres mandatos y el honor de la nación habían doblegado a un jabato, luchador e incansable héroe, ni una silla de ruedas pudo con este soñador, líder.
El país se sumió en tristeza, el Vicepresidente organizó unas elecciones exprés que no ayudó y la lentitud en el frente hundió sus posibilidades, los republicanos tampoco encontraban un candidato con cara y ojos. Aprovechando el caos comenzó a brillar Earl Browder, secretario general del partido comunista, sindicalista y reaccionario supo aglutinar el hastío general para ganar los comicios.
Estados Unidos pasaba a ser un gobierno estalinista, ver para creer.

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OPERACIÓN CAMALEÓN

Siguiendo la nueva estrategia, nuestros contactos con los comunistas, evidentes desde el cambio de gobierno, plantearon un plan ambicioso pero muy delicado. La flota americana debía llegar al norte de Toyohara, donde se reunió con la Kriegmarine, también debía unirse la Royal navy, pero incomprensiblemente seguía anclada en Attu. El ataque no podía demorarse, las flotas de desembarco americanas se dividirían en dos, la primera atacaría Toyohara acompañada de los buques de guerra, la segunda permanecería en reserva para llegar a Shana y Tomari.
Eisenhower desembarcó alertando a los japoneses, pronto empezaron a verse movimientos navales, alertados por italianos y alemanes, mientras la fuerza aerea soviética se encargaba de que los cielos no fueran un obstáculo.

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Los cazas bolcheviques eran los amos del cielo, apoyados por los alemanes dejaban claro que la batalla no se decidiría en el aire.

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Y los primeros llegaron, Donitz se presentó con sus submarinos japoneses torpedeando las primeras líneas de barcos. los destructores americanos comenzaron a desplegar su potencial dañando a la mayoría de sumergibles.

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Y se armó la gorda, llegaban los últimos acorazados con Nimitz, de los 46 barcos en la batalla que se avecinaba, doce eran transportes, por eso cuando otro rebelde alemán, el Mariscal Albert llegó a la refriega, el combate debía ser una aplastante victoria nipona. Inesperadamente los torpederos americanos llegaron a la segunda línea japonesa, explosiones y humaredas llenaban el horizonte, los nipones decidían retirarse.

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La situación era angustiosa, Eisenhower perdía en Toyohara, la flota estaba muy tocada, pero la frialdad de Nimitz se impuso, se ordenó a la segunda oleada de transportes desembarcar en Shana y Tomari, muerte o victoria. Por si no había suficiente, una segunda flota con Yamamoto llegó a la refriega, mientras todos se preguntaban donde estaba la flota británica?
La suerte por una vez se alió con los buenos, Yamamoto viró 180 grados y puso rumbo a puerto seguro.

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El General Adams desembarcó en Shana, donde encontró una mínima respuesta, mientras Eisenhower se retiraba ordenadamente de Toyohana.

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Tan solo un detalle faltaba para considerar la operación un éxito, Tomari. MacArthur tomó las playas sin descanso, sus soldados subieron con valor, destruyendo nidos de ametralladoras, piezas de artillería y todo lo que se encontraron delante. A esas horas la flota y los marines de Toyohara estaban a salvo, los cazas habían llegado de Attu y afianzaban las islas ocupadas, solo había una duda, donde estaba la Royal navy?

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Esto ya es cebarse con el pobre Japonés, pobrecito, recibiendo palos de uno y otro a diestro y siniestro, xDD
 
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Se puede!!! repetía una y otra vez el Almirante Vazqueti, los asesores soviéticos miraban al italiano con aplomo, mientras que los alemanes reían entre bambalinas. El mando bolchevique le explicaba que 24 divisiones de marines americanos habían topado con una defensa infranqueable en Naha, las montañas y el desembarco habían diezmado a esas tropas curtidas y que un puñado de spaguetis no doblegarían a los nipones.
El Almirante Vazqueti, apodado "el chandeli" porque vestía chandal debajo del uniforme, se ratificaba hasta que consiguió la confirmación soviética y dispuso altivo el desembarco.

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Aquella mañana la mitad de los italianos que componían el desembarco no lograron llegar a la playa, las fuerzas japonesas no tuvieron que emplearse a fondo para conseguir una rápida victoria, desastrosa ofensiva italiana acorde con su partida.

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Ajenos a las discusiones y decisiones del Comitern, los americanos se prepararon y lanzaron un ataque mixto de mar y tierra al norte de Japón, El Mariscal Hodges se lanzó a tumba abierta contra las infranqueables fuerzas de Yamashita. Los japoneses se defendían valerosamente e intentaban protegerse de los bombardeos con sus eficaces cazas. Pronto se evidenció que el ataque no tendría éxito, pero se decidió seguir atacando para intentar ocasionar las máximas bajas posibles en el bando opuesto.

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Miles de muertos llenaban las orillas, sangre acompañaba el oleaje y pintaba la playa. Al fin el Mariscal Hodges recibió las buenas nuevas, los rusos habían ocupado Sajalin y tendrían acceso por tierra a las playas niponas.

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Se retiraban las tropas americanas ordenadamente, volvían a la base lamiéndose las heridas. Un estremecedor comunicado llegó a Midway, aunque confuso, el intérprete lo dejaba claro, la flota de Yamamoto estaba al oeste de Sajalin intentando encontrar a la flota de desembarco soviética. Sin perder tiempo, los bombarderos navales despegaron a la zona, junto a los rusos bombardearon a Yamamoto y le obligaron a volver al sur, salvando los barcos bolcheviques.
Al volver a casa, escuadras de cazas nipones interceptaron a los bombarderos, por suerte los cazas americanos llegaron a la refriega y consiguieron con la ayuda soviética acabar con seis escuadrones nipones.

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La guerra parecía acabada, los nipones aguantarían sus bastiones hasta que los gruesos de los ejércitos invasores acometiesen contra ellos. Nada más lejos de la realidad, las ofensivas a Sapporo, Bonin y Haha se convertían en mataderos y nada doblegaba la moral japonesa.

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Los meses pasaban y los japoneses no cedían un palmo de terreno, por muchos barcos, aviones o blindados que lo intentaban podían doblegar tan numantina defensa. Aunque si se consiguieron algunos avances, como la toma de Naha, teniendo que desembarcar 48 divisiones norteamericanas en oleadas para vencer la defensa a ultranza.

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La precipitación seguía minando la impaciencia de aliados y comunistas, se prepararon ataques conjuntos a Sapporo, cientos de divisiones que chocaban una y otra vez contra el muro japonés, aunque se consiguió vencer a la armada y la aviación nipona, dominando el mar y los cielos.

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Pasaban los meses y se obtenían resultados, aunque algo cambió gracias a la contraofensiva japonesa que destrozó la base americana en Nagoya, destrozados y sin poder de reacción, los comunistas y sus acólitos tomaron Nagoya y desde esos dos puntos se abalanzaron contra la capital nipona.

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Una vez entraron en el extra radio de Tokio, la victoria se saboreaba, tenía que llegar agosto de 1947 para ver la bandera soviética en el castillo del Emperador.

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La rendición se firmó en el submarino alemán Leckterbaun, que tenía el honor de haber hundido al Yamato. Una rendición que tardó varias semanas en llegar a Sapporo, donde unos irreductibles nipones seguían rechazando las avalanchas soviéticas. A pesar de varios emisarios e incluso un oficial japonés explicándoles que debían entregar las armas, no podían entender que el Emperador hubiese capitulado.

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Los japoneses aguantamos solos el asalto de rusos, americanos, alemanes, italianos, británicos. 3 años de guerra en solitario en la que las tropas imperiales se aseguraron un sitio en el olimpo, destruyendo y masacrando cientos de miles de enemigos de la patria. Todo por su emperador. BANZAI!!! BANZAI!!! BANZAI!!!
 
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