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PLANES DE GUERRA:
Tras innumerables provocaciones yugoslavas pese a habernos entregado nuestras legítimas provincias de Rijeka y Split en 1938, nos vimos obligados en el otoño de 1939 a lanzar a nuestro bisoño ejercito al combate. Sin apoyo germano lanzamos nuestras rapidas divisiones motorizadas apoyadas de nuestra nueva y flamante aviación, en un ataque relámpago sobre las desorganizadas tropas yugoslavas.
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En tan solo 15 días, Yugoslavia se rendía al Ducce que orgulloso, visitó Belgrado con la intención de entablar nuevas premisas y fundar lineas colaborativas con el antiguo gobierno.
Ello no fue posible debido al apoyo británico, que ante la legítima intervención italiana, reaccionó declarándonos la guerra y obligándonos a tener que dar el paso que no queríamos, la toma de toda la cuenca mediterranea.
INTERVENCION EN ESPAÑA:
Ya volcados en una estrecha colaboración con las fuerzas alemanas, nuestra aliada nos indicó la posibilidad de tomar parte en la invasión de la peninsula. Agradecidos como estamos al Fuherer, no pudimos rechazar la propuesta, lanzando tropas de elite sobre el desguarnecido sureste español, el compromiso por la toma de esas provincias fue el compromiso de defensa de las playas del sur de España y la toma de Gibraltar.
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En un asalto inicialmente detenido por la presencia de fuerzas españolas, se pudo finalmente retomar el arriesgado plan de ataque sorpresa a Gibraltar. Ante el descuido ingles en su protección y que la guarnición española acudió a la defensa de Sevilla, el aguerrido Scattini lanzó a sus tropas de elite al asalto del peñon desde el mar. Lanchas torpederas llegaron con pocos hombres en ellas, pero en una audaz acción, lograron alcanzar los altos rocosos y hacerse con la posesión sin lucha de tan estratégica posición.
LIBIA:
Las primeras acciones en Libia se saldaron con una retirada táctica del combate. La aparente debilidad inglesa no era tal, acudiendo al frente numerosas tropas de la comanwelth que nivelaron la lucha en Tobruk, el Marical Badoglio al cargo de la operación, con sus exiguas tropas, sin apoyo aereo y teniendo que defender las playas a sus espaldas y sus depósitos de suministros, se veia imposibilitado de poder avanzar.
La llegada de las tropas y aviación empleadas en Yugoslavia, cambiaron las tornas. Los ingleses, sin cobertura aerea, se vieron sometidos a un incesante ataque de nuestros temidos bombarderos Alcione, que desnivelaron el combate haciendo derrumbarse el frente y que las defensas de Tobruk, cayeran de nuevo intactas en nuestras manos. La operación se completó prosiguiendo el avance hasta Egipto, que su unía a los aliados a traición, pero que en completo desorden, no fueron oposición para nuestro ejercito.
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Rápidamente se alcanzo Suez, que sumado a la toma de Gibraltar, significaba el cierre del Mediterraneo en mar italiano.
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Cayeron las islas de Chipre y Malta con anterioridad, con lo que un numeroso grupo de embarcaciones británicas y de paises menores, hemos tenido conocimiento de que han sido auto hundidas para evitar que cayesen en manos italianas.
La victoria era total, las fuerzas inglesas en fuga y el Mediterraneo hablando italiano, el Ducce es sin duda nuestro guía sin igual.