Fjelltronen said:Qué desplifarro. Es igual que lo que comentabas, sobre las prisas del gobierno para comenzar las obras con la primera piedra, sin todavía haber empazado siquiera el proyecto, dándose cuenta del mal estado del firme marino y recalculando la cimentación, que incluso, se quedó corta para con el nuevo diseño y hubieron de dinamitarla. Es como si comenzaran a hacerse la zapatas de un edificio del tamaño y donde les diera la gana y hubieran de derruirlas. :wacko:
Yo pensaba que Utzon había intervenido en última instancia más en el rediseño de la ópera, pero tan solo un salón me parece poco. Al final les quedó un edificio bonito por fuera, pero una cagada por dentro.
Lo de la cimentación... aparentemente había estudios geotécnicos ya hechos de la zona...lo que pasa es que estaban mal y el firme era mucho menos resistente de lo que decían. Hubo que meter tanto hormigón para las cimentaciones que de la Bennelong Point original no queda casi nada. Es como si hubieran tenido que hacer la peninsula desde cero. :wacko: Los jefes de obra de la fase uno se sentían desbordados y decían que aquello era más un trabajo de ingeniería civil que de arquitectura.
En cuanto a los interiores, los responsables de la ópera estuvieron intentando convencer a Utzon durante más de 20 años para que redecorase los interiores, pero él siempre se negó. Esa sala -que además solo se abre en ocasiones especiales- es lo único que aceptó hacer. Para que los interiores quedasen tal cual el diseño original habría prácticamente que tirar medio edificio.
Como anécdota, el edificio es tan grande y laberíntico que no es la primera vez que un técnico de mantenimiento gira en el pasillo equivocado, se pierde y acaba saliendo al escenario en medio de una representación :rofl: