Calixto III (1455-1458)
A Nicolás V, Príncipe del Renacimiento, le sucede Calixto III, un Papa español, jurista y con tintes de cruzado medieval. Nacido en La Torre de Canals, Xátiva el 31 de diciembre de 1378. Su nombre de pila es Alfonso de Borja y ha ejercido como catedrático en la Universidad de Lérida y como consejero del Rey de Aragón, Alfonso V, a quien reconcilió con el Papa Martín V, quién le elevó en pago al Obispado de Valencia. Este nombramiento ha producido gran malestar entre los romanos, temerosos de que los catalanes, tutores ya de los asuntos de Nápoles, extiendan su tutela al resto de Italia. Este Pontífice aragonés ha sido pués elevado a la cátedra de San Pedro en la mañana del 8 de abril de 1455, a los 77 años de edad:
Durante este primer año de su pontificado, mientras Calixto III se hace con las riendas del R.D., asistía a como nuestra antigua aliada, Venecia, prospera en sus asuntos balcánicos, donde le rinden vasallaje ya Bosnia y Ragusa.
La primera medida importante de S.S. ya en 1456 ha sido la de mejorar la calidad de las tropas del Ej. de Cristo, mientras asiste a como los reinos de Francia e Inglaterra, en continua lucha, sufren continuas rebeliones en sus posesiones, tanto en el Continente como en las Islas Británicas.
El 2 d agosto el eterno Varese rechaza el intento diplomático de S.S. de anexionar la Rep. de Siena al R.D., e igual resultado obtienen las gestiones del Santo Padre en igual sentido el día 23 d octubre
El 26 de Noviembre es coronado Rey de Austria y Emperador Federico V (5/3/3) y no habían aún terminado la totalidad de los fastos cuando Nápoles, junto con sus aliados, nos declara la guerra, respondiendo Siena y Génova al llamamiento de S.S. El Ej. de Cristo, muy inferior en número, espera acantonado en retaguardia, en la Romaña, mientras Nápoles moviliza 42 reg. que ponen dirección a Roma. S.S. ordena reclutar 10 nuevos reg. en Florencia, para sumarlos a los 13 de inf y 5 de cab. acantonados en Bolonia.
El 25 d diciembre los castellanos aprovechan la situación y declaran la guerra a Aragón, como quiera que Portugal no respeta su alianza con Castilla, S.S. intenta atraerla a su alianza, pero los castellanos, que no se fían de Calisto III, aragonés al fin y al cabo, declinan la invitación.
El 26 d diciembre Nápoles pone sitio a Roma y el Ej. de Cristo parte hacia la Romaña, con intención de atacar a los napolitanos cuando éstos se hayan desgastado lo bastante, pero en eso llega un mensajero anunciando que Módenna nos ha declarado la guerra y, tras un terrible error de S.S., que llama a la Liga Itálica en auxilio del R.D., las tropas se ven obligadas a dar la vuelta y dirigirse a Módenna, antes de que Siena o, más probablemente, Génova, caigan en la tentación de anexionarse unas tierras que por derecho sólo pueden pertenecer al R.D. El año 1458 comienza con la realización de nuevas levas de ejércitos en Mantua y La Romaña, lo que aleja ya definitivamente el sueño de Calisto III de construir una Academia de bellas Artes en la Ciudad Eterna
22 enero, el desastre y el infortunio se ceban contra el R.D., derrotados nuestros ejércitos en las llanuras de la Emilia, asistimos impotentes a como Siena se apresta al asalto de ella, mientras ya todo el ejército de Alfonso el Magnánimo asedia Roma, pero la esperanza relampaguea en los ojillos del anciano Borja cuando las tropas de Siena son derrotadas tras cruenta batalla a la que sólo sobreviven 6 regimientos emilios. Días después, el 8 d marzo la Armada Divina hace pedazos la flota aragonesa en el Mar Jónico. Capturado el almirante hispano, es obligado a entregar a S.S. las cartas de navegación de la Corona de Aragón, pero apenas si nos permite conocer más tierras de las que ya conocíamos, a excepción de un poco más de Mar tenebroso, que como todo el mundo sabe, carece de interés por terminar en un pavoroso abismo.
El 10 de abril, mientras Siena se enfrenta a un ridículo cuerpo expedicionario aragonés y los genoveses parten en sus naos rumbo suponemos a sus territorios orientales, que son su única obsesión, las tropas de Cristo convergen en Mantua desde Florencia y Bolonia
El Ej. d Cristo derrota a los restos del ejército emilio el 1 de mayo, poniendo sitio a la ciudad, pero ya Roma flaquea, por lo que S.S. manda los nuevos reclutas de Mantua hacia La Marca, mientras volver a reclutar en Mantua 4 nuevos reg. de inf. Para ayudar en el asedio de Módenna. Muy preocupante es, entretanto, la actitud de los aragoneses, quienes forman un gran ejército en Sicilia. A pesar de las buenas relaciones que mantiene con el R.D., Castilla declina entrar en una alianza que no lidere ella misma y debemos proseguir la guerra prácticamente en solitario. S.S. se jura a sí mismo que no volverá a tratar con los traicioneros genoveses.
El 5 de junio, nuestro ejército aniquila totalmente a 6 reg. de caballería emilios que se habían reagrupado e intentaban forzar el asedio de la ciudad. Nuestra flota, que ha llegado desde el Mar Jónico, bloquea el puerto de Módenna, donde 5 buques emilios permanecen refugiados.
A la desesperada, el 29 d junio nuestras tropas de La Marca intentan un golpe de sorpresa contra el ejercito que asedia Roma. Mientras tanto, Varese en vez de auxiliar nuestra capital intenta meter sus avarientas narices en Módenna, de cuyo puerto han salido las naves emilias a quienes la Armada Divina planta batalla
Nuestros buques de guerra derrotan a las galeras emilias, como no podía ser de otro modo,pero el cuerpo de ejército que acude en ayuda de Roma es despedazado por Alfonso I, quien sin duda esperaba la maniobra y contaba con una amplia superioridad tanto en infantería como en caballería. S.S. ordena la retirada y logra salvar mas de la mitad de las tropas, pero la caí da de Roma es ya imparable, en realidad lo había sido desde que Módenna nos declaró la guerra y S.S. tuvo que tomar una decisión.
El 6 d agosto entra en agonía y muere Calisto III, tras ver morir a su enemigo Alfonso I un par de meses antes, vencido por la edad, al igual que S.S., quién muere también de pena antes de ver rendida Roma., la ciudad soñado y que por tan poco tiempo ha podido dirigir, sus partidarios y familiares, que se habían buscado la enemistad de los Orsini, han de huir precipitadamente del R.D.
A Nicolás V, Príncipe del Renacimiento, le sucede Calixto III, un Papa español, jurista y con tintes de cruzado medieval. Nacido en La Torre de Canals, Xátiva el 31 de diciembre de 1378. Su nombre de pila es Alfonso de Borja y ha ejercido como catedrático en la Universidad de Lérida y como consejero del Rey de Aragón, Alfonso V, a quien reconcilió con el Papa Martín V, quién le elevó en pago al Obispado de Valencia. Este nombramiento ha producido gran malestar entre los romanos, temerosos de que los catalanes, tutores ya de los asuntos de Nápoles, extiendan su tutela al resto de Italia. Este Pontífice aragonés ha sido pués elevado a la cátedra de San Pedro en la mañana del 8 de abril de 1455, a los 77 años de edad:
Durante este primer año de su pontificado, mientras Calixto III se hace con las riendas del R.D., asistía a como nuestra antigua aliada, Venecia, prospera en sus asuntos balcánicos, donde le rinden vasallaje ya Bosnia y Ragusa.
La primera medida importante de S.S. ya en 1456 ha sido la de mejorar la calidad de las tropas del Ej. de Cristo, mientras asiste a como los reinos de Francia e Inglaterra, en continua lucha, sufren continuas rebeliones en sus posesiones, tanto en el Continente como en las Islas Británicas.
El 2 d agosto el eterno Varese rechaza el intento diplomático de S.S. de anexionar la Rep. de Siena al R.D., e igual resultado obtienen las gestiones del Santo Padre en igual sentido el día 23 d octubre
El 26 de Noviembre es coronado Rey de Austria y Emperador Federico V (5/3/3) y no habían aún terminado la totalidad de los fastos cuando Nápoles, junto con sus aliados, nos declara la guerra, respondiendo Siena y Génova al llamamiento de S.S. El Ej. de Cristo, muy inferior en número, espera acantonado en retaguardia, en la Romaña, mientras Nápoles moviliza 42 reg. que ponen dirección a Roma. S.S. ordena reclutar 10 nuevos reg. en Florencia, para sumarlos a los 13 de inf y 5 de cab. acantonados en Bolonia.
El 25 d diciembre los castellanos aprovechan la situación y declaran la guerra a Aragón, como quiera que Portugal no respeta su alianza con Castilla, S.S. intenta atraerla a su alianza, pero los castellanos, que no se fían de Calisto III, aragonés al fin y al cabo, declinan la invitación.
El 26 d diciembre Nápoles pone sitio a Roma y el Ej. de Cristo parte hacia la Romaña, con intención de atacar a los napolitanos cuando éstos se hayan desgastado lo bastante, pero en eso llega un mensajero anunciando que Módenna nos ha declarado la guerra y, tras un terrible error de S.S., que llama a la Liga Itálica en auxilio del R.D., las tropas se ven obligadas a dar la vuelta y dirigirse a Módenna, antes de que Siena o, más probablemente, Génova, caigan en la tentación de anexionarse unas tierras que por derecho sólo pueden pertenecer al R.D. El año 1458 comienza con la realización de nuevas levas de ejércitos en Mantua y La Romaña, lo que aleja ya definitivamente el sueño de Calisto III de construir una Academia de bellas Artes en la Ciudad Eterna
22 enero, el desastre y el infortunio se ceban contra el R.D., derrotados nuestros ejércitos en las llanuras de la Emilia, asistimos impotentes a como Siena se apresta al asalto de ella, mientras ya todo el ejército de Alfonso el Magnánimo asedia Roma, pero la esperanza relampaguea en los ojillos del anciano Borja cuando las tropas de Siena son derrotadas tras cruenta batalla a la que sólo sobreviven 6 regimientos emilios. Días después, el 8 d marzo la Armada Divina hace pedazos la flota aragonesa en el Mar Jónico. Capturado el almirante hispano, es obligado a entregar a S.S. las cartas de navegación de la Corona de Aragón, pero apenas si nos permite conocer más tierras de las que ya conocíamos, a excepción de un poco más de Mar tenebroso, que como todo el mundo sabe, carece de interés por terminar en un pavoroso abismo.
El 10 de abril, mientras Siena se enfrenta a un ridículo cuerpo expedicionario aragonés y los genoveses parten en sus naos rumbo suponemos a sus territorios orientales, que son su única obsesión, las tropas de Cristo convergen en Mantua desde Florencia y Bolonia
El Ej. d Cristo derrota a los restos del ejército emilio el 1 de mayo, poniendo sitio a la ciudad, pero ya Roma flaquea, por lo que S.S. manda los nuevos reclutas de Mantua hacia La Marca, mientras volver a reclutar en Mantua 4 nuevos reg. de inf. Para ayudar en el asedio de Módenna. Muy preocupante es, entretanto, la actitud de los aragoneses, quienes forman un gran ejército en Sicilia. A pesar de las buenas relaciones que mantiene con el R.D., Castilla declina entrar en una alianza que no lidere ella misma y debemos proseguir la guerra prácticamente en solitario. S.S. se jura a sí mismo que no volverá a tratar con los traicioneros genoveses.
El 5 de junio, nuestro ejército aniquila totalmente a 6 reg. de caballería emilios que se habían reagrupado e intentaban forzar el asedio de la ciudad. Nuestra flota, que ha llegado desde el Mar Jónico, bloquea el puerto de Módenna, donde 5 buques emilios permanecen refugiados.
A la desesperada, el 29 d junio nuestras tropas de La Marca intentan un golpe de sorpresa contra el ejercito que asedia Roma. Mientras tanto, Varese en vez de auxiliar nuestra capital intenta meter sus avarientas narices en Módenna, de cuyo puerto han salido las naves emilias a quienes la Armada Divina planta batalla
Nuestros buques de guerra derrotan a las galeras emilias, como no podía ser de otro modo,pero el cuerpo de ejército que acude en ayuda de Roma es despedazado por Alfonso I, quien sin duda esperaba la maniobra y contaba con una amplia superioridad tanto en infantería como en caballería. S.S. ordena la retirada y logra salvar mas de la mitad de las tropas, pero la caí da de Roma es ya imparable, en realidad lo había sido desde que Módenna nos declaró la guerra y S.S. tuvo que tomar una decisión.
El 6 d agosto entra en agonía y muere Calisto III, tras ver morir a su enemigo Alfonso I un par de meses antes, vencido por la edad, al igual que S.S., quién muere también de pena antes de ver rendida Roma., la ciudad soñado y que por tan poco tiempo ha podido dirigir, sus partidarios y familiares, que se habían buscado la enemistad de los Orsini, han de huir precipitadamente del R.D.