¡Buenas! Este es mi primer AAR así que seguramente cometa muchos fallos pero intentaré recrear el imperio de Al Ándalus siempre tratando de rolear según sea mi personaje, espero la campaña no acabe estrepitosamente mal. Estoy usando el mod del HIP pues me gusta mucho la profundidad que trae. No me quiero enrollar mucho así que empezamos:
Se que no soy un individuo especialmente habilidoso, pero siempre se me han dado bien las intrigas, quien sabe quizás estas "habilidades" me sirvan. De todos modos no soy un completo necio, se que mi situación política es bastante mala así que buscar algunas alianzas es objetivo prioritario.
Como esposa tomo a la hija del emir de Ceuta, es un hombre poderoso y aunque de momento no me de una alianza, tampoco tendré un enemigo.
Vale, admito que mi hijo no es un genio militar, pero por lo menos sabe porque lado empuñar una espada... creo...
Van pasando los meses y mi mujer queda embarazada, inicialmente no la creo así que pago a algunos cortesanos para que la tengan vigilada. ¿Dinero malgastado? Quizás, pero me quedé más tranquilo cuando me dijeron que no ocurría nada raro, finalmente tuve una preciosa hija, así que bien supongo.
De verdad no se que inútil he puesto al mando de la gestión, como puede confundir a unos sucios bandidos con honrados mercaderes, le doy un aviso y que me arregle este problema.
Tengo ya casi 50 años y aún no he viajado a la Meca como buen musulman, cierto que me asusta un poco viajar tan lejos pero ya va siendo hora, así que reúno un pequeño grupo, recojo provisiones y zarpamos hacia las tierras Fatimies desde las que viajaré a la sagrada ciudad.
Por cierto, no se si os he comentado que conocí a un genio es buena gente y tal, me lo he traído de regreso a casa para que me conceda los deseos que me pertenecen, se llama Alí y habla latín como es lógico.
Poco después de regresar de Arabia estaba tratando de crear alguna alianza con mi buen amigo el emir de Ceuta y llega un mensajero informándome de una revuelta suní en los territorios del valí de Carmona, que conveniente.
Ayman el libertador le llamaban, por derrocar a su señor herético y otorgar libertad religiosa a su pueblo, un gran guerrero y tan querido por su gente que fue abandonado por sus 7000 soldados cuando se hizo con el poder....
Se que no es un movimiento muy honorable pero no todos los cuentos tienen un final feliz.
Resultó ser que no era el único interesado en adquirir ese condado, así que tuve que enseñar al emir de Granada a no interferir en mis planes, aproveché la recién creada alianza con Ceuta y saqueé alguna que otra ciudad granadina, mis arcas se llenaron como nunca antes.
He de admitir que estas victorias me embriagaban, me sentía imparable, tan cerca de convertirme en un emir y ahí estaba Niebla, al alcance de la mano y no precisamente en condición de defenderse, literalmente.
La guerra marchaba estupendamente, no voy a negar que esos 8000 hombres asediando la capital del vecino emir de Badajoz me beneficiaron enormemente. Contraté 2000 mercenarios africanos para que me ayudasen a tomar Niebla y después Plasencia.
La guerra iba bien, demasiado bien, la victoria estaba al alcance de la mano, ¡el emirato de Sevilla era mio!
Y firman otra paz antes de que yo pueda... eso me entristeció enormemente, y me enfadó, me enfadó mucho...
Ejecuciones...
Torturas...
Incluso invité a mi nuevo vecino del norte a unas sesiones de "tratamiento de prisioneros", nos lo pasamos muy bien juntos.
Gracias a ello he desarrollado una peculiar afición al sufrimiento ajeno, me suelen llamar "el cruel" creo que me gusta.
Año 1045, mi rival cuyo nombre no me digno a pronunciar se ha alzado en armas contra mi, afirma que soy un tirano y un ser sin escrúpulos, su mezquita está muy bien defendida y no cuento con hombres suficientes para asediarla (mi alianza con el emir de Ceuta ha desaparecido, este a muerto y su sucesor no parece querer poderosos amigos) Supongo que debo esperar a recuperar hombres y cuando asedie su sucia fortaleza se la arrebataré y entregaré a mi hijo, quizás incluso le perdone la vida en mis mazmorras... quizás...
Mohammed murío de muerte natural a 18 de Febrero del 1046, no fue un gobernante muy querido por sus vasallos, ejecutó y encarceló a varios. Su sucesor Abbad está mejor capacitado para dirigir el territorio, pero se encuentra rodeado por grandes potencias y en medio de una guerra civil que se encuentra en punto muerto, deberá decidir si aguantar independiente o jurar lealtad a los emires locales para seguir en el trono.
CAPÍTULO 1: Un inicio turbulento 1031-1046
Nos encontramos en el 1031 según los infieles cristianos, hace 5 años que el califato de Córdoba desapareció de los mapas y sus antiguos súbditos nos hemos repartido sus territorios. Mi nombre es Mohammed al-Abbádí, valí de Sevilla, nunca fui un poderoso vasallo pero al menos no he caído bajo el dominio de algún emirato.
Se que no soy un individuo especialmente habilidoso, pero siempre se me han dado bien las intrigas, quien sabe quizás estas "habilidades" me sirvan. De todos modos no soy un completo necio, se que mi situación política es bastante mala así que buscar algunas alianzas es objetivo prioritario.
Como esposa tomo a la hija del emir de Ceuta, es un hombre poderoso y aunque de momento no me de una alianza, tampoco tendré un enemigo.
Vale, admito que mi hijo no es un genio militar, pero por lo menos sabe porque lado empuñar una espada... creo...
De verdad no se que inútil he puesto al mando de la gestión, como puede confundir a unos sucios bandidos con honrados mercaderes, le doy un aviso y que me arregle este problema.
Tengo ya casi 50 años y aún no he viajado a la Meca como buen musulman, cierto que me asusta un poco viajar tan lejos pero ya va siendo hora, así que reúno un pequeño grupo, recojo provisiones y zarpamos hacia las tierras Fatimies desde las que viajaré a la sagrada ciudad.
Por cierto, no se si os he comentado que conocí a un genio es buena gente y tal, me lo he traído de regreso a casa para que me conceda los deseos que me pertenecen, se llama Alí y habla latín como es lógico.
Poco después de regresar de Arabia estaba tratando de crear alguna alianza con mi buen amigo el emir de Ceuta y llega un mensajero informándome de una revuelta suní en los territorios del valí de Carmona, que conveniente.
Ayman el libertador le llamaban, por derrocar a su señor herético y otorgar libertad religiosa a su pueblo, un gran guerrero y tan querido por su gente que fue abandonado por sus 7000 soldados cuando se hizo con el poder....
Se que no es un movimiento muy honorable pero no todos los cuentos tienen un final feliz.
Resultó ser que no era el único interesado en adquirir ese condado, así que tuve que enseñar al emir de Granada a no interferir en mis planes, aproveché la recién creada alianza con Ceuta y saqueé alguna que otra ciudad granadina, mis arcas se llenaron como nunca antes.
He de admitir que estas victorias me embriagaban, me sentía imparable, tan cerca de convertirme en un emir y ahí estaba Niebla, al alcance de la mano y no precisamente en condición de defenderse, literalmente.
La guerra marchaba estupendamente, no voy a negar que esos 8000 hombres asediando la capital del vecino emir de Badajoz me beneficiaron enormemente. Contraté 2000 mercenarios africanos para que me ayudasen a tomar Niebla y después Plasencia.
La guerra iba bien, demasiado bien, la victoria estaba al alcance de la mano, ¡el emirato de Sevilla era mio!
Y firman otra paz antes de que yo pueda... eso me entristeció enormemente, y me enfadó, me enfadó mucho...
Ejecuciones...
Torturas...
Incluso invité a mi nuevo vecino del norte a unas sesiones de "tratamiento de prisioneros", nos lo pasamos muy bien juntos.
Gracias a ello he desarrollado una peculiar afición al sufrimiento ajeno, me suelen llamar "el cruel" creo que me gusta.
Año 1045, mi rival cuyo nombre no me digno a pronunciar se ha alzado en armas contra mi, afirma que soy un tirano y un ser sin escrúpulos, su mezquita está muy bien defendida y no cuento con hombres suficientes para asediarla (mi alianza con el emir de Ceuta ha desaparecido, este a muerto y su sucesor no parece querer poderosos amigos) Supongo que debo esperar a recuperar hombres y cuando asedie su sucia fortaleza se la arrebataré y entregaré a mi hijo, quizás incluso le perdone la vida en mis mazmorras... quizás...
Mohammed murío de muerte natural a 18 de Febrero del 1046, no fue un gobernante muy querido por sus vasallos, ejecutó y encarceló a varios. Su sucesor Abbad está mejor capacitado para dirigir el territorio, pero se encuentra rodeado por grandes potencias y en medio de una guerra civil que se encuentra en punto muerto, deberá decidir si aguantar independiente o jurar lealtad a los emires locales para seguir en el trono.
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