Como sabéis, no hay manual para la expansión del Rome, y trae muchas cosas nuevas que añaden bastante complejidad al juego y que no tienen porque ser evidentes a primera vista. Las nuevas características que más complejidad tienen y más problemas pueden dar son el Senado y los cargos políticos.
CARGOS
Empecemos por los cargos. Si juegas con una tribu o monarquía no hay mucho que decir acerca de ellos. Pones a los mejores y más leales y punto. Pero las repúblicas tienen una mayor complejidad. Enseguida descubrimos que no puedes poner a quien quieras en cualquier cargo, ahora tienen requisitos. Lo que más llama la atención nada más comenzar la partida en el 1 de Enero del 747 AUC es que ¡no puedes poner a liderar a tus ejércitos a nadie que no sea el Cónsul!. Eso es porque este puesto tiene requisitos. Si pones el puntero del ratón sobre la casilla para nombrar general (donde pone 'sin líder'), saldrá un tooltip donde vienen los requisitos. Esto funciona en cualquier cargo.
Como véis, para ser general en la república de Roma, un personaje tiene que ser o haber sido Cónsul, haber sido Pretor (la magistratura cívica de las del menú de tecnología) o haber sido Censor (el nuevo cargo que aparece en la pantalla de Senado). Como estos cargos se renuevan cada dos años, pronto tendremos muchos más candidatos para ser generales. Ya veréis que el cargo de Censor es también muy restrictivo. Sin embargo, casi cualquier patán puede gobernar una provincia. En cualquier caso, a la hora de poner a alguien en un cargo, hay que tener en cuenta principalmente tres cosas: su capacidad para el cargo (por supuesto), su lealtad y el efecto que esto tendrá en el Senado. Acerca de este último punto hablaremos ahora.
SENADO
Esta es la parte más compleja y más oscura, puesto que no podemos verle las tripas. No ha sido exportada a un archivo modificable, de modo que lo que sé es lo que he observado y leído en los foros. Por supuesto, puedo equivocarme.
En la pantalla del Senado podremos ver quién es el Cónsul, los dos Censores y los tres candidatos a cónsul más probables para ser elegidos en la próxima elección. Poniendo el puntero encima del nombre del cargo vemos un tooltip que nos indica el efecto que tiene el personaje en ese cargo sobre nuestro país. Pero lo más importante de esta pantalla es el apartado de las facciones.
El Senado está dividido en 100 'escaños' (en realidad habría muchos más senadores, y su número sería variable, pero así nos hacemos una rápida idea porcentual del equilibrio de poderes), que quedan divididos entre las facciones, de modo que la facción con mayor número será más poderosa y tendrá más posibliidades de llevar al consulado a un senador de su cuerda. Abajo vemos las cinco facciones con el retrato de sus líderes y su número de escaños. Si ponemos el puntero sobre el nombre de una facción, tendremos un tootip que indica el efecto que tendría un Cónsul de esa facción en el poder. Si ponemos el puntero en el número de escaños, tendremos un tooltip muy interesante que nos muestra la Atracción Política de esa facción.
La Atracción es el valor que determina qué facciones irán obteniendo más poder en el Senado con el tiempo. Aquellas que tengan más atracción pondrán a más senadores de su lado en detrimento de aquellas con menos. Los factores que contribuyen a la atracción son los personajes de dicha facción con cargos importantes (especialmente el líder y su habilidad de Carisma) y las circunstancias y gestión del país. Estas circunstancias se pueden resumir en 'cosas que haga el jugador que a los senadores les pueda parecer mal y que quieren enmendar'. Por ejemplo, si no comercias, a la gente no le gusta, lo llevan al Senado y los mercantilistas meten baza para que comercies. Como efectivamente no hay comercio, los senadores piensan que los mercantilistas tienen razón y les apoyan, por lo tanto reciben atracción. En cuanto resuelves la situación y el comercio se reestablece, los senadores piensan que la cosa va mejor, la atracción mercantilista baja, y los senadores se preocupan por otras cosas, apoyando a otras facciones.
El efecto de la atracción no es inmediato, se puede ver una facción con una enorme atracción pero menos senadores que ninguna. Sólo tenemos que darle tiempo y veremos como va ganando apoyos. Desconozco el ritmo exacto por el que se van cambiando los escaños.
Lo principal por lo que hay que preocuparse es porque no suban los populistas. Por lo tanto, evitemos darles cargos importantes (especialmente si son populistas con gran carisma) a nos ser que sea estrictamente necesario. Y si su líder es tan carismático que aún así logra atraer apoyos, bueno, consideremos ponerle un tiempo a la sombra. Nos dará tiranía, pero qué se le va a hacer. Eso sí, hay que asegurarse de que no haya otro populista con más carisma aún dispuesto a tomar su lugar.
Un método miserable para contrarestar a los populistas es hacerlo mal en un campo concreto para que la Atracción de esa facción aumente espectacularmente, con suerte a costa de los populistas. Por ejemplo, dejamos de hacer augurios y los religiosos comenzarán a hacerse oír, o dejamos de comerciar y los mercantilistas recibirán apoyo a mansalva. Es cutre y probablemente malo para el país (dejar de comerciar no suele ser bueno), pero peor es robar.
CONVICCIÓN
Los personajes se hacen populistas (o de cualquier otra facción) cuando su convicción populista (o militar, cívica... la respectiva) sobrepasa a todas las demás. La Convicción viene a ser a los personajes lo que la Atracción política es al Senado, y me temo que es un valor oculto que sólo podremos ver en el save. Desconozco cómo se determinan las convicciones iniciales, probablemente haya una base aleatoria, pero a partir de ahí dependerá de sus ambiciones, de eventos, historial y cargos y títulos que ostenten.
Hay que procurar que los personajes buenos aumenten su convicción en otras cosas que no sea populista. Un modo importante de hacerlo es procurar que cumplan sus ambiciones. Los personajes con ambiciones frustradas que no han logrado alcanzar mediante la carrera política como mandan los dioses no dudarán en intentar saisfacerlas abrazando el populsimo. Los títulos otorgables dan una pequeña bonificación a la convicción según el tipo de título. Por ejemplo, un Tribuno de los Soldados obtendrá un pequeño bonus mensual a la convicción militar, un Edil a la cívica, y así.
A los personajes paquetes quizá incluso convenga fastidiarles para que se hagan populistas. No hay nada mejor para la estabilidad del Senado que una facción populista liderada por ineptos.
ELECCIONES A CÓNSUL
Cada X años (dependiendo de la cultura de la república), se celebra la elección de un nuevo Cónsul o jefe de la república (el nombre cambia según la cultura). Como hemos mencionado arriba, en la pantalla de Senado se pueden ver los tres candidatos con más posibilidades. Podemos ver datos muy interesantes en el tooltip de apoyos:
Cada candidato puede recibir un cierto número de apoyos de cada facción. Por supuesto obtiene los de su propia facción, pero también puede llegar a obtener los de otra, si es lo suficientemente popular (+1% por cada dos puntos de popularidad) y su familia es muy prestigiosa. Al prestigio familiar contribuyen todos los miembros de su gens (los que tengan el mismo cognomen o apellido), no sólo sus familiares directos. Es algo a tener en cuenta si quieres promocionar la carrera de alguien.
Hay que destacar que las estimaciones de apoyos que aparecen en el tooltip son sólo eso, estimaciones, y que no aseguran ningún resultado. ¡De hecho puede salir elegido alguien que ni siquiera estaba entre los favoritos!
Tras terminar su periodo de mandato, ese mismo personaje no puede volver a ser elegido para ese cargo hasta después de un cierto número de años, que dependen de cada cultura (diez en el caso de Roma).
Bueno, esto es lo que he logrado aprender. Tampoco es que haya jugado muchísimo, así que probablemente haya quien conozca el percal mejor que yo. Espero que podáis añadir y mejorar (o rebatir
) esto con vuestras experiencias.
¿Qué opináis?