¡¡ ATENCION !! Este AAR dista mucho de ser imparcial e historico... ademas, presenta un nivel de frikismo que puede ser perjudicial para la salud.
Malacca.
El armario, el malakeño y el Wanadoo.
1553-1610.
"El mundo esta cambiando,... lo siento en el aire, lo siento en la tierra, lo siento en los elefantes."
Pensando en este tipo de cosas estaba Gothmog, mientras seguía al frente del sultanato de Malacca, pues poco cosa había que hacer a demás de hacer las frikadas de toda la vida. Por suerte para Malacca, las hordas de Tunor habían dejado estas pacificas tierras llenas de malaccos cuya mayor aspiración en la vida era tener agujeros cómodos y saneados.
No así ocurría en otras partes de Asia, donde la guerra se extendía como... como... eh, un trozo de mantequilla extendida en demasiado pan... ¡¡si, ya he dicho que el Malakeño tenia pocas cosas que hacer excepto frikadas como esta!! Bueno, sin contar los preparativos de los funerales del viejo sultan y el ascenso de nuevo... aunque para sorpresa de todos, esta vez no fue por que le cayera un elefante encima,... fue una elefanta (vamos, la señora del elefante).
¿Y como tenia conciencia de esto el Malakeño? fácil, porque en esos días había llegado uno de los mas grandes sabio de la tierra, Gran'alf. Estaba un día Gothmog fumando en pipa a la entrada del palacio del sultán cuando Gran'alf apareció caminando por el camino que pasaba frente al susodicho palacio:
Fue Gran'
alf (no es dificil de coger, eh) el enano pelon, portador de
noticias y vendedor de seguros quien informo a los malaccos
de lo que ocurria en el ancho mundo.
- ¡Buenas días! -dijo el malakeño
- ¿Que quieres decir? ¿Que me deseas un buen día, o que quieres decir que es un buen día, lo quiera yo o no: o...?
- Eh,... ¿perdón?
- ¿...o que has probado el día y has dicho, "que bueno que esta"? ¿o...
- Humm,...
- ¿... o que te has levantado hoy y has dicho, ¡¡coño, que buen día hace, la hostia!!?
- Uh,...
- ¿... o que has mirado al cielo mientras sonaba un musiquilla extraña y te has preguntado a que huelen las nubes en un buen día como este y...?
- ¡Buenos días!
- ¡Para cuantas cosas empleas el "buenos días"!- dijo Gran'alf- Ahora quieres decir que intentas deshacerte de mi y que no serán buenos días hasta que me vaya.
- Lo que quiero decir es que como no me digas lo que quieras decirme pronto, puede que te caiga un elefante encima, tío so raro.
- Ah.
Resulto que Gran'alf, a lo largo de sus correrías y sus orgías por medio mundo, había pasado por el Japón, donde el shogun, al saber de sus intenciones de partir hacia Malacca, le había dado un mensaje para que se lo transmitiera al sultán malacco. Al parecer, los japoneses proponían una guerra conjunta contra Dai Viet en la cual se repartirían las provincias de dicho país.
Esto intereso mucho al malakeño y a su sultán, pues estaban buscando nuevos territorios en los que expandir el modo de vida malacco, cosa muy acuciante debido a que las zonas de colonización estaban siendo copadas por el resto de países de la zona. No obstante, el sultán pretendía reunirse de antemano con los generales japoneses para saber su estrategia.
Los extraños generale japoneses y sus curioso medios de entrenamiento
.
A los pocos meses, los generales japoneses llegaron a Malacca, donde expusieron sus intenciones ante los malaccos. Solo hay que decir que los generales japoneses causaron una extraña impresión al sultán.
- Eh, Malakeño, ¿estas seguro que estos tipos son de fiar?
- Si, su enormidad, tienen unas tácticas un poco extrañas, pero son tipos de fiar.
- ¿Extrañas?... saltar sobre hamburguesas flotantes o lanzarse de cabeza contra las puertas para ver si son de papel o de madera me parecen costumbres algo mas que extrañas
- Si, tienen un peculiar sentido del humor, ¿verdad?
- Pues no se que decirte... no estoy muy seguro.
Por suerte, las dudas del sultán no fueron óbice para llevar adelante los planes de invasión malacco-nipona,... principalmente porque al poco tiempo al sultán el cayo un elefante en la cabeza mientras estaba en el escusado.
El nuevo sultán, un tal (un momento que tomo aire) Abd al-Jallil Riäyat Shâh I, no puso problemas, mas que nada porque cuando el visir le presento a la corte y termino de decir su nombre, la guerra había empezado y terminado.
Pero la guerra no fue lo bien que se deseaba por parte de Malacca, pues en los planes conjuntos, estaba reflejado que Malacca se quedara con Mekong y Lai Cai, pero los chinos, que eran aliados de Japón, tomaron por sorpresa Mekong, firmando una paz separada y adquiriendo la provincia a traición, mas tarde, ese hecho seria conocido por la emblemática y eterna frase dicha por el Malakeño en cuanto se entero: "¡Me cago en el Mekong!". Por otra parte, mas tarde, Malacca intercambiaría la provincia de Da Lat, por la de Surabaja, la cual tenia un mayor valor económico, además de ser de una cultura mas afín al sultanato.
Pasaron los años sin que en Malacca las cosas cambiaran y sin que se sucedieran cosas significativas, con la excepción de la muerte de sultán. Mucho se hablo de esta muerte, pues muchos decían que había sido un complot del gremio de los pregoneros, los cuales, después de verse en el brete de decir a grito pelao el nombrecito del sultán cada dos por tres y en todas las ciudades del sultanato, habían acabado con graves lesiones en la lengua, decidieron asesinar al sultán del lioso nombre como venganza. esto tuvo como consecuencia que el siguiente sultán, por si las moscas, acortara su nombre en un simple Riáyat shâh II.
Y así estaban las cosas cuando el pesao de Gran'alf volvió a Malacca para dar nuevas noticias al Malakeño, noticias que podrían ser de gran interés:
- ¡Buenos días!
- ¿Que quieres decir...?
- ¡¡Ya basta!! el nivel de frikismo en este AAR esta llegando a limites peligrosos, haz el puñetero favor de decir que quieres, jodio enano pelón.
Pues resultaba que en el occidente había de nuevo guerra, una guerra entre Persia y el mogol que podía tener mucho interés para Malacca. En la primera gran guerra entre estos dos países, el mogol consiguió una contundente victoria frente a las fuerzas persas, aniquilando a sus ejércitos y tomando muchas de sus plazas. Ahora bien, había un pequeño país en el continente africano, llamado Zanj, que había llamado la atención del Malakeño, pues veía una oportunidad de establecer bases malaccas en Africa para futuras expansiones por ese continente. Pero el problema era que Zanj era vasallo de Persia, vasallizacion que había transcurrido durante un corto pero decisivo corte en el continuo espacio en el que vivía el Malakeño (véase caída al escritorio), y que por lo tanto este país debía contar con la protección de los persas.
Zanj, la tierra del asqueroso zumo en polvo y objetivo de los malaccos.
Y aquí era donde la guerra podría resultar interesante: si el mogol conseguía mantener igual de ocupado a los persas, las posibilidades de que estos fueran en defensa de Zanj eran escasas. Había llegado el momento de intentar un movimiento muy arriesgado, y el Malakeño no dudaría en hacerlo.
- Oh, su superioridad, tenemos una oportunidad de oro ante esta guerra en occidente, tenemos que invadir Zanj.
- ¿Por que Malakeño? ¿Que nos puede dar Zanj que necesitemos?
- Una base de expansión africana, muy buenos dividendos salidos del marfil y los esclavos, y un arma quimico-bacteriologica-quetecagas.
- ¿Un arma quimico-loquesea? ¿A que te refieres?
- A la producción nacional de Zanj, el zumo en polvo Tang, el mayor mejunje creado por ser humano. Parece de naranja, huele como la naranja,... pero que se me lleve Morgoth si sabe a naranja.
Convencido de la necesidad de invadir Zanj, el sultán dio plenos poderes al Malakeño para comenzar la campaña bélica. Las tropas fueron trasladadas en secreto hasta las costas africanas cruzando el endiablado y traicionero mar, y cuando se estuvo preparado para el desembarco, se declaro la guerra a Persia.
Persia era el hogar de la criatura Drunt.
Esto no cayo muy bien en Persia. Porque el país de Persia, era el hogar de un ser que había llegado a esas tierras huyendo de no se sabe quien y de no se sabe donde, y ese ser era la criatura Drunt, que entro en cólera cuando se entero de la invasión malacca de Zanj.
- ¡Ssssucios malakeñossss! ¡Traidoressss! ¡Drunt! ¡Drunt! Ellosss aprovechan nuessstra desssgracia, miiiii tesssoro. -dijo Drunt.
- No, no,... no podemos declararles la guerra. Los mogoles malos nos atacan y nos muerden, mi precioso -dijo Drunt
- Sssssssi, los mogolesssss, los malaccossssss,... ¡¡Todossss!! ¡¡Ssssucios y apesssstosos traidoresss!! Nosssotros podemos con ellossss, les retorceremos el pessscuezo -dijo Drunt
- Pero son muchos, no podremos con ellos -dijo Drunt
- ¡Drunt! ¡Drunt! Tranquilo, mi preciosssso, los mogoles han perdido sus lideressss y estan a punto de ceder, y entoncessss, iremosss a por los malaccos, mi tesssssoro.- dijo Drunt
Pues si, la criatura Drunt tenia un grave problema de desdoblamiento de personalidad, pero en una coas tenia razón, los mogoles, para decepción del Malakeño, no resistieron lo esperado y la cólera concentrada de la criatura Drun pudo dirigirse sin obstáculos hacia los malaccos que ya habían tomado varias plazas en Zanj.
Ante la nueva situación, el Malakeño decidió llevar toda la flota malacca hasta casa, donde podía contar con el apoyo de la flota de galeras, la cual no pudo trasladarse junto con las barcos de guerra y los transportes hasta Zanj, en previsión de un intento de desembarco persa en Malacca, ya que un ataque por tierra de los persas era imposible.
Pronto llegaron los persas a Zanj,... y ese fue el fin de la aventura africana malacca. Nada mas destruido el pequeño ejercito malacco en África, la criatura Drunt comenzo a amenazar al Malakeño.
- ¡Bendicinos y salpícanos, preciosssso mío! Me huelo un banquete selecto; por lo menos nos dará para un sabroso bocado ¡Drunt! Danos dinero, ssssi, dinero y no te atacaremos.
- Eeeh, pues casi que no. Todavía tienes que llegar hasta Malacca criatura de Persia, mi flota es superior a la tuya y mas grande.
- Ssssss... ¿No nos dará dineros, miii tesssoro? Pues nosotros te comeremossss.
- No te lo aconsejo, los frikis tenemos un alto grado de colesterol... ¿Que tal si arreglamos esto con una paz blanca y una ronda de acertijos?
- Ssssi, preciosssso mio, paz blanca, paz blanca...
- Vale, mi acertijo es "Vuela pero no tiene alas, corre que se las pela, y por mucho que miras solo el trasero le tientas ¿que es?"
- Ssss, no lo sabemosss, no, no lo sabemos ¿Que es, mi tesssoro?
- Un Malakeño huyendo.
Y Gothmog salió corriendo de la zona con un tratado de paz entre los dientes... pero debido a una confusión, que ahora no viene al caso tocar, el Malakeño acepto la paz con Zanj a cambio de 68 moneditas de oro,... 68 moneditas de nada, pero la criatura Drunt vio esto como una violación del tratado y mientras el Malakeño corría de vuelta a Malacca, oyó el grito desgarrado de la criatura Drunt que decía:
- ¡Paz blancaaaa! ¡Paz blancaaaaa! ¡Miiii tesssssoro! ¡Ssssucio y apessstoso traidor Malkeño! ¡Lo odiaremosss! ¡lo odiaremosss para sssssiempre!
Y ahí acabaron, por el momento, las aventuras del Malakeño con la criatura Drunt. Pero la situación en el interior de Malacca había empeorado mucho. El ambiente se había enrarecido mucho debido a ciertos eventos con la nobleza y el clero que hicieron que la estabilidad del sultanato cayera en picado. Además, la prohibición que el Malakeño había hecho, consistente en la total erradicación de los tomos de la "Dragonlance" por considerarla una copia barata de "El Señor de los Anillos" había llevado a la población neofriki a alzarse en armas y asaltar el palacio en busca del Malakeño.
Gothmog, viendo que corría peligro su integridad física, decidió, a falta de algo mejor, esconderse en algún lugar oscuro hasta que pasara todo, Después de mucho buscar, solo encontró un armario, un viejo y vetusto armario de roble. Como las voces de las masas furiosas ya se oían cerca, el Malakeño se metio dentro del armario sin pensarlo dos veces. Dentro estaba muy oscuro,... hasta que al Malkeño se le ocurrió mirar hacia atrás. Se dio cuenta que al fondo, parecía verse un destello de luz, algo muy extraño en este tipo de sitios, si sabes a que me refiero. Movido por la curiosidad, el Malakeño se habría paso a traves de los abrigos, las chaquetas y los números antiguos del Playboy que había en el suelo del oscuro armario y se dirigió a la luz.
Como si no fuera suficiente frikismo, ahora una mezcal de Narnia y Mundodisco.
Camino y camino, hasta que se dio cuenta que ya no se habría paso a traves de abrigos y revistas guarras, sino de ramas y arbustos. De repente, se encontró en medio de un bosque nevado, un bosque desconocido, un bosque en el que había un farol. El Malakeño se acerco mas al curioso farol hasta que se dio cuenta que había alguien bajo él. Era una figura encapuchada y totalmente de negro. El Malakeño se acerco con precaución y pregunto:
- Eh, hola, ¿seria usted tan amable de decirme donde estoy?
- LA VERDAD ES QUE NO LO SE MUY BIEN - dijo el extraño volviéndose hacia el Malakeño.
- Vaya, así que usted también ande perdido.
- NO, YO ESTOY AQUI POR TI - dijo la figura poniéndose justo bajo el farol, permitiendo así que el Malakeño le viera y le reconociera.
- ¡Oh!... Usted es...¿quiere decir eso que estoy muerto?
- NO - respondió el extraño mientras se rascaba una barbilla descarnada con un dedo igual de descarnado- MAS BIEN ES TU CONEXION LA QUE ESTA MUERTA.
- ¿Mi conexión?... pero, pero, eso es imposible, pago religiosamente todos los meses y cuido mucho mi router.
- SI, SUELE PASAR.
- Eeeh,... me siento como un idiota
- LO SE.
- Bueno,... entonces tendré que volver, seguro que mis compañeros me están esperando, y ahora tendré que reinicializar y abrir puertos y...
- YO NO CONTARIA CON ELLO
- Pero...
- MIRA, MEJOR SERA QUE VENGAS CONMIGO- entonces el Malakeño se dio cuenta que junto a la figura había un caballo mas blanco que la nieve y con una mirada tan inteligente que te daban la sensación de que hiciste muy mal al dejar de ver "Cifras y letras".
- ¿Esta seguro que no me estarán esperando?
- CASI AL CIEN POR CIEN.
- Bueno, pues... vamos -dijo el Malakeño mientras que se subía a la grupa del misterioso personaje- Por cierto, ahora que le tengo aquí... ¿por que elefantes?
- SIEMPRE ME GUSTO DUMBO.
Pero lo que no sabia Gothmog, es que, mientras el se lo pasaba la mar de bien a lomos del extraño caballo y al lado de su no menos extraño dueño, el país sufría la tiranía y el desgobierno del maligno nuevo visir, hijo del anterior, Im'becil Al'elao, conocido en la corte como el Señor IA 2: "El regreso", que llevaría al país a una situación propia de un simio psicópata con ansias suicidas.
Un saludo.