Tiempos oscuros aquellos en los que nos ha tocado vivir. ¿Cómo un pequeño ducado como Brandemburgo pudo pensar si quiera en recrear el antiguo Imperio de Carlomagno?, fundar una Germania, única tierra de todos los alemanes y menos con otro poderoso reino alemán al sur que probablemente no vería con buenos ojos estos pensamientos tan disparatados?
Sea como fuere Brandemburgo logró su objetivo de crear un reino germano poderoso, muchos de los pequeños estados se sintieron profundamente atraídos y la expansión inicial del nuevo país fue importante.
Pero no todo sería tan fácil, franceses y holandeses unos logrando una aparente victoria sobre Inglaterra en esa guerra conocida ya por muchos como la de los Cien Años y otros recién liberados se sintieron con muchos ánimos de crear magníficos imperios en zonas que nosotros Germania reclamamos como nuestros.
Ante esta situación inadmisible no nos quedó mas remedio que declarar la guerra a Holanda para recuperar lo que legítimamente era nuestro, Mainz y Luxemburgo. Para ello debíamos obtener rápidamente frontera con Holanda por lo que atacamos a Oldemburgo que fue anexionada y a Munster. Una vez obtenida la frontera se preparó la guerra con Holanda. El ataque germano fue brutal, en un visto y no visto casi toda Holanda estaba asediada y aunque los holandeses lograron ganar alguna batalla como la de Flandes perdieron otra importante en Oldemburgo que les hubiese dado la oportunidad de contraatacar. Por este motivo Holanda decidió ceder a nuestras pretensiones para que las cosas no fueran a mas.
Una vez tomadas estas provincias el siguiente objetivo fue Hesse, Palatinado y Colonia. Debían convertirse en protectorados alemanes y comenzó la guerra.
Rápidamente derrotamos a sus soldados e iniciamos los asedios de los 3 pequeños estados, todo marchaba bien hasta que llegó la guerra que más temíamos. En un ataque a traición, Bohemia, Suiza, Saboya, Wuzburgo, Baviera y Austria nos declararon la guerra.
No hicimos grandes cosas hasta obtener el vasallaje de los 3 estados alemanes que estábamos a punto de derrotar. Una vez logrado decidimos atacar a Bohemia asediando su capital, confiando en que el miedo se impondría y esta nación aceptase una paz blanca.
Pero no fue así, Bohemia terca no quiso firmar, hizo falta que Alemania y Polonia ocupasen medio país para que éstos aceptasen. Además de que tuvimos que liberar Mainz para que no fuese ocupado por tan malévolos aliados.
El problema vino de que Polonia había firmado paz con Austria por separado y nosotros no, lo que convirtió el conflicto en 2. Con Bohemia entonces firmamos nosotros solos.
Al destronarnos como emperadores del HRE no podíamos llegar a Austria y obligarles a firmar mientras que ellos si podían llegar a nuestras tierras.
Después de firmar con todos solo faltaban Baviera y Austria, que no querían firmar aunque al principio iban perdiendo la guerra.
Austria mandó 45k que tomaron Berlín, nuestra moral quedaba muy tocada, pero a base de insistencia logramos derrotarles en Sachen en la mayor batalla de toda la guerra y retomar el control de nuestras provincias. Estábamos, a pesar de todo, demasiado tocados y los 2 reinos alemanes se negaban a firmar. Por lo que en un acto desesperado se solicitó un crédito para poder pagar una cuantiosa compensación a Baviera y Austria con el fin de terminar este sangriento conflicto.
No hubo manera, no quisieron firmar, Alemania acabó necesitando más créditos para poder resistir los envites de Austria y Baviera y ya por fin viendo que era imposible ganar la guerra en cuanto llegó la primera oferta Austriaca exigiendo Sachen y 200d aceptamos sin dudar.
La situación después de la guerra era lamentable, el país dividido en 2. 5 créditos que pagar y Dinamarca aprovechando nuestra debilidad iba sometiendo a los pueblos germanos del norte.
Tuvimos que vender Luxemburgo a Holanda por 400d, firmar una tregua de 50 años con ellos y desviar todos los recursos del Estado a pagar los 1000d que se nos venían encima.
Por suerte pudimos pagarlos a costa de una importante inflación.
Las cosas a partir de ahí fueron mejorando, Austria devolvió Sachen para mejorar las relaciones de ambos reinos alemanes. Kleves, rastrero estado que no merece considerarse germano nos declaró la guerra aprovechando nuestra debilidad, por suerte, les derrotados y anexionamos. Polonia en un acuerdo a 3 bandas cedió Wuzburgo a Austria y Von Pommer a Alemania. A cambio Alemania les ayudó contra la Orden Teutónica y Hungría.
A Dinamarca en una guerra limpia logramos expulsarla de las tierras germanas liberando Bremen, Holstein y Mecklemburgo. Aunque posteriormente lograron recuperarla en otra guerra y posteriormente pasó a manos de la Orden Hospitalaria.
Otros sucesos importantes fueron las invasiones sobre Francia, aunque esa nación que ha pecado de prepotencia no nos caía, evidentemente, bien, no podíamos cerrar los ojos ante el sufrimiento del pueblo.
Inglaterra, Saboya, Navarra, Aragón, Castilla y Portugal atacaron Francia para destruirla por completo. Aunque avisamos de que sino se firmaba una paz blanca Alemania no tendría más remedio que tomar cartas en el asunto nadie nos tomó en serio. El rey castellano cuando comprobó que Alemania finalmente había entrado en la guerra mandó un escueto mensaje que avisaba “no te metas donde no te llaman o...” hasta ahí pudimos traducir, bastante tenemos en Alemania con saber las lenguas de las naciones más cercanas como para aprender castellano que se habla en tierras tan lejanas.
A pesar de nuestros denodados esfuerzos por impartir en los ejércitos alemanes la misma disciplina que tienen los de otras naciones, seguimos un poco por debajo y eso se tradujo en las derrotas que sufrimos en suelo francés a manos de los ingleses. Pero somos un pueblo terco, acostumbrado a lamerse las heridas y aprender de sus errores, por ellos preparábamos el siguiente intento esta vez mas numeroso. Sin embargo, el Rey de Inglaterra mandó diplomáticos a Polonia, líder de nuestra alianza para firmar la paz por separado con esta nación (o eso pensaban los polacos), había al final del documento una pequeña cláusula escrito en un lengua que los polacos no comprendían, al parecer era Irish como es conocida en la isla, lengua natural de los irlandeses. Los polacos no se caracterizan por ser desconfiados y a pesar de no comprender lo que estaba escrito confiaron en las palabras de los ingleses de que era “puro trámite”, “un simple recordatorio de los acuerdos alcanzados”. Poco después los polacos nos enviaron la copia del acuerdo. Sorpresa la nuestra cuando un mercader irlandés, viejo amigo de nuestro rey tradujo la pequeña cláusula. Significaba que Alemania tendría que retirarse de Francia y que el acuerdo de paz entre Polonia e Inglaterra también nos comprometía.
Naturalmente, Friedrich III se enfadó mucho con Inglaterra por esas artimañas como con Polonia por no informar previamente de las negociaciones y que de esta forma pudiéramos enviar observadores para que estas triquiñuelas no sucedan.
El caso es que como somos hombres de palabra, a pesar de que no olvidaremos semejante treta, Alemania se comprometió a lo firmado.
Por suerte para Francia, Austria y Holanda decidieron intervenir para salvarles de la invasión, logrando finalmente una paz blanca, que es lo que Alemania también quería.
Después de estos conflicto Alemania quiere adoptar una política mas centrada en sí misma, no queremos conflictos a menos que nos busquen o sean tan injustos como lo ocurrido en Francia, por ello decidimos abandonar la alianza con Polonia y crear una nueva que protegiese a nuestros vasallos, para que el ejemplo de Holstein no vuelva a suceder.
Por otra parte, hay malestar en el reino por ver que Holanda y Kalmar están aliados con Franconia nación ilegítima surgida de un golpe de estado a nuestros vasallos del Palatinado y que se desentendió por completo de la relación que debe haber entre ambos reinos.
Por ellos solicitamos formalmente a Holanda y Kalmar que expulsen de su alianza a tan pérfida nación para que Alemania les pueda aplicar la justicia que merecen.