6 El reinado de Constantino XI y la segunda guerra civil(Mayo 1452-Mayo 1455)
Lo primero tras la paz según habíamos acordado hace mucho tiempo Constantino y yo era convencer a la población del imperio de vivir de acuerdo con las leyes de la unión religiosa, para evitar así revueltas y mejorar la economía del imperio gracias a su mayor colaboración y productividad. Así pues ponemos en marcha un plan, que aunque costosísimo reportaría algún día muchos beneficios. El tesoro no permitió que este plan se extendiera a lo largo de todo el imperio, pero ya llegarían días mejores, en el que parecía que iba a ser un largo y prospero reinado.
En febrero de 1449 el comercio en el imperio alcanzo nuevas cotas equiparándose al de otros países europeos, aunque aun distaba años del revolucionario comercio de tercera generación del que disfrutaban hace tiempo venecianos y genoveses, fue una alegría para todos nosotros, pero quedo manchada por la grave hambruna que la provincia italiana de Marche sufrió a causa de las prolongadas guerras italianas, y que hizo menguar aun mas el ya seco tesoro imperial con las múltiples medidas y reparaciones que se tuvieron que tomar, lo cual fue doloroso, pues hacia mucho que no gozamos de uno de esos años excepcionales que tan bien van para la economía, y esta continuo sufriendo. A causa de esto no pudimos unirnos a la cruzada iniciada intrépidamente por parte de los caballeros de la orden hospitalaria contra todos los reinos musulmanes que ocupaban los antiguos territorios del imperio, aunque elogiamos su esfuerzo y dedicación a la causa.
La escasez de grano se extiende por el imperio, y pasamos un año difícil, aunque gracias a nuestra mejora en la posición de los mercados extranjeros nuestro tesoro se va recuperando. No obstante a causa de la hambruna y los agitadores ortodoxos extremistas Córcega y Romagna entran en revuelta en febrero de 1451. Aprovechando el momento los traidores musulmanes de Konya se alzan en armas, pero nuestras legiones acaban con todos los rebeldes para Agosto de ese mismo año, dando un castigo especial y ejemplar como siempre a los rebeldes de Konya.
En enero de 1452 un extraño húngaro de nombre Urbano se presento en nuestra corte proponiendo la construcción de pesadas piezas de artillería que facilitarían los asedios. Decidimos echar una ojeada al proyecto pero visto que tales maquinas de asedio tienen una vida tan corta y suelen perderse o desgastarse por el uso normal, aunque no entren en combate directo ni sean capturadas, y puesto que el solo nos ofrecía construir 10 por un precio astronómico decidimos que no nos convenía su proposición, a pesar de que amenazó con ofrecer sus servicios a los turcos… sin embargo tuvimos clemencia y en lugar de ejecutarlo le ofrecimos alojamiento gratuito y un trabajo en la rama de la construcción de vías romanas(concretamente en las canteras).
A finales de ese mismo mes los descontentos patriarcas ortodoxos a los que había “alojado” en Chipre para evitar tumultos consiguieron iniciar un movimiento hereje en la isla y esta se alzo contra el poder imperial, así que no tuvimos más remedio que movilizar de nuevo a las fatigadas legiones.
A causa de esto cuando Inglaterra abusando de su pertenencia a nuestra alianza con los florentinos de Toscana nos pidió en marzo defender su honor en una guerra contra los inocentes reyes de borgoña no pudimos hacer mas que unirnos en nombre y firmar un acuerdo de no hostilidad de inmediato.
En Mayo Marche se rebela súbitamente, y en julio se produce un alzamiento popular en Romagna contra del concilio de Chipre de nuevo, seguido y apoyado por numerosos nobles influyentes que arman a las masas ,y las legiones son derrotadas al enfrentarse a ellos, a causa de la fatiga a la que están siendo sometidas últimamente, así que después de reclutar a nuevos soldados y dejar descansar un poco al ejército para que este se reorganizase atacamos de nuevo y vencemos, solo para ver como en septiembre de ese mismo año Smyrna se rebela. Nuestras legiones no dan abasto con los rebeldes.
En mayo de 1453, un año después de los primeros alzamientos nuestras fatigadas legiones observan atónitas como Romagna vuelve a rebelarse y cae automáticamente, mientras los rebeldes acaban de tomar Smyrna y marchan a sitiar la capital.
En mayo de 1453 llega la peor tragedia hasta la fecha, en un intento heroico por salvar la ciudad Constantino y Guistiniani son emboscados y mueren luchando heroicamente salvando la capital finalmente, pero encontrando su final en la batalla… sin nuestros dos mejores generales nuestro destino se ve muy oscuro. Tras su muerte se erige un gran mausoleo con múltiples relieves conmemorando todas sus victorias y se decretan 30 días de luto.
En octubre entre todo este caos surge nuestra salvación, pues se extiende el rumor de que un santo seguidor de la nueva religión del imperio, algunos dice que el emperador que ha vuelto de la muerte, comienza a obrar milagros, tranquilizando a la agitada población, y dando tiempo a las legiones para exterminar disimuladamente a los rebeldes y mandarlos a lugares donde no puedan molestar y sean útiles al esfuerzo renovador del imperio (si, bueno, a construir mas vías romanas).
Así mismo gracias a nuestro fortalecimiento en política exterior y nuestra mayor influencia en el mundo católico conseguimos obtener el reconocimiento de legitima soberanía sobre toda anatolia y parte de los Balcanes, aunque esto es mucho menos de lo que habíamos pedido, podemos decir que el renacimiento del imperio ha comenzado con el reconocimiento de estas tierras como territorios nuestros por derecho.
En noviembre de ese mismo año las hazañas del santo corren de boca en boca y, puede que gracias a su labor, los ciudadanos de Thracia deciden abandonar su antigua fe ortodoxa. En diciembre Rumelia y Macedonia siguen su camino, pero en enero de 1454 Ionia rechaza la nueva fe y se rebela, cuando nosotros pensábamos que iban a ser los primeros en abrazar el cambio, mientras la capital se obstinaría en las viejas costumbres.
En febrero Morea recibe alegremente la nueva fe y nos quita un problema más con el que tratar, quedando así una parte importante del imperio practicante de la nueva religión.
Las legiones trabajan afanosamente a pesar de estar bajo una comandancia menos habilidosa en mayo de 1455 consiguen poner en calma definitiva a todo el imperio retomando Smyrna y Konya, acabando así con la sangrienta guerra civil.
