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Gardarian

Felipe González es amigo mío
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Mar 3, 2006
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Manfred Von Richthofen, La Leyenda Del Barón Rojo:


Nace el 2 de Mayo de 1892, en la región de Silesia, en Breslau (Hoy en dia Polonia), siendo el mayor de tres hermanos. Su padre, un noble, cuyo título le venía desde los tiempos de Federico el Grande de Prusia, alto cargo del 12º regimiento de Ulanos, les alentó para que siguieran sus pasos en la carrera militar. De este modo, von Richthofen y uno de sus hermano se adiestran en el ejército imperial. Poco tiempo después, se convierte, tras tres años de adiestramiento como cadete, en teniente de Ulanos.

En 1912, fue nombrado capitán de caballería. Con el estallido de la guerra, combatió en el frente oriental contra los rusos, quienes le tomaron prisionero. Fue trasladado al frente occidental, donde también fue tomado cautivo por el ejército francés. Todas estas y otras acciones le valieron la Cruz de Hierro. Sin embargo, con la desintegracion de su grupo, fue destinado a tareas de intendencia, un lugar en el cual Manfred no se sentía a gusto.

Por ello decidió pedir el traslado a la Luftstreitkrafte, la fuerza aérea imperial, por el momento un arma experimental que estaba cambiando lo que hasta ese momento había sido la guerra. Se fabricaron miles de aviones en estos tiempos, y las potencias necesitaban pilotos. En la escuela de aviadores von Richthofen no se destacó especialmente, y se le destinó al frente oriental como avistador, tras aprobar el examen de piloto a la tercera intentona. En este puesto Manfred si destaco, pues poseia una vista extraordinariamente aguda.

Mas aun no tenía suficiente el barón rojo, quería entrar en combate. Durate estos días se encontró von Richthofen con quien sería determinante en su vida: el capitán de escuadrón Oswald Boelcke. Boelcke fue el encargado de reorganizar la aviación, en un momento en que los alemanes habían perdido su iniciativa en los cielos. Hasta entonces los aviones volaban solos y no había un mando único. Desde entonces, Ernst von Hoeppner fue nombrado jefe de la aviación germana. Los aviadores fueron agrupados en escuadrones o Jagdstaffeln de catorce aviones cada uno.

Boelcke fue el jefe del nº 2, y escogió para su equipo a Richthofen. Siempre mostró una especial predilección por el, pese a que los resultados de sus exámenes dejaban mucho que desear. Su primer combate fue en los cielos del norte de Francia, en Cambrai en 1916, que terminó en victoria Alemana. Durante este tiempo, Boelcke había estado perfeccionando y puliendo la táctica de Richthofen a los mandos, lo que había mejorado considerablemente su capacidad de pilotaje.

Sin embargo, en Octubre de 1916, el capitán Oswald Boelcke muere en una colisión con otro avión. Por ello, Manfred es nombrado capitán del Jagdegeschwader 1, donde adquirió su apodo de Barón Rojo por haber pintado todos los aviones del escuadrón en rojo, cuando contaba con 8 derribos. También es conocido sue scuadrón como el "circo volante", por los vivos colores que tenían los aviones. Aqui es donde comienza su espectacular palmarés.

Poco despuçes de convertirse en capitán, derriba en un espectacular combate al británico Lanoe Hawker, uno de los pilotos más prestigiosos.



Comandante Lanoe Hawker
Richthofen les inculcó a los miembros de su escuadrón las enseñanzas de su mentor, Boelcke, lo que les ayudó en gran medida. En unos meses, había dirigido más de 58 misiones, que habían terminado con la más aplastante victoria alemana. En Abril de 1937 llegó a derribar unos 20 aviones en solitario. Entre sus alumnos más aventajados estaban Kurt Wolff y Karl Allmenröder, quienes consiguieron 33 y 30 victorias, respectivamente.

Todos ellos fueron condecorados con la orden pour le mèrite. En ese mismo año, se integró en el escuadrón el hermano de Manfred, Lothan, quien poseía unas cualidades similares a las de su hermano, ya que al final de la guerra había logrado derribar hasta 40 aparatos enemigos. Los británicos llegaron a recompensar su derribo con hasta 5.000 libras esterlinas. Sin embargo, en julio de 1937, recibe una herida de bala en el cráneo de la que nuca se recuperaría, pese a que siguió causando derribos.

Ese mismo año fue recompensado con un flamante avión nuevo, un triplano Fokker Dr I, que también pintó de rojo y poseía gran agilidad.



Réplica del Fokker Dr I del Barón Rojo

Para protegerle de las balas enemigas, el resto de pilotos de su escuadrilla también pintaron sus aviones de rojo. Por esa çepoca comenzaron a caer los grandes pilotos. Georges Guynemeyer, héroe francés, caía con 54 derribos, al igual que Werner Voss, que lo hacía con 48.

En la última ofensiva alemana, Manfred lograba derribar su 80 y último avión. En julio de 1918, finalmente, sería abatido en su monoplaza, con las botas puestas, abatido, según fuentes oficiales, por el piloto canadiense Roy Brown. Sin embargo, también se dice que pudo haberle matado un soldado de infantería australiano llamado Cedric Popkin disparando con su cañón antiaéreo.

Fue enterrado con todos los honores militares por los británicos, quien depositaron flores en su ataúd, y a su paso, soldados australianos presentaron armas y dispararon tres salvas de fusilería. En el lugar donde cayó se encuentra una lápida con la siguiente inscripción:"Aquí yace un valiente, un noble adversario y un verdadero hombre de honor. Que descanse en paz".

Tras su muerte, el mano del escuadrón que mandaba le fue transferido a Herrman Goering, que llevaba 21 derribos. El barón rojo escribió un libro titulado "El piloto Rojo" durante su convalecencia en 1917 por la herida en la cabeza.
 
Last edited:
Un héroe sin lugar a dudas.

La PGM dicen que fue la última guerra entre caballeros. Von Richthofen fue uno de ellos.
 
Según parece, la bala le causó la muerte casi de manera inmediata.

Como otra nota triste, el último comandante del Circo Richthonfen fue Hermann Goering.

Aquí hay un link para leer su libro autobográfico -mas o menos...

http://www.richthofen.com/

(está en idioma hereje, por supuesto...)
 
Tengo entendido que incluso derrivo a enemigos y aterrizo para prestarles ayuda.....

Un saludo.
 
Silent Hunter said:
Tengo entendido que incluso derrivo a enemigos y aterrizo para prestarles ayuda.....

Un saludo.

Igual te refieres a este hecho:
" Con ocasión de un combate que tenía lugar en otro punto del frente, tuve la suerte de derribar un aparato Vickers de dos asientos, cuyos ocupantes se dedicaban tranquilamente a sacar fotografías de nuestras posiciones de artillería. Al adversario no le dió tiempo a defenderse y tuvo que apresurarse para llegar a tierra, pues el aparato principió a incendiarse; a esto lo llamamos estar "apestado". Como luego pudo comprobarse, no tuvo más que el tiempo preciso para llevar a cabo su misión, pues poco antes de tocar tierra, comenzaron a salir llamas del avión.
Por un rasgo de humanidad para con mí enemigo, decidí obligarle solo al descenso y no a la caída, porque tenía casi la seguridad de que mi adversario estaba ya herido, pues no me hizo ni un solo disparo. Encontrándome yo aún a unos quinientos metros de altura me obligó una avería del motor a descender normalmente, sin poder hacer ninguna curva, hasta aterrizar; entonces acaeció algo no exento de gracia. Mi adversario vencido, aterrizó sin tropiezos con su aparato incendiado, mientras que yo, vencedor, aterricé volcando a su lado al tropezar con las alambradas de defensa de trincheras de una posición alemana de segunda línea.
Todo esto fué seguido de un saludo de los dos englishmen y yo; ellos estaban grandemente extrañados de mi accidente, pues como anteriormente dije, no me habían hecho i un solo disparo y mostraban la mayor sorpresa al ver mí forzoso aterrizaje. Eran los primeros ingleses que habían conseguido derribar con vida, por cuya razón me agradó mucho conversar con ellos. Entre otras cosas les pregunté si habían visto alguna otra vez mi aparato en el aire. "Oh, yes", me respondió uno de ellos. A ese le conozco muy bien, le llamamos "Le Petit Rouge".
Y ahora viene a mí entender una villanía bien "británica". Me preguntó por qué había sido tan imprudente en mí aterrizaje; el motivo está, le respondí, en que no podía hacerlo de otro modo: entonces me respondió el miserable que había probado aún en los últimos 300 metros a disparar sobre mí, pero que le fué imposible hacerlo porque no tenía cargador. Le pedí perdón por haberle derribado, lo aceptó y así fué como le devolví su deslealtad.·
De las memorias escritas en 1917 que nombra Gardarian.
 
PanzerKeil said:
Un héroe sin lugar a dudas.

La PGM dicen que fue la última guerra entre caballeros. Von Richthofen fue uno de ellos.
Quizás sea mejor la última en que pelearon caballeros y "no caballeros" mezclados en los dos bandos. Hay una película francesa muy buena, que toca este tema de la caballerosidad y la distinta procedencia social de los oficiales en los ejércitos:
http://cinema16.mty.itesm.mx/historia_del_cine/comentarios/illusion.htm

Como película de guerra, una de las mejores.
 
Last edited:
En esta web se explica bastante bien como murio von Richthofen, al parecer le atacaron dede el suelo y desde el aire.

http://www.anzacs.net/who-killed-the-Red-Baron.htm

Tambien he oido algo acerca del tal Evans, pero en cada fuente dicen una cosa.
 
Su muerte tambien tiene una historia digamos oculta o de misterio, me explico.
Al parecer daba mala suerte, mal fario y los pilotos no solian hacerlo, bueno solian no, no lo hacian directamente hacerse fotos antes de salir a volar al combate. Siempre despues de volver del combate antes nunca.
Casualmente Manfred von Richthofen, se hizo una foto vestido con su uniforme al lado de su avion justamente antes de salir al combate. Ese mismo dia moria en combate y con el una gran leyenda y aviador.
 
Sobre la caballerosidad en el aire durante la PGM, si bien los propios pilotos se consideraban caballeros y actuaban en muchas ocasiones como tales, también es cierto que no faltaron los actos de "falta de caballerosidad" o "ensañamiento" con el enemigo. Aparte de su leyenda, parace que con el tiempo el Barón Rojo se volvió menos caballero, se ensañaba con aviones ya derribados y cosas por el estilo.

Tened en cuenta que los pilotos de la PGM literalmente se quemaban. Tenían unos niveles de fatiga y estrés de combate altísimos. Entonces no había periodos de descanso, rotaciones y otras medidas para evitarlo. Los pilotos volaban y volaban varias misiones al día durante periodos muy largos.

Es muy normal en situaciones de alto estrés y fatiga de combate el comenzar a mostrase menos "humano" en combate y ensañarse más con el enemigo. Si bien el espíritu caballeresco de la aviación en la PGM ayudaba a referenar un poco estos actos, no dejaron de darse actos poco honorables, incluyendo a las leyendas como el Barón...
 
BorisK said:
Igual te refieres a este hecho:
" Con ocasión de un combate que tenía lugar en otro punto del frente, tuve la suerte de derribar un aparato Vickers de dos asientos, cuyos ocupantes se dedicaban tranquilamente a sacar fotografías de nuestras posiciones de artillería. Al adversario no le dió tiempo a defenderse y tuvo que apresurarse para llegar a tierra, pues el aparato principió a incendiarse; a esto lo llamamos estar "apestado". Como luego pudo comprobarse, no tuvo más que el tiempo preciso para llevar a cabo su misión, pues poco antes de tocar tierra, comenzaron a salir llamas del avión.
Por un rasgo de humanidad para con mí enemigo, decidí obligarle solo al descenso y no a la caída, porque tenía casi la seguridad de que mi adversario estaba ya herido, pues no me hizo ni un solo disparo. Encontrándome yo aún a unos quinientos metros de altura me obligó una avería del motor a descender normalmente, sin poder hacer ninguna curva, hasta aterrizar; entonces acaeció algo no exento de gracia. Mi adversario vencido, aterrizó sin tropiezos con su aparato incendiado, mientras que yo, vencedor, aterricé volcando a su lado al tropezar con las alambradas de defensa de trincheras de una posición alemana de segunda línea.
Todo esto fué seguido de un saludo de los dos englishmen y yo; ellos estaban grandemente extrañados de mi accidente, pues como anteriormente dije, no me habían hecho i un solo disparo y mostraban la mayor sorpresa al ver mí forzoso aterrizaje. Eran los primeros ingleses que habían conseguido derribar con vida, por cuya razón me agradó mucho conversar con ellos. Entre otras cosas les pregunté si habían visto alguna otra vez mi aparato en el aire. "Oh, yes", me respondió uno de ellos. A ese le conozco muy bien, le llamamos "Le Petit Rouge".
Y ahora viene a mí entender una villanía bien "británica". Me preguntó por qué había sido tan imprudente en mí aterrizaje; el motivo está, le respondí, en que no podía hacerlo de otro modo: entonces me respondió el miserable que había probado aún en los últimos 300 metros a disparar sobre mí, pero que le fué imposible hacerlo porque no tenía cargador. Le pedí perdón por haberle derribado, lo aceptó y así fué como le devolví su deslealtad.·
De las memorias escritas en 1917 que nombra Gardarian.

Increíble este trozo de relato, me ha dejado absolutamente sorprendido. Ya había leído sobre la caballerosidad en el aire en la WWI, pero no hasta tales extremos.

Nemastocito
 
Una vez vi en internet que en la Primera Guerra Mundial Goering al cabo de mucho rato pudo abatir a un enemigo (le obligo a hacer un aterrizaje), y como fue el enemigo que mas le costo derrivar, Goering aterrizo y le regalo su cruz de hierro.
 
Ruffles1714 said:
Una vez vi en internet que en la Primera Guerra Mundial Goering al cabo de mucho rato pudo abatir a un enemigo (le obligo a hacer un aterrizaje), y como fue el enemigo que mas le costo derrivar, Goering aterrizo y le regalo su cruz de hierro.

Si fuera cierto sería una historia digna de recordar... ;)
 
En la IIWW Rommel tampoco se quedo corto de caballerosidad con los ingleses en Egipto.
 
Lo Dolçainer said:
Si fuera cierto sería una historia digna de recordar... ;)


Yo tambien lo he visto, en alguna parte...ahora no recuerdo :wacko:

Pero Goering no siempre fue ese "gordo drogadicto nazi".