Once a jolly swagman camped by a billabong
Under the shade of a coolibah tree
And he sang as he watched and waited 'til his billy boiled
You'll come a-waltzing matilda with me
CORO
Waltzing matilda, waltzing matilda You'll come a waltzing matilda with me And he sang as he watched and waited 'til his billy boiled You'll come a-waltzing matilda with me
Down came a jumbuck to dri-ink at that billabong
Up jumped the swagman and grabbed him with glee
And he sang as he stuffed that jumbuck in his tucker-bag
You'll come a-waltzing matilda with me
Up rode the squatter, mounted on his thoroughbred
Up rode the troopers, one, two, three
"Where's that jolly jumbuck you've got in your tucker-bag?"
You'll come a-waltzing matilda with me
Up jumped the swagman and sprang into that billabong
"You'll never take me alive!", said he
And his ghost may be heard as you pa-ass by that billabong
You'll come a-waltzing matilda with me
Letra de “Waltzing Mathilda”, canción popular australiana, himno extra-oficial del ejército australiano y título de este AAR.
Capítulo I: Los Inicios.
¿Por donde empiezo?....mmmm, veamos, podría empezar hace varios centenares de miles de años, cuando el pedazo de tierra que hoy es Australia se separó del resto de las tierras emergidas o quizás cuando los primeros seres humanos, los aborígenes llegaron a la isla-continente hace 40 o 50.000 años. No, demasiado atrás.
Quizás debería empezar en el siglo XVII cuando Australia fue descubierta por los holandeses o en 1778 cuando Cook navegó por sus aguas o puede que en 1788 cuando llegó la “First Fleet” con los primeros colonos ingleses o con la fiebre del oro de 1851 que hizo aumentar espectacularmente su población. No, demasiado centrado en Europa y los europeos.
Ya se. Empezaré por el principio.
Australia comenzó su andadura como nación independiente en 1901 cuando la Federación Australiana se creó dentro del Imperio Británico.
Claro que lo de independiente por aquel entonces era mucho decir, la mayoría de la población (5 millones por aquel entonces), se sentía muy vinculada a Gran Bretaña donde habían nacido ellos o como mucho, sus padres.
El país era razonablemente próspero y exportador de materias primas, al principio carne y lana de ovejas y, cada vez más, todo tipo de minerales de su rico subsuelo.
La conciencia nacional australiana no comenzó a surgir hasta la I Guerra Mundial donde el ANZAC (Australia and New Zealand Army Corps) recogió los laureles de la gloria empapados en sangre en Gallipoli.
La batalla de Gallipoli, aunque fue una derrota, obró maravillas en la creación de la conciencia nacional australiana, la imagen de las bravísimas tropas aussies, siendo masacradas por culpa de la incompetencia de los generales británicos (“leones mandados por burros” fue como lo definió un periodista de la época) no hizo decaer el esfuerzo de guerra australiano pero si abrió un gran golfo de desconfianza entre Australia, una desconfianza que no haría sino crecer en el futuro.
Pero no todo fueron derrotas, el ANZAC, esta vez mandado por un general australiano, Sir John Monash inflingió, el 21 de Mayo de 1918, en Amiens, la mayor derrota que el ejército alemán sufrió en toda la guerra, lo que Ludendorff llamó “el día negro del ejército alemán”. La guerra terminó poco después, el 11 de Noviembre de 1918 y los hijos de Australia volvieron a las antípodas a disfrutar de los beneficios de la paz, beneficios que desgraciadamente, no duraron mucho.
El general Monash.
Australia, dada su economía basada fundamentalmente en la exportación de materias primas, se vio muy afectada por la crisis del 29. El paro, un fenómeno antes virtualmente desconocido, llegó a alcanzar al 30% de la población y hordas de swagmen (vagabundos) invadieron las aceras de Sydney, Melbourne, Perth y otras ciudades.
La situación se fue recuperando poco a poco pero Australia comenzaba la turbulenta década de los 30 con su economía debilitada, los lazos con Gran Bretaña aflojados y la situación internacional cada vez más turbulenta, ¿Qué tendría reservado el futuro para el país de Oz?
Sydney en 1930.