No se si habria poblacion suficiente, pero teniendo en cuenta que la invasion francesa de la peninsula fue uno de los factores detonantes de los movimientos independentistas en hispanoamerica, no creo que se dejaran reclutar para luchar/morir en Europa por la metropoli con la que poco tiempo despues acabarian peleando.
Habria que ver que consiguieron los portugueses en Brasil, donde si consiguio escapar su familia real.
El detonante de las revoluciones independentistas americanas no fue por falta de fidelidad al rey legítimo, sino por la pretención de las Cortes de Cádiz de que los virreinatos se sometieran a su autoridad. Es decir, que se sometieran a la Metrópoli como si se tratara de colonias... y el problema es que América no era tal cosa, sino que era el Reino de Indias desde que Carlos I le diera ese status político.
Por tanto la tesis era que cada virreinato debía elegir juntas de gobierno con el mismo rango que las Cortes de Cádiz que ejercieran tal gobierno en nombre del Rey hasta que éste fuera repuesto en el trono.
En Buenos Aires se cesó al virrey y se lo envió de vuelta a España por ese motivo. El 25 de mayo de 1810 se creó la Junta de Gobierno en esa ciudad, lo que fue contestado con un intento de invasión por parte del virrey del Perú siguiendo las órdenes de las Cortes de Cádiz, lo que favoreció al ala más radical del movimiento.
La reposición de Fernado VII n el trono lejos de tranqulizar las cosas, las llevó al extremo dado que ni reconoció las Cortes de Cádiz ni a la I Constitución, y mucho menos a las juntas de gobierno americanas, enviando expediciones militares en orden a su idea absolutista de ejercicio del poder.
Pero el caso es que hasta ese momento, salvo el ala más jacobina, nadie pensaba seriamente en la independencia... hasta que viendo lo que quería hacer en América los convenció de que ahí el escarmiento iba a ser terrible y que hasta los más moderados iban a tener que luchar por sus vidas.
En el Río de la Plata se declaró la independencia recién en 1816. Y en Perú en 1821, tras una guerra bastante prolongada.
El problema para una invasión desde América a la Península era otro: la falta de tropas entrenadas y suficientes para enfrentar a un ejército aguerrido y experto como el francés, la falta de armas (especialmente artillería), la falta de finanzas para adquirir equipos de guerra, y la falta de una flota.
Y si se hubiera querido construir todo eso en América, no había con qué: en América las fábricas eran inexistentes dado el monopolio comercial que ejercía España desde siempre, obligando a América a suministrar materias primas, prohibiendo la fabricación y artesanías de todo tipo, y obligándola a importar las manufacturas desde España pagando unos precios excesivos.