La siempre estruendosa puerta del bAAR volvió a hacer retumbar las paredes del local, impidiendo, dicho sea de paso, las viles maquinaciones que tenían lugar en la siempre hazarosa mente de Marirosa
Entre murmullos y una niebla más espesa que la de las provincias del norte, la selecta clientela del oscuro lugar comenzó a atisbar una gallarda figura coronada por un no menos noble rostro.
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Cuantas gentes seguro conocidas, camufladas por unos rostros que apenas reconozco....
Musitó el visitante, palabras que hicieron que la gente le mirase con un mayor interés, fruto sin duda de la curiosidad. Pasada la sorpresa, no sin un halo de decepción y melancolía, el recién llegado se dirigió a la barra
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Déme usted el placer, noble posadero, de un buen vino, hace varias jornadas que no pruebo uno decente...
El posadero, fiel a su juramento hipocrático del buen servir, le sirvió una copa de su mejor vino, a lo que el recién llegado respondió llevándoselo a los labios, y dirigiéndole una mirada de profunda satisfacción y agradecimiento, tal era la calidad del mejor de los vinos... de casa....
Hablando para sí, pero en un tono lo suficientemente alto para ser oído por quien le quisiera escuchar, comenzó a musitar
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Si, no hay duda. Largos años han pasado, a los que no todos han sobrevivido. Y de haberlo logrado, bien poco quedó en el camino de aquellas divertidas travesuras propias de los niños.... Tanto en las caras, como en los corazones. El tiempo pasa, y los recuerdos de la niñez son siempre discriminados en favor de otros mas recientes...
Déme algo de comer para acompañar este magnífico vino, posadero, que los días son largos, y a caballo más aún. Ha sido un largo viaje, del que espero sacar buen provecho
Acto seguido cogió la copa de vino, pidió que le llevasen la botella a la mesa, sentándose en una moderadamente apartada y cercana a la ventana, mirando atentamente al fluir de la vida en las calles, no sin dejar la impresión a todos los que hubiéronle escuchado, que aún le habrían de escuchar mas...