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Viden

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Tenía perdido en el ordenador este trabajo que hice para la uni sobre la Guerra Civil de Angola del 75-76 (tema friki donde los haya) y he decidido postearlo aquí que se que os van estas cosas :)p). Es un trabajo académico, así que esperad pocas imagenes (solo dos) y mucho texto.

Y sin más prámbulos, empiezo.
 
El Imperio Rojo y el Continente Negro
La relación entre la Unión Soviética y África fue una relación de pura conveniencia simbiótica. Muchos dirigentes anti-coloniales africanos veían en la URSS un ejemplo de progreso; un Estado amigo que había renunciado al imperialismo colonial característico de Occidente y que también había superado el sistema capitalista que había beneficiado a las metrópolis en detrimento de las colonias durante tanto tiempo. Un amigo que podría, llegado el momento, ayudar en la liberación de África.

Desde el Kremlin, la idea de intervenir en África respondía a otras motivaciones. Por un lado, los soviéticos estaban convencidos que la descolonización africana dañaría terriblemente al bloque capitalista, más aún si esta descolonización iba emparejada del surgimiento de Estados comunistas afines a Moscú. Además, la Unión Soviética tenía especial interés en eliminar la tendencia occidental de considerar a África como una parte exclusiva de su esfera de influencia. Pese a esto, nunca se definió claramente el plan de actuación en el continente africano ni se puso especial énfasis en su aplicación.

Quizás en consecuencia de esto, las primeras tentativas soviéticas de intervención en África fueron un fracaso absoluto. La idea de Jruschov era convertir ciertos países africanos en “escaparates del socialismo”, que serían puestos avanzados de la Revolución en su expansión por el orbe. Pero el Congo se perdió cuando el Primer Ministro, Lumumba, fue derrocado y ejecutado, para que poco después Mobutu Sese Seko accediese al poder mediante un Golpe de Estado orquestado por la CIA. Después de fracasos similares en Ghana y Guinea, la Unión Soviética se olvidó de África.

Volvería durante los años setenta como parte de su pugna con China por el liderazgo de los movimientos revolucionarios y de liberación nacional de todo el mundo. Esta vez los motivos para la intervención serían similares a los que fueron en los años cincuenta: El afán de exportar el modelo comunista soviético, el vacío de poder de África y las peticiones de los propios dirigentes africanos que, tras años de haber sido ninguneados por Occidente, habían volcado sus esperanzas en la URSS. Lejos habían quedado las consideraciones del tipo “los dirigentes de esos países devoran todo lo que les damos, y luego nos dan la espalda”. También es cierto que existían otros motivos aparte de la cruzada ideológica: La Unión Soviética buscaba ser una potencia mundial como las demás, y para eso hace falta proyectar tu poder más allá del vecindario propio. Este hecho sumado al reciente desarrollo de una marina estratégica y una fuerza aérea considerable llevó a la búsqueda de bases militares en suelo africano. Para costear estas nuevas aventuras africanas, el Kremlin hizo uso del excedente financiero resultado del aumento del precio del petróleo tras la guerra del Yom Kippur que convirtió a la URSS en el líder del mercado mundial de petróleo.

La primera de estas bases se obtuvo en Somalia en 1974. Pero esta base fue insuficiente para las aspiraciones soviéticas.
 
¿Aquí es donde salen los afrikaaners con sus Mirage y sus tanques Centurion? o me he adelantado un pelín :D
 
¿Aquí es donde salen los afrikaaners con sus Mirage y sus tanques Centurion? o me he adelantado un pelín :D

Hay afrikaaners. Y latinos. Y eslavos. :D
 
La Guerra Colonial portuguesa
Portugal luchaba una guerra contra guerrillas comunistas y de liberación nacional desde 1961 en sus tres colonias principales (Angola [1961], Guinea [1963] y Mozambique [1964]). En general, en las tres colonias existían tres tipos de movimientos: Modernizadores, tradicionalistas y etno-nacionalistas. Los primeros estaban imbuidos por una visión política universalista, mientras que los segundos se aferraban a realidades socio-políticas auténticas o inventadas.

Los movimientos modernizadores se encarnaron en el MPLA (Movimento Popular de Libertação de Angola) en Angola, el PAIGC (Partido Africano para a Independência da Guiné e Cabo Verde) en Guinea y el FRELIMO (Frente de Libertação de Moçambique) en Mozambique. En un principio fueron movimientos bastante parecidos entre sí, nutridos por una generación joven y relativamente bien educada (Muchas veces en la metrópoli) que había sido más o menos asimilada culturalmente por las sociedades coloniales. Se trataba de gente progresista cuya aspiración era la creación de Estados-nación africanos modernos y seculares cortados según un patrón europeo (Ya fuese Occidental u Oriental).

Por su parte, el grueso de los tradicionalistas provenía de sectores de la población menos asimilados, peor educados y que estaban más unidos al orden socio-político africano; ya fuera porque provenían de él, tenían conexiones con las redes principales de dicho orden o porque se trataba de organizaciones a nivel local. Como resultado, solían ser movimientos con menor orientación urbana, más relacionados con el mundo rural. Su discurso político defendía el arraigo de los nuevos Estados-nación africanos en las tradiciones de dicho continente. Casi siempre rechazaban el socialismo (No dejaba de ser una ideología “importada”) y desconfiaban de las políticas modernizadoras. Además, tendían a utilizar el elemento racial contra los modernizadores siempre que podían (Un buen número de ellos eran mestizos, blancos, etc.) cuestionando sus reclamaciones africanas y, por tanto, las nacionales. En Mozambique y Guinea los tradicionalistas solían cooperar con los movimientos modernizadores (El FRELIMO y el PAIGC), pero Angola era un caso aparte. El principal movimiento etno-nacionalista, el UPNA (União das Populaçoes de Angola), se transformó en un movimiento tradicionalista llamado FNLA (Frente Nacional de Libertação de Angola). El FNLA rivalizó desde el principio con el MPLA, pero su debilidad como movimiento político, su pasado etno-nacionalista (El UPNA estuvo formado en su mayoría por miembros de la etnia kongo) y las perjudiciales políticas llevadas a cabo en el exilio, se combinaron para debilitar su efectividad como frente anticolonialista. Pese a tener una buena base política y militar en el Zaire, nunca se llevaron a cabo acciones armadas serias contra los portugueses.

Debido a esta debilidad una facción escindida del FNLA fundó la UNITA (União Nacional para a Independência Total de Angola) en 1965. Esta facción seguiría una política claramente tradicionalista pese a autoproclamarse “Maoísta” y a dedicar sus esfuerzos en acciones anti-MPLA. UNITA buscaría cualquier ayuda posible (Desde China hasta Sudáfrica, pasando por los EEUU) y adoptaría una postura contraria al “Marxista” y cosmopolita (“No-negro”) MPLA con tal de conseguir la supremacía en la lucha anti-colonial.

En cuanto a los proyectos etno-nacionalistas, estos fueron, simplemente, inviables. Esto se debe a que existía un consenso generalizado entre colonizadores y anti-coloniales de que los nuevos estados nación del África pos-colonial deberían ceñirse a las fronteras coloniales existentes. Pero los etno-nacionalistas mutaban sus reclamaciones originales de hablar en nombre de un grupo local a reclamaciones de hablar por todos.
 
Eso es lo que pasa cuando las fronteras se hacen con tiralíneas...
 
La descomposición del imperio colonial portugués
A principios de los 70 nada parecía indicar que el imperio portugués fuera a colapsar. Hasta entonces la guerra había seguido un efectivo estancamiento donde las tropas portuguesas no habían eliminado la resistencia guerrillera, pero a su vez el PAIGC, el FRELIMO y el MPLA ni siquiera controlaban todo el territorio rural de las colonias. Más aún, a principios del 74 el MPLA se había fragmentado en tres facciones diferentes: La que tenía base en Tanzania, liderada por Agostinho Neto; la de Daniel Chipenda, apoyada por Zambia (Conocida como la “Revuelta do Leste”); y la que partía del Congo que se autoproclamaba “Revolta Activa”.

Esta división no tenía que ver con diferencias doctrinales si no más bien con “falta de comunicación, reveses militares y ambiciones incompatibles”. De todas formas, el MPLA no había sido nunca una fuerza cohesionada y organizada, y las presiones del ejército portugués, las tensiones étnicas y los desafíos al liderazgo de Neto habían dividido el movimiento. Los soviéticos destinaron muchos esfuerzos en restaurar la unidad del MPLA y crear una especie de frente de liberación junto al tradicionalista FNLA. Debido a los escasos avances, el apoyo soviético fue disminuyendo gradualmente. Para Marzo del 74, el MPLA había dejado de existir como fuerza efectiva.

No obstante, la Revolución de los Claveles en Portugal en Abril de 1974 precipitó la independencia de sus antiguas colonias. La caída del Estado Novo implicó que el nuevo gobierno revolucionario en Lisboa decidiera poner fin a la guerra mediante el reconocimiento de la independencia de las colonias; por lo cual se dio a los soldados de ultramar la orden de volver a Portugal inmediatamente.

Estos sucesos hicieron que el Kremlin volviese a trabajar activamente para ganarse a las poblaciones de las colonias lusas en el convencimiento de que el imperio portugués no podría aguantar mucho. En Angola, la política soviética se basó en fortalecer el MPLA bajo el liderazgo de Neto para reparar el movimiento de liberación. Por desgracia para los soviéticos, las otras facciones del MPLA no estaban dispuestas a cooperar, ni siquiera con la promesa de masiva ayuda soviética a un MPLA unificado. Mientras tanto, los rivales de este movimiento, el FNLA y la UNITA, se habían fortalecido. El primero había conseguido suministros, armas e instructores de China y había movido a sus tropas desde el Zaire hasta las provincias del norte. El segundo había firmado un alto el fuego con los portugueses y había empezado a reclutar un buen número de angoleños que estaban siendo entrenados en sus bases del este.

En Octubre la URSS cambió de estrategia. En lugar de forzar la unificación del MPLA, se centraron en fortalecer a los seguidores de Neto. Los principales motivos para este cambio de planteamiento fueron dos: Por un lado el nuevo comandante de la administración militar portuguesa era un izquierdista afín a las ideas de Neto y, por el otro, Neto había conseguido el apoyo de los principales comandante del MPLA. Estos movimientos resultaron un acierto. El 21 de Octubre se firmó un alto el fuego entre Portugal y el MPLA, el movimiento volvió a ganar apoyo popular y ocupó importantes enclaves petrolíferos en Cabinda.

Pese a las escaramuzas que ocurrían entre el MPLA y el FNLA a finales de 1974, Jefes de Estado africanos consiguieron convencer a los tres movimientos angoleños de unirse en las negociaciones con Portugal e intentar una transferencia de poder en Luanda. Estas negociaciones culminarían el 15 de Enero de 1975 en el Acuerdo de Alvor que estipulaba que el 11 de Noviembre el gobierno de Angola pasaría a manos de una coalición gubernamental angoleña. En realidad, ninguno de los grupos se tomó muy en serio lo de “coalición gubernamental”. Además, el Acuerdo de Alvor fue saboteado tanto por la Unión Soviética como por los Estados Unidos, que habían decidido aumentar la ayuda militar a sus aliados angoleños.

La descolonización del imperio luso fue algo bastante errático e improvisado, sin ningún plan claro sobre como traspasar el poder a las guerrillas ni si éstas podrían asumir la dirección de los nuevos Estados. Guinea-Bissau conseguiría su independencia en Septiembre de 1974, Mozambique en Junio de 1975 y Angola en Noviembre de ese mismo año.

El proceso de independencia angoleño fue caótico y violento. Después de un corto período de entendimiento entre las tres facciones anti-coloniales que se inició en a raíz del Acuerdo de Alvor en Enero de 1975 con el reconocimiento mutuo de la legitimidad de cada uno, comenzó una escalada de violencia entre los diferentes movimientos que afectó tanto a los combatientes como a los colonos, lo cual llevó a fricciones entre estos últimos y el todavía presente ejército portugués que dieron pie al temor sobre un declaración de independencia unilateral por parte de los colonos blancos al estilo de Rodesia.

De todos los movimientos, el más favorecido por el desorden fue el MPLA, hasta el punto que se llegó a cuestionar la neutralidad de Portugal como agente pacificador durante la transferencia de poder. Y la verdad es que la división interna en el Portugal pos-revolucionario contribuyó al fracaso luso a la hora de establecer el orden en Angola.

Para el verano de 1975 el gobierno provisional angoleño se había colapsado, y cuando el 10 de Noviembre se arrió por última vez la bandera portuguesa sobre Angola, el Alto Comisionado Portugués transfirió el poder a todos los angoleños, no a una facción en particular. El resultado de esto fue el obvio: Con la autoridad colonial fuera de escena y la independencia conseguida, las rivalidades entre los diversos movimientos pasaron a ser la máxima prioridad. En el pasado, tanto el FNLA como la UNITA habían pedido ayuda para para luchar contra el imperialismo colonial. Ahora lo hacían para erradicar la “amenaza comunista” encarnada en el MPLA. Este último, por su parte, pidió auxilio para acabar con el “desafío neo-colonial” que representaban las otras dos facciones. Además, con la autoridad portuguesa desaparecida de su antigua colonia africana, quedó vía libre para la intervención extranjera sin cortapisas alguno.
 
Y, como dice el dicho, "ahora es cuando empieza la verdadera fiesta".
 
Y, como dice el dicho, "ahora es cuando empieza la verdadera fiesta".

Y tan fiesta. Con After y todo. :p

Más que fronteras con tiralíneas, el problema de Angola (y África) fue la intervención extranjera, que causó y prolongó el caos que ha hecho famoso al continente.
 
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Guerra Civil (1975-1976) I
El conflicto estuvo caracterizado por una rápida carrera armamentística entre los bandos en liza. Cuando las guerrillas abandonaron el interior de Angola tras negociar la salida de las tropas lusas, estaban formadas por un conglomerado de pequeñas unidades armadas con armamento ligero y poco más. Sin embargo, un año después, columnas de transportes motorizados, morteros pesados, lanzacohetes, tanques y aviones a reacción llenaron el territorio angoleño cuando el MPLA se enfrentaba a las fuerzas combinadas del FNLA y la UNITA.

Aunque la historia completa de la escalada de la presencia soviética en Angola sigue oculta a los ojos del público, podemos hacernos una idea de como fueron las cosas. Ya a finales de 1974 comenzó a fluir la ayuda soviética hacia el MPLA, aunque fuentes estadounidenses ya hablan de “miles de AK-47” en una fecha tan temprana como 1964. También existen informes de la inteligencia británica que afirman que el MPLA ha recibido “...armas soviéticas por valor de un millón de dólares...” durante los últimos cuatro meses de 1974, posiblemente esto incluiría armamento pesado y gran cantidad de munición. De la misma manera, en Diciembre de ese año, el MPLA habría mandando a cientos de oficiales a Moscú “...para entrenamiento militar...”.

Lo que sí está claro es que la intervención soviética en Angola de 1975 adoleció de los mismos problemas que los fracasados intentos de establecer “escaparates del socialismo” que promovió Jruschov. No había ni plan ni objetivo estratégico claro. Ni siquiera la toma de decisiones estuvo demasiado cuidada, ya que Brezhnev delegó el tema africano al aparato del Partido sin un responsable claro. Al final, una troika formada por el ministro de Asuntos Exteriores, el director del KGB y el ministro de Defensa tuvo que tomar las riendas de la situación sin demasiada eficacia, preocupándose más de las intrigas políticas que de llevar a cabo su misión.

Sea como fuere, desde finales de 1974, Angola se convirtió en escenario de una rápida expansión de la cooperación militar soviético-cubana. Hasta comienzos de los setenta, las relaciones entre estos dos países habían sido muy tensas debido a la “traición” soviética de 1962, cuando la URSS abandonó al país caribeño durante la Crisis de los Misiles. Pero en 1974 Castro envió a Brezhnev un plan para transportar varias unidades regulares del ejército cubano a Angola. Aunque Brezhnev se negó rotundamente por miedo a crear complicaciones en la distensión, Cuba se las ingenió de alguna manera para depositar a sus soldados en suelo angoleño. Efectivamente, las primeras unidades de combate cubanas estaban luchando al lado del MPLA en Noviembre de 1974. Fue el comienzo de la “Operación Carlota”.
 
Guerra Civil (1975-1976) II
La Operación Carlota fue el nombre de la misión militar de Cuba en Angola. Comenzó en Noviembre de 1975 con el transporte desde La Habana hasta Luanda del primer contingente de soldados cubanos, y terminó en 1991 con la salida del último soldado cubano. Ya a mediados de los 60, Cuba había suministrado material al MPLA. En el verano de 1975 había unos 250 asesores militares en los campos de entrenamiento del MPLA que hacían las veces de instructores y de Estado Mayor de la guerrilla. Una vez declarada la independencia de Angola, la presencia militar cubana en el país ascendería a los 12000 soldados y posteriormente hasta los 36000, todos ellos armados con cientos de toneladas de armas pesadas, así como unos 1000 tanques T-34 y T-54, SAM-7, misiles antitanque y cazas MiG-21. Esta operación fue un ejemplo de algo único durante la Guerra Fría: Un país del Tercer Mundo proyectando su poder más allá de su vecindario.

En sí, podría decirse que la Guerra Civil empezó antes incluso de la independencia de Angola. El verano de 1975 el FNLA, apoyado por EEUU, había iniciado ofensivas limitadas contra el MPLA a lo largo de la costa y en el norte del país. En Julio el MPLA contraatacó, se hizo con el control de Luanda, y avanzó sobre los feudos del FNLA en el norte.

Pero la administración Ford no iba a permitir que el MPLA se hiciera con el poder. A mediados de Julio, el presidente de lo EEUU autorizó una operación encubierta a gran escala para apoyar al FNLA (Qué recibía apoyo de la CIA desde hacía tiempo) y a la UNITA. En tres meses la CIA gastó 50 millones de dólares en entrenar, equipar y transportar a las tropas anti-MPLA. A principios de Agosto, fuerzas sudafricanas cruzaron la frontera sur de Angola mientras tropas regulares del Zaire se unían al FNLA en el norte. Hacia mediados de Agosto las ofensivas del MPLA en el norte habían sido desbaratadas y las fuerzas de Neto huían hacia Luanda. La intención de Sudáfrica al entrar en conflicto no era tanto detener el pro-soviético MPLA si no apuntalar el apartheid a la vez que eliminaban una posible amenaza a su dominio sobre Namibia.

La llegada de tropas cubanas en Septiembre y Octubre no fue suficiente para mantener las conquistas del MPLA contra la nueva invasión de sus enemigos. El MPLA continuó su retirada ante las fuerzas del Zaire y del FNLA en el norte y las de UNITA, apoyadas con material y asesores sudafricanos, en el sur. Gracias a sus aliados de Pretoria, UNITA podría ahora explotar su apoyo étnico en el centro-este del país. Por contra, el MPLA se había visto reducido a depender del apoyo de las regiones occidentales de Luanda-Mbundu y de las ciudades. Controlaba menos de una cuarta parte del país y, pese a los esfuerzos cubanos, estaba perdiendo terreno.
 
Guerra Civil (1975-1976) III
Irónicamente, las opciones del MPLA de ganar el conflicto fueron salvadas por la decisión de Sudáfrica de lanzar una invasión en Octubre. En respuesta, la tercera semana de ese mes, Moscú decidió apoyar la operación cubana inmediatamente después de que el MPLA hiciera su declaración de independencia el 11 de Noviembre. El objetivo de la URSS era mandar suficientes tropas cubanas y asesores soviéticos a Angola hacia mediados de Diciembre para derrotar a los sudafricanos y ayudar a los líderes del MPLA en la construcción del Estado socialista y de su Partido.

La declaración de independencia de la República Popular de Angola por parte de Agostinho se llevó a cabo el día 11 de Noviembre, cuando el MPLA luchaba por su existencia a solo unos kilómetros de la capital, Luanda. Durante la semana previa, grandes grupos de soldados cubanos empezaron a llegar a Luanda a bordo de aviones soviéticos. La Unión Soviética organizaba y equipaba estos transportes, aunque técnicamente la operación era dirigida por los cubanos. El principal objetivo de este contingente no era intervenir en toda la Guerra Civil, si no contener a los sudafricanos a lo largo de la frontera sur. Además, el Estado Mayor soviético envió a 60 oficiales a Angola para unirse a las tropas cubanas mientras la Armada mandaba unidades navales a la costa angoleña.

Las siguientes dos semanas vieron un rápido avance hacia Luanda por parte de un ejército de UNITA liderado por 6000 regulares sudafricanos. A finales de Noviembre habían reconquistado todo el territorio que UNITA había perdido a manos del MPLA en los meses anteriores. Tanto soviéticos como cubanos decidieron que si el MPLA debía sobrevivir, las fuerzas cubanas debían atacar cuanto antes en el sur. Hacia finales de Noviembre los cubanos había frenado el avance liderado por Sudáfrica, derrotando a sus oponentes en dos batallas al sur del río Cuanza. Cuando después de estos reveses militares el Senado estadounidense votó (El 19 de Diciembre) a favor de bloquear la financiación de las operaciones encubiertas en Angola, Pretoria decidió abandonar el conflicto y retirarse hasta la frontera.

Hacia mediados de Febrero de 1976 la mayoría de países africanos ya habían reconocido el gobierno de Neto y el día 11 de ese mes la capital de las fuerzas anti-MPLA, Huambo, fue capturada. Hacia principios de Marzo la guerra estaba prácticamente ganada. El FNLA había abandonado sus operaciones militares y los 2000 guerrilleros restantes de UNITA se habían retirado a la espesura del sudeste del país con sus asesores sudafricanos y estadounidenses.
 
Al final no voy a poder poner las imágenes, una pena.

Al menos he llegado hasta casi las 200 visitas. No está nada mal.
 
Ha sido breve pero intenso. ¿Y por qué no puedes poner fotos?

Ahora me acuerdo que lo de Cuito Cuanavale fue diez años después de estos hechos.
 
¿Vas a continuar con la situación del país tras la guerra civil?
 
Consecuencias
La victoria en Angola fue más un éxito político que otra cosa. Gracias a ella se cortaba la racha de reveses que llevaba sufriendo la Unión Soviética desde que dos años antes el régimen socialista de Salvador Allende en Chile se derrumbara sin que la URSS moviese un músculo para evitarlo. En ese mismo año la influencia soviética en Egipto menguaba y la ansiada victoria comunista en Portugal nunca se consumó. Apoyar a los cubanos en su cruzada para salvar a Angola era un deber autoimpuesto en el Kremlin, pues estaba en juego el prestigio de la Unión Soviética. Por no hablar de que abandonar a las tropas cubanas que estaban combatiendo en Angola contra tropas pagadas con dinero estadounidense e integradas en parte por mercenarios extranjeros habría supuesto sacrificar por segunda vez al pequeño aliado del Caribe.

Gracias a la ayuda masiva de la URSS, las tropas cubanas despejaron casi toda Angola de mercenarios sudafricanos y de combatientes del FNLA, apoyado por la CIA. Además, los asesores soviéticos y cubanos comenzaron a entrenar a la población negra de Sudáfrica, concretamente a los militantes del Congreso Nacional Africano. La influencia soviética aumentó en Zimbabue y Mozambique. La victoria cubana permitió a la Unión Soviética superar las tensiones en que se hallaban sus relaciones con Cuba y permitió a los dirigente soviéticos obtener apoyos en el movimiento de los no alineados y entre los grupos de todo el mundo que apoyaban los movimientos anti-colonialistas y contrarios al apartheid. La victoria también permitió que la Operación Carlota continuase durante 16 años. Cerca de 450.000 médicos, maestros, ingenieros y soldados (Hasta 52.000 en 1988) serían enviados a Angola. Además de dar alas al país caribeño para intervenir en Etiopía y mantener programas de asistencia técnica y misiones militares en un buen número de países como Mozambique, Guinea-Bissau, Benin, Congo-Brazzaville, etc. Por contra, Gerald Ford retiró la palabra “distensión” de su vocabulario.

Sin embargo, los esfuerzos de la URSS por convertir Angola en un estado socialista no fueron tan bien. Con la idea de renovar el MPLA y afirmarlo en el Marxismo-Leninismo, los soviéticos suministraron grandes cantidades de propaganda entre los partidarios de dicho movimiento, a veces de forma incluso excesiva, con aviones enteros cargados de literatura anti-maoísta o folletos de discursos de Brezhnev . Al final la transformación del MPLA sería más difícil que distribuir propaganda y retratos de Lenin. La independencia de Neto y su proclamación de ser un teórico marxista hizo muy difícil para el Kremlin controlar al MPLA tan buen punto se estabilizó la situación militar y de hecho, algunos líderes poco gratos para Moscú ganaron fuerza cuando la guerra se acabó.

No ayudaba la diferente perspectiva cubana de la situación. Parte del premio que Cuba reclamaba por la victoria era exponer sus puntos de vista acerca de sus soluciones políticas angoleñas. Las divergencias empezaban incluso con el propio Agostinho Neto, a quién Castro tenía en alta estima y de quién los soviéticos desconfiaban.

Con el paso del tiempo, Angola se convertiría en un pozo sin fondo para los recursos de la Unión Soviética que le costó cinco mil millones de dólares en el período 1977-1988 solo en materia de ayuda. La violencia, por supuesto, no acabó en el 76. De hecho, la fecha del fin de la Guerra Civil suele ser 2003 y no 1976. El motivo es que el FNLA solo se disolvió en 1989 mientras que UNITA jamás fue realmente derrotado y gracias al apoyo de Estados Unidos se mantuvo vivo hasta su rendición y conversión en partido político en 2002. Por ello, el Pacto de Varsovia se vio obligado a desplegar una fuerza multinacional en Angola de forma permanente (Aunque no siempre fueron los mismos efectivos).

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Pero quizás, el impacto más importante que tuvo el triunfo en Angola fueron las lecciones que el Politburó creyó aprender. La primera era que los Estados Unidos podían ser vencidos en conflictos locales bajo ciertas circunstancias, que se resumen en la capacidad de llevar a cabo las operaciones logísticas necesarias y de controlar y moldear las fuerzas anti-imperialistas envueltas en el conflicto (Justo lo contrario a lo que ocurrió en Vietnam). La segunda fue que la Unión Soviética podía y debía reconstruir y reformar los grupos anti-capitalistas locales en las zonas de crisis. Y la tercera y más importante fue la errónea creencia que podrían dominar el desarrollo de la política interna de los países del Tercer Mundo. Las consecuencias de esta creencia serían desastrosas para la política exterior soviética en los últimos años de la era Brezhnev.

Angola llevó a Etiopía, y Etiopía llevó a Afganistán.
 
Ha sido breve pero intenso. ¿Y por qué no puedes poner fotos?

Ahora me acuerdo que lo de Cuito Cuanavale fue diez años después de estos hechos.

Una puedo ponerla, pero no es más que un mapa del imperio colonial portugués que en este foro seguro que tenéis todos muy visto. El otro es un mapa del avance de la UNITA en su máxima extensión, pero no la encuentro. :confused:

¿Vas a continuar con la situación del país tras la guerra civil?

Ahí tienes la respuesta. El trabajo era para una asignatura de la Guerra Fría, así que está más enfocado hacia la intervención extranjera que la propia guerra en sí. Mis disculpas si os he estafado. :p
 
Bibliografía
Vladislav M. Zubkov, Un imperio fallido. La Unión Soviética ante la guerra fría, Barcelona, Crítica, 2008.

Fernando Andresen Guimarães, The origins of the Angolan Civil War. Foreign Intervention and Domestic Political Conflict, London, Macmillan Press LTD, 2001.

O. A. Westad, "Moscow and the Angolan Crisis, 1974-1976: A New Pattern of Intervention", en Cold War International History Project Bulletin, n. 8-9, 1996-1997.

Patrick Chabal with David Birmingham, Joshua Forrest, Malyn Newitt, Gerhard Seibert, Elisa Silva Andrade, A History of Postcolonial Lusophone Africa, London, C. Hurst & Co., 2002.

Peter Vanneman, Soviet Strategy in Southern Africa. Gorbachev's Pragmatic Approach, Stanford, Hoover Press, 1990.

Piero Gleijses, "Moscow's Proxy? Cuba and Africa", en Journal of Cold War Studies, VIII (Primavera de 2006), n. 2.
 
Ahora me acuerdo que lo de Cuito Cuanavale fue diez años después de estos hechos.

Cuito Canavale es una de las batallas más bizarras e improbables del siglo XX, sino la que más.

Sudafricanos y cubanos (junto con un par de alemanes orientales que pasaban por allí) intentan jugar al blitzkrieg en medio de África en 1987 y terminan enzarzándose en la mayor batalla jamás luchada en suelo africano aparte de la SGM. Parece que me lo esté inventando sobre la marcha, pero pasó de verdad.
 
Lo se. Es una de esas historias que parece que te estés inventando.