Chronicum Saxonicum Hispanae (Tomo Primero)

Espanta y aterra el ánimo el pensar cómo las coronas de los diversos reinos de Yspania fueron a caer en manos anglosajonas. En el espacio de 20 años dos fratricidos unificaron la peninsula en dos grandes bloques que, al final, se volverían antagónicos.


Todavía no han resuelto los historiadores el misterio de por qué el Papa escogió al anglosajón Edgar el Ætheling, de la casa real de Cerdic, como futuro monarca de Castilla y de León. Quizás quisiera castigar así a la corrupta nobleza española el Papa, o quizás quisiera reforzar el papel de Roma en la península, como ya había clamado en 1065 Alejandro II "Subdita erit vobis reverenter Hiberia", por si prosperaba la idea de que la fuerte Iberia se hiciera reverentemente súbdita del Papa. Poco tardó en aprovechar las aguas revueltas que causaron la muerte de Fernando I y las peleas de sus hijos. Bastó que Sancho II el Fuerte fuera asesinado en el asedio a Zamora (1072) para que el Alejandro declarara ipso facto un interdicto contra el principal sospechoso del luctuoso evento, Alfonso VI de León y de Castilla, que pasaría a la historia como el Fratricida. La Santa Sede, convencida de que Yspania era una confusa tierra de moros y gentes de mal vivir, la puso en almoneda, ofreciéndola en conquista a los cristianos. Así fue como, decidido a no permitir que un fratricida reinara, optó por hacer uso de un noble extranjero que andaba viajando de corte en corte tras perder la única posibilidad de conquistar un reino: Edgar, llamado el Ætheling. Así Edgar dejaría de importunar al rey normando de Inglaterra y podría solventar el problema hispano.

Alfonso, como es normal, tenía otra opinión, pero, al estar excomulgado, poco pudo hacer. E hizo aún menos, ciertamente. Sólo faltó que la jura exculpatoria de su posible participación en el asesinato de su hermano, que tomó El Cid en la iglesia de Santa Gadea de Burgos, le saliera rana y acabara asesinado, o, mejor dicho, ajusticiado por mandato divino, por el impulsivo y furioso Rodrigo Díaz de Vivar, que acabó con los días de Alfonso en las escalas de la iglesa. Así fue como, sin casi hacer nada, cayeron sobre el regazo de Edgar tres coronas: la castellana, la leonesa y la gallega, pues García había muerto en una olvidada celda de uno de los castillos de su difunto hermano mayor, convertido, por los azares de la historia, en mártir.


Sólo faltaba que Berenguer Ramón II asesinara a su hermano gemelo, Ramon Berenguer II en 1082 para que el condado de Barcelona fuera a parar también a manos del rey Sancho Garcés, monarca de Navarra y de Aragón, de éste último reino a raíz del asesinato de su primo, Sancho Ramirez y excomunión de su asesino en 1076. En 1137 emparentaría la casa real de Navarra con la sajona de Castilla cuando el hijo de García Ramirez (el infante Sancho, el futuro Sancho V (rey desde 1137 hasta 1162), casara con la hija de Eadaberto I de Castilla (rey desde 1128 hasta 1143).

No sería hasta 1266, cuando muriera Osric III Aeftresta ("el último", que había reinado desde 1234), que la corona castellano-leonesa pasaría a ser propiedad de un castellano, al pasar a una rama menor de la casa anglosajona, que se había unido en matrimonio en diversos matrimonios con las famílias feudales castellanoleonesas más influyentes que había sobrevivido a la ascensión anglosajona al trono. Así fue como Alfonso VII (rey desde 1266 a 1287) fue rey, inagurando la dinastía "asturiana" de la casa anglosajona. Cabe decir que, a pesar de la etiqueta "asturiana", los monarcas de esta dinastía seguían siendo anglosajones en el fondo, tanto por su cultura como por su ideología.


Sorprende, huelga decirlo, que, entre tanto asesinato y matrimonio, los reyes de Yspania pudieran encontrar tiempo para guerrear contra el infiel. Pero lo hicieron, con diversas fortunas. Fue un proceso lento, discontinuo y complejo en el que se alternaron períodos de expansión con otros de estabilización de fronteras y en el que muchas veces diferentes reinos o núcleos cristianos siguieron tambien ritmos de expansión distintos, a la vez que se remodelaban internamente a lo largo del tiempo (con uniones, divisiones y reagrupaciones territoriales de signo dinástico) y a la vez que, también, cambiaba internamente la forma y fuerza del poder musulmán peninsular al que se enfrentaban (que experimentó diversas fases de poder centralizado y períodos de disgregación). La primera oleada conquistadora de los anglosajones (toma de Toledo en 1090) provocó sucesivas invasiones norteafricanas –Almorávides y Almohades- que evitaron el colapso de la España musulmana. Mientras, Navarra colonizaba el Ebro y se expandía con lentitud.

No sería hasta el derrumbe de los musulmanes tras la gran derrota de las Navas de Tolosa (1214), en el que la frontera avanzará con celeridad hacia el sur, de manera que a comienzos del siglo XIV los musulmanes sólo se sostenían en Granada.


En 1337 era rey en Castilla y León Alfonso IX, que había sucedido a su padre Sancho III, cuarto monarca de este linaje que reinaba en ambos reinos. Un primo suyo, Pedro IV, era rey de Navarra y de Aragón y conde de Barcelona, decimosegundo rey de la dinastía Ximena. Reinaba entre ambos monarcas gran enemistad porque, desde el momento mismo de su entronización, Alfonso había añadido a sus armas las de Navarra y Aragón y se llamaba así mismo Emperador de las Yspanias....

Anexo 1.

Reyes de Castilla.​

Casa de Navarra o dinastía Jimena

Sancho II de Castilla - el Fuerte - [1065-1072]

Casa de Cerdic o dinastía Cerdicingas

Edgar II Aetheling ("Príncipe Heredero") [1072-1091]
Osric I Haligwar [1091-1128]
Eadaberto I [1128-1143]
Eanberto I [1143-1158]
Sigehelm Unhlise [1158-1174]
Osric II [1174-1193]
Sigerico [1193-1197]
Eanberto II [1197-1216]
Eadberto [1216-1233]
Harold II [1233-1234]
Osric III Aeftresta ("el Último") [1234-1266]

Casa de Asturias o dinastía de los Ordoñez

* Fernando III [1266-1284]
* Alfonso VIII [1284-1295]
* Sancho II [1295-1312]
* Alfonso IX [1312- ]

Anexo 2.

Reyes de Pamplona y de Aragón​

Dinastía Ximena

Sancho Garcés IV [1054 - 1094]
Pedro I [1094 - 1104]
Alfonso I [1104 - 1134]
García Ramírez [1134 - 1150]
Sancho V [1150 - 1194]
* Desde 1162 como "Rey de Navarra"

Reyes de Navarra y de Aragón​

Dinastía Ximena

Sancho VI [1194 - 1234]
Pedro II [1234 - 1276]
Pedro III [1276 - 1285]
Alfonso II [1285 - 1291]
Sancho VII [1291 - 1327]
Alfonso III [1327 - 1336]
Pedro IV [1336 - ]