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Panzer VI said:
Y si el agua estaba negra, y por lo tanto hay muy poca iluminación, ¿como encontraron los cañones?

Bueno, voy a conjeturar un poco, dado que no hay información al respecto en ningún lugar. Supongo que habría que leer los textos del sacerdote intaliano Francesco Negri, Viaggio settentrionale, donde cuenta lo que vio, pero podemos usar un poco la lógica, que no tengo ganas de leer italiano antiguo. :p

¿Respuesta corta? Parafraseando a mi abuelo, 'hombres, los de antes' :D ¿Respuesta larga? Por los datos que tengo, el Vasa se posó sobre su quilla a unos 30 metros de profundidad cerca de la bahía de Estocolmo, en el lago Mälaren. Este lago tiene una profundidad máxima de unos 70 metros, así que creo posible esa profundidad de 30 metros. Si observamos las cifras del buque, su cuerpo de popa asciende a unos 19 metros y con la arboladura desde la quilla hasta la cumbre del palo mayor tenía más de 50 metros. Es decir, es posible que una vez hundido, sobresaliera gran parte de los palos del buque durante un tiempo. Dado que hubo varios intentos de sacarlo a flote poco tiempo después de su naufragio, aún habiendo perdido la arboladura, el pecio era conocido en la primera mitad del s. XVII.

En cualquier caso, el buque no era tan difícil de encontrar. El problema es que tras 300 años posiblemente se fue hundiendo en el terreno lodoso del fondo del lago, y tras haber recuperado las partes valiosas del buque, los cañones, el pecio se abandonara y se olvidara su localización exacta en el subsconciente colectivo de los habitantes de la capital. Pero para 1660, aún no sabiendo exactamente donde estaba, no debió de ser tan difícil encontrarlo. El lugar donde se situó se sitúa entre las actuales islas de Beckholmen y Södermalm. En la foto, entre la grúa a la izquierda y el transatlántico está el lugar exacto donde se hundió. Escasos 350 metros separan ambas orillas. Tirando un plomo a unos 15 metros este terminaría chocando con el buque.

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Pero, de acuerdo, el buque era fácil de localizar, pero, ¿cómo encontrar los cañones? Aún habiendo estado las troneras cerradas, con un poco de pericia se pueden ir encontrando la disposición alternada de estas y abrirlas con un gancho desde arriba. La operación en absoluto es sencilla, y no sólo parece que tardaron 2 años en rescatar más de 50 cañones, es decir, casi todos, sino que durante los meses de invierno, las aguas del lago se congelan. Es decir, doce meses en dos años da una media de cuatro o cinco cañones al mes, y eso tirando por lo bajo. Qué decir, es toda una azaña... pero de los buques naufragados casi siempre se han conseguido rescatar numerosos cañones de los mismos. Digamos que era todo un negocio emergente en aquel entonces. Me parece tan sorprenderte estar media hora a 30 metros de profundidad con ayuda de una campana metálica con una minúscula bolsa de aire, como ir encontrando troneras y atando ganchos a unos cañones de 1 tonelada en la más completa oscuridad. :)

Y de regalo:

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Estado de las cureñas que portaban los cañones del Vasa tras ser recuperado. Todas están restauradas, sin sus respectivos cañones, claro, y expuestas junto a la quilla del buque, en la planta baja del museo.
 
Last edited:
Lo que me sorprende es que pudiesen rescatar los cañones, tarea que les llevó un montón de tiempo en ese agua tan fría, madre mía..más de uno seguro que murió de hipotermia

Por cierto, se sabe la profundidad?
 
Il Condotiero said:
Lo que me sorprende es que pudiesen rescatar los cañones, tarea que les llevó un montón de tiempo en ese agua tan fría, madre mía..más de uno seguro que murió de hipotermia

Por cierto, se sabe la profundidad?

Si, la he puesto arriba. El barco estaba a unos 30 metros de profundidad. Y hace 50 años, este se había hundido varios metros en el fondo arenoso del lago.

Y eso, durante los meses de invierno, el lago se congela, osea que es imposible sumergirse durante varios meses en el lago, pero da una relación de nombres que rescataron los cañones, pero no de muertos. Que no te extrañe que no muriera ninguno. Son vikingos, y eso. :D :rofl:
 
Pues ya podían ser del mismo Bilbo Bilbo :rofl: porque sin traje seco ni neopreno ni gaitas especiamente en ese lago...amos 30 minutos debajo del agua ni de coña. La peña por dinero lo que sea :rolleyes:
 
Frío, oscuridad, espacio confinado, muchas posibilidades de acabar ahogado, la presión... Los cañones debían valer una pasta para que la gente estuviese tan loca como para bajar a por ellos...
 
Mas bien me referia a la poca visibilidad quedebian tener, tendrian que ir palpando el cañon, aunque claro una vez coges la rutina es mas facil.
 
Panzer VI said:
Mas bien me referia a la poca visibilidad quedebian tener, tendrian que ir palpando el cañon, aunque claro una vez coges la rutina es mas facil.

Además, se me ha olvidado el dato de que el buque se hundió con todas las troneras abiertas, que fue 'en parte' causa de su hundimiento. Escoró, y se hundió la batería inferior de babor, entrando el agua a presión por ellas. Es decir, te ahorras la operación de abrir las puertas de las troneras y 'simplemente' ir atando cabos por 'tacto' a los cañones.

El próximo capítulo, el descubrimiento del buque y la odisea de su alzamiento. Se pasaron dos años tapando huecos y cuando lo terminaron de alzar, el jodío flotaba y todo :rolleyes:
 
Pues no sabía nada de este barco. Si al Santísima Trinidad le llamaban Escorial de los mares dos siglos después y era unos metros más corto, no quiero imaginar lo que debía ser aquel galeón para la gente de su época.

Muy buen hilo, ¿Te importaría que te picotee algo de información para un artículo que escribo en una revistilla trimestral? Desde hace unos meses le ponemos precio pero no la compra ni Dios, porque es más bien un boletín interno, así que no te puedo ofrecer pasta por la exclusiva :D .
 
Gabrielillo said:
Pues no sabía nada de este barco. Si al Santísima Trinidad le llamaban Escorial de los mares dos siglos después y era unos metros más corto, no quiero imaginar lo que debía ser aquel galeón para la gente de su época.

Muy buen hilo, ¿Te importaría que te picotee algo de información para un artículo que escribo en una revistilla trimestral? Desde hace unos meses le ponemos precio pero no la compra ni Dios, porque es más bien un boletín interno, así que no te puedo ofrecer pasta por la exclusiva :D .

Efectivamente, el Santísima Trinidad era técnicamente incluso más pequeño, tenía menos eslora que el Vasa, pero armaba más del doble de cañones. Más potencia de fuego y eso, dicen :D

Puedes robarme el post entero. La gran parte de la información la estoy sacando del libro 'Vasa. Erling Matz, 2008', que compré en la tienda del museo, así que recuerda ponerlo en tus agradecimientos y eso, no vaya a ser que al SGAE te coma :rofl:

Esta tarde posteo el siguiente capítulo. :cool:
 
Fjelltronen said:
Efectivamente, el Santísima Trinidad era técnicamente incluso más pequeño, tenía menos eslora que el Vasa, pero armaba más del doble de cañones. Más potencia de fuego y eso, dicen :D

Puedes robarme el post entero. La gran parte de la información la estoy sacando del libro 'Vasa. Erling Matz, 2008', que compré en la tienda del museo, así que recuerda ponerlo en tus agradecimientos y eso, no vaya a ser que al SGAE te coma :rofl:

Esta tarde posteo el siguiente capítulo. :cool:

Gracias. La revista está aquí en la sección de publicaciones, por so a alguno le interesan estos temas. Además de información sobre las actividades de la Fundación, hay muy buenos artículos de historia y de navegación. http://www.villasdelcantabrico.es/
 
Descubrimiento y rescate del Vasa


El mar Báltico es un escondrijo de tesoros único. En el agua salobre se conservan los barcos de madera durante siglos. Uno de ellos era el Vasa, pero ¿dónde yacía el viejo buque?


El 13 de setiembre de 1956 se publicó un artículo corto en el diario vespertino sueco Expressen:

'Un viejo buque ha sido hallado en las inmediaciones de Beckholmen, en el centro de Estocolmo. Probablemente sea el buque Vasa, hundido en su primer viaje en 1628. Un particular ha estado investigando durante cinco años para encontrar dicho buque'.

Un artículo escueto sobre algo sumamente sensacional. "El particular" que hacía referencia la noticia era el ingeniero local Anders Franzén, de 38 años. En realidad, era uno de los más destacados expertos suecos en historia de las guerras navales suecas de los siglos XVI y XVII, orientado especialmente a buques de guerra hundidos. Era también uno de los pocos que investigaba en archivos y, luego, salía en barco para buscar el lugar del hundimiento.

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Anders Franzén, el descubridor del Vasa. Un trozo de roble ennegrecido quedó enganchado en el
tubo de corte de la sonda. Con esta sonda casera encontró el Vasa. Era el 25 de agosto de 1956.

La singularidad del Mar Báltico, era la observación fundamental de Franzén. En él no hay 'Bromas' (Teredo Navalis), un pequeño molusco xilófago bivalvo de la familia de las Teredinidae, que en aguas más saladas destruye toda la madera sumergida. Por esa razón, los barcos de madera que se hunden en el Báltico se conservan durante siglos, incluso milenios.

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Efectos producidos en la madera por la acción de las Bromas

- 'Fue el catedrático Nils Ahnlund, gran conocedor de Gustavo II Adolfo y su época, entre otros temas, quien despertó mi interés por el Vasa', contaba Franzén.

Sin embargo, dónde se hundió de verdad el Vasa, eso no lo sabía el catedrático Ahnlund, ya que los datos de archivo del siglo XVII señalaba distintos lugares. Por eso, Franzén salió con dragas y sondas, mapas y datos de archivo, a la zona de las corrientes de Estocolmo y comenzó a buscar el Vasa.

- 'Lo que más sacaba eran cocinas de hierro oxidadas, bicicletas de señora, árboles de navidad y gatos muertos'.

Al cabo de varios años de búsqueda, el 25 de agosto de 1956, algo picó en el 'anzuelo' de Franzén. Su sonda especial, de fabricación casera, con un tubo de corte en la punta quedó enganchada y salió con un trozo de roble ennegrecido. Algunos días después, el buzo Per Edvin Fälting hizo un descenso y pudo confirmar el hallazgo de Franzén. Por el chirriante teléfono, el buzo informó:

- 'No veo nada porque aquí está todo muy negro, pero siento algo grande. Un costado de buque. Aquí hay una tronera, aquí hay otra. Hay dos hileras. ¡Tiene que ser el Vasa!'

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Per Edvin Fälting, el buzo que confirmó el hallazgo del Vasa.

Anders Franzén y Per Edvin Fälting se convirtieron después en dos de las figuras principales en la aventura del Vasa. Franzén, el descubridor, puso toda su energía y capacidad persuasiva al servicio del salvamento y rescate del buque. Fälting, el buzo, que ya al ser encontrado el Vasa había pasado año y medio, más de 12.000 horas, bajo las frías aguas del Mälaren, se convirtió en el jefe natural del equipo de buzos.

Pero, ¿cómo se iba a hacer el rescate? Hasta entonces, nunca se había sacado del mar un buque tan grande y tan antiguo. Las propuestas fueron muchas y de lo más imaginativas:

Alguien propuso congelar el Vasa en un bloque de hielo y dejar que todo el cachivache subiera a la superficie por sí solo. Remolcar luego el témpano de hielo a un lugar adecuado y dejar que se derritiera al sol. Así saldría el Vasa.

Otro propuso llena el Vasa de pelotas de ping-pong. Cuando hubiera entrado una cantidad suficiente, el buque subiría.

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Ilustración esquemática del proceso de excavación subacuática, izado y desplazamiento del Vasa.

La experimentada empresa sueca de salvamentos marítimos Neptumbolaget, opinaba sin embargo que lo mejor era un técnica convencional: se tenderían gruesos cables por debajo del caso, sujetándolos en pontones llenos de agua. Al vaciar estos pontones por bombeo subirían, tensando los cables y levantando el Vasa del fondo. Broströms, empresa matriz de Neptumbolaget, prometió además realizar el levantamiento gratis.

Se puso en marcha una gran campaña nacional de salvamento del Vasa, llegando dinero y material tanto de diversos fondos como de particulares y empresas. La Marina puso personal y barcos a disposición y, en otoño de 1957, los buzos comenzaron a excavar, o mejor dicho, a abrir por chorro de agua, túneles bajo el puente. Su herramienta era una manguera con lanza especial. El lodo y la grava fueron apartados por chorro de agua a presión, un trabajo que requería gran técnica y mayor valor, ya que era realizado a más de treinta metros de profundidad y en una oscuridad absoluta. Los túneles eran tan angostos, que los buzos tenían que avanzar arrastrándose. Las vigas, tablas y otros restos hacían que la manguera de aire y los cables se enredaran fácilmente, cosa que sucedió frecuentemente. Por encima de sus cabezas, los buzos tenían, además, un buque de hacía trescientos años, que pesaba más de mil toneladas, con un lastre de guijarros en el fondo. Y no se sabía si el Vasa aguantaría entero.

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Maqueta del Vasamuseet sobre el momento del alzamiento del Vasa.
En la parte inferior se observan los trabajos de perforación realizados alrededor del buque.


- 'Si sientes como si te estuvieras muriendo allá abajo, en la oscuriedad y el frío, no te preocupes lo más mínimo y averigua qué fallo has cometido'
, era el consejo del jefe de buzos, Per Edvin Fälting, a los que iban a bajar por primera vez.

El trabajo de los túneles duró un par de años, sin ningún accidente grave.

A finales de agosto de 1959 llegó la hora del primer levantamiento. Los pontones de rescate de la empresa Neptumbolaget fueron colocados por encima del Vasa, los cables fueron tendidos a través de los seis túneles y, sin problemas de ningún tipo, el antiguo buque pudo ser levantado del fondo. El casco aguantó y el Vasa pudo así ser subido en 16 etapas a aguas menos profundas. Todavía era demasiado pronto para sacarlo a la superficie. Había que calafatear y reforzar el casco para el levantamiento definitivo. De nuevo fueron los buzos los que tuvieron que hacer el trabajo. Durante otros dos años estuvieron metiendo tacos en los miles de agujeros que se habían formado donde habían desaparecido las cabillas de hierro oxidadas. El cuerpo de popa, parcialmente destrozado, tuvo también que ser reparado y todas las troneras tuvieron que ser provistas de portas nuevas y estancas.

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El Vasa surge por fin a la superficie ayudado por pontones estancos después de más de 300 años hundido.
Durante los últimos 2 años se han estado tapando todos los huecos y troneras del buque.


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El Vasa entrando en el dique de Beckholmen

El 14 de abril de 1961 quedó todo listo para el levantamiento definitivo. La prensa, la radio y la televisión del mundo entero estaban allí. Al cabo de 333 años de estar en el fondo, el Vasa rompió la superficie del agua, apareciendo a la luz del día un trozo virgen del siglo XVII. Una vez que la borda quedó por encima del agua, fueron puestas en marcha potentes bombas de achique y, el 4 de mayo, el buque estuvo ya tan libre de agua y lodo que flotó por sí mismo y pudo ser remolcado a un dique en Beckholmen. Los primeros en subir a bordo del Vasa fueron, como es natural, los pioneros Anders Franzén y Per Edvin Fälting.

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Una vez vaciado el dique, este es el estado del Vasa en 1961.
A los lados se observan los pontones que ayudaron a la ascensión del buque.
En este momento, comenzaba su compleja restauración.

Continuará...
 
La excavación arqueológica

Inmediatamente después del rescate se inició la excavación arqueológica.
Un fragmento virgen del siglo XVII estaba esperando.


En la cubierta inferior del Vasa, el lodo llegaba a un metro de altura, una pasta negra llena de hallazgos y, quizás, de bacterias. Vacunados contra el tétanos, el tifus, la ictericia y otras enfermedades contagiosas, treparon a bordo los arqueólogos.

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En la foto, Per Lundström, arqueólogo jefe trabajando dentro del Vasa

Un buque hundido es un escondrijo de tesoros único. El arqueólogo jefe, Per Lundström, y sus hombres con trajes de goma, podrían andar, reptar, arrastrarse y vadear en plenos comienzos del siglo XVII. De forma tradicionalmente arqueológica fueron descritos todos los hallazgos, asignándoles un número. El lugar del hallazgo era no menos importante. Lo encontrado en la popa del barco perteneció probablemente a los mandos. Los objetos hallados en la cubierta de baterías fueron posiblemente de la marinería.

En los primeros quince días fueron registrados 3.000 hallazgos y, al darse por finalizada la excavación bordo, cinco meses después, había 14.000 hallazgos registrados.

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Algunos de los objetos rescatados y restaurados en el Vasa.
Abajo, a la izquierda, se puede observar un juego de mesa, un Backgammon
 
El mayor rompecabezas del mundo

Un buque extraordinariamente bien conservado, opinaron todos.
Pero los tres siglos en el fondo habían destruido también mucho del mismo.


Eran muchos los que había tirado y arrancado del buque. Casi cuarenta anclas grandes de diversos siglos estaban agarradas al Vasa cuando fue rescatado. Aunque el casco estaba intacto, gran parte del cuerpo de popa estaba demolido, al igual que el mascarón de proa y la cubierta superior.

Recomponer todas las piezas sueltas, más de 13.500, fue tarea de los científicos de museo y de un equipo de carpinteros. Cuando el Vasa fue construido, no se hacían planos. Por eso, la mejor herramienta de los carpinteros fue su propia fantasía y un trozo de alambre grueso. Este era metido a través de los viejos agujeros de las puntas en las partes que se había soltado. Si los agujeros casaban con las marcas y agujeros del buque, entonces se había encontrado otra pieza del rompecabezas.

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Plano actual con la reconstrucción de la pigmentación del espejo de popa.
El trabajo para llegar a este punto fue una tarde ardua y compleja


Desde 1961, el Vasa comenzó a crecer lentamente hasta llegar a ser el buque completo que es hoy día. El Vasa es original en un 95 %. Al mismo tiempo, nadie precisa dudar sobre lo que es original y lo que es nuevo.

Las partes hechas nuevas han conservado su superficie lisa, distinguiéndose de las de roble, oscuras y ásperas, del Vasa.

Un resultado de la restauración ha sido también que, por primera vez en el mundo, haya ahora planos completos de un buque del siglo XVII.

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Estado actual del espejo de popa. En lo alto están grabadas las letras G A R S, que han de ser interpretadas como Gustavus Adolphus Rex Succiae, es decir, 'Gustavo Adolfo Rey de Suecia'. Por encima de las letras aparece la imagen del joven monarca. Dos Grifos mitológicos sostienen la corona sobre su cabeza.
En la parte superior del espejo también está el escudo nacional sueco, de 2 metros de alto y 3,25 metros de ancho. Está tallado en roble y consta de 14 partes. El artista fue el maestro tallista del Vasa, Mårten Redtmer
 
La conservación

Las aguas salobres, pobres en oxígeno, y el lodo del fondo habían salvado el Vasa. Después del rescate, los peligros eran mucho mayores

La madera empapada de agua comienza a agrietarse y encogerse a los pocos días de estar en aire caliente y seco. El Vasa se resquebrajaría si la madera no era conservada. Pero, ¿cómo se conserva 1.080 toneladas de roble empapado de agua con un volumen de 900 m3? Y además; 13.500 piezas de madera de diversos tamaños; 5.000 esculturas de figuras y 200 ornamentos; 12.000 objetos de menor tamaño de madera, textiles, de cuero y de metal.


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Inmersión de varios toneles de madera encontrados dentro del buque en una solución de Glicol de Polietileno (PEG).

Experiencias anteriores de conservación de un volumen tan grande de madera empapada de agua no había. El método fue la pulverización de glicol de polietileno (PEG) mezclado con agua, sustancia utilizada entre otras cosas, en barras de labios y bálsamos para las manos. El PEG tiene la capacidad de penetrar en la madera y expulsar y sustituir el agua en las células, de forma que se evita el encogimiento y el agrietamiento.

Eran grandes cantidades de agua las que había que eliminar. Al subir el Vasa a la superficie, cada kilo de madera seca contenía 1,5 kg de agua, de los que 1,35 kg tenían que evaporarse, es decir, en total 580 toneladas en todo el casco.

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El Vasa siendo introducido dentro del museo, cubierto por un armazón protector flotante.

Las esculturas y los trozos de madera de menor tamaño fueron tratados en tinas llenas de solución de PEG, método que, por razones naturales, no se podía aplicar a todo el casco. Éste fue pulverizado, en lugar de ello, con una solución de PEG y agua. En 1962 se inició la pulverización y, muy pronto el museo provisional se cubrió de una densa niebla. Pulverización durante 25 minutos desde 500 boquillas; pausa de 20 minutos; pulverización otros 25 minutos, etc... y así todo el día. Los visitantes del Vasa durante aquellos años recuerdan la humedad y el enorme casco negro chorreante que se vislumbraba entre la niebla.

Las conservación del Vasa es una labor sin fin. Siempre surgen nuevos problemas que solucionar. En el año 2000, por ejemplo, se descubrió que la madera estaba empezando a rezumar azufre por algunos sitios. El azufre había penetrado en la madera durante los 300 años en los que el navío permaneció en el fondo de Strömmen. Expertos de todo el mundo intervienen en un programa de investigación para abordar este y otros muchos problemas. El objetivo es siempre el mismo: asegurar la preservación del Vasa para las generaciones futuras.

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Durante los primeros años, el Vasa era pulverizado con PEG
rebajado desde aspersores colocados en el techo durante todo el día



Continuará...
 
Menudos trabajos...........son alucinantes.
 
A ver si resulta que el Vasa se hundió por culpa de unos marinos españoles que servían malgre lui en la tripu del bajel, como le pasó al Mary Rose, según los brits, para descojone de Perez Reverte... :rofl:
 
Lo que nos cuenta el Vasa

En el Vasa, el reloj se paró a las cinco de la tarde del 10 de agosto de 1628. Al ser rescatado 333 años después, todavía estaban metidos en los cofres de los marineros sus provisiones, ropas y pequeños recuerdos personales. Los toneles de la carne yacían en la bodega, la mesa del almirante estaba de pie en el camarote, a bordo estaba la hermosa vajilla de estaño de los oficiales, el candelabro de bronce, los fanales -y el azote. La máquina del tiempo Vasa nos cuenta sobre la vida a bordo y en tierra a comienzos del siglo XVII, así como sobre los acontecimientos de aquel apacible y bello domingo de verano de 1628.

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El león del mascarón del Vasa simboliza el rey y la fuerza de Suecia, en lucha contra el Emperador alemán y el catolicismo



El tesoro artístico

El Vasa fue construido para imponer, no sólo con cañones sino también con una profusión de esculturas digna de un palacio.

Una cabeza de león rugiendo fue el primer hallazgo que se sacó del Vasa. Estaba negra de los siglos pasados en el fondo del mar, pero tenía vestigios de un marrón dorado en la melena y de rojo en las fauces.

El león recibiría luego la compañía de ángeles, diablos y guerreros... de músicos, emperadores y dioses. En total, adornan el Vasa quinientas esculturas de figuras y más de doscientos ornamentos tallados.

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El león tallado del Vasa recién rescatado del mar. Con una longitud de más de 3 metros es la piza más magnífica del buque.

El león encontrado primero era uno de los muchos de habían de estar en las portas de las troneras, pero a bordo había más leones valeros, fuertes y osados. El más magnífico de todos los leones del Vasa es el que está en el mascarón de la proa del buque. Con más de tres metros de largo y con el cuerpo erguido dispuesto a saltar, está continuamente preparado para el combate. En la decoración, el león simboliza al rey y la fuerza de Suecia en lucha contra los católicos y el emperador alemán. "El león nórdico" le llamaban sus coetáneos al Rey Gustavo II Adolfo.

La mayoría de las esculturas del Vasa tienen un sentido simbólico. Los artistas del taller de imaginería de Skeppsgården estaban muy familiarizados con el complicado lenguaje simbólico de la época. Sus modelos e ideas los buscaron en los manuales de imaginería del Renacimiento.

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Reproducción de la policromía del mascarón de proa. Emperadores romanos y criaturas mitológicas lo adornan.

El estilo artístico es alemán y holandés de finales del Renacimiento y comienzos del Barroco, y entre los artistas hubo hombres tanto de Holanda como de Alemania. Tallaron en roble, en pino y en tilo.

El más conocido de los imagineros del Vasa fue el alemán Mårten Redtmer. Fue él quien talló la mayoría de las esculturas grandes y expresivas, entre otras la de Hércules, que está en dos versiones. De joven simboliza la fuerza y el valor; de viejo, la sensatez y la sabiduría. Los coetáneos consideraron iguales a aquel héroe y al Rey Gustavo II Adolfo -el guerrero fuerte y el sabio hombre de Estado.

Otros motivos fueron tomados de la Biblia, de la historia romana y de la fantástica lista sueca contemporánea de reyes. Del Libro de los Jueces del Antiguo Testamento procede el ejército que desfila por la galería superior de la popa del Vasa. Son 23 de los guerreros de Gedeón. con antorchas en las manos, haciendo sonar sus trombones y cuernos, van a combatir por su Dios.

En el mascarón del Vasa hay veinte emperadores romanos. Según el pensamiento de la época, fueron orgullosos precursores del rey sueco. Gustavo Adolfo se consideraba como igual suyo. No obstante, los artistas de la época tenían una gran estima también por lo tosco, ampuloso, erótico y burlesco. Por el Vasa marcha, por ello, un extraño séquito de sirenas llenas de curvas, tritones barbudos y diablos burlones. Una mujer vulgar con grandes pechos saca la lengua y se lame la nariz; una turgente hija del dios marino Neptuno se estira perezosamente, y un guerrero romano se retuerce cogitabundo la barba.

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Una de las cabezas originales de león que adornaban las portas de las troneras. Pintadas en tonos dorados y fondo rojo, servían como añadido sicológico al espectáculo que proporcionaba este buque armado con 64 cañones con todas sus troneras escupiendo fuego.
 
Detalle escultórico

Las figuras escultóricas del Vasa pueden ser divididas en las siguientes categorías:


  • 155
    pilastras antropomórficas de diferentes tipos y tamaños

    87
    figuras de guerreros y caballeros

    74
    máscaras

    71 figuras grotescas - humanas y animales

    35 figuras de animales

    10 'Putti' - figuras ornamentales de niños desnudos y alados

    8 esculturas heráldicas

    13 esculturas 'raras'

El castillo de popa
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La parte superior del castillo de popa en toda su magnitud. Se observan claramente por el color de la madera los elementos restaurados de los que tuvieron que ser totalmente reconstruidos. Veamos en detalle algunos elementos principales de la decoración:


Los tres cuerpos decorativos principales del castillo de popa del Vasa.


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En lo más alto de la popa aparece el rey Gustavo II Adolfo siendo coronado rey por dos grifos que representan a su antecesor, su padre Karl IX. En todo momento, Gustavo Adolfo se muestra como una persona obsesionada por dejar clara su legitimidad al trono de Suecia, al cual había aspirado a regentar su primo Segismundo rey de Polonia, y que había sido destronado en 1599. En dorado y bajo una fila de emperadores romanos, aparecen unas siglas, G A R S, las únicas letras que hay en el barco y que son las iniciales en latín de Gustavo (II) Adolfo Rey de Suecia.


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Bajo el arco superior del castillo de popa, se encuentra el emblema nacional de Suecia, sujetado por dos, magníficos leones y rodeado el conjunto por un telón. El emblema nacional está formado por diferentes símbolos heráldicos. Las esculturas fueron terminadas con una cubrición de láminas de oro y pintando en otros lugares. Sin lugar a dudas, debió de ser el principal elemento decorativo del buque, un emblema propio de un palacio en un buque de guerra.

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En el vasa no costa nombre de buque en letras. Aparece por el contrario, el escudo de armas de la dinastía de los Vasa en tres versiones. Ese escudo representa una gavilla -un "vase"- de ahí el nombre del buque. Este símbolo consta de un dorado fajo de trigo colocado bajo una corona real. Este emblema es sostenido por dos querubines, seres angelicales tallados desnudos y erguidos, y todo el conjunto rematado por un telón plegado enmarcando el motivo. Al final de cada telón hay racimos de frutas y cada querubín porta dos ramas de olivo, símbolo de la paz en clara discordancia con la naturaleza del buque: un barco de guerra. Las frutas, significaría pues riqueza, prosperidad y progreso. Con este motivo, el Rey viene a decir que la dinastía Vasa ha traído paz y prosperidad a Suecia, y que su pueblo debería dar las gracias a Dios por estos dones.


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Estado real dentro del buque del escudo de armas de la dinastía Vasa, escoltado por figuras representando guerreros y reyes de la antigüedad.

Más información sobre la decoración del Vasa, aquí (en inglés):

http://hem.bredband.net/johava/Wasa3e.htm
 
Gracias por compartirlo con nosotros, Fjelltronen =)