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Dustz

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Me estreno en los AARs, y con uno de mis países favoritos, Inglaterra.

IMÁGENES RESTAURADAS - Encontré un pen con todas ellas hace un tiempo, y las recoloqué

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-Datos de la partida:

Juego: Europa Universalis 2
Versión: 1.09
Mods: Vanilla + eventos propios a partir de 1760
País : Inglaterra
Escenario: La Gran campaña
Dificultad: Normal
Agresividad de la IA: Furiosa


-Objetivos:

- Acabar el AAR Conseguido
- Ganar la guerra de los cien años Conseguido
- Tenerlo todo investigado al final de la partida Conseguido
- Al final de la partida tener todo el imperio británico en su máximo esplendor Conseguido
- Llegar al límite de mantenimiento de barcos, con la flota compuesta por almenos el 95% de buques de guerra

-Reglas:

- No anexionar cristianos militarmente
- No exceder el límite de BB

-Políticas internas:

- Plutocracia: Por el bonus de rendimiento comercial y de producción, así como la reducción del precio de los Buques de Guerra

- Centralización: Por el bonus en el rendimiento de la producción y la reducción del coste de tecnología

- Estrechez de Miras: Por la reducción del coste de la estabilidad y por el bonus de colonos y misioneros

- Librecambio: Por el bonus de mercaderes y colonos

- Doctrina ofensiva : Por la mayor moral y el bonus de asalto en los líderes

- Naval : Por el bonus de colonos, de rendimiento comercial , de impuestos de ultramar y de moral en la flota y por el menor coste de barcos

- Calidad: Por el bonus de moral terrestre y fuego del líder

- Súbditos libres: por la mayor moral y rendimiento de la producción

El AAR se dividirá en capítulos englobados dentro de los reinados de los distintos reyes que tenga. Al final de cada reinado haré un breve resuen de la situación internacional. Al principio haré un par de capítulos históricos sobre la guerra de los cien años ( sacado de la Wikipedia).


-Índice:

Parte 1: La conquista de Francia

La guerra de los cien años (1337-1415)

Causas de la guerra

La Guerra hasta 1415

Henry V (7/5/9) (1415-1422)

1. Preparativos

2. La campaña de Francia (1): La batalla de París

3. La campaña de Escocia (1): Ofensiva desde el norte

4. La campaña de Escocia (2): Resistiendo en Northumberland

5. La campaña de Escocia (3): Una victoria y una derrota

6. La campaña de Francia (2): Francia en llamas

7. La campaña de Francia (3): La rendición de París

8. La campaña de Francia (4): Avance por el sur

9. La campaña de Escocia (4): El derrumbamiento de Escocia

10. La campaña de Francia (5): La última campaña de Henry V

11. Situación Internacional (2 de septiembre de 1422)

Henry VI (5/3/5) (1422-1461)

12. El fin de la guerra

13. La rendición francesa

14. Reformas tras la guerra

15. La guerra contra Artois

16. De nuevo, la guerra de los cien años

17. La década pacífica

Parte 2: La guerra de las dos rosas

18. Anexiones y conspiraciones

19. Estalla la guerra de las dos rosas

20. Situación internacional (9 de marzo de 1461)

Edward IV (7/5/7) (1461-1470)

21. La consolidación del poder

22. La invasión de las manchas verdes esas

Henry VI (3/5/3) (1470-1471)

23. Un fugaz retorno

Edward IV (7/5/7) (1471-1483)

Parte 3: Ascensión y caída del imperio Español

24. La traición de Aragón

25. Guerra mediterránea (1): Choque de fuerzas

26. Guerra mediterránea (2): Aragón a nuestra merced

27. Los últimos días de Edward IV

28. Situación internacional (2 de abril de 1483)

Edward V (5/5/5) (1483-1483)

29. Un reinado de tres meses

Richard III (4/7/6) (1483-1509)

30. Las reformas de Richard III

31. El auge del comercio

32. El nuevo mundo

33. Un nuevo siglo

34. El fin del Borbonado

35. Situación internacional (29 de abril de 1509)

Henry VIII (6/6/8) (1509-1547)

36. La invasión de Lenape

37. El imperio del mal de Carlos V

38. La guerra de los doce años (1): Primer avance

39. La guerra de los doce años (2): El imperio contraataca

40. La guerra de los doce años (3): El derrumbamiento de España

41. La guerra de los doce años (4): Guerra en el mediterráneo

42. Henry VIII y sus esposas

Parte 4: Crisis y Bonanza

43. Recuperación y "Boom"

44. Situación internacional (1 de febrero de 1547)

Edward VI (3/5/4) (1547-1553)

45. Un joven y enfermizo rey

Mary I (6/6/6) (1553-1558)

46. Bloody Mary

Parte 5: La era de los descubrimientos

Elizabeth I (9/9/8) (1558-1603)

47. Los primeros años de reinado

48. El nuevo gobernador de Holanda

49. La gran Bonanza

50. La conquista del este americano

51. La exploración del pacífico

52. Situación internacional (29 de marzo de 1603)

James I (6/5/7) (1603-1625)

53. El hundimiento del imperio hispánico (1): Los planes

54. El hundimiento del imperio hispánico (2): Detenidos por los tercios

55. El hundimiento del imperio hispánico (3): Victoria en Bilbao

56. El hundimiento del imperio hispánico (4): Las campañas de Suecia

57. Rhodesia

58. Situación Internacional (1 de abril de 1625)

Parte 6: La revolución Inglesa

Charles I (4/5/7) (1625-1649)

59. El camino hacia la guerra civil

60. La guerra civil Inglesa

Oliver Cromwell (8/8/9) (1649-1660)

61. Los primeros años de Cromwell

62. Operación "Tortoise"

63. Situación Internacional (26 de Abril de 1660)

John Lambert (5/5/8) (1660-1688)

64. La guerra de los diez años (1): Primeras campañas

65. La guerra de los diez años (2): Desembarcos en África del norte

66. La guerra de los diez años (3): Gallípoli

67. La guerra de los diez años (4): Los últimos meses de guerra

68. La guerra de los diez años (5): Consecuencias

69. Revuelta en África

70. La revolución gloriosa

71. Situación Internacional (15 de febrero de 1688)

Parte 7: La edad de Oro

William III (8/6/8) (1688-1702)

72. El Acta de Unión

Anne (8/6/7) (1702-1714)

73. La última Estuardo

George I (6/6/8) (1714-1728)

74. Sir Robert Walpole

George II (7/6/7) (1728-1760)

75. El camino hacia la guerra (1a parte)

76. El camino hacia la guerra (2a parte)

77. El camino hacia la guerra (3a parte)

78. El tratado de Lisboa y el estallido de la guerra

79. Situación internacional (29 de octubre de 1760)

George III (4/4/7) (1760-1820)

80. La guerra Lusitana: Campaña de las américas

81. La guerra Lusitana: Campaña de España

82. La guerra Lusitana: Campaña de Italia

83. La guerra Lusitana: Campaña del norte

84. La guerra Lusitana: Campaña Otomana

85. La guerra Lusitana: Campaña de Asia

86. El tratado de París

87. La conquista de África

88. Las colonias de Omán

89. La gran guerra asiática: primeros movimientos

90. La gran guerra asiática: las grandes batallas de la India

91. La gran guerra asiática: el fin de la guerra

92. Gran Bretaña dibuja un nuevo mapa de Asia

Parte 8: La era de las revoluciones

93. Crisis en América

94. El día de la infamia

95. La guerra de la independencia (1)

96. La guerra de la independencia (2)

97. La guerra de la independencia (3)

98. La guerra de la independencia (4)

99. La guerra de la independencia: Conclusión

Gfernatuytwerghzsat III (0/9/9) (1741-2012)

100. Invasores extranjeros
 
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La guerra de los cien años
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Causas de la guerra

La rivalidad entre Francia e Inglaterra había comenzado ya en tiempos de la Batalla de Hastings, en la que el duque francés Guillermo de Normandía (Guillermo el Conquistador) se adueñara de Inglaterra (1066). Ahora los normandos eran reyes de una gran nación, y exigirían al rey francés ser tratados en consecuencia. Pero el punto de vista de Francia no era el mismo. Los duques de Normandía siempre habían sido sus vasallos, y el hecho de que hubiesen ascendido de su ducado a un alto trono en un país "lejano" no tenía por qué cambiar su sumisión tradicional a la corona de París.

Primeras escaramuzas

A mediados del siglo XII, los monarcas ingleses descendientes de los duques normandos fueron reemplazados, por matrimonio, por la dinastía francesa de los Plantagenet, condes de Anjou, que también poseían otros grandes territorios en el oeste y sudoeste de Francia. Tras el matrimonio de Enrique II de Inglaterra con Leonor de Aquitania llegaron a ser más poderosos que los propios reyes francos. A la muerte de Enrique lo sucedió su hijo menor Juan, muy débil, que no fue capaz de mantener los territorios de su padre. El rey de Francia Felipe II Augusto, invadió sus territorios en una gran ofensiva que Juan no pudo rechazar. En 1204, Francia invadió Normandía y se quedó con todas las posesiones inglesas en tierras continentales, a excepción de Burdeos y Guyena, situadas en la Aquitania al oeste del reino.

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Enrique II

Enrique III


Enrique III (1215-1270), ascendido al trono inglés siendo muy pequeño, trajo consigo un período de zozobras y temores, que desembocó en el catastrófico Tratado de París en 1259. En él, Enrique renunciaba formalmente a todas las posesiones de sus antepasados normandos y a todos los derechos que pudieran corresponderle. Esto incluía la pérdida de Normandía, Anjou y todas sus demás posesiones salvo Gascuña y Aquitania, que había heredado por vía materna. Estas dos regiones quedaban sometidas al homenaje, una especie de pago, renta o tributo que Enr-+ique otorgaría al rey francés para conservarlas.


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Enrique III
Eduardo I

El hijo de Enrique, Eduardo, no se conformó con esta situación de sometimiento: levantó un poderío militar y económico muy superior al de su padre y quiso colocar de nuevo su corona en una posición de fuerza en el continente. Inició hostilidades contra Francia (que duraron cuatro años: de 1294 a 1298) pero, más dedicado a consolidar su poder en el interior de la propia Inglaterra, no hizo nada más respecto de Francia. Tenía razón: apenas fallecido Eduardo, otro tiempo de convulsiones azotó a Inglaterra. Una Escocia fuerte, motivada y organizada, gobernada por Roberto de Bruce, la derrotó en varias oportunidades. El Parlamento obligó a Eduardo II a abdicar en favor de su hijo (enero 1327), siendo encarcelado en el castillo de Berkeley, donde, el 21 de septiembre de 1327, es asesinado por órdenes de la reina.


La Guerra de San Sardos y Eduardo III


Entre 1324 y 1325 se produjo una nueva guerra entre Inglaterra y Francia, conocida por los historiadores como Guerra de San Sardos por el poblado donde tuvieron lugar las principales acciones. La corona inglesa pasó pronto a manos de Eduardo III, que era sólo un adolescente, pero a pesar de ello no estaba dispuesto a dejarse vencer con tanta facilidad. Mientras tanto el rey de Francia, Carlos IV murió, como sus antecesores, sin dejar heredero varón.

La maldición de los Capetos

La muerte de Carlos IV era el fin de la poderosa y prolongada dinastía Capeto. Había sido fundada por Hugo Capeto en 987, y había dado una larga serie de poderosos monarcas que incluía a Luis VI, Luis VII y Luis VIII, todos ellos comandantes en las Cruzadas.
Tras la muerte del rey siguiente, Luis IX, la dinastía Capeto tuvo aún otro poderoso rey: Felipe IV de Francia, el Hermoso. Con él comenzó la decadencia: Felipe destruyó a la antigua Orden del Temple, llevando al juicio y a la hoguera a muchos de sus dirigentes, en especial a su último Gran Maestre Jacques de Molay.
La tradición cuenta que de Molay, de pie sobre las llamas que lo consumirían, maldijo a Felipe el Hermoso, al Papa y a la familia Capeto, profetizando su pronta extinción y olvido.
En efecto, Felipe IV murió en 1314, en el curso del mismo año de la ejecución de los templarios. Tenía tres hijos. El mayor, (Luis X el Obstinado), fue coronado en agosto de 1315 y murió a los pocos meses, mientras su esposa estaba embarazada. El niño recién nacido iba a ser coronado con el nombre de Juan I mas, en razón de su corta edad, se nombró regente al hermano mediano de su padre, Felipe. El pequeño murió siendo un bebé, por lo que se lo conoce como Juan el Póstumo. Así, su tío Felipe, que ejercía la regencia, debió ser coronado de inmediato bajo el nombre de Felipe V el Largo. Este rey, que gobernó algo más de cinco años, intentó restaurar las reformas modernizadoras de su padre Felipe IV, que había sido abandonadas en una fuerte regresión feudal, por su hermano Luis X, influido por su tío el Conde de Valois. Le sucedió entonces el tercer hijo de Felipe el Hermoso (y por tanto hermano pequeño de Luis X y Felipe V): Carlos Capeto, que reinó bajo el nombre de Carlos IV.
La supuesta maldición de los templarios terminó de cumplirse el 1º de febrero de 1328 al fallecer este rey sin herederos. En apenas 14 años y luego de cuatro breves reinados, la dinastía de los Capetos se había extinguido.

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Luis IX de Francia
Reclamaciones Inglesas

Los hijos de Felipe el Hermoso (Luis, Felipe y Carlos) tenían una hermana llamada Isabel (la "Loba de Francia"), que era madre de Eduardo III de Inglaterra. El joven rey, de tan solo dieciséis años, pretendió reclamar su derecho al trono de Francia apelando a esta circunstancia. Muertos sus tres tíos sin herederos, y muerto su primo siendo un infante, consideró que la corona francesa debía pasar a su madre y, a través de ella, a su propia persona.
Buena parte de los franceses no estaban de acuerdo e invocaron la Ley Sálica, que impedía la transmisión de la corona a través de la línea femenina. Para evitar que Inglaterra gobernase Francia, decidieron que la corona vacante pasase al hermano menor de Felipe el Hermoso (y tío de Luis, Felipe V y Carlos): Carlos de Valois. Pero corría 1328, y Carlos había muerto tres años antes. De ese modo, según la tradición francesa, heredaba la corona su hijo, Felipe de Valois, bajo el nombre de Felipe VI. Este fue el primer monarca de la dinastía Valois.
Entonces el orgulloso Felipe reclamó a Eduardo que le rindiera (y pagase) el debido homenaje por las posesiones que aún conservaba en Francia.

Homenajes y refugiados

Inicialmente, Eduardo reconoció a Felipe como rey de Francia, pero la situación fue tensándose debido a una serie de conflictos marginales que enfrentaron a los partidarios de los dos monarcas en Bretaña, Flandes, Navarra o Escocia. Cuando el rey francés intentó hacer efectiva su soberanía feudal sobre Guyena reclamando las apelaciones de los juicios que en ella se producían, Eduardo actuó. Encontró por fin el modo de dañar a Felipe: uno de los parientes del rey francés, Roberto de Artois, se había rebelado, y Eduardo lo acogió como a un hermano en su corte inglesa.
La reacción de Felipe VI fue drástica: en un golpe de mano rápido y perfecto, invadió y se anexionó la región de Guyena, feudo del rey inglés. Eduardo respondió reclamando, por enésima vez, su derecho a ocupar el trono de París.
Además, Eduardo fue reconocido como monarca por el rebelde Jacobo van Artevelde, cabecilla de los ciudadanos de Gante, y enfrentado al conde de Flandes, vasallo del rey Felipe.

Continuará...

 
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La guerra de los cien años
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La guerra hasta 1415


Una vez iniciadas las hostilidades, no como una sucesión de escaramuzas, la suerte de ambos bandos fue fluctuante y pendular.

Al principio, los ingleses de Eduardo hicieron unas operaciones terrestres muy importantes en 1339 y 1340, y obtuvieron además una gran victoria naval en Sluys.


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Batalla de Sluys


El rey inglés pudo desembarcar en Normandía gracias a la defección del noble Godofredo d'Harcourt que se había enemistado con Felipe VI y le permitió aposentarse en su feudo. Con todo, la posición inglesa era débil porque su ejército contaba con un número pequeño de caballeros y escaso apoyo en los territorios en disputa. Tan sólo eran superiores a los franceses en número de arqueros, fuerzas plebeyas armadas con el famoso "arco largo" inglés que permitía el disparo rápido, continuado y a larga distancia.

Eduardo utilizaba una táctica copiada de sus enemigos (la chevauchée). Atacaba la campiña desprotegida en sitios donde las tropas francesas eran débiles o estaban ausentes, y se adueñaba de ella. De inmediato procedía a matar a los civiles de sexo masculino, incendiaba, saqueaba y robaba las posesiones de los campesinos. Al ser estos parte de una sociedad de tipo feudal, estaba sobreentendido que era responsabilidad y obligación de Felipe de Francia protegerlos contra estos salvajes ejércitos extranjeros. De este modo, además de hacerse con tierras, suministros y prisioneros, Eduardo socavaba la autoridad de Felipe.

En 1346 los franceses encontraron a Eduardo en Crecy y en 1356 a su hijo (el Príncipe Negro) en Poitiers. Ambos combates concluyeron con sendas y resonantes victorias inglesas gracias a las nubes de flechas que dispararon sus arqueros contra las cargas de los nobles galos. Los ingleses se procuraron una mejor posición de fuerza en las negociaciones posteriores al sorprender y capturar al rey Juan II de Francia y a su corte. Prisionero el monarca, los franceses se vieron obligados a firmar la paz de Bretigny (1360), por la que Eduardo III renunciaba al trono de Francia a cambio de una gran Aquitania entre el Loira, los Pirineos y el Macizo Central, hasta Rodez, así como Calais y sus alrededores. Se prometió un rescate de tres millones de escudos a cambio de la libertad del rey Juan.


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Batalla de Crecy


El contraataque

La situación política se volvía muy confusa. La prisión del rey y el prometido rescate obligaron a convocar a los representantes del reino. El preboste de Paris Etienne Marcel aprovechó para intentar controlar a los consejeros de Carlos y el cobro de los impuestos, encabezando una rebelión que fracasó debido a la falta de apoyo en otras ciudades. Los campesinos también se sublevaron y atacaron los castillos feudales en la gran revuelta conocida como la jacquerie (1358). Los grandes aristócratas del reino como Carlos II el Malo de Navarra o Gaston Febus de Foix, cerraron filas para impedir el ascenso de las clases sociales inferiores y aplastaron a los campesinos en medio de un mar de sangre, lo que permitió al Delfín Carlos tomar de nuevo las riendas del gobierno.

Tomando ejemplo del propio Eduardo, Francia decidió aplicar sus mismas tácticas anfibias y navales. Comenzaron entonces, a partir de 1360, a hacer rápidas y devastadoras incursiones contra la costa meridional de Inglaterra, que culminaron en el saqueo e incendio de Winchelsea. Dado el buen resultado, siguieron con este tipo de operaciones, y los ataques anfibios se convertirían en la pesadilla de las guarniciones y población civil inglesas costeras por lo menos hasta 1401. Descubrieron además que Eduardo comenzaba a hacer regresar sus tropas para defender sus islas, por lo que los campesinos franceses empezaban a ver disminuir las espantosas chevauchées británicas.

Así, los pocos ingleses que aún recorrían la campiña francesa se vieron obligados a retroceder progresivamente en medio de las tierras secas y arrasadas que los galos dejaban a sus espaldas. Muchos murieron de hambre y enfermedades (principalmente disentería y escorbuto) y nunca se volvieron lo suficientemente fuertes como para plantar cara a los defensores de Francia. A pesar de la victoria en su propio país, Francia pagó muy cara la expulsión del invasor en esta etapa de la guerra.

Mandaba los ejércitos el delfín Carlos (más tarde coronado como Carlos V). Su condestable, el ambicioso e inteligente Bertrand du Guesclin, le aconsejó no enfrentarse en campo abierto, sino recurrir a una política de hostigamiento de las columnas inglesas en retroceso, dejando ante ellas solamente tierra arrasada. Esta prefiguración de la táctica de von Clausewitz implicó, entonces, que los campesinos y civiles franceses vieron sus tierras, antes quemadas por los invasores, nuevamente arrasadas y destruidas (esta vez por sus propios protectores), con el afán de "salvarlas".

La guerra alcanza su mayor extensión en esta época, al rebasar por primera vez los límites de Francia. Así, en 1367, los ingleses del Príncipe Negro auxilian a Pedro I de Castilla en la Batalla de Nájera, mientras que su hermanastro Enrique recibe la ayuda de caballeros franceses dirigidos por el propio Bertrand Du Guesclin. La victoria final de Enrique en la Guerra Civil Castellana brindará a Francia un poderoso aliado en el plano naval que destruye la escuadra inglesa en La Rochelle (1372) y saquea o incendia numerosos puertos ingleses (Rye, Rotingdean, Lewes, Folkestone, Plymouth, Portsmouth, Wight, Hastings) entre 1377 y 1380, año en que el almirante castellano Fernando Sánchez de Tovar llega incluso a amenazar Londres. De forma paralela, Du Guesclin protagoniza varias incursiones en Bretaña, cuyo duque se había aliado con Inglaterra.


La suerte cambia de bando

Inglaterra quiso, entre 1360 y 1375, tomar la iniciativa de una guerra que la estaba devorando, pero la suerte había cambiado de bando y favorecía ahora a los franceses. Los estrategas ingleses Sir Ricardo Knolles en 1360 y Juan de Gante en 1363 formaron cuerpos expedicionarios que atacaron el continente, pero fueron masacrados por los defensores franceses.

El rey Eduardo había muerto, y su sucesor, Ricardo II de Inglaterra, volvió a sufrir la maldición que había perseguido a todos los reyes niños: tensiones políticas, convulsión social, una fiera lucha por la sucesión o al menos la regencia, todo ello envuelto en el espantoso caos de una guerra internacional que amenazaba con extenderse a Europa entera.

Asesinado Ricardo por Enrique de Lancaster en 1399, los vientos de guerra rotaron una vez más.

Desde hacía una generación entera Inglaterra solo sufría derrotas frente a Francia, pero, de pronto, los desembarcos en las islas comenzaron a ser rechazados y los ingleses invadieron Francia con moderado éxito en tres oportunidades: en 1405, 1410 y 1412. Enrique de Lancaster fue coronado como Enrique IV de Inglaterra luego del derrocamiento de Ricardo II, y sería su hijo, Henry V, el encargado de llevar la guerra nuevamente al corazón de Francia.


EDIT DEL 2019: PARA UNA VERSIÓN COMPLETA Y EXCELENTE DE ESTA MINI-INTRO, VER EL HILO DE LA GUERRA DE LOS 100 AÑOS DE LUCIUS: https://forum.paradoxplaza.com/foru...ños-resumen-de-la-obra-de-j-sumption.1032622/

Continuará...
 
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Henry V
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Preparativos (1415-1419)


Henry V había partido hacía ya cuatro largos años a la guerra en Francia. Periódicamente, iban llegando noticias a Londres sobre el avance de la guerra. Por lo visto, tras que Henry V empezara a dirigir nuestras tropas en el campo de batalla, las victorias inglesas se habían sucedido una detrás de otra. Tras su desembarco en Normandía en 1415, nuestro rey y su ejército habían tomado Harfleur ( en Normandía) (1415), y tras cruzar el Sena, derrotaron de forma humillante a Carlos VI en Azincourt( Caux) ( También en 1415). Después de eso nuestro ejército se embarcó rumbo a Inglaterra para reponer pertrechos y alimentos. Tras regresar a Francia, Henry capturó Caen, capital de la región de Normandía (1417), y entonces se empezó a preparar para atacar París.
En 1419, nuestro país se encontraba en guerra contra Francia, Escocia, Borbonado, Auvernia, Provenza y Orleans. La situación era difícil, pero la guerra se podía ganar. Henry V era uno de los mejores generales de la historia de Inglaterra, e íbamos a aprovecharlo. Aunque era un genial militar, administrativamente no destacaba tanto, y nombró a el general Dustz como director de las finanzas inglesas, arte para la cual estaba muy dotado. Al marchar hacia Francia en 1417, Henry dejó a Dustz dirigiendo el país y sólo le pidió dos cosas: Que no emprendiera ninguna acción militar contra Escocia hasta 1419 y que después, los aplastara sin piedad. Dejó toda la economía inglesa en sus manos, así como la toma de las decisiones importantes en la administración, la diplomacia, el reclutamiento de soldados en las islas y la campaña escocesa. Henry se encargaría de la dirección de todas las operaciones militares en el continente.
Respetando los deseos de su rey, el general Dustz esperó al 1 de Enero de 1419 para empezar la campaña de Escocia y mientras no llegaba el día, se dedicó a ahorrar dinero, por lo que cuando llegó la fecha, Inglaterra disponía de 150 ducados en el tesoro real. También, para asegurar la total derrota Escocesa, el general había ordenado reclutar un ejército de 7000 soldados en Londres, y apostar 14000 más en la frontera, que repelían los ataques del norte mientras no empezaba la ofensiva.

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En cuanto a la administración del país, había decidido ser un poco más permisivo que su rey en cuanto a la profesión de pequeñas variantes del cristianismo, aunque ello supusiera que ser Musulmán u Ortodoxo estuviera prácticamente prohibido.

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De esta forma, se dejó de perseguir a los lolardos, un grupo que seguía las doctrinas de John Wyclif, que divergían un poco de las de la Iglesia Oficial, aunque ello supusiera enemistarnos de otras naciones católicas.

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Por otro lado, decidió cambiar la forma como se invertía el presupuesto del tesoro inglés, y ordenó que se empezara a invertir la mayor parte de las ganancias (75%) en mejorar las técnicas comerciales de nuestros mercaderes, para convertirnos a la larga en una nación con gran poderío comercial. También dictó que se invirtiera otra parte (12,5%) en la mejora de nuestros navíos, para poder viajar a países lejanos y explorar el mundo. Pero no olvidó también destinar un poco de dinero (12,5%) para desarrollar nuevas armas y armaduras para nuestros ejércitos, ya que era crucial en aquel momento, con nuestro país metido en el gran conflicto que era la guerra de los cien años.

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Era ese último tema el que era más importante a corto plazo, y viendo el viejo equipamiento que llevaba el ejército que estaba apostado en Londres, Dustz decidió hacer una renovación de las armas y armaduras de nuestros soldados, importándolas de Aragón, ya que forjarlo todo en nuestro país habría llevado demasiado tiempo, cosa de la cual no disponíamos.

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Esto no gustó en absoluto al gremio de armeros de Inglaterra, que causaron disturbios en el país, con la gente quemando contenedores y casas , pero, por suerte, fueron reducidos por nuestros ejércitos, que ya tenían el nuevo equipo traído de Aragón.

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Viendo contra la gran cantidad de países contra los que estábamos en guerra, el general Dustz empezó a buscar aliados para nuestro bando en la guerra. Alguien de la corte sugirió que Navarra podía ser un buen aliado, que seguramente decantaría la balanza de nuestro lado en el conflicto. Dustz dudaba de eso, pero viendo el pequeño poder económico de Navarra, pensó que al acabar la guerra sería fácil que su rey nos rindiera vasallaje y quizá, al morir éste, Navarra podría pasar a formar parte de Inglaterra. Por ello, decidió enviar un diplomático a Navarra que les librara nuestra oferta de alianza. Al cabo de un tiempo regresó con la respuesta:

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Para entonces, ya había llegado la fecha: 1 de Enero de 1419. El general Dustz se preparó para lanzarlo todo contra Escocia.

Continuará...
 
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Da gusto ver que aún se hacen AARs del EU2 (y encima tan bien relatados). Lo seguiré atentamente.

Un saludo y mucha suerte en tu aventura inglesa.

PD: ¡¡Caña al francés!! :D :p.
 
¿Podrias cambiar el tipo de fuente? en ocasiones cuesta entender lo escrito. Por lo demas, ¡mucha suerte y a por ellos! ;)
 
Umm, otro AAR del EU2 :)

Ánimo con los perros y que consigas todos tus objetivos :D
 
Daovir said:
¿Podrias cambiar el tipo de fuente? en ocasiones cuesta entender lo escrito. Por lo demas, ¡mucha suerte y a por ellos! ;)

¿Qué dices? Con lo guapa que es :p.
A mí me ha pasado al principio, pero vaya. Lo que no se entiende es una ese :p. Tú léelo así y verás que fácil :p.
 
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Henry V
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La campaña de Francia (1): La batalla de París (1419)

Henry V se encontraba en Rouen (Caux) con su inmenso ejército de 31000 hombres dispuesto a acabar de una vez por todas con aquella guerra con Francia que hacía ya casi un siglo que duraba. Por ello, estaba decidido a tomar París y reclamar el trono de Francia. Era el 1 de Enero de 1419 y, según lo que había ordenado, ese día estaría el General Dustz estaría empezando la invasión de Escocia en las islas. Se tenía que atacar a la vez en los dos frentes para que sus enemigos no se pudieran ayudar entre ellos, demasiado concentrados en defender su territorio.
Francia estaba dividida en varios territorios, pero el más importante era el del rey, con la capital en París, y ese tenía que ser derrotado rápidamente, pues era el único que podía hacer sombra a Inglaterra. Por ello, dividió su ejército en dos mitades iguales, poniéndose al frente de una de ellas, y dejó al General de Brigada Clarence al frente de la otra. El plan de ataque era sencillo: marchar los dos ejércitos a París, derrotar a los Franceses apostados en la ciudad, tomarla y luego el ejército de Clarence marcharía a tomar la Picardía y el suyo se dirigiría a Champaña. De realizarlo con éxito, Francia perdería la mayor parte de su ejército y habría caído su capital, lo que facilitaría su rápida conquista. Después ya se encargaría de los otros estados menores de la zona, que sin Francia seguramente caerían con facilidad frente al poderío Inglés.

Ese mismo día Henry V y su ejército marcharon hacia París.


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Mientras tanto, en el sur, otro ejército Inglés desplegado en la zona, empezaba el ataque por otro flanco al enemigo, también el 1 de Enero. Por órdenes de Henry V, el ejército se dividiría en dos: el regimiento dirigido por el Mariscal de Campo Bedford marcharía a sitiar el único puerto francés, la ciudad de Sable d’ Olonnes, en la región de Vendée, para que así asegurarnos que nuestros enemigos no pudieran hacer ningún desembarco en las islas británicas y el otro ejército dirigido por el General de Brigada Beauchamp pondría bajo sitio Toulouse, para empezar la invasión del sur de Francia


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Henry V pasó medio mes caminando hasta su objetivo, pero cuando finalmente llegó a París, desató toda su furia contra los 18000 franceses que la defendían. Atacamos al enemigo cuando empezaban a aparecer los primeros rayos de sol. Los generales enemigos no esperaban nuestra llegada pronto por la mañana, y cuando empezó la batalla, más de la mitad de los soldados enemigos estaban durmiendo, la otra mitad apenas se habían despertado, y los pocos que estaban en pie llevaban un armamento y equipo muy viejo e inútil.


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Más que una batalla, fue una carnicería. Liquidamos a todos los soldados enemigos (aunque más que soldados parecían campesinos) en tan sólo cinco días, y tras eso pusimos sitio a la capital francesa.


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Los alrededor de París se habían convertido en un cementerio de cadáveres franceses. De los dieciocho mil soldados que cinco días atrás protegían la ciudad no había quedado ninguno vivo, mientras que tan solo 3000 valientes ingleses habían sido asesinados vilmente por la chusma Gala. Aquella había sido una victoria mucho más arrolladora que la de Azincourt, y gracias a esto la mitad del ejército francés había perecido en apenas una semana. La campaña de Francia no podía haber empezado de mejor forma para Henry V.

Continuará...
 
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Dustz said:
Gracias a todos por seguir el AAR :rolleyes:

En cuanto al tipo de letra, queréis que la cambie? Porque yo no tengo ningún problema en hacerlo si creéis que no se lee bien.


Yo creo que tirando a innovación y tierra te irá mejor, los bonus desde mi punto de vista son mejores y más útiles.
 
La campaña de Francia ha empezado con muy buen pie :D. Ánimo.

A mí me gusta este tipo de letra y se lee perfectamente, lo que pasa es que Daovir es un quejica :p :D.

ToLoMeO said:
Yo creo que tirando a innovación y tierra te irá mejor, los bonus desde mi punto de vista son mejores y más útiles.

¡Que va! ¡Estrechez de miras siempre! :p :D. Necesitará misioneros y es la única forma de conseguirlos.
Y además necesitará muchos colonos, y con innovación y tierra no le van a dar ni uno :p.
Por no hablar de los mayores ingresos que tendrá de ultramar (que deben ser, a la larga, mucho más importantes) por ir a naval.
 
Zerstorer said:
La campaña de Francia ha empezado con muy buen pie :D. Ánimo.

A mí me gusta este tipo de letra y se lee perfectamente, lo que pasa es que Daovir es un quejica :p :D.
Di que si!!! Daovir ponte la gafas!!! :p

Zerstorer said:
¡Que va! ¡Estrechez de miras siempre! :p :D. Necesitará misioneros y es la única forma de conseguirlos.
Y además necesitará muchos colonos, y con innovación y tierra no le van a dar ni uno :p.
Por no hablar de los mayores ingresos que tendrá de ultramar (que deben ser, a la larga, mucho más importantes) por ir a naval.
Amen...

Haz caso al tito Zers, que de esto sabe ( eso si cuando empieze a farfullar inconsciencias sobre porteros y 3-4-3, ni caso... :p :rofl: )
 
Mucha suerte!

Por cierto, si ganas la guerra de los 100 años y heredas Francia quizá te compense seguir siendo catolico. Una de mis últimas y mejores campañas al Eu2 la hice así.
 
Bueno, bueno, esta claro que uno no puede hacerse mayir y sufrir de vista cansada :D
 
Yo creo que tirando a innovación y tierra te irá mejor, los bonus desde mi punto de vista son mejores y más útiles.

Como ha dicho Zerstorer, me interesan más los mayores ingresos de ultramar, la mayor cantidad de colonos y precio de los barcos más bajo que la mayor moral de tropas, que aunque terrrestre da un bonus muy alto de moral , no me compensa demaaiado con una potencia colonial como Inglaterra. Con otro país, como Austria o Polonia sí que tiraría pa terrestre.

Por otro lado, con los países con grupo tecnológico latino se puede investigar todo para el final de la partida con relativa facilidad, por lo que innovación tampoco me interesa demasiado, y los bonus de colonos con estrechez de miras son muy altos.

La campaña de Francia ha empezado con muy buen pie . Ánimo.

Y que lo digas. Henry V es el amo como general. :D


Por cierto, si ganas la guerra de los 100 años y heredas Francia quizá te compense seguir siendo catolico. Una de mis últimas y mejores campañas al Eu2 la hice así.

Es cierto que si me quedara católico sería todo mucho más fácil, pero es que yo quiero ser histórico con la religión. :(
 
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Henry V
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La campaña de Escocia (1): Ofensiva desde el norte (1419)



Como había le había ordenado su rey, Henry V, en el 1 de Enero de 1419, El General Dustz empezó a realizar maniobras para el inminente el ataque contra los Escoceses.
Los 14000 ingleses que habían en Northumberland eran sufcientes para contener a las hordas escocesas y que no penetraran en territorio Inglés, pero difícilmente podrían realizar con éxito una ofensiva. Para conseguirlo, se necesitaban más tropas. Para ello, se inició un reclutamiento de 10000 nuevas unidades en la provincia de Lancashire, para que se uniesen a los 14000 soldados que había en el norte para poder realizar la invasión.

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Dustz también ordenó que el ejército que había estado apostado en Londres partiera hacia la frontera, aumentando aún más las fuerzas desplegadas en la zona, que sumando el ejercito de Northumberland (14000), el ejército que se reclutaba en Lancashire (10000) y el que acababa de marchar de nuestra capital (7000) eran 31000 Ingleses, más que suficientes para la invasión de Escocia.

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Pero mientras no estaba listo el nuevo regimiento de Lancashire y no llegaran los refuerzos de Londres, la situación en la frontera seguiría igual. El General no quería arriesgar un ejército del tamaño como el apostado en Northumberland en un ataque inútil en que estarían en inferioridad numérica contra los 25000 guerreros que había en las tierras escocesas. Por ello, ordenó que las tropas fronterizas siguieran a la defensiva, ya que el terreno montañoso donde se encontraban era ideal para defender la zona y, a la vez, muy difícil de atacar.


A día siguiente de marchar el ejército de Londres hacia el norte, un mensajero de la Corona de Aragón llegó con una oferta de su rey de realizar un enlace dinástico entre nuestros reinos. El general pensó que la boda podría servir para mejorar las relaciones entre los dos países y después resultaría sencillo que entrasen en nuestro bando contra los franceses. Si conseguíamos que nos apoyasen en la guerra, Aragón sería una gran fuerza militar que presionaría Francia por el sur, con lo que resultaría más fácil derrotar a los gabachos. Por ello el General Dustz decidió casar a la hija del hermano del tío del abuelo del cuñado del amigo del primo de Henry V con uno de los hijos del rey de Aragón.

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Todo el mundo estaba contento por la boda, pero pronto empezaron a llegar malas noticias del frente del norte. Al parecer, los escoceses habían decidido atravesar la frontera, y tan sólo el mediocre Coronel Gloucester (2/3/1) y 14000 soldados Ingleses estaban en la zona para impedir que el enemigo entrase en territorio Inglés. Habían atacado 11000 atroces guerreros de Escocia, pero se tenían noticias de que 12000 más estaban a punto de llegar a la zona.

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Aunque el terreno montañoso de la zona era nuestro aliado, no íbamos a resistir contra 23000 enemigos. Por suerte, las tropas de refuerzo provenientes de Londres estaban a tan sólo cinco días del lugar, pero, ¿quién auxiliaría antes a sus aliados?¿ Los 12000 escoceses enemigos o nuestros 7000 Londinenses? Nadie podía saberlo. El general Dustz rezó para que nuestros refuerzos llegaran antes que los del enemigo a la batalla.

Continuará...
 
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Dustz said:
Es cierto que si me quedara católico sería todo mucho más fácil, pero es que yo quiero ser histórico con la religión. :(

Y he aquí porqué la obsesión por la historicidad es mala. :D

Si la lógica de tu partida demanda que seas católico, sigue católico. La historicidad ya se ha ido a la mierda desde el momento en que conquistaste Francia. Es más, una Inglaterra que hubiera conquistado Francia habría sido un país mucho más francés que inglés, y centrado en París y no en Londres.
 
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