La batalla de Rocroi (el adiós al predominio de nuestros tercios)

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Primo de Ignatius Reilly
Jul 8, 2002
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Contexto (mayo 1643)

Esta batalla tuvo lugar en plena guerra de los 30 años. Un enfrentamiento entre protestantes y católicos que terminó en una guerra por el predominio europeo entre Francia y sus aliados contra los Habsburgos, incluyendo a España, país en el que como sabéis gobernaban dicha dinastía.

Ante la entrada en la guerra de Francia, Suecia y Holanda la situación para España se hizo desesperante debido a los numerosos frentes abiertos. A esto se le unía las fuertes revueltas de Cataluña y especialmente Portugal, debido a las fuertes presiones fiscales necesarias para pagar un ejercito cada vez más anticuado y mal preparado. El intento de invasión de España, por parte de Francia a través de Cataluña, llevo a idear un plan que no era nuevo: Invasión de Francia a través de Flandes con el objetivo de reducir la presión sobre el norte de España.

Así el plan consistía en el cerco de la fortaleza de Rocroi, situada al norte de Francia, como paso previo a un avance por la pronvicia de Champagne. Para la tarea se empleó un ejercito de 17.000 hombres concentrados en Lille, al mando del capitán general de los Tercios, Franciso de Melo. El grueso del ejercito español quedó dividido en cuatro columnas, tres de las cuales estarían al mando Melo, y la otra quedaría en reserva en la retaguardia, al mando del Barón Beck.

Los españoles procedieron al cerco el 13 de Mayo de 1643, pero pronto se demostró el fracaso de la operación de cerco a la fortaleza, puesto que hasta 500 mosqueteros entraron en la ciudad en defensa de esta.

Ante la amenaza española, un potente ejercito de hasta 23.000 hombres, con una gran caballería acudió en el auxilió de los cercados. Este ejercito estaba al mando de un joven de 21 años, el general Luis II, príncipe Condé, Duque de Enghien.

Otra equivocación del ejercito español fue el permitir el acceso del ejercito frances através de dificiles desfiladeros hasta la llanura del sur de Rocroi, y plantarse los franceses en un terreneo favorable, con los españoles teniendo delante al inmenso ejercito francés y a la espalda los cercados. El barón Beck, ante esta situación, acudió en auxilió de las tres columnas españolas de vanguardia de Melo.

Luis II, hábil general, al averiguar las intenciones de la columna de reserva, vió su oportunidad y plantó batalla el 19 de Mayo. Melo desperdició otra gran ocasión un par de días antes al no llevar él la iniciativa del ataque, ya que la caballería gala, acudió el día 17 a socorrer a los asediados fracasando y dejando desprotegido uno de sus flancos durante varias horas. Una oportunidad única de victoria fue desaprovechada.

Siituación previa a la batalla (noche de 18/19 de mayo del 1643)

Ejercito español

Comandante: Franciso de Melo

El ejercito español, estaba desplegadado en un frente de 800 metros, formado en dos filas.

En primera fila y en el centro se encontraban cinco Tercios españoles: Velandia, Castellví, Garcies, Mercader y Villalba

En primera fila y a la izquierda tres Tercios italianos y uno borgoñés

(total 9 tercios en primera fila)

En segunda fila y en el centro se encontroban tres Tercios Alemanes

En segunda fila y a la izquierda otros cinco tercios valones

(total 8 tercios en segunda fila)

En los flancos se encontraba la caballería: En el ala izquierda 8 regimientos, italianos, valones y españoles al mando de Alburrenquerque. En el ala derecha 7 regimientos, españoles, valones y croatas al mando de Issemburg

La artillería, con 24 piezas estaban situadas en la parte central de vanguardia.

En total 17.000 infantes, unos 3000 mil jinetes, y 24 piezas de artillería.


En general, era un ejercito exhausto, mal pagado, y peor preparado. Se alejaba del gran nivel cualitativo de los tercios españoles del siglo pasado. Como anecdota diré, que muchos infantes no podían con el pesado mosquetón, por lo que tenían que usar el viejo arcabuz, de menor peso, pero como es sabido, mucho menos potente, y lento. La mejor baza del ejercito español era los Tercios españoles, que mantenían una mejor calidad que el resto del ejercito.

Ejercito Francés

Comandante: Louis II de Bourbon, Duque de Enghien

El ejercito fancés se extendía en más de 2000 metros de frente en tres filas.

En su primera y segunda linea estaba su infantería al mando de Espenau.

La caballería estaba en ambos flancos, en la derecha al mando de GAssion y Enghien, en la izquierda estaba comandado por La Ferté y L'Hopital.

En total contaban con 23.000 infantes, más unos 6000 caballeros (el doble que el ejercito español) y 14 piezas de artillería.

Sus tropas estaban mucho más frescas que las españolas. El ejercito francés había aplicado las novedades militares de Gustavo Adolfo II de Suecia, con nuevas formaciones, una caballería agresiva y de nuevo predominante en el campo de batalla que cargaba sable en mano al estilo de la polaca, mosqueteros intercalados con caballeros etc. En defenitiva, un ejercito más preparados, cualificado y moderno que el español, además de más númeroso.

wire12-Rocroi1.jpg




continuará :D
 
Last edited:
Pues tal cual lo pintas, la cosa parece bastante clara... :(

Espero con ganas la continuación...
 
si bueno, no os quiero joder el final para el que no lo sepa, pero efectivamente, España perdió :)

pero tuvo posibilidades de ganar, y Francia planteo magistralmente la batalla


por cierto, carga la pantalla no?
 
Primera parte de la batalla: Ataque de las caballerías

La noche del 19 Francisco de Melo, había situado en un pequeño bosquecillo, intermedio en el campo de batalla en la parte derecha (se puede ver en el mapa) un pequeño destacamento de 400 mosqueteros, que dispararían cuando la caballería cargando hacia las posiciones españolas, flanqueara dicho bosquecillo. Un desertor, alertó a los franceses, los cuales antes del inicio de la batalla (durante la madrugada del 19) acabaron, cuchillo en mano, con la avanzadilla de mosqueteros camuflados.

Al alba del 19 la caballería del ala derecha francesa de Enghien y Gassion se lanzaron al ataque ante las noticias de que el Barón Beck, al mando de la columna de reserva española se disponía a reforzar el contignete de varguardia español al mando de Melo. En un primer momento y gracias a la desorganización de la caballería gala al flanquear el bosquecillo, Alburrenquerque consiguió hacer retroceder y desorganizar a la caballería gala, continuando su avance y atacando las posiciones de infantería Suiza francesas en su ala derecha . Posteriormente, Enghien, consigue reorganizar la caballería, y con una táctica innovadora de que la infantería acompañe con sus mosquetes a la caballería, Alburrenquerquee, es detenido, y cediendo progresivamente terreno terminará huyendo con gravísimas pérdidas.

Mientras tanto en la parte izquierda del ala francesa y derecha española, el ataque del flanco opuesto Francés anima Isemburg a atacar con su caballería. La caballería gala al mando de la Ferté, es prácticamente aniquilada, y huye en desbandada. Las tropas españolas en vez de continuar su avance, se paralizaron con el saqueo, pero gracias a que a diferencia del caso anterior, la caballería del flanco izquierdo galo no se reorganizó tan rápidamente por las altas pérdidas, pudiendo los españoles inflingir numerosas bajas a la infantería del lado izquierdo francés, capturando hasta 7 piezas de artillería que dándolas la vuelta dispararon al mismo tiempo que las piezas de artillería españolas causando importantes bajas a la infantería francesa de las primeras lineas.

wire12-Rocroi2.jpg


La batalla esataba ahora igualada, era hora de mover piezas de nuevo.
 
Last edited:
Segunda Parte de la Batalla: Iniciativa francesa

Mientras Issemburg se batía con éxito en el ala izquierda francesa, el general Einghen prosiguió su avance en el ala derecha francesa atacando a los tercios españoles de su parte izquierda: Velandia y Villalba y a la infantería italiana. Estos consiguieron resistir la carga francesa aunque con importantes bajas puesto que la táctica innovadora de que los mosqueteros acompañasen a la caballería disparando mientras esta se replegaba, era desconocida para las tropas españolas. Aunque los tercios resistieron, dos maestres de campo murieron. La fuerte resistencia empezó a ceder y los tercios empezaron a retirarse en orden mientras Einghen atacaba a la segunda línea española con un movimiento de envuelta por la espalda de esta.

Eighen con la su poderosa caballería llegó a la retaguardia española atacó a los tercios valones y alemanes, que pronto fueron desorganizados y comenzaron también a retirarse. Einghen con un agresivo uso de la caballería cruzó por completo la retaguardia española y se lanzó de nuevo contra las tropas de Issemburg que estaban atacando a las tropas francesas.

Hay que darse cuenta la valentía del general francés al rodear todo el campo de batalla: Primero acabo con la caballería de Alburquerque, vencida esta prosiguió contra los tercios apostados en el ala izquierda española y los italianos, vencidos estos no sin una resistencia enorme, atacó la retaguardia española e hizo retirar a los tercios de segunda línea valones y alemanes y cruzando toda la retaguardia y lanzándose desde el ala derecha española a contratacar por la retaguardia a la que hasta ahora era la mejor baza española: la caballería de Issemburg.

El éxito inicial de Issemburg se convirtió rápidamente en una derrota total: prácticamente no sobrevivió ningún caballero. Atacados por la retaguardia por Einghen, y por vanguardia por las la caballería ya reorganizada de Le Ferté, las tropas de reserva de tercera linea, y las tropas reorganizadas de las primeras líneas por Sirot, la caballería española fue prácticamente aniquilada, no sin un último y valiente intento de contrataque del Regimiento de Savary. Los tercios viejos se quedaban sin caballería.

wire12-Dibujo.JPG

(perdonar, es un poco cutre, pero la linea azul muestra la actuación de Eighen que acabo de comentar) * lo he hecho manualmente porque en la web donde saqué la imagen no venía adecuadamente



Tercera Parte de la Batalla: Retirada española

Perdida la principal baza española y sin caballería, Melo decidió la retirada. Los tercios italianos de ala izquierda empezaron a retirarse en orden, los velones y alemanes también se retiraron rápidamente, el problema llego con los de vanguardia y centro: los españoles, que ante la necesidad de esperar a que sus tercios de retaguardia y del lado izquierdo italianos se retiraran para poder hacerlo ellos. Estos recibieron un nuevo fuerte ataque francés quedando pronto rodeados por la infantería y caballaería gala. Sometidos a continuo fuego de mosquetería, artillería y con numerosas cargas de caballería la resistencia española se hizo encarnizada y heroica. Eighen, ante el temor de que la reserva española al mando de Beck llegara con 4000 hombres de refresco, y ante la tenaz resistencia española ofreció un acuerdo de rendición para las tropas españolas. Estas aceptaron puesto que se las permitía puesto que se les respetaba la vida así como poder marchar libres del campo de batalla.

El Barón Beck llegó, pero tarde, y tan solo puedo reorganizar a las tropas que marchaban del campo de batalla.


La batalla duró unas 6 horas.

Las perdidas por el lado español fueron de unos 4000 contando muertos, heridos y desertores además de unos 3000 prisioneros. Y todas las piezas de artillería.

Los franceses perdieron unos 2500 hombres por unos 2000 heridos.
 
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Consecuencias

La victoria francesa supuso una gran victoria moral, así como el fin de la primacia de la infantería española durante más de un siglo.


Motivos de la derrota:

Los franceses eran mejores tanto cuantitativamente, como cualitativamente. Eran tropas mejor preparadas, con una cadencia de fuego menor que la española, y con armas mejores y más precisas.

España se hayaba anclada en una táctica defensa estática, que tantos éxitos le había dado en el pasado, mientras que los franceses habían aplicado las reformas de Gustavo Adolfo II de Suecia: El fin de las picas, una caballaría como principal elemento del campo de batalla, ataques conjutos de caballería y mosquetería etc


España pudo haber ganado esta batalla, y tuvo oportunidades para ello: Cuando la caballería francesa estaba tratando de romper el cerco y desprotegió los flancos del ejercito frances, cuando todo el ejercito frances pasó por difíciles desenfiladeros hasta aproximarse a la ciudad, y en el campo de batalla con la victoria inicial de Issemburg y la igualdad momentanea entre Eighen y Alburquerque de Melo debió mover la infantería española.


Esta batalla, donde en ella murieron personajes como el capitán Alatriste (inspiración posterior de nuestro alabado Reverte), supuso el fin de nuestros poderosos tercios.


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espero que os haya gustado, aunque la verdad no causado mucha espectación que digamos :D espero elegir algo mejor la próxima vez :p

saludos :)
 
Si!! a mi me ha gustado mucho, lo único por la derrta, claro. Pero las conclusiones son muy inetresantes y forman parte de la historia nos gusten o no.
Lo único que los españoles para estar en inferioridad numerica plantearon la batalla mas bien demasiado ofensiva, la caballeria acaba aniquilada en sendos contraataques, quizá una actitud mas defensiva y forzar a los franceses a maniobrar mas y cansarse hubiesen cambiado las cosas... o hubiese salido peor... :rofl:
Gracias por acercarnos esta batalla.
 
gracias chicos, pense que a lo mejor la época o la derrota sin precedentes prácticamente, no era muy interesante que digamos :)

he añadido una nueva imagen algo chapucera pero que indica el movimiento de Eighen, que me parece lo mejor de la batalla y en la web donde saque las imágenes no venia bien esplicado.

saludos
 
Quizas despues de 1640 darle el mando a un portugues no haya sido la mejor opcion. :D

Un gran relato, gracias WiRe.
 
La clave de la importancia de Rocroi, es que aniquila cualquier posibilidad de España de presionar en los territorios franceses y por ende acaba con el famoso "camino español". Ahora, si bien es cierto que la innovaciones de Gustavo Adolfo hicieron grande al ejército frances, España (y los principes alemanes añado) derrotó a Suecia en Nordlingen, acabando con la intervención del país en la guerra de los treinta años.
 
Gwalcmai said:
Quizas despues de 1640 darle el mando a un portugues no haya sido la mejor opcion. :D

Un gran relato, gracias WiRe.

No estoy de acuerdo, aunque fuera portugués fue un leal subdito de Felipe IV, ya que los comienzos de Don Francisco de Melo como jefe militar no pudieron ser más prometedores: el 7 de diciembre de 1641 obtuvo la capitulación de Ayre. Al comenzar la campaña de 1642 tomo las villas de Lens, La Basse y Cambray y destrozó un ejército francés en Honnencourt, esta victoria le reporto el titulo de Marqués de Tordelaguna junto a una carta autógrafa en la que el Príncipe Don Baltasar Carlos le confesaba: "Habéisme puesto en deseo de ser vuestro soldado".
 
WiRe said:
Consecuencias

La victoria francesa supuso una gran victoria moral, así como el fin de la primacia de la infantería española durante más de un siglo.


Motivos de la derrota:

Los franceses eran mejores tanto cuantitativamente, como cualitativamente. Eran tropas mejor preparadas, con una cadencia de fuego menor que la española, y con armas mejores y más precisas.

España se hayaba anclada en una táctica defensa estática, que tantos éxitos le había dado en el pasado, mientras que los franceses habían aplicado las reformas de Gustavo Adolfo II de Suecia: El fin de las picas, una caballaría como principal elemento del campo de batalla, ataques conjutos de caballería y mosquetería etc


España pudo haber ganado esta batalla, y tuvo oportunidades para ello: Cuando la caballería francesa estaba tratando de romper el cerco y desprotegió los flancos del ejercito frances, cuando todo el ejercito frances pasó por difíciles desenfiladeros hasta aproximarse a la ciudad, y en el campo de batalla con la victoria inicial de Issemburg y la igualdad momentanea entre Eighen y Alburquerque de Melo debió mover la infantería española.


Esta batalla, donde en ella murieron personajes como el capitán Alatriste (inspiración posterior de nuestro alabado Reverte), supuso el fin de nuestros poderosos tercios.


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espero que os haya gustado, aunque la verdad no causado mucha espectación que digamos :D espero elegir algo mejor la próxima vez :p

saludos :)

Lo siento pero no puedo menos que discrepar con la mayoría de tus conclusiones.

Empezare por las consecuencias, es cierto que Rocroi fue una importante victoria francesa, pero vino precedida y acompañada por otras derrotas francesas de dimensión y estrépito similar: el 26 de mayo de 1642 el mismo Melo, con prácticamente el mismo ejército que llevo a Rocroi, había destruido en Honnencourt al ejército francés del conde de Guiche, y el 23 de noviembre de 1643 en Tüttlinguen, un ejército imperial reforzado por la infantería y caballería que se salvo en Rocroi, aniquilo a otro francés del conde de Guebriant. Por lo tanto Rocroi no se puede tomar como el fin del poderío militar español si que es verdad que a partir de Rocroi se nos fue escapando lenta, pero inflexiblemente, para instalarse primero a orillas del Sena y posteriormente en los dominios de los reyes prusianos.



Sigo con los motivos de la derrota, eso de la defensa estática me gustaría saber de donde lo has sacado, será algún libro o alguna página Web que se basa todavía en estudios franceses o ingleses antiguos, si te lees "De Pavía a Rocroi" de Juan Albi de la Cuesta y los recientes estudios sobre los Tercios te podrías quedar impresionado de la elasticidad y la potencia de fuego de los tercios, muchos de los adelantos que tanto se admiran de los holandeses y los suecos, no olvidemos que Gustavo Adolfo no hizo más que mejorar el sistema de combate que ideo Mauricio de Nassau, ya los habían puesto en práctica los tercios.

Vamos por los motivos de la derrota:
En lo único en que era superior la infantería francesa a la española era en la cantidad y no en la calidad, en aquella época el ejército francés estaba falto de experiencia y tenía una organización anticuada, lo único cierto era la inmensa diferencia en población y recursos a favor de Francia. Decir que el ejército francés estaba mejor armado, mejor entrenado y con menor candencia de fuego lo encuentro fuera de lugar, será por eso que en 1648 la veterana infantería española de los tercios le dio para el pelo a la infantería francesa y le arrebato sus banderas y una vez más tan solo la superioridad de la caballería francesa nos volvió a hacer probar la amarga derrota de Rocroi.

Respecto a que se podía haber ganado la batalla, estoy de acuerdo los puntos que has esbozado son correctos, en Rocroi se peco de soberbia desplegándose el ejército sobre el terreno pensando que los franceses solo querían socorrer la plaza y no presentarían batalla, de falta de aprovechar la inexperiencia francesa ya en los desfiladeros, ya el día 18 de mayo ante el ataque de la caballería francesas para levantar el asedio se podría haber derrotado a los franceses y durante la misma batalla.
 
Coincido punto por punto con la opinion de Cardenal Infante. La tesis del Tercio "Dinosaurio" en oposicion a los "agiles" ejercitos Gustavo - Adolfistas es sencillamente una patraña protestante de la escuela del XIX que por motivos misteriosos de baja autoestima nos hemos tragado.
No Señor.
Waterloo eso si fue una victoria decisiva. Te destruyen el ejercito, te toman la capital y te mandan preso a una islita.
Rocroi fue un palo porque España era pobre y poco poblada.
Mientras Francia mantuvo su primacia demografica y economica podia encajar un Rocroi cada dos años sin problemas.
Despues del Tio Napo le empezo a pasar como a España. Un Sedan o un Verdun y ya estabas patas arriba pidiendo arnica.
 
Yo coincido con Wire, y disiento con Cardenal Infante y Sertorius.

Lo de la superioridad del sistema de batallones sobre el sistema de tercios es algo incuestionable. Y la idea fue desarrollada por Guatavo Adolfo, que en Breitenfeld demostró que los tercios no eran el sistema táctico perfecto e imbatible que hasta esa época era considerado el "no va más" del arte militar.

El sistema de Gustavo Adolfo se basaba en 2 premisas: maniobra y potencia de fuego, así como en la adecuada coordinación y complementación de las 3 armas de la época: Infantería, Caballería y Artillería.

- Infantería:

Gustavo Adolfo le asignó mayor importancia a las armas de fuego que las picas. Coherentemente con su concepto táctico, formó unidades más pequeñas a fin de ganar flexibilidad y maniobrabilidad, consistentes en piqueros y mosqueteros a partes iguales; la función de los piqueros era la de proporcionar defensa a los mosqueteros contra la caballería, y no la de trabarse en combate con la infantería rival, la que debería ser batida por el fuego de los mosqueteros propios.
Dado que ya no era necesario enfrentar masas de piqueros (porque el sistema táctico sueco denegaba esa clase de combate), los batallones podían extenderse por el campo de batalla formando 3 filas de mosqueteros que iban disparando secuencialmente.
Y aquí hay otras 2 innovaciones del sistema sueco: el fuego de introducción y el fuego de extroducción. El primero consiste en hacer avanzar la última fila por delante de las 2 primeras (que en ese momento estarían recargando), y disparar; y así sucesivamente, de manera que la infantería va avanzando gradualmente y en orden, ganando terreno paulatinamente mientras va devastando a las filas de piqueros enemigos.
El fuego de extroducción permite hacer justamente los contrario: retroceder en orden y combatiendo, lo que otorga oportunidades de contraataques.

Naturalmente, el sistema sueco no hubiera sido posible sin que previamente el mosquete dejara de ser un arma demasiado cara y difícil de manejar sin un entrenamiento exhaustivo: la introducción de la rueda de fricción para encender la carga, permitió aumentar la cadencia de fuego; la standarización de modelos y calibres permitió que la fabricación de armas de fuego dejara de ser artesanal, abaratando los costes y poniendo tales armas al alcance de los Tesoros Reales como para equipar con ellas a los ejércitos a cargo de los presupuestos de los estados; la diciplina de fuego agrupado permitió atenuar las deficiencias de puntería de los mosqueteros "no profesionales" (obtenidos por reclutamiento o leva forzosa), sin experiencia previa y prolongada en el uso de tales armas.

- Artillería: Hasta bien entrado el s. XVIII la artillería era "contratada", y los ejércitos no contaban con cuerpos de artillería permanente. Los mismos que construían cañones y municiones eran los encargados de operarlos en el campo de batalla. En esto Gustavo Adolfo no hizo innovaciones, y solo se limitó a enfatizar la importancia de dirigir el fuego contra la infantería rival, antes que empeñarse en los improductivos duelos de contrabatería.

- Caballería: La caballería española de la época (y la Imperial por extensión) no era mala ni carecía de valor, pero sus tácticas no eran precisamente las mejores... e incluso eran muy inferiores a las de otras caballerías contemporáneas.
Su táctica favorita era la "caracola": la caballería se aproximaba al trote hasta las formaciones de infantería contraria; a distancia de tiro de sus pistolas, disparaba; luego volvían grupas y se alejaban al trote para recargar y repetir la maniobra.
Esta preferencia por esa modalidad combativa, se basaba en el hecho de que los choques de caballería provocaban tal grado de mortandad y desorganización propia (según la experiencia medieval) que lo mejor era evitarlos. Con la táctica señalada (que era doctrina en toda Europa occidental), la caballería cumplía la función de debilitar a la infantería contraria antes del choque de piqueros, a la vez que permitía rápidas maniobras de flanqueo que después pudieran ser explotadas por la infantería propia.
Gustavo Adolfo le devolvió a la caballería su función de arma de choque, empleando arma blanca antes que armas de fuego. Y lo hizo adaptando a su ejército las tácticas de la mejor caballería de esa época (y tal vez la que podría considerarse una de las mejores de todos los tiempos): los Husaria polacos, también conocidos como Húsares Alados (aunque la palabra húsar no tiene nada que ver con el significado de Husaria, ni éstos eran algo parecido a la caballería ligera).
Gustavo Adolfo adaptó las tácticas polacas pero no las "adoptó" íntegramente. Mientras que los Husaria eran una caballería pensada para enfrentar y derrotar a las masas de piqueros (por eso era única en su tiempo), la caballería sueca estaba pensada para derrotar a las lentas y débiles caballerías occidentales atacándolas a sable (arma adoptada por los suecos inspirados en los sables polacos) y al galope.

Los tres elementos, operando de manera conjunta, mostraron su aspecto más brillante en Breitenfeld, durante la Guerra de los Treinta Años.
La caballería Imperial en el flanco izquierda de Tilly, realizó hasta 3 veces la caracola mandada por Pappenheim, recibiendo el fuego nutrido de los moquetes suecos y sin haber logrado su objetivo de desorganizar el flanco derecho sueco. Dspués de eso, la caballería sueca contraatacó sable en mano y al galope, reduciendo literalmente a filetes a la caballería Imperial y poniéndola en desbandada.
Pero ese éxito inicial no pudo ser aprovechado inmediatamente: en el flanco izquierdo sueco, ante el primer bufido de los Imperiales los bávaros huyeron del campo (saqueando de paso al campamento sueco), dejando todo el flanco izquierdo descubierto.
Esto no fue desapercibido por Tilly quien ordenó una larga maniobra envolvente de toda la infantería por su derecha a fin de coger al ejército sueco de flanco.
Pero los tercios eran formaciones pesadas y lentas (quien suponga lo contrario está equivocado, por mucho que joda al ardor patriótico). Y mientras maniobraban fueron diezmados por la artillería sueca. Así y todo los tercios (aunque severamente castigados y bastante mermados de efectivos) lograron ponerse en posición de flanqueo... para encontrarse de frente con la infantería sueca ya desplegada en posición defensiva, fresca y entera, y a la caballería sueca maniobrando para atacarlos por la izquierda.

En cuanto los imperiales avanzaron con sus masas de piqueros, fueron recibidos por un nutrido fuego de mosquetes que los paró en seco; al mismo tiempo, Gustavo Adolfo ordenó a su centro una maniobra de conversión hacia la izquierda capturando a la artillería Imperial. Y seguidamente se puso al frente de su caballería y rodeó a la infantería de Tilly atacándola por la retaguardia.
De ahí en más, fue un "sálvese quien pueda"...

Tal vez Breitenfeld no fue una batalla decisiva en la Guerra de los Treinta Años, y el León del Norte sería derrotado más tarde. Pero su sistema táctico y organizativo y su éxito en esa batalla hicieron que los militares de su tiempo empezaran a mirar los tercios y a sus tácticas arqueando una ceja.
Porque resultaba ya evidente que, aún a falta de mayores refinamientos, el sistema de batallones permitía obtener lo que lo que los tercios no permitían: obtener rápidamente superioridad local en un sector escogido del campo de batalla para derrotar a un enemigo más numeroso, o al menos evitar ser derrotado de manera decisiva.

Porque si Gustavo Adolfo hubiera organizado y dispuesto su ejército a la manera tradicional, con la defección bávara seguramente habría perdido la batalla al no poder trasladar rapídamente sus reservas del centro al flanco descubierto, y gracias a sus mosquetes rechazar el ataque imperial a pesar de estar en inferioridad numérica.

Y hay otro aspecto que me parece incuestionable: si el sistema de tercios hubiera sido mejor que el sistema de Gustavo Adolfo, las masas de piqueros habrían reinado en los campos de batalla durante mucho más tiempo.
En cambio, nos consta que las picas ya no se empleaban a partir de los primeros lustros del s. XVIII... y para entonces las unidades de infantería hacía varias décadas que se organizaban por batallones y regimientos, y no por tercios. ;)
 
Soldier_Fortune said:
Yo coincido con Wire, y disiento con Cardenal Infante y Sertorius.

Lo de la superioridad del sistema de batallones sobre el sistema de tercios es algo incuestionable. Y la idea fue desarrollada por Guatavo Adolfo, que en Breitenfeld demostró que los tercios no eran el sistema táctico perfecto e imbatible que hasta esa época era considerado el "no va más" del arte militar.


Tal vez Breitenfeld no fue una batalla decisiva en la Guerra de los Treinta Años, y el León del Norte sería derrotado más tarde. Pero su sistema táctico y organizativo y su éxito en esa batalla hicieron que los militares de su tiempo empezaran a mirar los tercios y a sus tácticas arqueando una ceja.

Y con la ceja arqueada se quedaron cuando un poco despues, en Nordlingen, les pegamos a los suecos, a su infanteria sueca, a su caballeria sueca, a su artilleria sueca y a sus tacticas suecas un repaso que se quedaron tontos.

Perdona el exabrupto pero es que sigo pensando que es una "patraña" que me enferma.

La guerra va evolucionando y el bando catolico en la guerra de los treinta años peleo tan bien o mejor que el protestante.
El propio concepto de "Guerra de los treinta años" es una gran mentira.
No hubo diferencias tacticas insalvables entre uno y otro bando.
Todas las evoluciones naturales que describes se realizaron en los dos lados.
 
Sertorius said:
Y con la ceja arqueada se quedaron cuando un poco despues, en Nordlingen, les pegamos a los suecos, a su infanteria sueca, a su caballeria sueca, a su artilleria sueca y a sus tacticas suecas un repaso que se quedaron tontos.

Perdona el exabrupto pero es que sigo pensando que es una "patraña" que me enferma.

La guerra va evolucionando y el bando catolico en la guerra de los treinta años peleo tan bien o mejor que el protestante.
El propio concepto de "Guerra de los treinta años" es una gran mentira.
No hubo diferencias tacticas insalvables entre uno y otro bando.
Todas las evoluciones naturales que describes se realizaron en los dos lados.


Si te enferma el hecho de que los tercios no vieran el s. XVIII porque a mediados del XVII se revelaron como un sistema táctico caduco y condenado a desaparecer, tómate algo y relájate. :D

En Nordinglen se dieron ciertos aspectos concomitantes que no desmienten lo que dije antes:

a) No estaba Gustavo Adolfo al mando de las fuerzas protestantes.

b) El ataque protestante fue prematuro y sin esperar los refuerzos que estaban en camino.

c) Los protestantes se empeñaron durante 6 horas en tomar una colina en su flanco derecho controlada firmemente por los católicos, desgastándose en el esfuerzo y obligando a traer refuerzos del ala izquierda debilitándola.

d) Los católicos realizaron una modificación táctica importante: redujeron los piqueros de los tercios a unos 500 o 550, y los reforzaron con mangas de mosqueteros de unos 1000 efectivos... (no es el sistema sueco, aunque se le aproxima bastante... y es ilustrativo de que la innovación de Gustavo Adolfo no fue considerada como una extravagancia ;) ).

Que en Nordinglen la causa protestante se perdió irremediablemente y marcó el fin de la influencia sueca en los asuntos europeos, no resta importancia al hecho de que en el arte de la guerra el sistema de Gustavo Adolfo marcó un punto de inflexión, que condujo a la desaparición irremediable de los famosos tercios.
Prueba de ello es que el sistema de batallones, regimientos y brigadas se continúa empleando hasta hoy (con las adaptaciones que han ido imponiendo las armas que fueron apareciendo y su letalidad); mientras que los Tercios (salvo en la Legión Española, y con una denominación que es histórica antes que operativa y funcional) no volvieron a aparecer desde finales del s. XVII.

Pero para el caso, el concepto táctico fue tan novedoso y efectivo en su día como fue el Blitzkrieg en 1940... y la derrota de Alemania no fue óbice para que ese concepto continúe vigente, como queda patente en la importancia que cualquier ejército moderno le concede a los AFV's y a la aviación, mediante doctrinas de operación conjunta.

Lo mismo puede decirse del sistema sueco con respecto a los tercios, como de los tercios con respecto a los sistemas precedentes.

Las evoluciones en custiones tácticas, nunca han sido "naturales" ni paulatinas o graduales: han sido forzadas a saltos por la genialidad de unos pocos que provocaron rupturas evidentes con lo conocido hasta ese momento. Y el resultado trasciende su época y sus circunstancias... hasta que otro salto evolutivo las deja obsoletas. ;)
 
Soldier_Fortune said:
Yo coincido con Wire, y disiento con Cardenal Infante y Sertorius.

Lo de la superioridad del sistema de batallones sobre el sistema de tercios es algo incuestionable. Y la idea fue desarrollada por Guatavo Adolfo, que en Breitenfeld demostró que los tercios no eran el sistema táctico perfecto e imbatible que hasta esa época era considerado el "no va más" del arte militar.


Y hay otro aspecto que me parece incuestionable: si el sistema de tercios hubiera sido mejor que el sistema de Gustavo Adolfo, las masas de piqueros habrían reinado en los campos de batalla durante mucho más tiempo.
En cambio, nos consta que las picas ya no se empleaban a partir de los primeros lustros del s. XVIII... y para entonces las unidades de infantería hacía varias décadas que se organizaban por batallones y regimientos, y no por tercios. ;)

Los tercios no permanecieron ajenos a los cambios tecnológicos y tácticos que se iban produciendo. A consecuencia de éstos, se fueron adoptando modificaciones en la orgánica y en el armamento este último más limitado a causa por de la penuria económica que no permitió la generalización del mosquete hasta una fecha más tardía. Por lo tanto es erróneo basarse en el mito de que los tercios constituían siempre organizaciones rígidas y pesadas. Así, a lo largo del tiempo sus plantillas fueron evolucionando, si bien a veces con cierto retraso, estableciendo efectivos muy parecidos a las unidades extranjeras contemporáneas. Lo mismo se puede decir de las formaciones. Por ejemplo, en la batalla de Montijo, durante la campaña de Portugal de 1644, los tercios despliegan con una profundidad de seis hombres, la misma que preconizaba Gustavo Adolfo, y tienen unos efectivos de setecientas plazas, cifra muy parecida a la "brigada sueca". El proceso de aproximación entre los distintos modelos es tan acusado que en cuadros contemporáneos, como los de Sebastián Vrancx, no se parecen las diferencias en la profundidad de los escuadrones holandeses y españoles. De hecho solo las banderas, y no el tipo de despliegues, permiten identificar la nacionalidad de las unidades.
Contando que más de la mitad de los efectivos de un tercio eran armas de fuego se ve que la capacidad real de un tercio para formar escuadrones de picas verdaderamente masivos con los pocos piqueros que tenían era relativa.
Un ejemplo Alejandro de Farnesio en 1582 en Flandes, bate a un ejército francés formando sus tropas en dos escuadrones. Uno, de ciento cincuenta piqueros españoles y borgoñones, junto con quinientos arcabuceros borgoñones. El otro, con trescientas picas alemanas y quinientos arcabuceros españoles y borgoñones.
En Rocroi los tercios estaban organizados según la normativa vigente promulgada por el cardenal-infante el 20 de marzo de 1636, se establecía que los tercios de pie español e italiano debían tener quince compañías, dos de ellas de arcabuceros y el resto de piqueros, las de arcabuceros debían tener ciento sesenta arcabuceros y treinta mosqueteros y las de piqueros debían tener sesenta y nueve coseletes y ciento veintisiete mosqueteros. Así que saca cuentas de la masificación de picas, de la rigidez y de la falta de potencia de fuego de nuestros tercios.
La opinión de que el sistema creado por Mauricio de Nassau y mejorado por Gustavo Adolfo es superior a los tercios, está generalmente basada en estudios no del modelo español propiamente dicho, sino de la interpretación que de él hicieron los imperiales durante la Guerra de los Treinta Años, y más concretamente en Breintfeld y Lützen. Aún así, no faltan autores modernos que han empezado a plantearse si las formaciones que en esas batallas adoptaron los generales del emperador fueron copiadas de los tercios o si eran fruto de una evolución autóctona, solo parcialmente influida por los modelos extranjeros.
Me parece que es difícil sostener que métodos que en 1634, Nordlinguen donde se derroto a los suecos, y en 1642, Honnencourt, habían demostrado su eficacia, en 1643 han quedado súbitamente anticuados. El problema de los tercios no residía en simples deficiencias de orgánica o que se formara con más o menos hileras, cuestión que se había resuelto satisfactoriamente, como testimonian las victorias conseguidas contra suecos y franceses. El modelo militar que los tercios representaron fue ciertamente derrotado, pero no por defectos intrínsecos del mismo, sino porque estaba al servicio de una opción política que fijó para ellos objetivos que, a la larga, resultaron desmedidos para los recursos disponibles. A este efecto es muy ilustrativa la guía que ha traducido Luis Pivo échale un ojo y te darás cuenta que el dinero es el nervio de la guerra.

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